Amar es buscar y ser buscado al mismo tiempo
“Confesiones de una máscara”, Yukio Mishima
Neale Donald Walsch es autor de la trilogía “Conversaciones con Dios”. Según afirma en su prólogo, “no se trata de un libro escrito por mí, sino que me ha «ocurrido» a mí. Y, cuando lo lea, le «ocurrirá» a usted, ya que todos alcanzamos la verdad para la que estamos preparados”. En esta obra, su función consistió en transcribir concienzudamente los mensajes que iba recibiendo de una “voz” interior, como respuestas a una serie de preguntas existenciales que se planteó en un momento catárquico de su vida. Traducida a más de treinta idiomas, su contenido toca lo inmutable en el ser humano, más allá de culturas, razas o lenguas.
En “Conversaciones con Dios”, Neale Donald Walsch describió con sencillez y cercanía un concepto del que suele hablarse en casi todos los ámbitos de lo humano -incluido este blog-aunque en el lenguaje comparta muy distintas y variadas acepciones sobre su naturaleza. No sé si desde un punto de vista esotérico será una interpretación acertada, pero sí que resulta viable al sentir de cualquier persona, sean cuales sean sus valores y creencias.
“El alma no es sino el más alto sentimiento de amor que puedas imaginar”[…]”El alma es el sentimiento. Ya posee el conocimiento pero éste es conceptual; mientras que el sentimiento es experimental. El alma quiere sentirse a sí misma y, por lo tanto, conocerse a sí misma en su propia experiencia”…” El sentimiento es el lenguaje del alma”
Me costó mucho inicialmente abordar su lectura, pues cada vez que leía la palabra “Dios” no podía evitar asociarla como concepto a la imagen de un ser juzgador y al nefasto sentimiento de culpa, tan propio del sistema de creencias de algunas religiones. Según avanzaba en el relato de las vivencias externas e internas del autor, mayor significado adquiría para mí la palabra “Dios” como analogía de “amor incondicional”. Me permitía así renunciar a etiquetar en un ser o en un concepto moral a esa voz interior que imaginaba en mí como reflejo de la que leía en el libro, e intentaba asociarla a la experiencia real de un sentir.
Tras unos años de búsqueda tan irregular como infructuosa (búsqueda que no deja de ser paisaje del camino) -renegando de las creencias católicas inculcadas por los curas en la infancia, atravesando un ateísmo destructivo en la juventud (soterrado posteriormente por un cómodo agnosticismo)-, este libro constituyó una nueva oportunidad en mi vida para intentar recobrar el contacto con ese sentir, anulado hasta la “impercepción” por miedo y resentimiento.
El camino para comenzar a sanarme a través de esa recobrada percepción, transitó irremediablemente en sus inicios por intentar asumir, sin juzgar, las sombras de mi mundo interior hasta donde me lo permitía mi escaso valor. Intentaba sentir en tales momentos Su presencia: pedir ayuda a “Dios”, tal y como comenzaba a comprenderlo -como un sentir más que como un ser- y aprender a intentar perdonarme con humilde autenticidad, comenzando por lo que resultaba menos difícil -los pequeños errores cotidianos. Intentaba distanciarme así de la soberbia, disfrazada de magnánimo perdón moral, que concede el que cree que por practicar ciertos rituales religiosos se halla más en sintonía con el mágico fundamento de la Vida: el misterio existencial del amor incondicional. Dios, en suma.
Dios como el amor que perdona y nos perdona: amor que comprende que por encima y por debajo de la soberbia y el orgullo que nos impele a actuar de una manera ofensiva, cobarde o hiriente, existe la mano humana de la imperfección recubriendo una naturaleza esencialmente sensible y compasiva; aquella que late en cada ser humano. El amor que comprende el sinsentido de herirnos con el dolor que nos causa el juicio ajeno, y la necesidad de la acción sanadora del perdón otorgado a los demás como vía para recibirlo uno mismo… por Sí mismo.
Finalmente, dos frases de “Conversaciones con Dios” merecedoras de ser meditadas, creamos o no en eso que llamamos “alma”.
“Cuando has dejado de ver a los otros como almas sagradas en un viaje sagrado, no puedes ver el propósito, la razón esencial que se oculta tras toda relación. “
“En el momento crítico de toda relación humana, sólo hay una pregunta válida: ¿Qué haría el amor?”
Hay otro libro que también ha repercutido profundamente en la vida de muchas personas; se titula “Curso de Milagros”. A pesar de que su título pueda distanciar a lectores potenciales, tal y como me ocurrió en su momento, su contenido guarda inicialmente más similitud con el método Da Silva de Control Mental que con un libro religioso. Al igual que “Conversaciones con Dios”, fue escrito por medio del “dictado interior”, tal y como definió Helen Schucman, catedrática de psicología y “autora” del mismo, el proceso de canalización con -según afirma- la esencia de Jesús el Cristo.
En esta obra, como si de un koan visual se tratara, aparece esta frase -entre otras, bellas, sabias y profundas:
El perdón es el eje tonal del universo.
Entre la variedad de interpretaciones a las que se presta esta máxima, podría decirse que el perdón es la vía que nos permite descentrar la atención en la interpretación de nuestro universo personal, para que ésta pueda volver a posarse en el sentir donde sucede la vida: en la intemporalidad del presente. En ese sentido, nuestra incapacidad para perdonar es proporcional a nuestro nivel de resentimiento y por tanto, de nuestra desconexión con el presente (el único tiempo real, donde suceden las cosas en el mundo de las formas).
Es comprensible que juzguemos el proceder de los demás; a veces, lamentablemente, con saña y generalmente con evidente ligereza -“evidente”, porque evidencia la nuestra. Pero aunque sea por todos comprensible como rasgo universal de la conducta humana, es precisamente ese juicio lo que nos daña; no tanto el que nos hacen los demás -que al fin y al cabo, lo hacen bajo su perspectiva subjetiva de quien suponen es la persona a la que juzgan (y que normalmente en su juicio enjuician más a su propia persona)- sino el que nos permitimos realizar sobre la conducta ajena y propia.
