Convicciones y conveniencias

      153 comentarios en Convicciones y conveniencias

Aliento y desaliento…Difícil mantenerse firme. Vivimos en cosas y personas, en momentos y ambientes. Es cierto que solo somos- en-otros pero el riesgo es la anulación de nuestra precisa individualidad. Siempre he pensado, y así lo escribí en el blog hace tiempo siguiendo a Krishnamurti, que la noción de individualidad que se maneja como propia del individuo en la generalidad de los casos no pasa de definir el contenido del paquete por la forma del envoltorio. Significa tomar lo contingente por estructural, lo accesorio por esencial. Somos individuos en un sentido pero desde luego no en el que se consume de ordinario.

Es peligroso vivir en nuestras cosas porque si por lo que sea tenemos que prescindir de ellas, es muy posible que desaparezcamos con ellas. Nos definen las cosas que poseemos. Cosas aquí incluye cargos, bienes y hasta personas que de nosotros dependen. Liberarse de la tiranía de las cosas..:es tan claro como difícil de alcanzar. Máxime en una sociedad opulenta que, encima, incluye la paradoja, por llamarla de algún modo, de ser opulento a crédito, ser opulento con dinero prestado, ser opulento hoy con el dinero de generaciones futuras.

Cuando se emite papel, o dinero electrónico que para el caso es lo mismo, se está financiando la opulencia de hoy con el dinero de las generaciones futuras, con la riqueza que tendrán que ganar para financiar nuestros excesos de hoy. Esta noción la gente no la interioriza. En demasiadas ocasiones no profundizamos en aquello cuyo conocimiento podría resultarnos doloroso. La ignorancia es bálsamo pueril. Por eso determinadas creencias, como se dice en Cosas del Camino, cumplen el papel de adormecedores de angustias

Digo adormecedores, o calmantes, o analgésicos, o cualquier otra nombre que exprese la misma idea, porque la angustia, cuando es verdaderamente sentida, como el miedo, solo se vence si se comprende, sólo si se interioriza, solo si se acepta. Al igual que la violencia, que solo podremos controlarla a base de reconocer que somos violentos, vivimos en una sociedad violenta, nuestras instituciones consumen violencia. Negar la mayor nunca fue un camino para alcanzar un resultado adecuado

Antes de comenzar a caminar miramos a nuestro alrededor. Preguntamos a los otros acerca del éxito o fracaso de nuestro movimiento. Y como “los otros” son siempre variables y nunca constante de esa pretendida ecuación, resulta que sus estados de ánimo fluctúan con las circunstancias del entorno. Y si vivimos en los otros, nuestros estados de ánimo sufrirán de ese vicio de la maleabilidad. La flexibilidad del espíritu nada tiene ver con la ausencia de norma en la conducta. La flexibilidad conecta con la compasión. La fijeza de la norma deriva a la fortaleza de la convicción.

Queremos acometer iniciativas profundas. Y nos empeñamos en visualizar resultados a corto plazo. Juzgamos nuestras iniciativas en base al juicio ajeno, al de otros. En ocasiones iniciativas de otros nos parecen bien o mal según el papel que en ellas nos tengan reservado. Nos asomamos a un proyecto cargados con los fardos de la personalidad exterior. Buscamos en la iniciativa confort para nuestras valoraciones interiores. Así sucede a diario en casi todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Los políticos buscan el poder. Para ello el voto. Carecen de convicciones profundas, y se alimentan  de conveniencias epidérmicas. Por ello la verdad de hoy para ellos no tiene necesariamente que ver con la de mañana. Depende el estado de opinión en la sociedad a la que se dirigen.

Pero cuando se busca el fondo se analiza el fondo, y en el fondo es donde germinan las convicciones. Si esas convicciones son profundas no es necesario, ni lógico ni conveniente, confrontarlas todos los días con el estado de la sociedad. Aunque solo sea porque partimos de la base de que la sociedad o una buena parte de ella, se encuentra dormida. ¿Cómo un hombre dormido puede despertar a un hombre dormido? Pregunta de los sufis.

Nuestro motor son nuestras convicciones que deben de alejarse del modelo de la veleta. En la fuerza de la convicciones desaparecen los gritos de coyuntura. Es posible que nuestras convicciones encuentren su sitio en la sociedad. entonces tendremos acción. Es posible que no, en cuyo caso no tendremos acción a corto plazo pero tendremos la serenidad de haber actuado conforme a nuestras convicciones

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153 pensamiento sobre “Convicciones y conveniencias

  1. Aguamarina

    He ido a verlo gracias a tu comentario.Anuncian en Intereconomía ENO para las digestiones,pero lo que he visto sobre el
    nuevo vertido de odio del Psoe no se puede digerir de ninguna forma.Cuanta irresponsabilidad,cobardía y mezquindaZZZZZ con Z del …innombrable.

