¿Propuestas para fallar?

      26 comentarios en ¿Propuestas para fallar?

Manuel Caraballo

Los Angeles Times publicaba el domingo, 14/11/2010, un interesante artículo, “Economists weigh in: Can the economy be saved?” (Economistas opinan: ¿Puede la economía ser salvada?), donde resume las propuestas de una serie de grandes economistas acerca de los problemas de la economía, especialmente en lo referente a la salida de la crisis y la creación de empleo.

Se les hizo una sola pregunta: ¿Puede la economía ser salvada?

Los problemas así como las soluciones planteadas pueden ser aplicadas tanto a EE.UU. como a la UE, siempre considerando las diferencias económicas, los niveles de deuda, déficits presupuestarios, políticas monetarias y económicas…

En general, diría que las propuestas que desarrollo al final de este texto son de aplicación para ambas zonas.

Los economistas consultados son John H. Cochrane (Profesor de Finanzas en la Universidad de Chicago), Joseph Stiglitz (Premio Nobel de Economía y Profesor de la Universidad de Columbia), Brad Schiller (Profesor de Economía de la Universidad de Nevada-Reno), Alicia H. Munnell (Profesora de Ciencias de Gestión Empresarial en el Boston College), Robert Pollin (Profesor de Economía en la Universidad de Massachusetts-Amherst), Imrohoroglu Ayse (Profesor de Finanzas y Economía de la Empresa en la USC’S Marshall School of Business), Bruce Bartlett (escritor en Times y Notas Fiscales de Impuestos) y Mark Zandi (Economista Jefe de Moody’s Analytics). Algunos de ellos están o han estado en consejos consultores de los distintos presidentes de EE.UU., varios con grandes éxitos en ventas de libros especializados, conferenciantes a nivel mundial, sus artículos son leídos por millones de personas… Se puede decir que son una parte de la “creme” dentro de los economistas. Muchos, como Paul Krugman o Nouriel Roubini, no están aquí, y no porque no sean importantes sus propuestas.

Espero que todas estas opiniones no sean “propuestas para fallar”.

No voy a hacer un resumen de lo que opina cada uno. Para ello el lector puede dirigirse directamente al artículo pulsando en este enlace de Los Angeles Times.

Sabemos que dentro de las múltiples propuestas para salir de la crisis se encuentran diferenciados básicamente dos grandes bloques:

1.      Los que apuestan por la política monetaria expansiva. Incremento del gasto público incluso soportando grandes déficits presupuestarios. Sería la política keynesiana llevada al extremo en algunos casos. Es la solución adoptada por los EE.UU.

2.      Los que opinan que dicha política nos llevará al desastre y que lo mejor es reducir esos déficits para dar confianza a los mercados y que la economía se recupere por sí sola. En buena parte son los seguidores de la Escuela de Chicago, aunque no exclusivamente. Es la solución llevada a cabo por la UE.

Sobra decir que la divergencia en las soluciones ante un problema aparentemente común genera incertidumbre en los agentes económicos, lo cual redunda en una menor inversión y toma de posturas más conservadoras que frenan la creación de empleo.

De los economistas encuestados que se inclinan por la primera solución están Joseph Stiglitz, si bien pide que dicho gasto se centre en los sectores con alto potencial de llevar a la economía a la senda del crecimiento, Alicia H. Munnell, aunque no desde la vertiente de expansión monetaria, sino de la eliminación de deducciones fiscales, Robert Pollin y Bruce Bartlett que defienden ambos la promoción de medidas intervencionistas en el mercado de crédito a través del establecimiento de impuestos a las reservas excedentarias de la banca para que ésta ponga en funcionamiento esos recursos.

En la otra óptica se encuentra sólo John H. Cochrane donde indica claramente que un nuevo estímulo monetarista no conllevará efectos beneficiosos y que esta política es costosa a medio o largo plazo (la deuda genera unos intereses que tarde o temprano hay que pagar).

Algunos de ellos apuntan diversas cuestiones ciertamente interesantes, pero hay dos economistas que ofrecen propuestas de tipo no económico para resolver el problema. Son Imrohoroglu Ayse (Profesor de la USC’S Marshall School of Business) y Mark Zandi (Economista Jefe de Moody’s Analytics). Sus propuestas, aunque con matices, van en la línea de eliminar incertidumbre en las empresas y en el consumidor. Desde la aclaración de la política fiscal para los próximos años, a las decisiones en materias de subsidios de desempleo, regulación del sector bancario, costes laborales, seguridad social…

No es la primera vez que se resalta la idea de la “confianza” como elemento en el que se basa cualquier tipo de recuperación económica. En buena parte pienso que es así, aunque me parece una condición no suficiente para que empecemos a salir de la crisis.

En realidad, esta idea está enraizada en la teoría de las expectativas racionales desarrollada por Robert Lucas (Premio Nobel de Economía en 1995). Una expresión muy popular que ilustra esta idea es la siguiente: “para que suba la Bolsa sólo hace falta que mucha gente piense que va a subir”. Se deduce que si los agentes piensan que va a subir, se lanzarán a comprar haciendo que finalmente suba, independientemente de otras consideraciones (¿alguna coincidencia con el mercado inmobiliario español durante la burbuja?).

