¿Qué sucede con la Monarquía?

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En este artículo me pregunto por el estado de opinión acerca de la Monarquia, a la vista de las críticas surgidas a raíz de la propuesta, sugerencia o como quiera ser llamada, efectuada por el Rey  y referida a un Pacto de Estado para superar la crisis, y del hecho de recibir personalmente a representantes de sindicatos. Las críticas a la iniciativa se extienden a consideraciones sobre la propia institución. Por ello el análisis que se efectúa tiende a plantear el debate en el foro

No se muy bien que está pasando en relación con la Monarquía. He dicho en público que no soy monárquico porque no puedo aceptar los pilares esenciales de la institución: la transmisión hereditaria del poder, la inteligencia y la virtud, y, además, con preferencia del varón sobre la hembra y del mayor sobre el menor. Pero la no aceptación intelectual de los postulados monárquicos no me priva de una aproximación afectiva y pragmática al hecho actual de la monarquía española.

Pragmática, puesto que entiendo que la Monarquía de D. Juan Carlos ha sido positiva en el proceso de reconstrucción del Estado y de la convivencia española a raíz de la desaparición del anterior Jefe del estado, General Franco. Muy posiblemente una alternativa distinta habría sido intelectualmente mas ajustada pero pragmáticamente, en términos de convivencia, mucho mas problemática, porque posiblemente habría introducido factores de irritación social de mayor envergadura

Afectivamente puesto que he mantenido un enorme cariño por D. Juan de Borbón y un afecto sincero por D. Juan Carlos. En este terreno no juzgo. Simplemente siento.

Cuando una institución se apoya en razones pragmáticas se mantiene mientras esas razones permanezcan vigentes. El futuro es siempre una incógnita, un territorio desconocido en el que la presencia de lo inesperado es casi siempre la visita mas asidua e insistente.

Quizás por el consenso generalizado del papel del rey en la transición la Monarquía se vio rodeada de un velo de silencio aceptado por todos los políticos y sus terminales mediáticas. Algo, sin embargo, parece haber cambiado.

En el programa del Jueves 11 en Intereconomia, un periodista EG, profirió juicios rotundos y extremadamente negativos sobre los Borbones. Nadie replicó rotundamente, al menos con la intensidad de la diatriba. Yo sostuve lo que siempre he sostenido, lo mismo que escribo en este artículo. Pero semejante critica  marca -o puede llegar a marcar- un punto de cierta inflexión al abrir o permitiendo que pueda abrirse en cadenas  de TV un inicio de un debate hasta ahora mantenido soto voce en el mejor de los casos.

Las consideraciones sobre la Monarquía derivaron de una cuestión política: la propuesta del Rey de un Pacto Nacional entre los diferentes partidos para paliar las consecuencias de la crisis económica y retornar a la senda del crecimiento, algo que ha sido mal acogido por diversos sectores. ¿Tiene coherencia jurídica la actuación real, al margen de oportunidad política?.  He contrastado con alguna persona mas experta que yo en temas constitucionales. Sus ideas son del siguiente tenor: Los poderes del rey están taxativamente fijados en el artículo 62 de la Constitución y con arreglo a este precepto no tiene competencia para.  dirigir la acción del Gobierno. La crisis económica es materia propia del Gobierno. La función arbitral que le atribuye el art. 56 de la CE hay que ajustar a las funciones que expresamente le atribuyen la Constitución y las Leyes.

Si el Rey, por mor de la gravedad de la situación económica, que a él no le incumbe enjuiciar porque no entra en las facultades del artículo 62, emplaza a las partes de un pacto de política de rentas –sindicatos, patronal, fuerzas políticas y sociales-, está entrando en el ámbito competencial del Ejecutivo y de su Presidente del Gobierno. Y si lo hace, sólo puede ampararse en su función arbitral y moderadora de las instituciones, lo que implica que vendría a reconocer que el Gobierno y su Presidente, que esas sí son instituciones, no cumplen con su misión. Lo cual, si no ha sido pedido por el Gobierno,  es una oficiosidad del rey y si se lo ha pedido el Presidente del Gobierno constituye un reconocimiento de su propia incapacidad, lo que debería llevarle a dimitir de sus responsabilidades.

¿Tiene parangón la actitud del Rey con la de otras monarquías constitucionales europeas?. No disponemos de evidencias en ese sentido.

Analizando la cuestión en el plano político: ¿tiene sentido de que el Rey llame al orden al conjunto de los partidos?.El Gobierno debe gobernar y la política económica es de su responsabilidad. La oposición debe formular sus alternativas, no sólo -como parece suceder- esperar la alternancia. Los españoles desconfian en abrumadora mayoria de uno y otro, de gobierno y oposición. La crisis de liderazgo es evidente. ¿Qué sentido tiene el pacto?. Cuando la credibildiad de los contratantes se encuentra bajo mínimos, la aceptación social del acuerdo sería mínima, por no decir contraproducente.