Centrándonos en lo concreto de este pequeño espacio, a veces no perdonamos a una persona por considerar que nos ha fallado, o porque respondió o no respondió a nuestro comentario como pensábamos debiera, o bien porque tuvo el error humano de caer en la vanidad, o en el orgullo o la soberbia, o simplemente porque leerle nos produce unas reacciones que nos desagradan; y le culpamos a éste, en vez de aprovechar la oportunidad para adentrarnos en la naturaleza de esas emociones o sentimientos que por medio de esa persona se “activan” en nuestro interior. Culpamos a la consecuencia no a la causa, pues la causa es nuestro mundo interior, reflejo de nuestra esencia misma. Los otros y lo exterior funcionan como reflejo de ella. Por eso, cuando en circunstancias concretas conseguimos ver más allá de lo que la ira razonada del momento nos interpreta, y perdonamos, se consigue lo que el curso afirma como su esencia: el cambio súbito (el milagro) que se produce al convertir un viejo odio en un amor presente.
Supongo que como sucede con el mundo de lo interno, esos sentires que se muestran a todo aquel que se aproxime a sí mismo con mente y corazón abierto forman parte del eterno misterio de los misterios. Y es que en esencia, ponerse a meditar quizás sea algo tan simple como sentirnos sin enjuiciarnos, en calma y silencio. Y en calma y silencio, sentir Eso.
Los libros y las enseñanzas nos escogen y señalan según nuestros gustos y criterios. La experiencia personal, se juzgue como se juzgue, es el don que la Vida nos regala. Por eso la verdad siempre vendrá como experiencia.
Gracias a Mario Conde por brindarme la oportunidad de compartir este escrito, y a vosotros por leerlo. Ojalá dé paso, junto a los comprensibles juicios, a que podamos compartir nuestras pequeñas experiencias; verdades incuestionables porque son nuestras vivencias.
Preguntas como hipótesis para la reflexión:
¿No es el amor un atributo humano que simplemente nos sirve para romper el sentimiento de incomodidad y alienación hacia los demás y nuestro entorno? Los árboles que tengo en el jardín de casa no tengo constancia de que se amen los unos a los otros, simplemente coexisten perfectamente integrados en su entorno sin plantearse si son parte de él o algo ajeno puesto allí por casualidad.
Consecuencia de lo anterior ¿No son por tanto el amor y el perdón meros mecanismos adaptativos?
feliz día para todos
“El mágico fundamento de la Vida: el misterio existencial del amor incondicional. Dios, en suma.” Me ha gustado esta frase.
Cuando Nietzsche proclamó la muerte de Dios, no se estaba refiriendo a este Dios del amor incondicional, a un Dios que no está ausente de nuestro mundo, allá en lo alto de las nubes, sino que está muy cerca de nosotros, más cerca de lo que nos pensamos. Ese Dios no ha muerto, porque la muerte no le puede afectar, sencillamente Él ha vencido a la muerte…
El hombre tiene que volverse a su interior, para encontrar allí a Dios : este es el cambio fundamental que propugnaba Jesús. Él nos decía que su Reino lo teníamos muy cerca, dentro de nosotros. Este enfoque va contra la pasividad, pues exige una transformación personal . No se trata de seguir un código moral , no se trata de creer sólo en Dios y se acabó. No.
Se trata de que cada uno tenemos una responsabilidad personal frente a las demás personas, frente al mundo entero . Que exige un duro trabajo de desarrollo espiritual propio. Si las personas somos realmente la manifestación visible de Dios en este mundo – John F. Kennedy dijo una vez que aquí en la Tierra nuestra tarea era hacer el trabajo de Dios, continuar lo que Él empezó-, entonces tenemos una enorme responsabilidad hacia el estado moral de nuestro planeta. Lo que exige también cambiar bastante nuestra forma de pensar, para que actuemos más responsablemente. Los males de este mundo no los causa Dios, los causan los hombres, y somos los hombres los que tenemos que remediarlos. Dejemos a Dios en paz y asumamos nuestra inmensa responsabilidad.
@ juanarmas
Tu artículo es para reflexionar y mucho. Conste que me ha gustado, aunque no estoy al 100% de acuerdo con todo.
Quiza ignorancia, que humildemente no creo, sino como bien dices “la verdad siempre vendrá con la experiencia”.
Estoy de acuerdo en hacer el bien, de hecho intento practicarlo a diario, siempre consciente de no errar y hacer mal a sabiendas a nadie. También se sabe que sin querer puedes herir a alguien.
Transcribo “Cuando has dejado de ver a los otros como almas sagradas en un viaje sagrado, no puede ver el propósito, la razón esencial que se oculta tras toda relación”.
En mi caso, dejé de ver a los otros como almas sagradas, cuando descubrí que su alma, tenía todo menos sagrada. No juzgo. Afirmo. Cada cual con su conciencia, aunque te aseguro, y aquí si que va mi experiencia, que por mucho perdón que yo pueda o quiera dar, que no es lo mismo, hay gente que hace daño gratuito a sabiendas. Y muy conscientemente. Su alma… no sé si tienen conciencia de ella. Si saben que existe. Aunque a veces, quién no los conozca y los oíga hablar pueden pensar incluso que son grandes personas. Repito, aquí es donde hay que aplicar la experiencia vivida.
A tu frase “En el momento crítico de toda relación humana sólo hay una pregunta válida ¿ qué haría el amor?. Mi respuesta es:
“El amor es paciente, afable; no tiene envidia;no presume ni se engríe no es mal educado ni egoista; no se irrita, no lleva cuentas del mal: no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
Disculpa sin límities,cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.
El amor, no pasa nunca.
(S.Pablo a Corintios, 12,31-13,13)
Juanarmas, eso es para mí el amor, y a la vez una utopía. Realmente crees que la gente actúa así, con ese desinterés por el mal?. Pese a que algunos lo hagamos… Resultado, nos damos de bruces contra la pared,
En el segundo libro, hablas de “que el perdón es el eje tonal del universo”.
Estoy de acuerdo con la frase, no con lo que se practica y o practicamos en general.
Es normal que nuestra incapacidad de perdonar es proporcional a nuestro nivel de resentimiento y como consecuencia desconexión con el presente.
Hay veces amigo, que no depende de nosotros. El mal que nos han producido es tan grande, que a pesar que nuestra capacidad de perdón esté en nosotros, nos cansamos de poner la otra mejilla.