  2. alf-iris

    He sido joven y me siento joven, tal vez he sido demasiado joven, admiro a la gente que se siente joven independientemente de la edad.
    Incongruencias, apenas bebo y casi no fumo y he vuelto a fumar porque me da la gana, por las circunstancias o porque quiero. ¿A quién le importa?
    Escribo en el foro y busco estrellas o no, qué más da, se trata de un magnetismo especial.
    Se acerca la hora de quitarse las máscaras. Cualquier día quitaré la foto de mi querido Hach y pondré la mía… pero me pregunto: ¿para qué? Un día leí un artículo de MC y hablaba del tren y de Clinton, yo entendí que MC viajaba al lado del expresidente de los EEUU, que ingenuo, aunque no me cuadraba mucho la redacción del texto…. luego en otro artículo me enteré que Clinton es su perro y así voy entendiendo las cosas, «siempre vas detrás cuando persigues al destino».
    Como dice Fito… Puedo escribir y no disimular es la ventaja
    de irse haciendo viejo… intentas ayudar y a veces puedes perjudicar a alguien sin quererlo, a veces te quieren ayudar y aún se ensucia más la cosa, puedes meter la pata por listo, es mejor mantenerte al margen y si llegara el caso preferiría no traicionar a nadie… nunca me he enterado de nada, ¿Habrá vida más allá del foro?
    A veces escribo comentarios y luego los borro, a veces escribo comentarios y le doy a enviar. Nunca me releo, lo juro, por eso escribo, sino no escribiría, no tengo diario, ni blog, soy lo que vivo y es lo único que me llevaré.
    Me parecen entrañables los comentarios de casi todos los demás, lógicamente unos mucho más que otros, por eso os sigo.
    Yo, seguramente, seré menos que el pegote que expulsó el toro que mató a Manolete, pero tengo la libertad de poder decir lo que siento y sentir lo que digo, o no, a nadie le tengo porqué dar explicaciones y lo demás no me importa.
    Ayer fui invitado a un acto del PP en Zaragoza, escuché con atención a Luisa Fernanda Rudi, habló durante más de 40 minutos de futuro, de austeridad, de infraestructuras, de sanidad, de empresas públicas, de recortes, de honradez…
    Inicio del discurso: Señoras y señores, mitad: Amigos y amigas, Final: queridos amigos…
    En el lunch posterior y a cuento de nosequé, nombré intencionadamente a “Mario Conde” sutilmente, para tomar el pulso a mi alrededor, pude comprobar a políticos temerosos en su contra y a empresarios a su favor, MC no deja indiferente a nadie… discuten, creo que MC apoyará al PP –insinúo- y se tranquiliza el ambiente hablando de otros asuntos.
    Mañana voy a otro acto de otro partido y el sábado a otro, ya os diré, hoy he discutido con amigos por el mismo motivo, voy pasando ese virus del que hablaba José Soler, al que admiro y siempre olvido puntuar.
    Me he quedado a comer en el bar de enfrente para terminar un trabajo, me he encontrado a unos amigos y he terminado hace un rato de tomar la última y sin comer, sin empezar el trabajo, hablando, discutiendo, debatiendo, cambiando el entorno… Nos hemos dicho de todo y hemos terminado casi cantando. Seguramente no lo entendéis, ni yo lo entiendo pero… quería compartirlo con vosotros antes de dormir. Hacía años que no me hacían la barca las paredes pero… nadie me lo ha notado, ni vosotros si no os lo cuento, mañana habrá otro artículo y esto se habrá borrado.
    Este comentario no os lo mando… le doy, no le doy, le doy, le di. Buenas noches.

    1. Vporta

      Te quiero alf. Me recuerdas a mi muchas veces. Me ha encantado tu texto y cada día más tú.
      Nada pasa, todo queda…
      Con relación al «chiguagua fumador» no te preocupes, yo veo mas de lo que se puede ver o querer. Al perro, el mejor, mas fiel y noble amigo el hombre. Te suena?. Alguien podría reconocerte inclusive a ti.

      P.D.- (Me queda poco, para le doy, no le doy, le doy, le di). Buenas noches. En ná me toca a mí.