Ante el fracaso del Gobierno y la falta de concreción de la oposición  parecen mas sensatas las elecciones, sea cual fuere el resultado. La llamada la orden del Rey implica, o al menos puede ser interpretada como un reproche al Gobierno por mal gobernar y a la oposición por mal ejercer su papel…Peligroso sendero, al margen de que sea o no juridicamente adecuado recorrerlo.

El Presidente del Congreso, el socialista Bono, alaba esta actitud del Rey, considerandola “normal”. Aclara que el Rey ha hecho mas por la monarquía que todos sus antepasados juntos, lo cual no estaba en la agenda de la discusión. Ciertamente este tipo de declaraciones poco contribuyen a dotar de seriedad al debate. Nadie dice si es mejor o peor Rey que Felipe V y descendientes. Se trata de saber si es o no procedente que cite en su despacho a agentes sociales, que pida un pacto, que llame a una especie de orden…Por su parte, fuentes oficiosas de la Casa del Rey consideran que este tipo de peticiones encajan de lleno en la función constitucional atribuida al Monarca….Se supone que de la Jefatura de l Casa Real parte la iniciativa, esto es, que se trata e su responsabilidad.

Lo malo de una monarquía como la nuestra es que el axioma de reinar pero no gobernar se traduce en la práctica en que tanto los silencios como las palabras suelen tener consecuencias negativas. Si habla, porque habla; si calla, porque calla. Por ejemplo, al hablar en cuanto a la crisis económica , la crítica es sencilla y no son pocos los que plantean las siguientes preguntas, a modo de ejemplo: ¿por qué no habló en asuntos capitales para la unidad de España como es el Estatuto catalán?. ¿Acaso la Corona no es el símbolo de la unidad de España?. ¿Por qué ese silencio cuando en juego se encuentra el propio modelo constitucional?.

No digo que comparto esas preguntas ni las respuestas esperadas, porque cuando se formulan de semejante modo la respuesta viene implícita en el propio planteamiento. Lo que aseguro es que esas preguntas y sus derivadas se encuentran a la orden del día en algunos centros de discusión nacional. ¿Minoritarios esos centros?. Puede que si, pero antes se rodeaban del silencio ocasional de reuniones privadas. Ahora parece que la polémica salta o puede llegar a saltar a opinión pública.

Todo eso me genera cierta confusión. No conozco el estado actual de nuestra sociedad respecto de la Monarquía. No se como se percibirán estas palabras del Rey. No tengo certeza de como se ve la continuidad de la institución. Personalmente creo que tenemos asuntos mas urgentes que debatir en el seno de nuestra sociedad, pero si se abre el debate público el foro no puede permanecer al margen. Este foro de debate reservado para quienes aquí participamos, es lugar adecuado para que expreséis vuestras percepciones sentimientos, experiencias y opiniones sobre el asunto.

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124 pensamiento sobre “¿Qué sucede con la Monarquía?

  1. Sananda

    Mientras que haya monarquia, el rey no solamente tiene obligación, sino además derecho de intervenir en los asuntos del estado cuando el lo creoa necesario.
    Para eso es el rey.
    Lo dice la constitución…… Arbitrar y/o Coordinar, cuando la situación lo requiera.
    Otra cosa es que algunos crean que la situación no lo requiere………
    Son formas distintas de querer intrerpretar la misma situación.
    Pero ya hace bastantes meses, que muchos se quejan de que en España, no se gobierna. Y no son solamente opiniones difusas……
    Por muchos que quieran los de un lado, o los de otro, o los de las esquinas……
    Los españoles mismos en general, desde la callle, llevan tiempo quejándose de la incompetencia o ineficacia, de unos y de otros, mientras que el pueblo, es en definitiva el que «paga el pato».
    Mientras que a algunos intentan aplicarle algunos «recortes»,
    y «descubrir» sobresueldos, -solo los sobresueldos del10/%, de los existentes, por suponer un ej.- los demás que sigan ahogándose, en la desesperación…..
    hasta que «la clase política» dé con la fórmula mágica…..
    pero como ellos mismos dicen:»haremos esto así, o asá, si nos conviene….si nó….no…….. – »
    y a los demás, a los españoles en general, mientras tanto,
    «que los surzan…..» –
    Y todavia quieren que su majestad el rey,
    no diga ni pio………
    Si tanto les molesta….. que sean más «brillantes», y no echarle tanto la culpa a la crisis, la crisis, y LA CRISIS.
    Que aprendan todos los políticos, TODOS, a saber sacar las castañas del fuego, llegado el caso…… y no traten de cerrarle la boca a nadie.
    Y mucho menos a SU MAJESTAD EL REY.
    Hoy por hoy, España es un estado democrático y MONARQUICO.
    Así que hoy en dia, El Monarca, Don Juan Carlos de Borbón
    Tiene no solamente obligación, sino derecho, de «inmiscuillirse» cuando el lo crea conveniente.