No perdono, y no porque una persona no hay actuado como a mí me hubiera gustado. No porque no acuda a una cita y me quede colgada o porque descubra una mentira ( para mí la verdad, aviso es un pilar importante. No soporto ni admito la mentira). No perdono la injusticia, y esa injusticia viene provocada a partir de alguien.
Culpamos la consecuencia y no la causa?. Toda consecuencia viene a raiz de una causa, por lo que entiendo después de pensar mucho, que son una.
No voy predicando el mal. Pero el milagro no creo que sea convertir un viejo odio en un amor presente. El milagro realmente se produciría si “esos” que se dedican a mentir, manipular, embaucar, chantajear, molestar, incordiar, robar, matar…. no lo hiicieran.
Y sabes lo peor, que ellos pueden dormir tranquilos. Y algunos, pese a la lectura, cursos, experiencia y teoría con mucha practica… en ocasiones, no podemos.
Muchas gracias por tu gran artículo.
Fernando Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 7:16
@Lisbert,
Cualquier cosa que se pueda decir sobre el amor, no es el Amor.
Lisbert Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 7:20
@Fernando,
No lo entiendo. Por qué?. Es un tema más del cual podemos tener una opinión.
Fernando Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 7:30
@Lisbert,
Es como lo del Tao, pero esto lo decía otro sabio cuyo nombre no recuerdo, pero recuerdo que también decía:
Ven Amor, ven…ven a este tu Amado, pero cuando Vienes a mi, me arrepiento de darte nombre pues no puedes ser nombrado, toda palabra disuelves en Tu seno.
Lisbert Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 8:01
@Fernando,
He puesto una definición. Estoy más o menos de acuerdo con ella.
Creo que sí se puede hablar del amor como sentimiento. El amor es incondicional y diferente para quién lo dés o de quién lo recibas.
El amor a los padres es grande. Mucho más cuando eres madre, pues comprendes mucho más el amor que te dieron.
El amor a los hijos es incondicional. Para siempre.
El amor a tu pareja, lo entiendo como fidelidad, confianza, amistad. Para mí es un todo.
El amor a los amigos, y digo amigos, engrandece. No se pide nada a cambio. No se debe nada.
Pero el amor, no es un estado de felicidad completa. Quizá porque para mí, la felicidad son momentos.No hay nada perfecto. Pero bueno, esta es mi opinión.
También te indico, que soy incapaz de dar amor a cierto tipo de personas. Y no me contradigo con mis palabras. Están fuera de lo que considero “mi entorno”. Ellos lo han elegido, Sacaron un diez en la votación.
Saludos y gracias por tu contestación.
Fernando Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 8:10
@Lisbert,
Bueno, hablo de otra magnitud del Amor que es de la que habla Juan en su artículo.
Estamos discutiendo sobre la misma cosa en distinta magnitud, no te des mal.
Lisbert Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 8:20
@Fernando,
Tranquilo. Y no discutiamos eh!, comentábamos.
Muchas gracias por la conversación.
Muchas gracias, Juan, tu artículo da para mucho y es para saborearlo.
Leí “Convesraciones con Dios” hace tiempo y aunque me costó entrar me llenó mucho y me pareció que contenía pautas importantes.
Me regalaron “Curso de milagros” y está sin leer pero tu post me anima a hacerlo.
Es bonito y noble ver cómo en otras fases de la vida hemos estado perdidos y cómo de repente las piezas empiezan a encajar.
No significa que encajen siempre, incluso pieden encajar solo raramente, pero vislumbrado ese encaje ya hay un orden.
Nos tropezamos, nos levantamos…, y seguimos caminando.
Reconforta que otros caminantes estén cerca.
Precioso y original acercamiento a la idea de la Divinidad. Precioso y prístino texto de bella factura acorde con su admirado autor.
Juan, ayer mismo por la tarde escuchaba en la radio del coche una entrevista a tu peculiar y excéntrico paisano Alberto Vázquez-Figueroa (él, sé que es tinerfeño; y ¿Tú?), en la que le preguntaron por su creencia en Dios, a lo que respondió que no creía en la Divinidad como premiadora o castigadora del Hombre. Yo extraje la idea tomando sus palabras como fiel testigo, que no cree en ningún Dios ni a nada que se le asemeje. No sé, he de confesar que me defraudó su respuesta, porque que un hombre como él que ha vivido tanto (que ha vivido…) y tantas situaciones de peligro como buzo, ‘vecino’ tuareg del desierto, corresponsal de guerra, y vividor-soñador de la vida, etc., me llama enormemente la atención la increencia.
En ese sentido, ¿crees que esa increencia se debe a haber palpado la muerte y el lado oscuro de la existencia tan cerca de la piel de uno mismo? Porque yo a veces me lo pregunto a mí mismo: Sócrates, si hubieses tenido cerca a la señora de la guadaña ¿creerías en Dios tal y como lo entiendes en tu limitación de humano deformado?
Bueno, no te aburro más con mis cuestiones existenciales y me felicito por tenerte como compañero de travesía en nuestro particular periplo.
Buen día (como Tú dices) desde Visigodia y un beso a todas las bellas mujeres canarias. Hazlo extensivo, eh, sólo a las guapas.
Buenos días a tod@s.
He leído la trilogía de Conversaciones con dios, de hecho me los dejó una persona muy especial al poco tiempo de haberla conocido. Quizás fuera causalidad que los leyera en ese justo momento, lo mismo también fue causalidad conocerla a ella para que me contestara las preguntas que me surgieron tras su lectura…La cuestión es que me provocó agitación interior, sobre el todo el primero de la trilogía, pero de alguna manera también me liberó de muchos y pesados dogmas inútiles.
El post de hoy me recuerda al que escribiste hace algunos meses sobre el perdón, aquel artículo que guardé en mis alforjas para no dejar que se me olvidara nunca. Pero se nos olvida, inevitablemente se nos olvida…Se nos olvida que todos tenemos derecho a equivocarnos y que además merecemos ser perdonados. Es una carga muy pesada no encontrar el consuelo del perdón ni en nosotros mismos ni en los demás. Por eso es un acto tan liberador el del perdón, porque es un acto de amor, que sienta bien tanto al que perdona, como al perdonado.
