Los “Tipos de Harvard” y las “entidades disfuncionales”

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Volvamos un rato por el sendero de la economía, porque las cosas parece que, como hemos dicho desde aquí en voz alta en mas de una ocasión, empeoran y castigan el lado mas difícilmente soportable: el paro. Creo que un par de días atrás, todos los diarios abrían sus ediciones con la cifra de tres millones de parados. También se ha asegurado, y no sin falta de razón, que independientemente de otros aspectos humanos o humanitarios, el paro, al afectar de manera sensible a los inmigrantes, puede traducirse en problemas graves de inseguridad ciudadana. Cierto. Y como consecuencia de ello algunas voces se levantan contra la inmigración acentuando posturas excluyentes al máximo. Una vez mas el movimiento pendular tan característico de los humanos. La construcción, los servicios en general, hostelería, restauración, agricultura y algunos sectores más de nuestra economía han podido crecer al ritmo que lo hicieron en el pasado reciente debido, entre otras razones, al empleo a menor coste de inmigrantes. Los “sin papeles” como subespecie del inmigrante han contribuido al bienestar de la sociedad española. En algunos casos no era sólo un problema de menor coste salarial sino que los españoles se negaban a efectuar los trabajos que asumían los inmigrantes. Cuestión de “clase” según parece. Tengo cierta experiencia en recogida de aceituna. Ahora esas personas, dado que los sectores en los que trabajaron ya no crecen o no les necesitan, se convierten en el gran problema. Cuestionamos incluso sus derechos mas elementales, como el acceso a la salud o a la educación…No se.

Ayer leí una entrevista de Obama, el Presidente electo, en un diario nacional, en su sección negocios. No está mal. Ante todo tiene el valor de decir algo tan concreto como esto:”Hay que tener cuidado con esos tipos de Harvard. Se quedan siempre contigo”. Esos “tipos de Harvard” son, supongo, los doctores en Económicas que, como se ha dicho tantas veces, son capaces de dogmatizar el comportamiento de todos nosotros para imponernos su ortodoxia con el fin de alcanzar el crecimiento económico y la prosperidad, y, tiempo después, ante el fracaso de sus recetas, exponen sin el menor rubor las razones por las cuales nos hemos equivocado en nuestro comportamiento, como si ellos se llamaran a andanas, como si nada hubieran tenido que ver. Pero si esta es la definición, entonces “esos tipos de Harvard” abundan como moscas en verano en casi toda la geografía sistémica española. Posiblemente en todos los sitios cuecen estas habas. Seguro, pero yo me refiero ahora a España.

Por ejemplo: el modelo de entidad financiera impuesto en España a sangre y fuego desde el Banco de España. Ya lo he relatado. He dejado constancia de que a ellos, a los del Servicio de Estudios del Banco de España, y a los que se dedican a la inspección de bancos y cajas, a ese conjunto de personas de indudable valía intelectual en muchos casos y penuria dramática en algunos otros, que jamás pagaron una nómina ni sintieron el riesgo de ser despedidos de sus trabajos, les parecía que las empresas reales, las que creaban riqueza, eran algo ajeno al sistema financiero, hasta el extremo de que, como os conté, oímos con nuestros propios oídos, aquello de “a nosotros no nos importa que quiebren las empresas, no es nuestro cometido”. Afortunadamente para las empresas y las que en ellas trabajaban no les hicimos caso y prestamos los dineros necesarios para su supervivencia. Pero lo pagamos caro en descalificaciones sistemáticas. Y en mas cosas.

Y esto no es solo un opinión mía. Son muchos los que consideran que “esos tipos de Harvard”, les guste o no, tienen parte alícuota nada despreciable de responsabilidad en la crisis. Ayer, J.E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía, escribía un artículo en un diario. Decía: “Muchos de los grandes bancos salieron del negocio del préstamo y se metieron en el “negocio con movimiento”. Se centraron en comprar activos, reempaquetarlos y venderlos, al mismo tiempo que marcaron un récord de incompetencia a la hora de evaluar el riesgo y analizar la capacidad crediticia. Se invirtieron cientos de miles de millones de dólares para preservar estas instituciones disfuncionales”. Es lo que llevo diciendo desde 1990….

Es muy buena esta expresión de “instituciones disfuncionales”. La banca abandonó, impulsada por estos dueños del dogma, su misión esencial, la de suministrar crédito a la economía intermediando entre ahorro e inversión, para dedicarse al virtual mundo de la riqueza financiera. Por eso, en mi libro El Sistema insistía en algo que entonces pocos eran capaces de ver con claridad: que la apropiación de la ortodoxia es el primer y principal camino para instalar un sistema. Es la mejor y mas directa y efectiva manera de definir al hereje perturbador que debe ser excluido: aquel que no se aviene a formar parte de la orquesta. Intelectual, profesional y humanamente se le califica de heterodoxo y punto y final. Sinceramente sentía escalofríos al comprobar como las mejores cabezas de entonces no se percataban del peligro de los definidores del dogma, de los propietarios de la ortodoxia. Quizás sí se percataran pero eligieran el atajo de doblegar cervices, intelectuales y físicas, antes que otra cosa. Bueno, pues será así, pero en todo caso es lo que sucedía entonces. Y así estamos. Por ello, como ya escribimos en otro lugar de este blog, el objetivo es que la banca vuelva a ser lo que tiene que ser. La cuestión es, ¿se puede conseguir este objetivo?.