      1. alf-iris

        Gracias Vporta, mira que si se me escapa tu comentario sin leer… estaba en la carpeta de los spam y lo acabo de leer casualmente, lo malo es que con él he tenido que releer el mío.
        Eres una buena persona y por eso te quieres, nos proyectamos, no es por tu ego, es por tu autoestima, porque es tan complicado encontrar personas, simple y en el más amplio sentido de la palabra “buenas”.
        Gracias.

  3. Angeles

    Es cierto, muchas veces nos refugiamos en lo que tenemos o hemos adquirido para tener seguridad. Así somos de limitados. Pero el tema de las convicciones, tambien las veo cambiantes, al menos en mi vida, he creido unas cosas en una época, y en otra época he creido otras. Manifestarlas, comunicarlas está bien, así como escuchar y aprender de las de los demás. EStar abierto a compartir, a departir, ideas, convicciones, principios, pero pensando que tambien son pasajeras: no pensamos lo mismo que cuando eramos pequeños o cuando eramos adolescentes. Todo cambia, todos cambiamos, por eso no hay que defender con demasiada fuerza nuestras convicciones, pues nos podemos equivocar o bien dentro de poco, cambiarlas.

    Pienso que la seguridad hay que encontrarla en nuestra conciencia, en ese observador silencioso que está atento, que observa, sus pensamientos, sus emociones, sus actos. Es como el eje de la rueda que permanece estático, estable, y con su permanencia hace girar la rueda. Unas veces unos radios de la rueda están arriba, otras abajo, pero el eje permanece en su centro. Lo mismo el hombre, su conciencia, su esencia, con su atención, su observación puede permanecer estable mientras la rueda de la vida da vueltas llevandonos de aqui para allá, pero si permanecemos en el centro, no perdemos el equilibrio, estemos donde estemos y con quien estemos. Las convicciones para mi son pasajeras, las conveniencias son interesadas.

  4. Vporta

    A dormir. Gracias por Ser, gracias por estar.

    S I E N D O….

    P.D.- Buenos días Boss, que para mi son noches. Si eso ya sabes…la borda está ahí alá. Propicios días para tod@s.

  5. Auxi

    A veces estoy ausente estando presente
    estoy sola y con mucha gente
    con tantas palabras y me quedo muda
    A veces he dado tanto, sin pensar en mi
    he recibido tan poco y soy feliz
    he buscado sin encontrar nada
    no he tenido nada y me han dado mucho
    A veces lloro de alegria
    pero muchas veces lloro con dolor
    pero siempre rio
    asi este triste
    y hago reir a la tristeza
    tristeza que no he buscado
    solo me ha encontrado.

  6. Felipe II

    Hace no muchos años, me hubieses costado muchísimo entender tu artículo. Sin embargo, ahora lo veo claro.

    Creo que todos tenemos un momento en la vida, en el que al mirarnos al espejo no nos gusta lo que vemos. La diferencia está en como lo afrontes.

    Por cierto, la foto está muy bien elegida.

    Saludos

  7. alexcid

    «Pero cuando se busca el fondo se analiza el fondo, y en el fondo es donde germinan las convicciones. Si esas convicciones son profundas no es necesario, ni lógico ni conveniente, confrontarlas todos los días con el estado de la sociedad. Aunque solo sea porque partimos de la base de que la sociedad o una buena parte de ella, se encuentra dormida. ¿Cómo un hombre dormido puede despertar a un hombre dormido? Pregunta de los sufis.

    Nuestro motor son nuestras convicciones que deben de alejarse del modelo de la veleta. En la fuerza de la convicciones desaparecen los gritos de coyuntura. Es posible que nuestras convicciones encuentren su sitio en la sociedad. entonces tendremos acción. Es posible que no, en cuyo caso no tendremos acción a corto plazo pero tendremos la serenidad de haber actuado conforme a nuestras convicciones»

    Si conseguimos que todos los que formamos parte de este proyecto aprendamos a conectar profundamente con nuestro interior y a comunicarnos desde esa fortaleza, lo exterior pasará a un segundo plano. Pero claro, antes hay que trabajar con todas esas ambiciones que nos pueden nublar en un primer momento.

    Sigo pensando, cada día con mayor fuerza, que este Foro y su magíster son una suerte en mi vida y creo que en la de muchos y muchas. No ya porque nos vaya a solucionar la vida, sino porque es, y debe seguir siendo, una escuela de conducta, de posición interior ante la vida.

    Acabo de llegar de Africa, de mi luna de miel. Hay una expresión que dicen por allí que me gusta: Pole – Pole, poco a poco. Sin la prisa de la ambición, aprendiendo a leer la velocidad del alma. O prisa mata como dicen en Marruecos!.

    Gracias por tus palabras Mario.

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