  2. cidcampeado

    Hola a tod@s en esta nueva andadura.
    El debate es muy interesante como dice Mario, pero en fin abstracto independientemente de lo que se piense.
    Mientras el Rey no pueda obligar al pacto que «imagino» que no tiene tal poder aunque a lo mejor me equivoco, lo que ha echo es solo de cara a la galeria.
    El pacto lo veo dificil ya que Zapatero dijo que la economia era una cuestion de ideologia y no se podia pactar hace aproximadamente un año, ahora que lo necesita se baja los pantalones.
    Para mi esta mejor la opcion de Mario Conde: elecciones ya.
    Me reservo parte de una idea principal al escribir aqui porque no se como podria ser tomada por Mario.

  3. Tata

    El Rey me gusta, lo que va a venir detrás no tanto.
    Que el Rey se implique en un intento de aunar fuerzas por el bien de España me parece loable y ojalá tenga algún horizonte su empeño. Falta nos hace.

    1. Monica

      Totalmente de acuerdo contigo. Hay más Juancarlistas que monáquicos: «los que vienen detrás» como tu bien dices.

  4. Anpema

    Bueno, lo que pasa es que ahora hay un ataque en muchos frentes contra la Iglesia y la Monarquia, parece que se quiere olvidar lo que » es nuestra España » sencillamente, a mi el Rey me parece una figura clave, sea interviniendo en los asuntos de Estado, o sea en las relaciones internacionales, que lo hace realmente bien. Personalmente creo que la Monarquía acabará desapareciendo, antes o después pero será así, por simple evolución de nuestra Sociedad. Pero en tiempos de crisis, como estamos viviendo, lo necesitamos, y a mi me merece sinceramente mas confianza que cualquiera de los politicos, la verdad….

  5. olindico

    Creo que una institución como la monarquía española es positiva y aunque no exenta de intereses particulares, como todos podamos tener, estoy de acuerdo en que es más rentable y económica que los 17 reinos de taifas actuales.
    Sin la figura del rey y siendo como somos en esta tierra, en aquella época nos hubieran comido Stalin o el tio Sam. Y muy posiblemente Europa sería ahora mismo diferente a lo que conocemos, pero eso sería otro debate. estrategicamnete la figura del rey sale reforzada de esta guisa cara a los españoles, pues el rey además de jefe del estado, es general de los ejercitos, es decir el hegemon griego. cosa a tener en cuenta. las críiticas que recibe la monarquía son de orden propagandístico por parte de los prorepublicanos. Me parece una hipocresía forzar el advenimiento de una 3ª república a estas alturas. es como querer cambiar el curso de la historia . es algo absurdo. suena a revanchismo y pataleta rencorosa. yo no estuve en esa absurda y estúpida guerra civil, yo no he matado a nadie y a nadie he humillado por causas políticas, nací 30 años despues de esa guerra, con lo cual nada tengo que ver con ella. me sorprende y alucina como se sigue usando para fines políticos cuestiones que debieran haberse superado hace decenios. los unos por los otros. el papel del rey hasta ahora me parece correcto y muy necesario en este país, pues sin su figura nos hubierámos comido los unos a los otros, por que así somos, capaces de lo mejor y de lo peor…lo demás es desconocimiento profundo de la idesioncrasia popular.
    obviamnete el tema de la sucesión y demás menesteres habría que estudiarlo más en profundidad. aunque la verdad no soy quien ni tengo los conocimientos precisos para decidir tales cuestiones.
    el asunto comentado de la impunidad es lo mismo que los aforados, temas jurídicos que no manejo, me guía el sentido común, y puestos a legir, a ver…en este lado una familia…¿cuanto cuesta su manutención viajes y demás actividad protocolaria?….servicios realizados…cuenta de resultados, balance…en el otro lado ¿cuantos senadores, diputados, gastos varios de tanta gente…servicios realizados…cuenta de resultados. balance…
    ¿sera más económica la monarquía parlamentaria?…
    algo deberán hacer los políticos para demostrar lo que nos cuestan y lo bien que lo hacen, antes de que el pueblo comience a hacerse preguntas…hasta ahora les ha valido, pero otro tirón de orejas del rey y las elecciones se precipitarán por sí solas…

  6. Jose Soler

    a mi me parecer que, al margen de la competencia o función que le atribuya la constitución y de cómo se interprete, en cuanto a si cabe amapararse en su condición de moderador o árbitro, no me parece razonable que su opinión no haya de ser tenida en cuenta y que sus iniciativas no tengan que reponder mas que a su conciencia. Su condición de Rey, crisol de españoles, no puede quedarse al margen, si él lo considera oportuno.

