No puedo dejar de referirme al fin de semana. Creo que en general debemos de sentirnos mas que satisfechos con las aportaciones. El documento elaborado por Juanarmas fue merecedor de comentarios de nivel elevado. Sinceramente creo que el blog estuvo a su altura y agradezco a quienes escriben asegurando que no es fácil encontrar algo así en la red.

Quisiera, sin embargo, puntualizar algún extremo porque son frecuentes los comentarios de algunos partícipes que se sienten -dicen- sin conocimientos suficientes para escribir. Quiero decir que en la búsqueda de nuestro interior, en lo que realmente constituye el objeto del sendero, ese reconocernos a nosotros mismos, y con ello entendernos como parte del Universo, la erudición no es necesaria. Incluso mas: en ocasiones es perjudicial. Para hablar el lenguaje del corazón no se necesita, ni mucho menos, haber consumido bibliotecas enteras. Ni siquiera estanterías.

Personalmente reconozco que en ocasiones, por temporadas dejo de leer. Sin saber muy bien por qué, pero dejo. Lo que procuro es no abandonar nunca la observación, el poner atención en cuánto hacemos, en tratar de desligarme de la tiranía de los prejuicios, de los falsos valores, de los esquemas compuestos de conveniencia. Para el sendero es mas que suficiente la limpieza de corazón porque es sendero y meta a la vez. Nadie tiene menos conocimientos, en este sentido, que otro. La verdad son experiencias. Por ello no hay diferencia entre la mistica sufi, la cristiana, la hindú….Porque solo hay un estado final de la mística, del místico. El cómo se alcance es secundario. El místico que se reconoce y funde en la Unidad, en ese preciso instante no sabe si llegó por el sendero de los sufíes, los gnósticos, los cristianos, los hindúes, los masones, incluso siendo no creyente.

Por último comprobé de nuevo refriegas verbales con mejor o peor estilo. Algunas frases me resultaron ásperas. Como sabéis me gusta Lao Tsé. Dicen que estas palabras que transcribo son de inspiración taoista:

Evita el hecho de juzgar y de criticar,
el Tao es imparcial y sin juicios,
no critica a la gente,
tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad.

Cada vez que juzgas a alguien
lo único que haces es expresar tu opinión muy personal
y es una pérdida de energía,
es puro ruido.

Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades.

Lamenté dar de baja voluntaria a una clásica de nuestro blog. Lo pidió y lo ejecuté conforme a su voluntad. Sus datos han desaparecido de nuestro registro. Al tiempo seguimos creciendo. Somos ya muy cerca de mil cuatrocientos los registrados..