En mi idea, el hombre se entiende formando parte de un proyecto superior: la Humanidad. A eso le llamo la primera percepción de trascendencia. No se trata de que ninguno de nosotros sea comprensible aisladamente, como un fenómeno individualizado y desconectado del entorno. Insisto en que la Física Cuántica (Física y Mística inician un nuevo y productivo diálogo para terror de algunos) demuestra que el verdadero sujeto es …¡el campo!.

No necesitamos conocimientos de esa rama de la Física para sentirnos humanidad. En realidad no necesitamos conocimiento alguno. La negación del conocimiento convencional, la puesta de manifiesto del daño que produce, la labor de fragmentación propia del lenguaje tradicional, es una constante del taoísmo (“hablar sin palabras”) de Eckhart, de San Juan de la Cruz, de Jesús el Cristo (“pensáis como hombres, no como dioses”), de Krishnamurti, de Pitágoras….

Dividendos de los bancos, dinero público, crisis inmobiliaria….suciedades que flotan en la superficie. Sirven para ilustrarnos de lo que hemos creado entre todos.Y ahora, sinceramente, tenemos una oportunidad de repensarlo. Diría que una obligación de hacerlo.

A veces nos complacemos en ser cáusticos. En ocasiones nuestros comentarios se dirigen a ser reconocidos por nuestra erudición o nuestra inteligencia. En otras explotamos frustraciones. Todos son bienvenidos. Todos. Porque de una u otra manera contribuyen al objetivo final.

Algunos sentimos una suerte de cansancio en estos momentos de nuestra vida. Nos consideramos con un cierto derecho al descanso, entendido como dedicación a nuestras aficiones favoritas (leer, escribir,navegar..). Pero sentimos que,como dice Javier León, algo está fallando y algo se nos escapa de entre las manos, como cuando pretendemos sujetar el agua. Y ya que no tenemos (algunos) tiempo para descubrir el Cosmos (¡cómo me gustaría viajar a lo infinito en esta encarnación!) contribuyamos, al menos, a descubrir a eso que llamamos ser humano, a su proyecto Humanidad, y a algo tan simple y concreto como mejorar las condiciones de la vida en común, situando a la eficiencia social por encima de la eficiencia económica. No es difícil de entender pero la experiencia histórica enseña que es muy difícil de implementar. No, Dr. Mabusse, no descendemos. Si queremos podemos detener la caída y comenzar de nuevo. En eso estamos, o deberíamos.

Y no por ninguna supuesta vocación redentora en el plano cósmico, sino por algo tan sencillo como esto: somos seres humanos y queremos dar un sentido a nuestras vidas.

Un dia, un amigo inteligente, me llamó de madrugada para decirme que había por fin descubierto el sentido de vivir y cuando le pregunté cual era ese sentido me respondió: “Ninguno, absolutamente ninguno”.

Pues no. Hay un sentido, Sentirse parte de un proyecto superior, la noción de Humanidad. En Fisica Cuántica se dice sentirse campo. Bueno, yo digo sentirse humano. Es mas llevadero.