    Pedir a los interlocutores sociales que se pongan de acuerdo no me parece una intromisión en la política ni en los quehaceres del gobierno y si hay alguien que debería tener atribuída la misión de velar por el interés general de España, dejando las ideologías aparte, sin duda, debería ser el Rey. ¿Quien sino él sanciona las leyes?, …¿es ésta una función meramente simbólica o residual?, a mi me parece que cualquier español, incluido el Rey, tiene el derecho y la obligación de preocuparse por su pais, y si tiene la condición de Rey y con ello puede llamar mas la atención, pues mejor para todos, y si les molesta a algunos será porque a nadie le gusta que le llamen la atención, aunque se tenga razón en hacerlo. Esta claro que el Rey les ha dejado en evidencia, al menos ha tenido la verguenza de hacerlo, cosa que muchos no hacen.

    No se trata de si soy o no monárquico, sino de si ha sido una actuación «Real» (en todos sus sentidos) y oportuna, en medio de tanta palabrería e incapacidad de reacción y de aceptación de una realidad que nos aplasta a todos, y en España, eso de «todos», además de hacienda, también lo es el Rey.

    Los que piensen que no debería haber intervenido seguramente serán los que luego dirán que vive muy cómodo en su trono.

    Personalmente prefiero un Rey que baje a la arena, cuando él lo considere oportuno, porque él también es español y libre.

    Salud,

  7. Eliseo de Bullón

    Constitución Española de 1978

    “Artículo 64.
    1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del Congreso.
    2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.”

    ¿Ha sido este acto de búsqueda de consenso iniciado por el Rey refrendado por el Presidente del Gobierno?

  8. jorge garrido

    Apreciado señor Conde,

    Su artículo comienza con una idea central y es: ¿QUE SUCEDE CON LA MONARQUÍA?

    O sea, usted se plantea en carácter personal lo siguiente:

    (Como usted dijo y cito entre comillas) «………se pregunta por el estado de opinión acerca de la Monarquía, a la vista de las críticas surgidas a raíz de la propuesta, sugerencia o como quiera ser llamada, efectuada por el Rey y referida a un Pacto de Estado para superar la crisis, y del hecho de recibir personalmente a representantes de sindicatos. Las críticas a la iniciativa se extienden a consideraciones sobre la propia institución. Por ello el análisis que se efectúa tiende a plantear el debate en el foro».

    Pues bien, tengo la finalidad de aportarle mi opinión de una forma ordenada. Me dirijo al tema singular de su idea central y le digo que lo hago de forma ordenada, porque considero esto ser un tema de particular importancia. En efecto, se trata de una convocatoria suya a la promoción de la opinión pluralista y del comentario público desde un foro público con un tema público ambos (énfasis añadido) creados por usted. No obstante, quiero hacer la puntual observación, que su tema central de foro comienza viciado por la estipulación suya—y simultáneamente como promotor del tema—realizada personalmente por usted, por escrito, cuya estipulación suya no deja ninguna duda que usted no cree en la institución Monárquica Española. Usted narró: «porque no puedo aceptar los pilares esenciales de la institución”. Su opinión la presenta ambiguamente en vista de sus sentimientos personales, de carácter afectivo, sentimentales, y también de orden pragmático expresados hacia el Rey. Hago esta observación, porque considero el declarar sentimientos de orden afectivo y de carácter pragmático hacia su Majestad El Rey, mientras usted simultáneamente discrepa, tajantemente, con la existencia de la oficina donde habita la institución del reinado, es una navaja de doble filo. Esto irrevocablemente constituye lo que es una declaración de fundamento ambiguo, muy a pesar de sus expresiones de aproximación afectiva y pragmática a lo que usted se refiere como: “al hecho actual de la monarquía española”. Es preferible, más efectivo y más preciso el afilar una navaja a la vez. La ambigüedad es muchas veces una especie de mezcla débil, formulada a base de cal y de arena que no sostiene los cimientos bien donde y cuando verdaderamente se desea edificar (énfasis añadido).