Hay algo que siempre me ha parecido muy triste y que solemos hacer con mucha frecuencia los humanos. Esperamos hasta el último momento para perdonar, esperamos a estar en el lecho de muerte, a estar enfermos sin remedio, o en situaciones límite para tener el valor suficiente de decir lo que hemos callado a nuestros seres queridos. Esperamos hasta lo último, para decirle a tu amigo que lo quieres a pesar de todo, para perdonar a tu hermana que se equivocó, para decirle a tu padre que gracias por todo, para arreglar situaciones que nunca nos atrevimos…Esto me lleva a pensar y a preguntarme ¿por qué esperar?
Hay algo que me encanta de equivocarme, me corrijo y aprendo, pero para eso os necesito a vosotros, para que me ayudéis en mi error y además me perdonéis.
Gracias Juan, siempre consigues calarme hondo 🙂
¿que haria el amor? pues no creais eh?? que el amor tampoco es tonto, a veces se cabrea. Pero se le pasa.
Fantástico artículo.Vi la peli de Neil Donald y rápido compré los libros, pero cuando empieza el dios de Donald a echar pestes contra la humanidad por como estamos dejando el mundo ,lo dejé de leer.No veo yo a Dios juzgando a lo ¡eh, que está todo sucio!.Por otro lado tengo como libro referente un curso de milagros pero es espeso sobremanera,para mi intelecto.Me encanta,leo un par de estrofas y ya, aunque comprendo que es un referente, el milagro será que algún día consiguiera terminar de leerlo.El que mejor se deja,bueno me deja leer de toda esta saga es el poder del ahora.Me encanta. Todos estos escritos,como este blog y otras mensajes que me van llegando es por que tiene que ser así,lo siento como algo natural cuando trato de captar emisoras.Gran tipo Donald,me alegro que el espíritu le recuperara,como hizo conmigo.Gran tipo Dios que me escucha y me cuida.Que haría yo sin El.
La relación con Dios es tan personal que debe de estar exenta de cualquier manipulación mediática, llámese a esta Iglesia, Mezquita, Budista Zen o cualquiera otra forma que quiera intervenir en ella, solo cuando es directa es cuando se conoce a ese Ser Superior, lleno de infinita bondad, en esto los sucedáneos propiciados por los hombres, distorsionadores de la verdad, creadores de ficticio miedo a lo desconocido, manipuladores en definitiva de la Esencia Divina, solo hacen que distorsionar y ya es el colmo que encima sean arrogantes, vanidosos, carentes de los principios que propugnan, pretendientes de ser los únicos escuchados por El, aun en los temas más escabrosos, son muchas veces propiciadores del más feroz de los agnosticismos cuando no ateísmos, buen articulo y muy a propósito en los tiempos de intentos de dogmatismo, en este caso católico que corren en el blog.
Gracias Juan cuanto dices sin decir nada más que verdades como puños.
Buenos días para todos.
Si Juan, entiendo lo que dices de la palabra Dios en rlación con la lectura. Hay palabras que se van cargando con signficados de las personas, en lo que tiene que ver con la relación que deben guardar con los hechos, Parece que hay una cotradición en la frase, aveces hace falta. Algunas palabras, por esta carga, condiciona la la lectura y a veces la comunicación integral. Algunas palabras, tendrían que pasar la ITV, se me vienen a la mente: Dios, Libertad, Amor, etc.
Buen escrito.
PD: Llevabas unos días escondido del titular, bueno que aparezcas.
Hola de nuevo,
No sé lo que es amor, ni sé lo que es Dios o hablar con él.
No lo sé, porque desde hace un tiempo, dejé de sentir lo que sentía o de creer en lo que creía para empezar a vivir y sentir de otra manera.
Es mí particular viaje en tren, un tren que unas veces coge unas velocidades de vértigo y otras se para sin tiempo establecido en estaciones donde ni imagine que los colores y las sensaciones tuvieran esos sentidos.
Paisajes que se modifican… Y dejas de hablar con Dios para compartir los silencios con él, y dejas de amar, para amar sin pedir nada a cambio y dejas de perdonar, porque tú no eres quien perdona, se perdona la otra persona y dejas de pedir, porque estas lleno de todo y no necesitas nada, y dejas de hablar de vacios porque los espacios limpios son los que dan paz a tu alma, y dejas de hablar de amor, porque cuando no hablas de amor el silencio se llena de amor…
Y dejas de cuestionarte cuando todo se cubre de serenidad y la serenidad es la única certeza de que no existen certezas de nada…
Me conformo con los silencios, con las miradas, con las sonrisas, con un escalofrió, con mis miedos, con la inconsistencia de mi ser, con mi incapacidad para convertirme en grande, porque soy humana.
No quiero hablar con Dios, me conformo con su silencio.
Gracias por el artículo Juan.
Precioso artículo Juan! Muchas gracias!
El más grande poema de amor `El Cantar de los Cantares´ (Salomón)
En mi lecho, por las noches, he buscado
el amor de mi alma.
Busquéle y no le hallé.
Me levantaré, pues, y recorreré la ciudad.
Por las calles y las plazas
buscaré el amor de mi alma.
Busquéle y no le hallé.
Los centinelas me encontraron
los que hacen la ronda en la ciudad:
“¿Habéis visto al amor de mi alma?”
Apenas habíalos pasado,
cuando encontré al amor de mi alma.
Le aprehendí y no le soltaré
hasta que le haya introducido
en la casa de mi madre,
en la alcoba de la que me concibió.
Gracias Juan.
Curiosamente a mi estos libros de Donald Walsh, hara unos 14 o 15 años me cambiaron el concepto de Dios. Desmontan todo la parafernlia, y antropormizacion religiosa, para darte un Dios vivencial, cercano, que esta contigo, que te comunica, que te permite sentirlo, en relacion al otro, o a cualquier conjunto de vida.
Hay grandes revelaciones e inspiraciones en esos libros. Te crean la realidad de un Dios cercano, amigo, amoroso, y sobre todo lo que tu recalcas del perdon.