Obama habla de un paquete de medidas destinadas a un nuevo marco jurídico del sector financiero. La pregunta que se formula Stiglitz es: “¿Ha habido un cambio de parecer o solamente un cambio de estrategia?”. Pronto lo sabremos, pero no es descartable que, vistos los intereses en juego, se opte, una vez mas, por las reformas lampedusianas de cambiar algo para que nada cambie.

Seguramente recordareis el post de 25 de Noviembre de 2008 referido al “Economic Tribulation” redactado por Vincent V. Vickers, Director del Bank of England entre 1910-1929 y que aportó Jaime de Génova. Acordaros de estas palabras: “Las personas entran en contacto con el sistema monetario básicamente a través del contacto con los Bancos, y por tanto de forma natural le echan la culpa de toda crisis a los banqueros. Pero no se dan cuenta que los banqueros son en gran medida unos mandados del sistema monetario, y que por tanto los fallos de los Bancos no son tales, sino que en realidad el que está fallando es el Sistema . Es el sistema monetario el que está fallando en sí mismo.”

Nada se hizo. Nadie quiso escuchar. Stiglitz escribía ayer: “hace 10 años, en el momento de la crisis financiera asiática, se discutió mucho sobre la necesidad de reformar la arquitectura financiera global. Poco se hizo. Es imperativo que no sólo respondamos adecuadamente a la crisis actual, sino que emprendamos reformas a largo plazo que serán necesarias si queremos crear una economía global mas estable, mas próspera y mas equitativa”.

No se. Creo que todavía hay quienes no quieren darse cuenta de que estamos ante una crisis financiera y eso es algo terriblemente serio. No se trata de un sector de la economía o de varios sectores. Se trata de un cáncer que afecta a la sangre del sistema: el mecanismo de creación, distribución y suministro de crédito. Una leucemia, envenenamiento de la sangre, es un problema del sistema que nos mantiene vivos. Y una crisis financiera es como una leucemia del sistema. Afortunadamente hoy tiene cura. Pero sus consecuencias son inevitables. Y el problema no reside solo en el abandono de su verdadera misión que los bancos del mundo efectuaron a golpe de impulsos de los “Tipos de Harvard”, sino la enorme cantidad de dinero inexistente, absolutamente inexistente, que todavía tenemos que deglutir.

27 de Julio de 2008. Entrevista a Santiago Niño Becerra.

-S: Se calcula, pero son solo estimaciones que pueden ir erradas de un 100% tanto arriba como abajo, se calcula que actualmente, el globo financiero que hay en el mundo, puede ser entre 20 y 30 veces el PIB del planeta.
-M: ¿Como se deshincha esto?
-S: Esto no se deshincha, explota, es decir el problema que tenemos es que este dinero solo existe en un ordenador.
-M: ¿Pero nadie lo tiene?
-S: No, no, pero todo el mundo confía en que exista…

Hace unos días, uno de vosotros me envió un link a un informe económico.(GEAB.http://www.leap2020.eu/El-GEAB-N-28-esta-disponible!-Crisis-sis…-de-inflexion-en-Marzo-de-2009-Cuando-el-mundo-toma_a2583.html ). La tesis reside en lo siguiente:

“la crisis sistémica global tendrá en marzo de 2009 un nuevo punto de inflexión de una importancia similar al de septiembre de 2009. Nuestro equipo considera que este periodo del año 2009 se ve caracterizado por la toma de conciencia general de la existencia de tres procesos desestabilizadores de la economía mundial, a saber: 1.La toma de conciencia de la prolongada duración de la crisis. 2. La explosión del desempleo en todo el mundo 3. El riesgo de colapso abrupto de los sistemas de jubilación por capitalización. Este punto de inflexión se caracterizará por un conjunto de factores psicológicos, cuales son la percepción general por la opinión pública de Europa, América y Asia que la presente crisis escapó al control de todo poder público, nacional o internacional, que afecta directamente a cientos de millones de personas en el mundo “desarrollado” y que empeora a medida que las consecuencias se van haciendo sentir en la economía real”.