    En la realidad, la acción de nuestro Rey es—precisamente—independiente (énfasis añadido) a la inherente causal que motiva a su Real Majestad a tomar una bien fundada iniciativa de promover el bienestar común al haber iniciado un acercamiento de análisis, discusión, intercambio y de escucha de ideas entre las partes del gobierno, la oposición y del sector público español en general. O es, entonces—solo—porqué la Monarquía española toma la iniciativa de un Pacto de Estado a través, directamente, de su Real Majestad, nuestro Rey, diferente o menos eficaz a si esa iniciativa hubiese sido tomada por acuerdo de aquellos elegidos por el pueblo y que ahora adentro de un período—-donde al parecer se encuentran desencadenados de su motor ejecutorio—para poder dar una acción (énfasis añadido) pragmática. El objetivo es el mismo y es de encaminar el proceso gubernamental en su curso, en vistas de las presentes circunstancias de estatus de carácter económico que atraviesa nuestro país España. El tema central no es el de la Monarquía Española, sino, es los vendavales propiciados por la crisis económica que azotan las corrientes de todas las diferentes economías mundiales—desde la más grande y poderosa hasta la más pequeña—y es de como el capitán designado, por la tripulación española (el pueblo), navega por esas corrientes de aguas ferozmente azotadas. El hecho que nuestro Rey se manifieste de forma proactiva y con sensatez para promover los factores que producen el consenso bien guiado durante este período, es de suma importancia y ciertamente de competencia de su Real Majestad y su Corona. No es lo mismo con guitarra que con violín. El desviar el tema principal de la crisis económica hacia el estado de la Monarquía—diciendo: ¿Qué SUCEDE CON LA MONARQUÍA?—no solo es el estar desenfocado a la realidad prevalente fundamental básica, sino, es desviarse como el buque que se deriva de su navegación en la dirección para salir de las fuertes corrientes, equivalente a desviarse de la atención del síntoma real que causa la enfermedad presente económica por la cual se está atravesando en España—y de forma originalmente clara, de orden mundial. No hay excepción.

    No obstante, ya que aporto una opinión sobre este tema y cuyo tema ha sido originalmente propiciado por usted—fundado en lo que usted también ha alegado que expresan otros, por otros medios, igualmente—yo le deseo aportar mi opinión basado en mis vivencias personales y conocimientos certeros profesionales de lo que es vivir en estados no monárquicos y lo que es vivir en estados monárquicos. Tal vez le sorprenderá. Digo le sorprenderá por su enfoque en mi opinión equívoco sobre el tema central que es según usted: ¿QUÉ SUCEDE CON LA MONARQUÍA?.

    O sea, mi contesta–como respuesta–al tema es: ¿Cuál es el estado de los gobiernos electos democráticamente, pero sin una monarquía constitucional como su piedra angular, guía del consenso y de bienestar común del pueblo basado en un gobierno monárquico constitucional.

    Para saber la verdad y no a base de opiniones sin fundamento, sino a base de hechos, recorramos un poco el globo geográfico señor Conde.

    Primero, los gobiernos en su gran mayoría de las veces y al presente, en América Latina, o se han convertido en especies de dictaduras—de hecho elegidas originariamente por el voto libre—de sus pueblos hacia sus candidatos por el hecho de ser elegidos públicamente y créame, no son ni estos señores y señoras electas tampoco la garantía de que estos candidatos electos sean los más capaces, ni siquiera inteligentes en preparación y sus destreza para gobernar. Los resultados son claros. Solo el observar a la Argentina (el poder de un gobierno del esposo a la esposa con una economía en llantos de penuria mucho antes de la crisis mundial, ahora por supuesto mucho peor), Venezuela (sin comentarios, es obvio), Bolivia (lo mismo, hasta peor aún), Nicaragua (más de lo mismo, pero por mucho tiempo. Ahora también peor), Cuba (de un país rico económicamente en los años 1950, más avanzado entonces que la misma España y ahora convertido en una finca de dos en estado paupérrimo), México (territorio invivible en muchas áreas si ley más que la de la ametralladora), Haití (lamentable desolado hasta antes del terremoto). Todos estos países representan casi dos terceras partes de la población de esa región comprendido por la América central, del sur y el Caribe. Ninguno tiene una monarquía constitucional con un gobierno electo democráticamente como en España. Por eso, antes de narrar hay que estudiar y analizar. España con su monarquía constitucional y a pesar de la presente crisis mundial económica, goza de estabilidad sociopolítica, inclusive, a través de vendavales inherentes económicos de orden mundial.

    Segundo, El Canadá es un país al cual hace un tiempo atrás España sobrepaso esa economía siendo Canadá el segundo país más grande del mundo. Es una confederación descentralizada de diez provincias y tres territorios, gobernada como una monarquía constitucional parlamentaria. Canadá es una monarquía de la Mancomunidad Británica y miembro tanto de la Francofonía como de la Mancomunidad Británica de Naciones, así como de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Es el país independiente más septentrional del mundo, y ocupa cerca de la mitad del territorio de América del Norte. Se extiende desde el océano Atlántico al este, al océano Pacífico al oeste, y hacia el norte hasta el océano Ártico, compartiendo frontera con los Estados Unidos de América al sur y al noroeste. Fue inicialmente constituida a través del Acta Británica de América del Norte de 1867 y llamada El Dominio del Canadá. La capital de Canadá es Ottawa, y es la sede del parlamento nacional y la residencia del Gobernador General de Canadá, cuyo Gobernador ejerce las prerrogativas reales delegadas por la Reina Isabel II de Inglaterra, quién es jefe de estado de Canadá y el primer ministro, el jefe de gobierno.