Creo que forman parte de un paso importante, que se tiene que dar en las concepciones de los hombres, es el paso del Dios concepto, imagen, o idea, al Dios vivo, experiencial, y vivido casi de una forma sensible y sensorial. Un Dios extendido, percibido, sentido y visto en sus creaciones.
Para mi cuando se de esto. Puede cambiar fuertemente el paradigma religioso, al cambiar las formas de experimentar la religiosidad. Se pondra el nuevo vino en odres totalmente nuevos.
Muchas gracias por tan humano artículo.Juan,hago como tu con el libro aquel.He tomado nota e iré a comprarlo horita mismo.EL PERDÓN ES EL EJE TOTAL DEL UNIVERSO.Cuanto cuesta perdonar y cuanto lo agradece después nuestra mente y nuestro espíritu.El perdón actúa como el quitamanchas más potente de la humanidad,eleva nuestra condición,refresca y aligera nuestra existencia.Nos devuelve aquel estado de gracia de la inocencia ya perdida ,todo lo hermana en su atemporalidad.Que buena idea recurrir al perdón siempre.
Gracias de nuevo.Buen dia.
Amar es buscar y ser buscado al mismo tiempo
“Confesiones de una máscara”, Yukio Mishima
Me ha llamado la atención que pusieras esta frase encabezando el texto. Mishima es un personaje fascinante, contradictorio y conflictivo, conflicto que busca deliberadamente para sentirse, es un esteta masoquista que necesita tener emociones fuertes para sentir algo, cae en todos los defectos y que Dios me perdone por decir este sacrilegio de un hombre tan admirado por algunos. Me llama la atención sobre todo su Filosofía de la Acción, su voluntad y su genialidad pero su vida está cargada de pasiones que nada tienen que ver con el amor como yo lo entiendo. Sirva de ejemplo: ” La acción tiene el misterioso poder de compendiar una larga vida en la explosión de un fuego de artificio. Se tiende a honrar a quien ha dedicado toda su vida a una única empresa, lo cual es justo, pero quien quema toda su vida en un fuego de artificio, que dura un instante, testimonia con mayor precisión y pureza los valores auténticos de la vida humana” “La acción más pura y esencial logra retratar los valores de la vida y las cuestiones eternas de la humanidad con una profundidad mucho mayor que un esfuerzo humilde y constante”…Y para terminar el suicidio como valor superior de una cultura, algo parecido al fundamentalismo pero con base filosófica y no religiosa.
Para acción en el amor la de Erich Fromm que considera amar como un esfuerzo para romper la separatividad, interpreta el amor como algo general no sólo entre do personas y lo analiza a través de diferentes culturas.
Para amor también el que nos transmite el budismo, el cristianismo con su desapego y amor incondicional respectivamente, con la idea de que el amor es una proyección de Dios.
QUE HUBIERA HECHO EL AMOR
http://www.youtube.com/watch?v=tKhvQOH9ax8
Aquí dejo una muestra dse lo que hizo el amor,y lo que hubiera cambiado todo si se hubiese dejado hacer más al amor.
El amigo juanarmas, no deja de asombrarme cada vez que se asoma a este Blog, en forma de post.
Desde la sabiduría que reflejan sus frases, a la práctica que observo aplica a todo lo que las mismas contienen; deduzco que estoy ante una persona humilde, que aunque posee muchos conocimientos, siempre cree que está empezando a aprender. ¡Gracias por tu sabia humildad!.
Los conceptos de Dios, Amor, Perdón…etc…, no pueden ser considerados como absolutos. Cada Ser humano, es un Universo en sí mismo. Los conceptos, por tanto, difieren en su concepción en el entendimiento y práctica individual.
Lo que tengo muy claro desde hace mucho tiempo, es que sin amor, sin la entrega total y desinteresada del mismo hacia los demás; no puede existir paz interior.
Solo disiento con el amigo juanarmas en su concepto de perdón. Este que escribe, desde su Yo personal; a lo máximo que puede llegar es a DISCULPAR a quien le haya ofendido o humillado.
El perdón, es Divino. El posible uso del mismo en el Ser humano, crea dos estadios que sitúan al que”perdona y al perdonado” en un concepto que no es de mi agrado….el orgullo de perdonar y la humillación de ser perdonado.
Desde mi pequeño rincón.
Isabel Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 12:16
Hola apreciado Pitigrilli 🙂 yo no entiendo esto muy bien de “el orgullo de perdonar y la humillación del perdonado”. Me gustaría que me lo explicaras si no te importa compañero, que lo mismo yo lo entiendo mal, pues pienso que no es posible sentir estas emociones desde el perdón verdadero.
Me explico, creo que cuando se perdona de verdad, más que orgullo se siente una dulce tristeza, porque el hecho que ha traído ese perdón, no debiera haberse producido o quizás sí no sé. Y en cuanto al perdonado, no creo que sintiéndote humillado se reciba bien el perdón.
Estos son cavilaciones mías y lo mismo son erróneas, pero acepto opiniones diferentes 😉
Un saludo Piti
Lisbert Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 12:27
@Isabel,
Yo creo que depende del hecho que haya ocurrido. Hay ofensas que cuesta hasta disculpar.
No pienso que sea orgullo o humillación. Si no hubiera hecho en este caso por llamarlo de alguna manera “el acusado” una falta, y en todo momento hablo de faltas graves con consecuencias graves”, no habría ofensas, ni necesidad de disculpas y mucho menos perdón.
Cuando discuto o tengo alguna diferencia, procuro aclararla personalmente, ni siquiera me gusta que haya gente delante. A nadie le interesa.
Ahora, hay ofensas, que he aprendido, mejor dicho procuro apartarlas de mi mente, ya que lo único que me producen es dolor. Y lamento decir y reconocer que no soy capaz de perdonar con ligereza. Quizá porque en el fondo, no creo tanto en la capacidad de disculpas de muchas personas. He conocido demasiada hipocresía.
Bueno Isabel, esa es mi humilde opinión.
Isabel Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 12:38
@Lisbert, Yo te entiendo, creo que todo@s tenemos ese sentir en la capacidad de disculparse de algunas personas, y al igual que tú he tenido que apartar muchas veces el dolor por ofensas…Pero me ha ayudado mucho pensar que el verdadero daño que le hacemos a los demás cuando ofendemos, es también un daño a nosotros mismos y creo que muchas veces más dificil de perdonar.
