El Monasterio puede ser un lugar de paz, siempre que quien traspase sus puertas lleve la paz en su interior. El verdadero monasterio, en realidad vive dentro de nuestro corazón.
El Monasterio puede ser un lugar de paz, siempre que quien traspase sus puertas lleve la paz en su interior. El verdadero monasterio, en realidad vive dentro de nuestro corazón.
Empiezo a leer y empiezo a sentirme muy unido a esas palabras, son palabras de reencuentro, de serenidad, de búsqueda.
Son palabras vivas que deben hacernos reflexionar, no es necesario un lugar físico para encontrarse con la Verdad, con lo Divino, con la autentica dimensión humana.
Son palabras que incitan al sosiego del Espíritu frente al constante fragor mundano.
Son palabras que llenan mi espíritu y todo mi corazón.
Son palabras del Alma.- F.S.