Sin embargo, no es en ese aspecto donde me voy a detener, ya que, pienso, hay otros realmente interesantes para solucionar el embrollo en el que estamos metidos, aun reconociendo que la “confianza” es clave en todo este asunto.

Y creo que dos de los autores plantean una medida que puede ser una de las grandes claves para solucionar este problema. Se trata de Robert Pollin, de la Universidad de Massachusetts, y Bruce Bartlett, columnista de Times y Notas Fiscales de Impuestos. Mientras que Mark Zandi, Economista jefe de Moody’s Analytics, indica que los bancos tienen mucha liquidez, pero no ofrece la solución que plantean los otros dos autores.

Éstos indican que muchas de las empresas que quedan en la economía están saneadas y generan beneficios, y que los bancos que quedan tienen liquidez suficiente, obtenida por sus propios medios o por diversas ayudas procedentes de la FED, pero que, sin embargo, no se crea empleo en la economía y ésta amenaza con quedarse estancada al estilo de la de Japón durante las últimas dos décadas (aunque coloquialmente se habla de “la década perdida de Japón”). Desarrollaremos esta idea a continuación, pero antes quiero dejar claro que no todas las empresas tienen liquidez y generan beneficios, al igual que hay muchos bancos que están al borde de la bancarrota (en la fecha que escribo, 148 bancos de EE.UU. han quebrado según información de The Economist). Esta misma afirmación se puede hacer claramente para el caso de la Unión Europea. Debo recordar que a estas alturas, la banca norteamericana habrá recibido un total de 1,5 billones de dólares mientras que la europea ha recibido unos 2,4 billones con distintos formatos y condiciones (desde préstamos hasta compra de parcial del capital de la entidad).

La solución que plantean estos dos últimos autores es que dado que la banca (en general) sí tiene reservas, que han cuantificado en un billón de dólares (casi el PIB de España), dado que la FED ya inyectó una ingente cantidad de dólares a lo largo de 2008 y 2009, presentar ahora un plan de inyección adicional de otros 600.000 millones de dólares, no va a variar la forma de operar de los bancos: éstos permanecerán sentados encima de esa ingente cantidad de dinero sin que sean capaces de transferirlos en forma de créditos a la economía real, que es la que crea los puestos de trabajo.

Y es que la forma de trabajar de los bancos centrales tanto de EE.UU. como de la UE frenan cualquier tipo de cambio que facilite el acceso al crédito de las empresas. Se trata de un sistema que podemos calificar de perverso y que consiste en lo siguiente: tanto los bancos norteamericanos como los europeos pueden acceder a liquidez a través de la FED o del BCE a un tipo entre el 0%-0,25% en el caso de EE.UU. y al 1% en el caso de Europa. Hasta ahí todo perfecto, pero el caso es que los bancos en lugar de prestarlo a las empresas y consumidores, lo que han hecho es comprar deuda pública a tipos que han llegado incluso al 4% en algunos plazos largos de amortización. El negocio es estupendo, porque tienen una excelente rentabilidad (sólo pasar del 1% al 2% supone un 100%) con un riesgo teórico cero (la UE no permitirá que ningún estado miembro quiebre, y si no, sólo hay que leer las declaraciones de los responsables políticos en estos últimos días en relación a la difícil situación de Irlanda). Por si fuera poco, tanto la FED como el BCE “premian” los excesos de liquidez al 0,25% (hay que recordar que ese porcentaje era del 1% para el caso de la UE al comienzo de esta crisis, y algo superior anteriormente).

Por tanto, si aplicamos un poco de lógica a todo este sistema, si sabemos que para la banca le es rentable económicamente disponer de un exceso de liquidez que podrá rentabilizar con la compra de deuda pública, sin riesgo, y con una retribución adicional del 0,25% por parte de la FED o BCE por los excesos de reservas no aplicados, es la principal interesada en una política monetaria expansiva como la planteada por la Administración Obama.

Digamos que todo este sistema está pensado para que la banca gane dinero, sin riesgo alguno y sin tener ninguna obligación legal de prestarlo a la economía real.

Con una situación de paro elevada, especialmente en la UE, y más concretamente en España, que acumula el 60% del total de desempleados, podemos calificar este sistema como “espanto” político-económico.

¿Qué hacer entonces para que la banca preste dinero?

Tocarles el bolsillo. Se puede nacionalizar como plantean algunos grupos, pero hay mejores soluciones desde el punto de vista de la eficiencia y sin espantar a los inversores. Se trata de una solución que ya desarrolló Suecia durante su crisis financiera de principios de los años 90.

Al margen de otras medidas que puso en marcha el Gobierno sueco, como garantizar la deuda bancaria o la nacionalización o compra parcial de bancos en situación de insolvencia, capitalización posterior, saneamiento y al final privatización, lo que realmente hizo bien el Gobierno sueco fue imponer un impuesto a la liquidez excesiva de la banca.

En palabras del mismo Robert Pollin, hay dos propuestas claras: la de la zanahoria y la del “palo”. La zanahoria en el sentido de ampliar las actuales garantías de préstamos federales (igual que hizo Suecia durante los 90). Las PYMES serán las primeras beneficiarias ya que los créditos que obtienen son respaldados por la garantía del Gobierno. El Gobierno español puso en marcha esta medida a través del ICO, con muy escasos resultados, como se puede ver por los datos tanto del PIB per cápita, como de la tasa de desempleo, los mejores indicadores, desde mi punto de vista, del éxito de cualquier política económica.