Gracias por tu humilde opinión Lisbert 🙂
Pitigrilli Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 12:30
@Isabel, Estimada Isabel: Es mi concepción personal sobre el perdón.
Imagino al que perdona y al perdonado. Uno situado en un nivel superior y el otro, mas abajo, esperando ser perdonado.
Por eso, disiento en cuanto a esa forma de perdonar y prefiero la de disculpar. Es mas humana esa postura.
Como observo que eres una persona dulce y sensible; te plasmo el enlace de un vídeo que acabo de encontrar en mis buceos diarios. Espero sea de tu agrado:
http://www.youtube.com/watch?v=1TjwFpQVs2w
Un abrazo en tu alma.
Isabel Respuesta:
diciembre 2nd, 2009 12:42
@Pitigrilli, Muchas gracias Piti, ahora en un rato vuelvo y veo el video. También te mando un abrazo a tu alma, gracias por responderme.
Alama, amor, Dios, perdón…todo es lo mismo.
La materia de la que está formado el humano es el deseo de recibir placer, el humano, igual que sus homónimos del reino animal, es pura recepción.
Lo que nos hace hombres, personas, es la forma (cualidades) de ese deseo de recibir, según sea para uno mismo o para otorgar-dar.
A mi impresión de darLe, de acuerdo a lo que yo sentí al recibir, le llamo Dios o Creador.
Vivir la realidad en la nueva forma del deseo de recibir, recepción, para dar, otorgar, cambia la percepción de la realidad y da origen a otros subdeseos altruistas.
Esta corrección depende de uno mismo, es interior, relacionada con nuestros discernimientos sobre quién soy yo y para que estoy aquí.
Como bien dices Juan , a la espiritualidad se llega por el sufrimiento y una vez instalado en ella, dejas de sufrir, entre otras cosas porque comprendes que todos los golpes son necesarios para tu corrección (percepción) y los agradeces…tanto,que ya no tienes que perdonarte ni perdonar.
No es amor la complicidad que no lleva implícita el perdón y el olvido de los conflictos puntuales creados por la convivencia de diferentes idiosincrasias influidas por el estado de ánimo. Lo único que cristaliza en la memoria es la traición, que debe producir indiferencia.
Hola Juanarmas, gracias por esta reflexión, un magnífico y necesario artículo.Tal vez el perdón, sea una de las expresiones más humildes del Amor y por la que conseguimos ser más libres al dejar atrás los rencores y odios, que nos mantienen prisioneros en un sentimiento y estado, que lejos de aportarnos nada, nos impide crecer y ser.
Si no sabemos perdonar, no nos sirve de mucho hacer esfuerzos por conocernos, por indagar en nuestro ser interior y por llegar a esa Unión que muchos buscamos, una de las lecciones que debemos aprender y como todas, no es nada fácil, es precisamente esa, la de saber perdonar, todos tenemos experiencia en ello y sabemos lo que siente y sentimos, una vez que lo hemos hecho.
A veces, confundidos precisamente por ese sentimiento que nos ciega conceptos, nos creemos que ponemos en tela de juicio nuestra dignidad o fuerza en nuestra razón, si cedemos a ese perdón, a ese acercamiento y en el fondo, no es así, porque perdonar nos hace más fuertes en todos los sentidos.
Podemos perdonar sabiendo que nos han dañado y también reconociendo que lo han hecho con la mayor de las crueldades o frialdad del mundo, no se trata de no ver o no reconocer, se trata de comprender el hecho y entender que ese hecho has sabido superarlo y que no te domina, ni te impide crecer más allá de los límites de cualquier personalidad, porque mediante ese perdón, abriremos nuestro corazón para dejar que entre el Amor y la paz. Así podremos convertirnos en los creadores de nuestra propia realidad sin condicionamientos, haciéndonos ver que el rencor, es un obstáculo en nuestro crecimiento, que nos hace en muchos casos más daño a nosotros mismos alejándonos de nuestro verdadero ser, ya que nos condiciona y nos resta libertad, además de ir desgastando nuestras energías en una lucha interna.
¿Todo el que perdona olvida?, pues humildemente creo que no, al igual que para volver a confiar en esa persona, tendrá que ser valorando poquito a poco su conducta y su proceder. Opino que aunque se perdone, no se tiene necesariamente que olvidar ni tener una estrecha relación, se puede perdonar y mantener una cierta distancia con determinadas conductas, aunque si un día te necesitan ayudarles sin dudar, porque te has liberado del rencor.
Un cordial saludo a todos.
Hay una frasecita muy usada que dice algo así como yo perdono pero no olvido…la verdad es que nunca la he usado porque mis enfados suelen durar sólo unos cinco minutos pero que cinco minutos!!!…pero claro como persona una no es perfecta en nada y muchas veces caemos en tentaciones y en esas cosas malas que mejor tenerlas lejos,pues eso…Muchas veces pienso en ello..por desgracia siempre hay personas a nuestro alrededor o en el paso de nuestra vida que nos hacen daño de una manera u otra y no me refiero a quien sin querer nos hiere o algo así,sino a personas que aún pudiendolo evitar nos tocan esa fibra tan sensible que nos duele y nos hace pupa….en estos casos una vez ha pasado,con el tiempo,, me suelo hacer a mi misma una “prueba de rencor” para ver que tal ando en ello..entonces me imagino a esa persona en un hospital,está muy enferma y necesita una transfusión de sangre urgente o un trasplante de organo y es entonces cuando me pregunto si seria capaz de ser yo la donante de esa persona ahora tan necesitada y que en su dia me hizo mucho daño y ahí justo en ese preciso momento me doy cuenta que mi dosis de rencor es minima y entonces me alegro y me siento bien porque vivir con ello debe ser una gran carga y no merece la pena tener eso dentro porque lo único que puede pasar es que nos amargue tanto que nos impida saborear el lado bueno de la vida..Aunque a veces es tan dificil perdonar ufff..quiero perdonar a alguien que le ha hecho mucho daño a mi hija y me cuesta mucho,mucho mucho tanto que ni sé si seré capaz,no lo sé….quizas con el tiempo me haga la prueba del rencor y entonces lo sabré….