¿Es una visión exclusivamente catastrofista?. “El hecho es que las recientes cifras económicas son aterradoras, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo. La fabricación, el comercio se está desplomando por doquier. Los bancos no prestan; las empresas y los consumidores no gastan. Las cosas como son, esto se parece mucho al comienzo de la Gran Depresión” (Paul Krugman. Premio Nobel de economía 2008. “Luchar contra la depresión”. Ayer domingo en un diario nacional).

Al lado de estas opinión esta otra : “Ya hemos perdido por lo menos dos (millones de puestos de trabajo). Y, si empezamos a ver la pérdida de tres, cuatro, cinco millones mas el próximo año, esta será una crisis como no hemos visto desde hace mucho” (B. Obama. Presidente electo de los EEUU, ayer)

Y no es posible dejar de preguntarse acerca del porqué de esta situación, ese manido “¿cómo hemos llegado aquí?”, dado que desde los tipos de Harvard en sus diversas especies se nos insistió una y otra vez en que la perfección del conocimiento económico y la precisión de sus técnicas imposibilitaba que algo así pudiera suceder. Un ejemplo. Año 2003; Robert Lucas de la Universidad de Chicago, en su discurso presidencial ante la Asociación Económica Estadounidense: “el problema principal para prevenir la depresión se ha resuelto, a todos los efectos prácticos y lleva de hecho muchas décadas resuelto”.(Citado por Krugman) Pues menos mal…

Los tipos de Harvard parece que se han estrellado contra la realidad pero…en nuestras vidas. Y no tenemos idea del alcance temporal. Vuelvo al informe anterior: “Ni se terminará en la primavera 2009, ni en el verano de 2009 ni principios de 2010. Recién hacia a fines de 2010 la situación comenzará a estabilizarse y a mejorar un poco en algunas regiones del mundo, esto es en Asia y en la Eurozona, así como en los países productores de materias primas energéticas, minerales o alimentarias. En otras partes, continuará. Particularmente en Estados Unidos y el Reino Unido y en los países más dependientes a estas economías, donde les llevará una década. No es sino hacia 2018 que estos países pueden esperar un retorno a un crecimiento real. Además, no debemos imaginar que la mejora de fines de 2010 marcará el retorno a un fuerte crecimiento. La recuperación será prolongada, por ejemplo, los mercados bursátiles también necesitarán una década para alcanzar los niveles del año 2007, si es que lo hacen. Cabe recordar que Wall Street necesitó 20 años para volver a los niveles de fines de los años veinte. Pero, según el LEAP/E2020 esta crisis es más profunda y duradera que la de la década de 1930. La toma de conciencia de la extensa duración de la crisis poco a poco emergerá en la opinión pública durante el próximo trimestre. Y desencadenará inmediatamente dos fenómenos portadores de inestabilidad socioeconómica: pánico al día de mañana y la intensificación de las críticas a los dirigentes del país”.

Esto es clave: pánico al día de mañana y desconfianza hacia los dirigentes del país. Recordemos pero sobre todo intentemos que no vuelva a suceder. Trabajemos para crear dificultades a una nueva leucemia del sistema. Es por eso que insisto en el control social del crédito. Pero no es suficiente. El orden de convivencia que nos hemos dado ha saltado. Seguro. Los viejos portavoces definidores de los dogmas deben asumir el coste de habernos traído aquí. La sociedad civil debe repensar su protagonismo. En fin, todas esas recetas que llevo 18 años explicando, con el mismo éxito que en 1930 tuvo Vickers. Y tantos otros. Y los que alzaron la voz en la crisis financiera asiática de los 90´s. Los humanos somos así y parece que no tenemos especial interés en dejar de serlo. Cierto es que todo pasa, pero también que es licito preguntarse por qué ese especial “todo” pasa y vuelve a pasar sin solución de continuidad. Es muy posible que nos quedemos en el lamento. Es muy probable que nos conformemos con algunas cosillas estéticas, algunas reformas menores que parezcan que sirven para algo. Es muy posible que…En fin.

También es posible, aunque altamente improbable, que tomemos el asunto en la gravedad que tiene y que comencemos a asumir la responsabilidad de nuestra propia historia. Posible, si, pero improbable. Porque estamos adocenados, dormidos, drogados con unos no-valores de los que hemos consumido hasta hartarnos en los pasados años. Y queremos seguir consumiendo, aunque tengamos que reducir obligatoriamente la dosis. Porque, insisto, esta crisis es financiera en el efecto pero crisis de valores en la causa profunda. Y eso a pesar de que el clima de descontento social y la gigantesca desconfianza sobre la clase política deberían propiciar una reflexión serena de la sociedad civil sobre si misma. Tal vez…

Tenía una esperanza escondida en una urna y dos anhelos con romero en un jarro. También tenía un perro, pero a mi perro me lo mataron. Eso decía el poeta huerdano. No se si como sociedad tenemos alguna esperanza y un par de anhelos. Veremos. Pero si los tenemos va llegando la hora de sacarlos de su urna y su jarro y ponerlos a trabajar.