    Tercero, El gobierno central del Japón es una monarquía constitucional, en la cual las personas mayores de 20 años pueden votar en sufragio universal. Japón es la segunda economía más grande del mundo después de los Estados Unidos, en torno a 4,5 billones de dólares en términos de PIB nominal y la tercera después de los Estados Unidos y China en términos de paridad del poder adquisitivo. Su PIB por hora trabajada es el 18º más alto del mundo desde 2006.

    Cuarto, están otros países sobresalientes en economía y en sus caracteres sociopolíticos de los cuales todos están basados sus gobiernos también en la monarquía constitucional y de los cuales casi nunca se oyen problemas sociopolíticos, mucho menos común de orden económico. Dinamarca; es una monarquía constitucional desde 1849. Suecia; es una monarquía constitucional, en la cual el rey Carlos XVI Gustavo es el jefe de estado. Noruega; es una monarquía constitucional con un sistema parlamentario de gobierno.

    O sea, al tema central suyo— ¿QUE SUCEDE CON LA MONARQUÍA?—esa es mi respuesta. Ese es el verdadero cuadro de estado actual de, lo que es una monarquía como forma de gobierno efectiva a nivel mundial. Ninguna mente capaz de pensar, analizar y profundizar la verdad de los hechos aquí presentados correspondiente al tema central cuestionaría que los gobiernos con apoyo de la monarquía constitucional como forma de gobierno están en mejor estado de situación sociopolítica y económica que aquellos países que no sean monarquías constitucionales. Aunque a muchos obviamente o por la falta de lectura o de la revisión competente del verdadero conocimiento y del escrutinio de la educación precisa no lo sepan y por esto, quizás, le sorprenda la realidad pragmática.

    Así que para aquellos que hablen de pragmática—como usted lo ha declarado señor Conde—aplíquense la realidad pragmática de igual manera de lo que constituye una monarquía constitucional y como gozan de mejor bienestar esos mismos países monárquicos constitucionales en comparación al resto antes de apelarla sin su fundamento efectivo de lugar.

    ¡Viva España y Viva Nuestro, Rey Juan Carlos de Borbón!

    ¡Semper Fi!

    Jorge Luis Garrido

    1. olindico

      No creo haber notado ninguna animadversión del Sr. Conde hacia la institución de la monarquía, en todo caso y ya lo indica en el escrito, puede que tenga diferentes enfoques con SM, pero eso son cuestiones humanas y deduzco que asuntos personales. Creo que ha diferenciado escrupulosamente entre SM el Rey y Don Juan Carlos de Borbon. Cosa que no todos los medios saben hacer y tan a menudo fallan en el protocolo. al menos así lo he entendido yo. Mucha cultura y buenos modos, y sobre todo saber estar, hace falta en esta nuestra querida patria estimado Sr. Garrido.

      1. jorge garrido

        ¿No me diga usted?

        «Olindico», así que usted no cree haber notado ninguna animad (no se entiende la palabra procesada por usted, tal vez–usted–quizo decir ¿animosidad?) versión del Sr. Conde hacia la institución de la monarquía?

        Pues lease de nuevo lo siguiente que narra el señor Conde sobre lo que él, personalmente, cree acerca de la intitución de la monarquía:

        «He dicho en público que no soy monárquico porque no puedo aceptar los pilares esenciales de la institución: la transmisión hereditaria del poder, la inteligencia y la virtud, y, además, con preferencia del varón sobre la hembra y del mayor sobre el menor»

        Como le dije en mi comentario al Sr. Conde sobre su artículo:

        «Hago esta observación, porque considero el declarar sentimientos de orden afectivo y de carácter pragmático hacia su Majestad El Rey, mientras usted simultáneamente discrepa, tajantemente, con la existencia de la oficina donde habita la institución del reinado, es una navaja de doble filo.»

    2. Socrates

      @jorge garrido, «Princeps legibus solutus est» (Digesto 1, 3, 31)

      ¡Ay! si Justiniano I y su jurisconsulto de cabecera Triboniano levantasen la cabeza, que felices y contentos estarían viendo esta adaptación monárquico-constitucional de la máxima aún vigente.

      P. S.: Estamos igual que en el siglo VI d.C.

      1. jorge garrido

        Lo siento, no concurro contigo Socrates.

        A Justiniano I le faltaba un gobierno constitucional electo por el voto libre con un Presidente de gobierno como lo tiene España en el siglo XXI y como también lo tienen muchas de los países que no solo son monarquías constitucionales, sino que además poseen las mayores economías y las más avanzadas del mundo, conjunto a su forma de gobierno monarquíco constitucional, tal como existe en la segunda economía más grande del mundo la cual evidentemente es una monarquía constitucional: el JAPÓN. También lo son El Canadá, Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca, Australia y la lista continua.

        No creo que estamos hablando de lo mismo para nada, ni su comentario es relevante a mi criterio. es omo una manzana y un pera. Ambas son frutas pero son distintas. No se puede confundir una monarquía pura con una monarquía constitucional, ni confundirse con eso. Pero, bueno si de bromas hemos de estar con algo tan importante, entonces tengo que decir:

        Es como el oir campana y no saber donde.