“Palo” en el sentido, y aquí está la clave de la cuestión, de aplicar un impuesto entre el 1% y 2% sobre el exceso de reservas en los bancos. Así tendrán un incentivo contundente para destinar esos recursos al crédito de la economía real, eliminando posteriormente las altas tasas de desempleo.

Ésta es la clave de la cuestión embarazosa de tener que obligar a los bancos a prestar sin la necesidad de proceder a nacionalizaciones que generan incertidumbre y dudas sobre las economías y los Gobiernos.

El plan de Obama, salvo cambios de última hora, si no va acompañado de estas medidas, supondrá incrementar las reservas de los bancos, aumentar sus beneficios, generar más capacidad de compra de deuda pública con unos suculentos márgenes, y nada más. La economía real no podrá acceder al crédito, no podrá invertir y las tasas de desempleo perdurarán en el tiempo.

El plan de Obama es fantástico para la banca, pero no para la economía real.

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26 pensamiento sobre “¿Propuestas para fallar?

  1. valentinmedina

    Estimados usuarios:

    Tras la lectura del artículo, concretamente en su último apartado de poner un impuesto sobre las reservas me parece erróneos.

    El problema lo he mencionado en otros comentarios, «se ha perdido la esencia de ser banquero» y la solución como he comentado anteriormente no es poner impuestos, ya sean a las reservas, beneficios, etc, y porque no hay que engañarse, esos impuestos que menciona el autor no lo paga la entidad, sino los propios clientes de la misma ya que se le repercuten.

    Lo he escrito en muchas ocasiones «La solución al problema es a su vez un problema»

    Un saludo.

  2. I Landero

    Te felicito. Creo que el problema de fondo es la malísima gestión de los directivos bancarios – malísima para la Economía real, que no percibe créditos de los Bancos ; buenísima para los Bancos, que se hinchan a ganar dinero con puras especulaciones que no crean riqueza real -. El problema está en lo mal que gestionamos nuestras Organizaciones : nuestras Empresas, nuestras Administraciones públicas, nuestros sistemas políticos. Ha fallado el «sistema nervioso central» de la Dirección de las Empresas humanas. Porque las dirigimos como si estuviéramos en el siglo XIX. No queremos entender que son Sistemas complejísimos que exigen nuevas técnicas de dirección. Para que funcionen bien. Para que los Bancos dén créditos.

    Hace falta un «lavado de cerebro» en masa, a nivel mundial. Que no se consigue explicando las mismas caducas teorías en las Universidades y MBA. Las grandes crisis históricas son la escuela donde aprenden las Naciones. Estamos todos sentados en los pupitres. Y mientras no aprendamos bien la lección, seguiremos anclados en esta crisis.

    ¡Claro que hay que poner impuestos a los Bancos! Y también cambiar nuestra forma de pensar. Todos al cole, otra vez, a aprender en serio…

  3. Pau Llanes

    Es una locura… tan contradictorios análisis, conclusiones y propuestas de soluciones sólo expresan una cosa: es una locura, no hay dónde agarrar o sostener al sistema… el sistema se sostiene sólo por el mercado de deuda y por las apuestas financieras a ver quién pierde y cuánto… qué locura… la economía se muerde la cola… Estados Unidos juega al póker descubierto, el más truhan de todos, dicen qué cartas tienen, es decir con cuales van a apostar: una super emisión de dólares que sin duda provocará inflación… y que por lo tanto, con perversidad y alevosía, significará una depredación dicen que “controlada” de su moneda (es decir, les hará más competitivos comercialmente), una “liquidación” porcentual muy importante de su deuda, mayor liquidez interna para el gasto público y particular (no olvidemos que la aportación más cuantiosa al PIB norteamericano procede del gasto de consumo interior)… y de paso bajarán los humos (es decir las reservas de dólares de las economía emergentes, sobre todo China, Corea e India), abocarán a Europa a la ruptura del pacto del euro, y de paso volverán a ligarse a su vera a las demás economías americanas (en particular México, Brasil, Colombia ––ojo con Colombia––, Chile y Argentina)… a Japón sólo le toca seguirle el juego (así se lo han aconsejado)… Alemania irá por libre haciendo valer su poder productivo y su condición de “jefa” del corralito europeo… ¿y Rusia?… ya saben cómo puede armar un follón por menos de nada, es un decir, con sus “explotaciones” energéticas, su vodka y sus “dosieres” a peso de oro… ¿saben qué es un terremoto perfecto de la economía?… pues lo vamos a conocer en su más extrema virulencia en unas semanas… en Navidades más o menos, según las reglas centenarias de los complots universales, cuando la gente esté de vacaciones, cuando los políticos y los ejecutivos se encuentren relajados y confiados cantando “noche de paz” y todo eso… a lo peor el día de los Santos Inocentes, para que duden incluso los más ingenuos de que sólo se trata de una inocentada… habrá “defaults” por doquier, bancarrotas, mensajes lacrimógenos de dirigentes de toda talla, las gentes irán a sus bancos a reclamar sus dineros… ¿qué dinero?… sólo porcentajes de deuda propias o ajenas en pósitos adhesivos de color amarillo (el de la locura) para llevar en la frente, a canjear el siglo que viene… ay, y los tsunamis consiguientes… unos cuantos atentados con petardos en las “cities financieras” de todo el mundo mundial… y no de fiesta sino de llamada a la rebelión… y a todo esto, ¿qué va a decir China? ¿Se le calentarán los huevos a su Tigre?… ¿el ejército chino se va quedar simplemente pasmado viendo pasar las manifestaciones por sus calles?… no creo… ni tampoco que los halcones norteamericanos se queden de brazos cruzados… no hay salida sin una explosión descontrolada y volvamos a empezar… no hay remedio sin la gente acojonada, metida en sus casas, sin dinero de veras, apenas con reservas para unos días… en ese estado de shock cataléptico que parece muerte en vida… entonces sí… en esa ruina sí que se pueden tomar decisiones drásticas, las más duras que cabe imaginar, hasta heroicas… los especuladores y los grandes bancos ya no podrán comprar más billones de monedas y deuda con sólo un 2% de su valor nominal para ganar de una tirada al menos el 100% de su apuesta (segura)… los políticos dejarán de jugar con los impuestos de la gente y cualquier tipo de tasas porque la gente se cabreará mucho, pero que muchísimo, y al menos por un tiempo se declarará insumiso fiscal como poco… y la van a armar pero fuerte, aunque sólo sea para sobrevivir… no hay salida, así que venga pronto… hay que llegar hasta las últimas consecuencias… el terremoto perfecto está a la vuelta de esquina, en Navidades, ya verán… sólo hace falta unas cuantas declaraciones de bancarrotas bancarias, corporativas y/o nacionales… un aumento inmediato de las tasas de interés… un “default” de la deuda norteamericana en manos extranjeras, una fuerte retirada de capitales externos de los Estados Unidos (fondos soberanos, capitales “petroleros” de Medio Oriente, inversiones chinas y japonesas… dientes de tiburón en las bolsas, un día sí y otro también… una devaluación severa del dólar anunciada con lágrimas en los ojos por Obama y retrasmitida por todas las televisiones e Internet a escala global… ¿Y el FMI?… de vacaciones de Navidad, por supuesto…

