Manos, imágenes, palabras y campo de conciencia

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276follmi manos

Ayer, en alguna escapada al correo entre reunión y reunión, abrí la fotografía que uno de vosotros me envió, propiedad del fotógrafo Follmi y que debió obtenerla de su página web (www.follmi.com).

La vi y cuando regresé a la reunión me di cuenta de que la traía en mi retina
Por la noche la dejé dormir un rato mientras hacía lo propio

Es temprano. Voy a escribir como todas las madrugadas. Lo intento pero la fotografía vuelve a mi memoria. Quizás estuvo allí toda la noche.
La abro de nuevo en la pantalla del ordenador

El arte es un diálogo entre la obra y el espectador. El artista se desprende de su obra un segundo después de ser creada. Cuando la contempla desde fuera deja de ser suya. Pasa a ser nuestra.

Pensamos en imágenes. Es la consecuencia de nuestro modo de proceder, un derivado del lenguaje proposicional.

Vuelvo a la fotografía. Dejo que estimule, que provoque, que arranque desde dentro lo que es capaz de evocar. La conexión es subjetiva. El poder evocador también.

¿Funciona en esta relación intersubjetiva el campo cuántico de conciencia del que hemos hablado aquí?. Creo que si. ¿El poder evocador tiene conexión con el contenido de ese campo de conciencia?. Creo que sí.

La contemplo procurando que en mi interior haya silencio.
El consumo de silencio es tan imprescindible como arduo en el camino.
Contemplo el ruido que inevitablemente resuena. Siento que se amortigua.

Pasa un rato. Intento escribir.
No puedo.
Me doy cuenta de que en esa fotografía está escrito cuanto yo podría hoy traducir en palabras.

¿Acaso no describe esos no-valores que se encuentran en los cimientos de lo que nos sucede?.
¿Acaso no describe el poder destructor de la avaricia?
¿Acaso no describe las consecuencias derivadas de un modelo de organización abandonado a su descontrol?
¿Acaso no nos indica el camino en el que hay que trabajar?
¿Acaso no refleja la diversidad-unidad?

Supongo que esas consideraciones no sólo están en la fotografía, sino que viven en mi interior. Supongo que el efecto de la imagen es traerlas al exterior. Por ello me ratifico en mi pensamiento acerca del campo cuántico de conciencia.

Me alejo de la pantalla, intentado, como quiso el abstracto, liberarme un poco del detalle, de la tiranía de la forma. Ya no veo diferentes manos. Veo manos

Un poco mas lejos veo humanos

Comienza a superarse en la visión la percepción de individualidad

Mas lejos, surge la sensación de unidad.

No sólo es un diagnóstico de lo que nos sucede. Es una evidencia del tratamiento que deberíamos implantar

No hay necesidad de mas palabras

276Follmi saco

Vuelvo al correo. Me encuentro con esta recomendación de Alice Bailey que me envía J. Tamames

El adepto no pronuncia palabra que pueda herir o perjudicar. Por lo tanto, ha debido aprender el significado de las palabras en medio del torbellino de la vida. No pierde el tiempo compadeciéndose o justificándose a sí mismo, porque sabe que la ley lo ha colocado en el lugar donde mejor puede servir, y porque ha aprendido que las dificultades son siempre provocadas por el hombre mismo y resultado de su actitud mental. Al deseo de justificación lo considera una tentación que debe evitar. Comprende que cada palabra pronunciada, cada acto realizado, cada mirada y cada pensamiento, tiene su efecto sobre el grupo, ya sea bien o para mal. (Alice Bailey 1934)

Aquí lo dejo.
Buenos días a todos