Gracias por tu texto Juanarmas,me guardo esta frase tuya para mis adentros porque me gusta mucho.. “La experiencia personal, se juzgue como se juzgue, es el don que la Vida nos regala. Por eso la verdad siempre vendrá como experiencia”. Un saludo…
Magnífico artículo , Juan . Me apunto a la frase de la experiencia y me guardo el texto, que considero excelente. a menudo nos olvidamos de eso del perdón y del amor por encima de todo.
Mi percepción de Dios, o como le queramos llamar, no procede de ningún dogma, de ninguna creencia establecida…procede de mi día a día…asi un día es Dios, otro mi Amigo, otro mi querido Diosecito…pero nunca lo he asociado con un concepto de Ser justiciero…etc…quizá por que todo lo q ocurre sólo depende de nosotros, de fluir o no fluir, de crear resistencias o no crearlas… En fin, todo muy sencillo como de “andar por casa”.
Y aportando algo un poco más “profundo” aquí copio esta entrada de “Meditaciones…”
“Hay un secreto que si se conoce, pone al descubierto todos los secretos; si ese problema es resuelto, todos los demás son resueltos;hay un nudo que, si se desata, todos los nudos son desatados. Hay una ciencia que, si se domina, se dominan todas las ciencias. Esa ciencia clave es la Sabiduría Eterna.”
“Este conocimiento no puede obtenerse en los libros ni lo pueden impartir los gurús o maestros espirituales, y tampoco lo puede aparecer el Paramatma o Alma Suprema como un don.
En verdad, ustedes mismos son el Paramatma, el Atma o el Conocimiento. Si investigan con serenidad, sentados en completa soledad, cómo está presente ese conocimiento en todos, ustedes oirán en su interior una voz espontánea, eterna e inmutable. Todas las cosas que se manifiestan en este mundo están sujetas a un constante cambio debido al proceso incesante de la unión y separación de los átomos. Sin embargo, esta divina voz interna no sólo es la misma en todos los seres, también es eterna y permanece inalterable. Los cambios debidos a la variación en la edad de una persona o a los diferentes estados de conciencia, sólo afectan al cuerpo denso, al sutil y al causal, pero de ninguna forma afectan a la voz mencionada.
¿Qué es entonces esa voz? Es la voz divina interna que emana del Alma, la cual puede realizarse, nunca estudiando las escrituras y volviéndose un erudito…”
“Al llegar al mar, el río pierde su individualidad, su nombre y su forma , y se vuelve uno con el mar. Así también, el conocedor de Brahman
se vuelve verdaderamente Brahman.”
Sri Sathya Sai Baba
Me ha gustado mucho tu artículo, estimado Juan, donde he percibido una gran manifestación de sensibilidad, que unido a tu lúcida inteligencia comprobada casi todos los días en el contenido de tus comentarios, te convierte en una buena combinación.
Ahora bien, acaso esa buena combinación esté un poco escorada hacia el misticismo amoroso que confiere la cualidad de la Sensibilidad, en vez de mantenerse en perfecto equilibrio el misticismo de la sensibilidad con el esoterismo de la inteligencia.
Misticismo y Esoterismo no son excluyentes, ni mucho menos opuestos irreductibles, son como toda dualidad que se precie, absolutamente complementarios y necesarios.
La frase tan certera que presentas, “el Perdón es el eje tonal del Universo”, entendida desde el sentimiento místico, se puede interpretar como el valor absoluto que tiene el Amor que se transforma en Perdón y reconciliación. El misticismo es un deseo amoroso por el Amor, pero no conoce a ese Amor, sólo lo siente.
Por el contrario, el esoterismo no trabaja con sentimientos personales por muy bellos que sean, sino con energías cuantificables perfectamente lógicas y argumentables. El esoterismo parte de la premisa que toda acción tiene su reacción según la ley de Causa y efecto, y que la primera Acción fue sólo un acto de Voluntad.
Ese acto de Voluntad cuando comenzó a moverse por el espacio, fue adquiriendo una serie de impresiones cuya reacción o efecto fue la formación de la Inteligencia. Causa y efecto, y de paso se manifiesta la primera dualidad conocida. Voluntad / Inteligencia, lo que se contrae y lo que se expande, y por lo tanto el primer par de Opuestos del que hay constancia.
Bueno, pues el Perdón, la Comprensión, la Tolerancia, el Respeto, la Armonía, la Conciliación, la Sensibilidad, el Amor en definitiva, fue el instrumento natural para lograr la conciliación de cualquier par de opuestos, el de la masculina Voluntad y la femenina Inteligencia, o el del sensible misticismo y el mental esoterismo en el caso que tratamos hoy.
Y esa energía que acerca, suaviza, armoniza a los opuestos hasta lograr su fusión, superando así la dualidad por medio de la Síntesis de ambos opuestos, es la energía del Amor que logra que ya no haya misticismo por aquí y esoterismo por allí, sino que fusiona ambos conceptos, apareciendo el nuevo místico esotérico / esotérico místico, con el resultado de tener perfectamente equilibrados e integrados el aspecto sentimental y el mental.
Perdón por la chapa.
Amor y disculpas como dice PITIGRILLI.
Y por mi parte olvido del mal recibido y del daño hecho sincero arrepentimiento y petición de perdón
El debate que se dio ayer entre Nacho y MABUSE, me pareció muy interesante. De hecho he vuelto a leerlo.A veces los temas son controvertidos y quizás es inevitable cierto apasionamiento.
Depende que sentido se quiera dar al tema elegido.
Siguiendo con el tema de ayer ( meditación y ciencia ), MABUSE, hace una diferenciación antológica entre la meditación para evadirse -sin más – ignorandose a uno mismo, y la meditación que despierta la conciencia , y nos hace ser nosotros mismos.
Ya digo, para mi fué extraordinario, de los que ayuda a los que estamos menos preparados , pero no por ello menos dispuesto o menos sensibles al tema.
Yo particularmente no recordaré los exabruptos, de hecho ya no los recuerdo, pero el diálogo lo recordaré siempre.
A veces hay otros comportamientos que utilizando lo que ellos llaman lenguaje cordial descalifican en mayor medida.