    Ay, qué pesadilla… por dios. Creo que me he pasado un poquito de tequila… me he quedado “frito” y he soñado este apocalipsis del Sistema económico mundial… menos mal que he podido recordar algunos detalles y sentimientos de angustia… y he venido a la laptop a escribir a ráfagas lo menos espeluznante de mi pesadilla… qué alivio, poder escribir un presentimiento sin que necesariamente vaya a suceder… ufff… qué suerte los humanos que podemos soñar pesadillas que no sean realidad… ¿O sí? ¿Por qué no?… Por si acaso, no gasten mucho en turrones y juguetes esta Navidad…

    Saludos, despierto, todavía sobresaltado… Pau Llanes

    1. Maytreya

      Y ¿para que nos va a servir el dinero si llega el Apocalipsis del Sistema? Mejor nos lo gastamos todo en Navidad igual así llega otro sistema.

  4. Montenegro

    Si la cuestion es establecer un impuesto que grave el exceso de liquidez, lo que haran los bancos sera comprar mas deuda publica y asi no tendran liquidez que pueda ser penalizada.

  5. vanmergeren

    Hola a todos,
    «There is the possibility … that after the rate of interest has fallen to a certain level, liquidity preference is virtually absolute in the sense that almost everyone prefers cash to holding a debt at so low a rate of interest. In this event, the monetary authority would have lost effective control.»

    – John Maynard Keynes, The General Theory

    Pero por desgracia, lo que empeora la situación antes descrita por el propio Keynes conocida como ‘trampa de liquidez’, que es cierto que él solo apuntó, y dejó para el desarrollo de otros -p.ej. Hicks- es que los uberkeynesianos, hoy al timón de todo en todos los sitios, están convencidos, creen con fe, que un incremento en el suministro de dinero tendrá como resultado directo un incremento del PIB porque asumen con esa misma fe antes mencionada que la VELOCIDAD DEL DINERO no disminuirá en proporción a la inyección monetaria. 
    Pero, repito desgraciadamente, para nosotros, los sufridores de los errores de toda esta gente, esta ‘religión’ no se sostiene con los datos históricos, especialmente cuando estamos muy próximos al interés 0%, como sucede hoy en día.
    Con dinero regalado, bancos, entidades y particulares, vemos más interesante guardar el dinero que arriesgarlo en préstamos. Es así de sencillo.
    Reciban un cordial saludo,
    Van

  6. mjm

    Gracias Manuel Caraballo por el artículo.

    Intentando ser breve diré:

    -La situación que vivimos actualmente no se parece nada a situaciones anteriores. Hay incluso variables correlacionadas hasta ahora por modelos, que ahora no cumplen reglas.

    -No todos los países son iguales, por eso no vale generalizar políticas.

    -Distinguir entre austeridad de tipo de gasto. No es lo mismo promulgar austeridad en asuntos superfluos que austeridad en no invertir, en comunicaciones, por ejmeplo.

    -Los economistas disponen modelizaciones econométricas y de optimización que no veo se estén utilizando como ahora es preciso, ni para analizar lo que ocurre, ni para buscar soluciones.