        Hasta luego

        1. Socrates

          @jorge garrido, No caballero, escribía en serio como de costumbre, una broma -a mi juicio- es el Artículo 56 de nuestra obsoleta Carta Magna: 56. 3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. (…)

          P. S.: Una prueba fehaciente de la plena vigencia quince siglos después del legibus solutus Justiniano. La disoluta España constitucional no dista mucho de la sensual Bizancio de otrora.

  9. Auxi

    Creo, ya que no conozco las leyes de palacio, que todo lo que haga o diga el Rey debe ser consultado o apoyado por el Presidente y el congreso, así que sus palabras tienen un trasfondo, el Presidente perdió credibilidad y utiliza al Rey que es querido, respetado y escuchado para decir lo que dijo, lo que no esperaban es que sus palabras tendrían repercusión o critica.
    Esperemos la Monarquía dure mucho, ya que lo hacen bien, aunque no este de acuerdo en muchas decisiones.
    Señores creo que el Presidente esta convencido y derrotado, lo mejor es hacer elecciones ya.

  10. olindico

    felicidades atrasadas pues ayer no felicité al equipo de este nuevo lugar de reunión o punto de encuentro, o me gusta la tecnomanía…y dobles felicidades Don Mario por lo siguiente: estaba comiendo y oyendo la repetición del programa «la noche de Cesar Vidal » y estaban hablando del miasmo tema que este post. ¡¡ parecía que habían sacado las palabras de estos mismos apuntes!! ¿casualidad, sincronicidad, causalidad?
    parece que lo que aquí se dice SI que influye en los medios. saludos y renovados ánimos a todos a todos

  11. Isadora

    No comparto tampoco los pilares sobre los que se sutenta la institución monárquica enunciados en el artículo, se llame la institución Monarquía o se llame de otro modo, y digo esto porque me sorprende la tendencia de algunos dirigentes de CCAA a reproducir algunos de estos pilares en otras instituciones.
    También me sorprende cómo muchos partidos que se dicen republicanos sólo hablan de reyes para legitimar su discurso, mezclando ideas modernas, instituciones antiguas basadas en ideas antiguas o modos antiguos, casi medievales en un » pupurri» muy basto e incoherente, además de estéticamente feo. Todo este debate, debería tener en cuenta lo que quedaría tal cual está el escenario sin la actual monarquía. Este punto es para mi importante, nuestro contexto y personajes.

  12. Isadora

    Personalmente prefiero que vayan a visitar a los máximos dignatarios del mundo en nombre de España los reyes Dn Juan Carlos y Dña Sofía que cualquiera de los políticos y politiquillos actuales.
    Claro que Carod-Rovira, por poner un ejemplo, tiene ya embajadas, creo que su hermano es embajador.

  13. IPT

    Mi más sincera enhorabuena por este nuevo proyecto, ojalá esta vez lleguemos a buen puerto.
    Considero indiscutible el papel de SM el Rey durante la Transición Española y fundamental en años posteriores como embajador de nuestro país.

    Imagino que son discutibles los pilares fundamentales sobre los que se sustenta la institución, si es lícito o no la herencia de poder, o la supremacía en la sucesión de el varón sobre la mujer, pero bajo mi punto de vista, y incluso de acuerdo a esos pilares la monarquía tiene un papel representativo fundamental en este país.

    No creo que la monarquía sea la culpable de la situación económica de este país o que una república la vaya a solucionar. Creo que la monarquía como institución va mucho más allá.
    Creo que con el tiempo desgraciadamente va a desaparecer, en la actualidad y con la nuevas generaciones se tiende a la ¨modernización¨ y con ello a acabar con instituciones a las que se considera tradicionales como puede ser la Monarquía o la Iglesia.
    Considero que si su Majestad el Rey ha optado está vez por intervenir será porque considera al igual que muchos españoles que estamos ante una gran crisis de poder y un vacío de liderazgo que le puede costar muy caro a este país.

    Un Saludo

    IPT

  14. ajaviera

    Arbritar, moderar ¿en qué situaciones? Es que entiende el Rey que la única solución a la crisis vendrá de un pacto entre instituciones y que éstas no están desarrollando su función con la competencia debida; ¿no será mas bien, que el Partido Socialista le ha pedido su intervención al Rey, no tanto por su incapacidad de gobierno, sino dando por hecho que acatará pactando con las demás fuerzas políticas y sindicales e incluso patronales excluyendo al Pardito Popular, de tal suerte que éste se verá abandonado a su suerte y automarginado? Habrá sido una trampa para el Partido Popular, con intervención involuntaria del Rey

