En la cárcel de Sevilla con el mazo dando

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210Carcel Sevilla

Seguramente habréis tenido ocasión de conocer y leer algo acerca de mi visita a la cárcel de Sevilla el pasado miércoles. Fue una experiencia importante. Ante todo por ese movimiento pendular de la vida: no hace tanto penetraba en los recintos penitenciarios como recluso. Ahora, todo lo contrario. ¿Alguna sensación especial por ese giro copernicano?. Ninguna. La verdad es una experiencia y en esta experiencia mi verdad es ningún rencor, ningún mal recuerdo, ninguna tristeza, ninguna. Al contrario, tuve la sensación de que podía ser útil.

De eso se trata: del rogando pero con el mazo dando. No participo de esa corriente de corte peligroso del llamado Derecho penal del enemigo. Seamos sinceros: cuando aumenta la criminalidad en una sociedad, todos somos responsables. Todos. Nada sucede sin nuestro concurso. Cuando se produce la reincidencia de los presos, todos fracasamos: el sistema penitenciario, los presos y la sociedad.

Y la sociedad es cínica. Existen muchos presos por tráfico de drogas debido a que la sociedad las consume. Los que se rasgan vestiduras ante esos delincuentes en muchos casos son consumidores de la droga que esos éticos negros les compraron. Y la sociedad estigmatiza al preso por el mero hecho de serlo. Y en prisión he visto inocentes. Os lo aseguro.

Es seguro que quien tiene que elegir para dar trabajo entre dos hombres o dos mujeres, si uno ha sido preso, no va a indagar mas acerca de sus capacidades reales, de su potencial humano, de su reeducación…Sencillamente se lo da al no preso. Y en la prisión viven presos que son libres. No muchos, pero algunos. Y en la libertad viven libres que son presos. No pocos, sino muchos. Y en la prisión viven algunas gentes que quieren ser honradas. No muchas, pero algunas. Y en libertad viven tantas gentes de esas que han provocado que el mundo se esté desmoronando…Bueno, en esto algo tendremos que agradecérselo si sabemos reconducirlo a mejor.

Intento ayudar. Por eso escribí mi libro Derecho Penitenciario Vivido, para ayudar, y me negaron redenciones en la Audiencia Nacional…Se ve que eso de ayudar… Por eso salí garante ante un Juez de Vigilancia de que unos presos a los que conocí en prisión no se iban a fugar ante un permiso. EL Juez se lo dio y no se fugaron- El Juez les permitió ver morir a su padre. Nunca lo olvidarán. Por eso quiero seguir ayudándoles en la obtención de su tercer grado. Porque es nuestra obligación conseguir que la gente se reinserte de verdad. Y ayudar a quien seriamente quiere conseguirlo.

Por eso fui a Sevilla. Por eso seguiré en este mundo con el mazo dando.

“¿Pero no se da cuenta usted de que no hay nada que hacer con esta gente?”. Eso me dicen, eso me preguntan. De lo que estoy seguro es de que con mucha mas gente que vive fuera de la prisión hay bastante por hacer, bastante….

Lo dicho, un poco de utopía, un poco de ruego y un mucho de mazo dando