    -respecto al tema de la confianza, da igual que confiemos si no hay opciones

    -respecto a los bancos, tienen que recolocarse en el lugar que les corresponde. El dinero es un instrumento, no un fin en si mismo.

    Un saludo

    1. atati

      «El dinero es un instrumento, no un fin en sí mismo». Sí amiga Mjm, así debería ser, y espero que algún día sea así, pero mientras tanto, habrá que seguir sufriendo las consecuencias de la avaricia y la ineptitud. Un saludo.

    2. vanmergeren

      Estimada Sra Mjm,

      Dice Ud:
      ‘La situación que vivimos actualmente no se parece nada a situaciones anteriores. Hay incluso variables correlacionadas hasta ahora por modelos, que ahora no cumplen reglas’.

      ¿Hasta qué punto los propios instrumentos de análisis que se están utilizando para sondear la situación actual son en realidad elementos contribuyentes a la aberración de la imagen que reflejan debido a su propio desfase? Hoy en día, cualquiera que tiene una avería en la carretera arregla el coche con el móvil en vez de con su vieja caja de herramientas, que por otra parte no serviría para nada.

      Pongo por ejemplo la inflación subyacente, que tanto gusta a los monetaristas; mas en estos tiempos. Fijandonos en ella a la hora de tomar decisiones, generalmente tendentes a evitar al coco deflación, puede que se consiga la tan deseada inflación, pero precisamente donde no debería estar. Porque el común de los mortales vivimos en un mundo donde consumimos alimentos, utilizamos servicios administrados y concertados -gastamos en gasolina, pan, autobus, gas, luz, teléfono y ese tipo de cosas. Justo lo que queda fuera de la inflación subyacente-.
      Pero cuidado, porque las inyecciones masivas de dinero, tendentes en primera derivada a la devaluación de la divisa, no van a suponer sino una subida considerable del precio de las materias primas, energía y alimentos. Es decir, un impuesto especial para los más desfavorecidos pues la subida será para este grupo desproporcionalmente alta. Y si lo pensamos bien actuará como un impuesto a la venta al por menor y por tanto directamente al consumo.
      Reciba un cordial saludo,
      Van 

  7. felix de valois

    Relata Carlos Berzosa,rector de la Complutense,cierta anécdota ocurrida hace un par de años en la London School of Economics, con motivo de la inauguración del nuevo auditorio. La Reina Isabel preguntó por qué ninguno de los grandes economistas allí reunidos había sido capaz de detectar a tiempo la gran crisis financiera que se venía encima. No obtuvo respuesta. La cita continua señalando que,con posterioridad en la que se ofrecían tibias explicaciones y excusas referidas a “un fracaso de la imaginación colectiva de mucha gente brillante”. La respuesta no está mal desde el punto de vista de alguien a quien se le ha cazado con los pantalones fuera de su lugar pero adolece de una vanalidad flagrante. En el artículo de referencia se pone también en entredicho lo que aquí en España se ha denominado el grupo de los Cien. Una cuasi corporación de Economistas agrupados en la Fundación Fedea y que suelen servir a las grandes corporaciones,sobre todo bancarias, de nuestro pais y que,aplicando nociones neoliberales tratan de afianzar sus posiciones en aras de dar cobertura a los estropicios de tales teorías.
    Pero ya sabemos algunos que una cosa es predicar y otra bien distinta es dar trigo.
    Pero no era esta mi intención,al menos en primera instancia,hablar de censuras sino de economistas y de su función en esta crisis. Como señala Berzosa,y aquí voy a colocar sus palabras que son un buen compendio de lo que algunos aspiramos a lo que debe ser en los analisis de esta crisis y al papel de los economistas: «La más importante, atribuía el despiste de la mayoría de los economistas respecto a la crisis a que la economía, como ciencia, se hubiera convertida en los últimos tiempos en una rama de las matemáticas, lo que la había alejado del estudio de los problemas reales. Hay, por tanto, economistas brillantes que, bien por el objeto de su estudio, muchas veces bastante irrelevante y sin aplicación al mundo real, o bien por la metodología que utilizan, excesivamente abstracta y formal, son incapaces de explicar lo que realmente sucede en el mundo. Todo lo que está pasando debe servir para cambiar las enseñanzas de la economía actual. No es que se descarte, por mi parte, la enseñanza de las matemáticas, sino al contrario. Considero que los economistas deben tener una buena formación matemática, estadística y econométrica, pero estos conocimientos deben ser medios e instrumentos y no fines. La formación en teoría económica es la base en la que se sustenta el conocimiento sólido de los economistas, pero no olvidemos que no solamente existe la teoría neoclásica, hay otros enfoques que, en muchas ocasiones, son alternativos».
    Lo dicho hay otros mundos…
    Saludos cordiales

    1. Elena Enriquez Alcina

      Estoy de acuerdo contigo Félix.

      La visión humanista ha desaparecido de los análisis económicos. Las variables utilizadas son demasiado abstractas, se ha desestimado algo tan importante en el mercado como es el comportamiento humano, el miedo a invertir, el miedo a gastar, las situaciones particulares de cada país. Aunque estemos en una economía globalizada, las características de la economía de un país son únicas y particulares. Alemania no es España, Japón no es China y EEUU no es Europa.
      La tradición, la cultura y el modo de vida inciden de manera importante en las transacciones mercantiles. Esa particularidades no se tiene en cuenta dada la globalización de la economía. Se consideran variables inmóviles, sin tener en cuenta estas particularidad, haría más falta algo de inteligencia emocional en este tipo de análisis, ya que el comportamiento humano no es una variable regular, y la economía está basada principalmente en él.