Por ejemplo, ayer mismo, alguien entra en la conversación y dice algo así ” Muy buen articulo Nacho, …….este tipo de criticas no son ni cientificas ni racionales, lo cual las lleva al mardito campo del Dogma y la descalificación porque si”. y todo esto según dice sin haber leido los comentarios.
Supongo que como todo será cuestión de gustos, pero si yo tuviera que elegir, salvar , premiar, etc, una intervención en el Blog, solo una entre todas, sin ninguna duda elegiría la de ayer de MABUSE, por el contenido , pero sobre todo por la fuerza de su sinceridad.
En muchas ocasiones se opina de estos temas del alma, con un falso misticismo, y eso es mucho más dañino que un exabrupto.
Como dije ayer repito:
Gracias Nacho, gracias MABUSE.
Y ahora Don Mario aunque sea por última vez, por que va con el tema permitame una adaptación :
Umbrío por el Dogma, casi bruno,
porque el Doma tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más dogmatizado que ninguno.
Sobre mi Dogma duermo solo y uno´
Dogma es mi paz y Dogma mi batalla,
Dogma que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
Cuanto des-dogmatizar
para dogma-rizarse uno
Adaptación Siglo XXI, poema de Miguel Hernández, Umbrío por la pena
Buenas noches,
P.D, lo siento , no se ( de verdad ) si mi comentario aporta valor al tema.Pero en este caso hare una pequeña trampa y cumplimentaré según lo preceptuado.
Por cierto, alguien podria tocar como tema en el blog?
“Los perjuicios de todo tipo que ocasiona el esceso de formulismo o burocracia”.
Gracias, por tus palabras.
Todos tenemos el don de crear, todos estamos hechos de la misma sustancia, todos somos pequeñas partículas de “Dios”.
Solo tenemos que actuar desde la conciencia, sintiendo lo que nuestro mas alto pensamiento nos lleve a experimentar… Gracias a Neale, gracias a quién me regalo el primer libro, gracias Juan por la bienvenida al blog
A todos muchas gracias.
Perdón juanarmas, mi comentario estaba dirigido al tema “Nuevo botón para enviar comentarios.No se puede trabajar diez horas, leer el blog y escribir a la una de la madrugada. Pasa lo que pasa
gracias por tu comprensión
Perdón.Perdón al otro,a uno mismo.
Ser perdonados.Por el otro,por uno mismo.
¿ Difícil ?…
Todo dependerá de si el perdón es genuino,auténtico o un perdón” falso fondo”.
El perdón genuino mana de ese rincón puro,inocente…divino,que toda persona posee.No establece niveles perdonante-perdonado porque,en ese rincón ambos son lo mismo,sólo hay uno.
El perdón ” falso fondo “,surge del establecimiento de niveles: perdonador -perdonado.Se hace desde la soberbia,desde la arrogancia…es otra utilísima herramienta de autoconocimiento y autopulido,si queremos aprovecharla,pero hemos de ser honestos y sinceros con nosotros e ir,primero reconociendo,identificando,aceptando,y después levantando ese falso fondo ( y todos los que se fueren presentando ) hasta alcanzar el fondo primordial,el original:Amor incondicional.Ese del que tú hablas,Juanarmas.
Es todo un reto,un desafío.
Gracias Juanarmas por este nuevo y enriquecedor texto.
La palabra “dios” está cargada de prejuicios religiosos, morales e históricos; por eso me gusta más “Eso”, salvo en casos en los que la palabra en sí ya no provoque prejuicios ni rechazos.
“Ahondar en nuestro sentir”, pero no necesariamente bajo la piel idílica de un poeta; menos aún, manteniendo diálogo alguno: sólo experimentar lo que somos capaces de ahondar sintiendo, sin elucubrar ningun razonamiento o juicio respecto a lo que sentimos. Sólo permitirnos sentir; no más, sólo eso.
Para mí el perdón es piedra de toque fundamental para soltar lastres, en especial para los que hemos recibido en la infancia una visión “torcida” de su significado. El perdón no otorgado por nadie. El perdón asumido como única posibilidad sanadora en un mundo desquiciado. No un perdón que sopese y “disculpe” el error “ajeno”, sino aquel que asume que yerra el que nos causa dolor como erramos los que nos reconcomemos en él; que, realmente, no hay nada que perdonar. El perdón como experiencia real, vívida y liberadora, ausente de moralidad, religiosidad o cualquier otro prejuicio que pudiera tergiversar su auténtico significado.
El perdón sólo como concepto -como cualquier palabra- separa y disgrega.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Gracias.
Hola Juan
Gracias, tu artículo es honesto y va directo al interior.
Creo, que cada uno de nosotros, llamamos a Dios, conforme a la idea que tenemos de El. Yo personalmente le llamo Dios, pero eso es lo de menos. Es más importante para mi lo que El nos dice: “Yo soy el que Es”, precisamente eso, SER. Tanto El como todos nosotros. El Amor es un estado de comunión con Todo, si conseguimos esto, fluyes, no piensas, eres uno con Todo. Esto me ha ocurrido muy pocas veces en la vida.
Perdonar es difícil, sobre todo para nosotros los humanos, que somos un saco lleno de miedos, rencores y heridas, aquí, por lo menos para mi, es útil recordar una de las frases mas importantes de toda la historia: “Perdónales Señor, porque no saben lo que hacen”. Fundamentalmente, no sabemos lo que hacemos. Creemos que si, razonamos el por que de una decisión, pero en el fondo, nos movemos mucho más incoscientemente de lo que pensamos y es por esto, que Jesús, dijo que no sabíamos lo que hacíamos.
No conozco el libro del que hablas, pero ya lo he pedido. Mientras tanto, voy a repasar uno que es muy sencillo y además terapéutico, se titula La Libertad Interior y está escrito por Jacques Philippe. Es sencillo, corto y balsámico.
Un abrazo.
Juan Manuel
juanarmas Respuesta:
diciembre 3rd, 2009 19:52
@samsara, gracias. En la red he encontrado en formato word el libro que comentas. Esta noche le echaré un vistazo. Un abrazo.
http://filosofiaperu.files.wordpress.com/2007/04/la-libertad-interior-jacques-philippe.doc
Buen artíulo Juan.