  15. FPR

    Yo no soy tan entendido como algunos de los miembros de este foro en cuestiones juridicas, pero creo que el tema más allá de plantearlo como una cuestion de este tipo, sepuede y se debe plantear desde otra prspectiva que a mi juicio es más profunda. Sin quitarle importancia a la juridico-constitucional que la tiene.
    Esta perspectiva juridico-constitucional, a mi, me parece bastante peligrosa, en tanto la sociedad española tiene unas caracteristicas que a mi juicio se podrían resumir como «escepticismo crítico hacia la monarquía». Los españoles y no es cuestión de una clase de historia, no somos como los ingleses precisamente. Nos gusta más la corona «para el chismorreo público» que en y para su papel real. Es fácil constatar que el español «pasa» del rey como figura política, pero no como figura «del corazón». No obstante, en cuanto ocurre algo, lo que sea, la mirada de todos y en especial de la prensa se vuelve hacia ellos (Casa Real) quirúrgica. Inmediatamente y sobre todo por parte de estos ultimos, se pone la cuestion y por ende la institucion bajo la peligrosa, negra y pesada sombra de «su UTILIDAD».
    La imagen que se me ocurre para resumirlo sería aquella en la que en el Evangelio Jesús advierte sobre la casa que no está cimentada en piedra y a poco que vienen los vientos…
    No es cuestión de extenderme más a poco que se reflexione se comprenderá lo que quiero decir.
    Por eso cuando al principio dije que el problema yo lo plantearia de otra manera, que creo mas profunda, me estaba refiriendo a esto que acabo de esbozar.
    ¿Está la Corona como para permitirse ningún fallo o alguno?
    En la situación que esta España, ¿qué respuesta tendria la pregunta: ¿Qué padre si su hijo le pide pan, le da una piedra? (del Evangelio) ¿Se encuentran los españoles a las puertas de la Casa de Epulón?.
    Me gustaria saber especialmente la respueta de 4.5 millones de españoles.
    El tema es serio y peligroso. El analisis de la palabras de ese perioidista (EG) que intervino en Intereconomia (programa que yo vi), creo que ratifican mis impresiones. Es más. Mas alla de la forma,el fondo de esa intervención ¿reflejaria el sentir de alguien en España?.
    No obstante, creo que lo que ese periodista hizo es digno de admirar, en tanto en cuanto el es de los pocos a los que he visto y oido manifestar su sentir personal, mientras que otros que piensan lo mismo o piensan otra cosa, o se manifistan de manera hipocrita o se manifiestan timidamente o no se manifistan.

    1. JS

      @FPR,

      Vamos a ver, FPR, por abreviar. Lo de la hiperactividad del Rey en sus reuniones a efectos de lograr un consenso de medidas frente a la crisis, su reunión de trabajo con Obama o el reciente anuncio de publicidad a partir de ahora de su agenda diaria de trabajo y su incorporación a las redes sociales significa que ve en riesgo la herencia de su hijo? A ver, eso es lo que he entendido, pero, claro, lo mío es lo júrídico, no lo pragmático.

      1. FPR

        @JS,
        Bueno amigo mio.
        No se lo suyo es lo jurídico o no. Yo no he minusvalorado ese debate (lo jurídico), lo único es que me ha parecido bien llevar el asunto a un terreno más popular. De hecho, le pese a quien le pese el Rey es Rey de todos (y si no, que se lo digan a los de Bilbao) y por lo tanto la reflexión que hice sigue estando ahí. Es más, si me aprieta del resultado de la cuestión tal y como yo la planteé, es posible que se tuviese que plantear el tema jurídico (sería peliagudo).
        Ahora bien, de su respuesta me gustaría destacar que ha puesto el dedo en parte de la llaga o en toda, lo que pasa es que usted lo plantea como una serie de argumentos a favor. Pero si lo miramos ahora desde otro punto de vista, otra vez se plantean las cuestiones fundamentales en las que ami me interesa detenerme:
        Veamos:
        ¿Hiperactividad?. Si lo definimos como hipermovimiento…
        Lograr consenso. ¿A estas alturas?¿Qué, que el pastel nació ayer?
        Reunión de …trabajo.
        De todas formas, con todo respeto, no creo que me haya entendido.

  16. ajaviera

    Personalmente, me molestó que el Rey tomara la citada iniciativa, creó que no entraba dentro de sus competencias constitucionales. A mi modo de ver, y como se pudo constatar, molesto al partido popular, y por ende a parte de su electorado, consiguiendo el efecto contrario al pretendido en el Partido Popular. Coincido plenamente en que la monarquía tiene su base, fundamentalmente, en razones pragmáticas, a saber el papel que jugo en la transición y en el afecto a la persona de su majestad, por lo que debe tener especial cuidado en mantener vivas estas razones y no ir perdiendo afectos entre la sociedad civil. Es decir, dejar los apoyos lo mas amplio posibles para favorecer la sucesión de la corona y el mantenimiento de la institución; no creo que España este en este momento en condiciones de cambiar la forma de Estado.

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