      Es una opinión.

  8. SOCIEDAD LIMITADA

    Buenos días, me gusta mucho él articulo publicado por Manuel Caraballo y te felicito por los datos y las expresiones realizadas.
    Dentro de todo lo que dices me quedo, como ya sabemos, con lo de los dos grandes bloques en cuanto a las iniciativas tomadas por EEUU o la tomada por la UE ¿qué escenario es mejor o peor?
    El de EEUU no me atrevo a valorarlo ya que esto con el tiempo se vera si es un acierto o una equivocación.
    El de EU es el que creo no entender muy bien, ya que hablando en términos de salud; el escenario es como si a un enfermo lo estan intentando curar para el año que viene, pero resulta que tiene una enfermedad muy grave y ahora mismo en este año se puede morir.
    En cualquier caso, como siempre, todo se resumen en que todos nosotros tendremos que pagar el coste de cualquier medida impositiva económico financiera, siempre a sido así, al final de todo siempre lo acaban pagando los mismos.
    Saludos

  9. ATOMIA

    Gracias por el artículo elaborado en el que se reflejan posibles medidas para salvarnos de la crisis pero para mí la solución tendría que estar en cambiar la forma de pensar más que en regularlo todo. Los bancos se han creado una adicción que se llama ludopatía. Se han enganchado al casino, lo que pasa es que a diferencia de los casinos reales en éste las reglas no están del todo fijadas lo que les permite aventajarse de la volatilidad de los mercados. Se pretenden realizar reformas en los sistemas financieros pero en lo que se refiere a la UE lo veo muy difícil, entre otras cosas porque de forma repetida la Comisión elige a consejeros de Goldman Sachs para que les ayuden a proceder en dicha regulación ignorando INTENCIONADAMENTE el papel que han desempeñado en la creación de la crisis, creo que 3 antiguos comisarios de la UE han sido directivos en GS (Peter Sutherland, Karel Van Miert y Mario Monti. Te adjunto la fuente http://www.corporateeurope.org/lobbycracy/content/2010/06/people-vs-goldman-sachs
    Saludos,

  10. Eliseo de Bullón

    John H. Cochrane, Joseph Stiglitz, Brad Schiller, Alicia H. Munnell, Robert Pollin, Imrohoroglu Ayse, Bruce Bartlett, Mark Zandi, Paul Krugman, Nouriel Roubini, …

    Hijos de un Dios menor.

    Los economistas. Los nuevos gurús. Los que producen crisis, retiradas de fondos, quiebras, falta de confianza en Estados, ratings, …

    ¿Hacen con su dinero personal lo mismo que ellos proponen a los Estados?

  11. ermitaño

    Felicidades por su artículo Manuel, pienso que da usted en varios clavos. Tan sólo algunas ideas que me han asaltado en su lectura:

    a) Creo firmemente que es un error continuar con los estímulos monetarios mientras no resolvamos el problema que tenemos con el yuan. Lo que está haciendo Estados Unidos con su famoso plan de los 600.000 millones, insisto una vez más, es devaluar su moneda de forma encubierta. Saben perfectamente que los bancos usarán ese dinero para comprar deuda, y saben que emitiendo más dólares, conseguirán que los chinos continuen comprando deuda a manos llenas para que el dólar no baje. Hay un juego macabro en todo ello, y Europa está en medio.

    b) La economía americana, como la española, cae porque el consumo cae y las exportaciones son incapaces de compensar la diferencia. Para hacerlo el dólar, o en nuestro caso el eur, deberían ser competitivos con el yuan, cosa imposible a día de hoy. Por lo tanto hay que estimular el consumo.
    Bien, en un escenario en el que las empresas despiden porque el consumo cae, y con ello impulsan todavía más la contracción de la demanda y del consumo, lo principal es que se frene la hemorragia de parados. Contra más ciudadanos activos, mayor consumo. ¿Qué medidas puede adoptar un Estado para hacer ésto?

    1.- Las que viene derivadas de una política fiscal expansiva: reducciones en la seguridad social -como Alemania-, moratorias extraordinarias para el pago de la cuotas en aquellas empresas que acrediten pérdidas, reducción del impuesto de sociedades ligado a la reinversión para las que dan beneficios, nuevas fórmulas de contratos por horas y de aprendizaje… Las variables son muchas. España no ha aplicado ninguna.

