No pensaba escribir esta mañana, por eso de dar un descanso el domingo. Pero he leído a Israel en el comentario con el que se abre el chat de la mañana de hoy. Y sus palabras son fuertes. Sus ideas, también. Creo que son merecedoras de consideraciones fuera del chat. Plantean una dinámica vieja como el mundo. Peligrosa como el mundo. Me parece que es cuestión que necesita de pronunciamientos expresos. Para mi es importante.

Escribe, entre otras cosas, esto: “La lucha por la supervivencia te obliga a tener que aniquilar la iniquidad. Cerebros vulgares aplastamos la malignidad que nos viene de cara y no sentimos remordimiento por ello. No lo sentimos porque sabemos de nuestras limitaciones terrenas y no pretendemos ni siquiera hacer el amago de poner otras mejillas, simplemente actuamos en supervivencia.”

A continuacion añade: “La bondad, la comprensión, son palabras desterradas del hombre (con todo lo que de positivo y negativo conlleva esta palabra) íntegro que lucha contra el mal”

Son palabras que quizás reflejen un modo de cocnebir la fidelidad/infelidad a Dios en la dualidad bien/mal. Traigo un texto de Bernardo de Claraval, llamado “Elogio de la Nueva Milicia Templaria”. Su lectura quizás aporte alguna reflexión de interés En el apartado III del documento, llamado “La Nueva Milicia”, se contienen las siguientes palabras:

“No peca como homicida sino como malicida el que mata al pecador para defender a los buenos. Es considerado como defensor de los cristianos y vengador de Cristo en los malhechores. Y cuando le matan, sabemos que no ha perecido, sino que ha llegado a su meta. La muerte que él causa es un beneficio para Cristo”.

No es que necesariamente debamos matar a los paganos si hay otros medios para detener sus ofensivas y reprimir su violenta opresión sobre los fieles. Pero en las actuales circunstancias es preferible su muerte, para que no pese el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad”.

El texto es de una claridad meridiana sobre el soporte filosófico de la muerte del infiel a manos de los llamados “malicidas”. Obviamente hay que saberlo situar en el contexto histórico en el que se produce, mas de setecientos años atrás. Pero ahí está, con toda su crudeza, con la violencia que transpiran sus palabras.

A mí personalmente, de ese documento me complace mucho mas el “Sermón exhortatorio a los Caballeros Templarios”, en el que pueden leerse estas palabras cargadas de verdad y de humanidad:

“Mezquina victoria la que, para vencer a otro hombre, te exige que sucumbas antes frente a una inmoralidad; porque si te ha vencido la soberbia o la ira, tontamente te ufanas de haber vencido a un hombre. Puede ser que haya que matar a otro hombre por pura autodefensa, no por el ansia de vengarse ni por la arrogancia del triunfo. Pero yo diría que ni en ese caso sería perfecta la victoria, pues entre dos males, es preferible morir corporalmente y no espiritualmente. No porque maten al cuerpo muere también el alma: solo el que peca morirá”.

El Malicidad….”no necesariamente debemos matar a los paganaos…” “es preferible su muerte…”

“no sea que los justos extiendan su mano a la maldad” (Exhortación) ” “la bondad, la comprensión, son palabras desterradas del hombre (con todo lo que de positivo y negativo conlleva esta palabra) íntegro que lucha contra el mal” (Israel)

¿Es ese el camino?.

¿Esto es ser cristiano?

¿esto es ser católico?.

¿Esto es ser humano?.

Quizas sean preguntas inapropiadas para el dia del Sol, domingo en castellano