    2.- Las que impulsen una reducción de la deuda particular. El endeudamiento familiar es excesivo, dado que los Bancos han reducido sensiblemente su financiación al consumo. Lo hacen fundamentalmente a través de tarjetas de crédito que tasan intereses abusivos. Es importante reducir dichos intereses a niveles normales -en el entorno del 8 o 9% y no en el 22% como están ahora- para que las familias consigan recuperar algo de aire.
    En esa misma dirección la Banca debe hacer un esfuerzo importante en el tema de las hipotecas. El margen es mínimo, desde luego, pero con unos interesestan bajos como los actuales, no creo que fuera descabellado alargar el pago de las mismas con el objeto de bajar la cuota. Lógicamente, se resistirán.

    c) Es fundamental separar la Banca de inversión de la Banca comercial. Hoy la generalidad de nuestros bancos actúan en ambos campos, captando el ahorro nacional para especular fuera. Soy partidario de impulsar una ley que diferencie ambas actividades a la claras, y que impida que el ahorro nacional sirva para otros cometidos del que debería servir: financiar a las empresas nacionales, que son las que crean empleo.

    d) Es importante que el Estado aplique un plan de austeridad real. No conviene que el Estado siga compitiendo con los particulares por obtener crédito bancario, porque lo encarece. Es antiempresarial. Hay muchas partidas de las que se puede echar mano, pero creo que lo idóneo es no andarse por las ramas y recuperar competencias de forma excepcional, a la espera de una posterior reforma de la estructura autonómica. Si no ando equivocado, el articulo 151 de la CE recoge la posibilidad que tiene la Administración del Estado de recuperar competencias de forma extraordinaria.
    Recuperando competencias es muy probable que adelgacemos el peso del deficit por cuenta corriente.

    e) Recuperar la confianza. La única forma de iniciar un proceso de cambio es recuperar la confianza de ciudadanos e inversores. Se imponen medidas que vayan en esa dirección, como aprovar un paquete de avales del Estado para financiar nuevas empresas en sectores críticos, como el exportardor, así como una formula de contrato por objetivos con una baja aportación a la Seguridad social. Una especie de contrato de aprendizaje dirigido especificamente a la población de menos de 30 años.

    f) Reformar el campo. Uno de nuestro grandes activos y lo estamos perdiendo. Se impone una renegociación de cuotas agrícolas en Europa. Es importante que el Estado apueste por el mundo rural, favoreciendo la formación de cooperativas capaces de exportar y proveer a las grandes ciudades de forma directa, sin intermediarios. Una nueva Ley de intermediarios favorecería la caída de los productos alimentarios en las ciudades, abarantando el coste de la vida.

    g) es vital seguir una política de control de precios. España vive dramaticamente por encima de sus posibilidades, así que o bajamos sueldos o reducimos costes. Al control exhaustivo de la inflación deben seguirse medidas que incrementen la productividad nacional. Empenzando por la propia Administración del Estado. Soy partidario de fijar los aumentos salariales al incremento anual de la productividad.

    h) flexibilizar el mercado de trabajo. Es importante que en España la gente pueda moverse y competir. Los contratos de trabajo deben ir en esa línea, diferenciando las condiciones particulares de cada sector, pero impulsando la consecución de objetivos.

    i) Y a nivel general, asumir un patrón real de cambio. El patrón dólar está más muerto que Chanquete, en mi opinión. No es creíble.

    Gracias por todo. Saludos

  12. atati

    Supongo que habré entendido mal, y por eso lo expongo por si en efecto lo he entendido mal, porque si es como lo he entendido, me parece una auténtica tomadura de pelo.

    He entendido que los Estados dan dinero a los bancos para que éstos concedan créditos a empresas y familias, pero los bancos prefieren por aquello de mejorar sus beneficios, dedicar el dinero entregado por los Estados a comprar deuda pública emitida por esos mismos Estados, que supongo dicha deuda pública será mayor cuanto más dinero entreguen a esos bancos, ya que lo podrían emplear en pagar sus deudas en vez de dárselo a los bancos.

    Quiero creer que lo he entendido mal, porque como sea así, es para pedir que nos invadan los marcianos y nos pongan a todos, a unos por espabilaos y a otros por tontos, a recondicionar nuestras mentes con esos aparatitos tan sofisticados que se ven en las películas de extraterrestres.

    Gracias amigo Caraballo por tu didáctico artículo. Agradecería confirmación o no de mi mal entendimiento.

    1. ermitaño

      Atati,

      eso mismo está pasando en España y la gente no se entera. Santander y BBVa levan año y pico hacinéndolo. Piden dinero al BCE al 1.75% y lo invierten en deuda española al 4%. y LO HACEN PORQUE EL GOBIERNO SE LO PIDE. Y además, lo hacen con avales del Estado.

      Algunos lo llevamos denunciando meses en este mismo foro.

      Un abrazo

      1. atati

        Muchas gracias amigo Ermitaño, pero no lo entiendo. ¿Por qué el Estado no pide que le financie la deuda pública el Bce al 1,75%, en vez de pedírselo a los bancos al 4%? ¿Hay alguna ley específica que lo impide? Gracias de nuevo.

        1. felix de valois

          No le está permitido. Ademas de esta forma se consiguen otros efectos. 1,no computa como deuda pública ni afecta al déficit;2,haces un poco mas rico a alguno de tus/sus amigos y 3,que importa si al final lo pagamos todos.
          Saludos

          1. atati

            Gracias amigo Félix. Entonces el quid de la cuestión es por qué no está permitido lo que parece más sensato, y sí está permitido lo absurdo a todas luces, al margen de tus puntos 2 y 3. En cuanto al 1 no lo acabo de entender. ¿Si el dinero viene del Bce sí computa, y si viene de la banca privada, no? Saludos, amigo.

          2. Eliseo de Bullón

            O sea, que se trata de tangarle la pasta al Trichet, porque de primos no andamos sobrados.

            ¿Y el Trichet sabe lo del trile o se hace el tontuá?

            1. ermitaño

              Lo sabe todo quisqui Eliseo, menos la mayoría d elos ciudadanos. Lo sabe Trichet y lo sabe Bernanke, que acaba de desperdigar 600.000 millones a los cuatro vientos para que sus bancos comerciales recuperen beneficios de forma artificial.

              En España también está pasando. De hecho, el otro día leí una noticia de «El País» -diario independiente de la mañana- donde casi, casi se daba por bien hecho ese chollazo porque, claro, así los bancos comerciales puedne compensar las pérdidas que les origina pagar altos intereses -4%- a los ahorradores particulares. Lo que hay que leer…

              Saludos

        2. ermitaño

          Atati,

          primero disculpa por tenerte esperando. Me ha sido imposible contestarte antes.

          Veamos, entiendo tu pregunta como lo siguiente:¿qué motivo hay para que el BCE no pueda asumir directamente la deuda de España?

          Ignoro cuál es la razón real para no poder hacerlo. El BCE aprovó un plan de rescate de entidades bancarias a través de los distintos bancos nacionales (alemán, frencés y español si no recuerdo mal), para que se hicieran con cédulas hipotecarias de las entidades privadas en cada uno de sus países. Eso fue en 2009. En esa ocasión el BCE no compró directamente dichos bonos garantizados, sino que fueron los bancos nacionales, como el Banco de España, con lo que de alguna manera le estaban prestando el dinero…¿o no?

          Lo que dice la ortodoxia es que no es deseable que un Banco central compre deuda, pero lo hace. De hecho, el BCE acaba de comprar por segunda semana consecutiva deuda pública. 1075 millones la semana pasada. Así que sí se compra, pero en cantidades pequeñas. A la hora de la verdad, el grueso de la deuda se coloca en el mercado, a través de las emisiones de deuda nacionales. Son los inversores los que deciden comprarla o no: fondos de inversión, etc.

          Cuando el BCE interviene en comprar deuda en volúmenes importantes, lo suele hacer a través del eurogrupo, como se hizo en el rescate de Grecia. En esos casos, o el de Irlanda, aunque aún no está muy claro cómo se va a hacer, lo que se hace es un préstamo, directamente, que suele servir para eso: para que el país en cuestión deje de emitirla.

          Teóricamente, el BCE no debería comprar deuda de países miembros. Para éso estan los bancos comerciales, y para éso el BCE presta a los bancos comerciales con un diferencial del 0,25 con respecto al tipo oficial. Pero éso no es verdad, siempre responde a intereses nacionales. Te adjunto un link de una noticia de cuando la crisis griega para que lo veas más claro.

          http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/mercados-y-valores/politica-economica/compra-deuda-griega-del-bce-complot-frances-

          Un abrazo y espero haberte aclarado algo el asunto.

  13. Enrique N

    Muchas gracias por el artículo, Manuel, me parece un análisis muy interesante.
    A veces nos centramos en detalles y olvidamos las sensaciones. Bueno, sólo quería comentar una sensación que tengo y que la lectura del artículo ha alimentado, aún si cabe, un poquito más y que no sé si es cosa mía o alguien también la comparte.
    ¿No tenéis la sensación de que le festín de crecimiento, y sobretodo nacional, ha sido tan desmesurado y ficticio que aún nos queda empobrecernos un poco más para que los agujeros se cierren y sobre ellos podamos cimentar un nuevo crecimiento?
    Pienso que tratamos de levantarnos cuando todavía estamos cayendo al suelo. Aún nos queda golpearnos, levantarnos y sacudirnos para poder empezar a andar de nuevo con cierta garantía. Cualquier intento de recuperar el equilibrio y seguir hacia adelante durante la caída, sólo lleva a terminar cayendo un poco más adelante. Llevamos tres años tratando de recuperarnos, durante los cuales pensábamos que ya habíamos tocado fondo. Igual es que todavía no estamos allí abajo. Creo que hagamos lo que hagamos, tomemos las medidas que tomemos, todavía no podemos recuperarnos.
    Pienso que el crédito todavía no puede volver a “la economía real”. Me daría pánico que los bancos empezaran a prestar dinero a las empresas, aunque como autónomo me encantaría que lo hicieran, incluso que pusieran una máquina de hacer billetes en cada esquina. Pienso que el sector bancario todavía no está recuperado y que es eso, precisamente, lo que se está tratando de hacer con esas medidas que se comentan en el artículo, fortalecerle para que vuelva a desarrollar su función social, mientras van deshaciéndose del peso inmobiliario con el que cargan y que les llevará un tiempo.
    Al final, habrá análisis de por qué se salió de la crisis, cómo y cuándo, pero tengo la sensación de sólo se trata de repartir pobreza, o retirar falsa riqueza, delicadamente, mientras pasa el tiempo necesario para que esto ocurra.
    Sólo quería comentaros mi sensación, en ocasiones nos olvidamos de ellas y en ellas está, escondida a menudo la verdad, aunque sean difíciles de interpretar.
    Otras veces, son simplemente sensaciones, alimentadas por el desconocimiento.
    Un saludo a todos.

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