Mar Mariba
Ruido, insultos, humo, ira, ego, apego, instintos, ello, gritos, contaminación, apatía, violencia, desidia, corrupción, dolor, profanación, dogma, envidia, acedia, residuos, velocidad, tristeza, angustia, miedo, vacuidad, arrogancia, falsedad, sufrimiento, pulsión, vértigo, avaricia, descontrol, humillación, instigación, crueldad, basura, odio, malestar, oscuridad, lujuria, maltrato, hambre, enfado, castigo, culpa, frialdad, carencia, ignorancia, repugnar, indiferencia, desdén, enemigo, muerte.
El caos. El universo material tiene una tendencia sutil o abrupta a degradarse, lo lleva en su naturaleza íntima, está escrito en la estructura molecular del sistema de las cosas sensibles. El exterior, la realidad tangible, aquello que es corporal, que vemos y percibimos con nuestra facultad sensitiva, la parte primitiva que nos pertenece, se transforma por segundos, se modifica heraclitianamente, se descompone, evoluciona, cambia, se mueve en el desorden, se retuerce, muta, hostiga y clama por expresarse en las diez mil cosas que la componen.
Todas las posibilidades se dan a la misma vez. Es curioso como ante esta máxima científica moderna, cuando se observa en derredor, este caos que circunda y que parece ser la elección del observador ante lo posible, influye en el ser humano de una manera voraz, nos engulle, nos salpica, nos ensucia, nos provoca, nos arrastra a ser, entre todas nuestras posibilidades, no la mejor, sino la que más lejos está de ésta. Nos deshumaniza, nos descataloga de nuestra esencia vital, nos impide evolucionar, nos ancla en una espiral infinita de dolor y sufrimiento, somos llevados por las peligrosas corrientes de la degradación de la materia, nos creemos que somos parte de ello, no más, la vida es así y hay que tragar quina.
El caos vence, el corazón del hombre se duerme y el alma y el espíritu parten a esperar que vuelva la Conciencia que todo lo integra, en algún punto del universo. Enfermamos de la soledad del Ser, de un exceso de individualidad, de ego mal domado, de mil apegos inservibles, de palabras vanas, de pensamientos inconclusos, nos volvemos entes vacíos que reaccionamos por impulsos, influidos, sin control, por energías densas que nos desconectan del Todo, en cualquiera de sus expresiones místicas.
El silencio de los ojos cerrados, el silencio de acallar los pensamientos, el silencio de sentir el latir del Orden eterno que aguarda en el corazón humano, el silencio del amor, como un pestañeo, un guiño, un soplo tenue, prístino, de nuestra naturaleza divina. Y el alma vuelve porque nos hemos callado, la hemos legitimado distanciándonos del caos, desprendiéndonos, en silencio, de lo que sobra en la esencia del Ser que somos, y el Espíritu torna porque le dejamos un lado, le hemos autorizado, hemos tomado conciencia de que no sólo somos un cuerpo sujeto al devenir constante del caos, somos algo más, una parte del Todo que sólo se percibe cuando se entra en el interior de uno mismo, en el interior del Ser, que espera (tanto).
Ese silencio, esa distancia, esa calidez del recogimiento interior, ese control del pensamiento, sereno, adecuado y claro, ese Sentirse parte de un Misterio abrumadoramente acogedor y lúcido, nos otorga conciencia, nos limpia los sentidos, nos regala vislumbrar que entre todo ese caos exterior, si cerramos los ojos y sentimos nuestro Ser, hay un Orden perfecto, hay un estado divino latente, despierto, valiente que nos permite ver, Ser y Sentir.
Y la atención consciente que se engendra en ese estado humano de meditación, de experimentación interna, al abrir los ojos, al dejar el silencio que sereno brota de la fuente de uno mismo, el Ser debe mantenerse despierto para santificar el pensamiento, la palabra y la acción de todo comportamiento humano, neutralizando el caos; construyendo un entorno digno, cristalizando las potencialidades de la humanidad en toda su complejidad, desde la propia parcela vital propia; haciendo manar la armonía, la alegría y la bondad necesarias para que rija el Orden en el caos, para que se bendiga la Vida en toda su extensión: desde poner la mesa hasta entender, desde el respeto, la visión contraria del otro.
Todo en ese caos que degenera son posibilidades de mejora en nuestra evolución espiritual si sabemos aprovechar lo único que existe: el momento atento, libre y consciente. Cada pequeña y gran cosa de la vida son oportunidades para dejar que Dios se experimente a través de nosotros. Tenemos que empezar a dignificar y a bendecir esos momentos como si fueran altares de lo posible, cada uno de ellos y a expresarnos, en cualquiera y de forma atenta, en nuestra mejor versión, la auténtica, la que permite estar con absolutidad, la que fluye desde el interior profundo del Ser despierto, recolector de los aprendizajes que los tempos del exterior van marcando.
La mirada interior dota del silencio que neutraliza el ruido exterior que nos desacraliza, dando serena conciencia de nuestra verdadera naturaleza divina: hay que aprovechar cualquier oportunidad para desarrollar la conciencia porque nos empeñamos en pensar como hombres cuando lo podemos hacer como dioses; quizás ahí radique la paradoja.
Poner la mesa,
Buenos días:
El recogimiento del espíritu en uno mismo siempre me ha parecido una huida hacia delante, un secreto mal llevado, cualquier cosa superior que exista esta en el mundo, en las cosas terrenales, en definitiva en los demás, alzar el alma significa para mí el comprender a los otros, las ordenes de clausura que además de la obediencia tiene el silencio como mandato, se recluyen, para pensar en sí mismos, como vía de comprender a los demás en su caos, pues eso es el mundo un estado de cosas de frágil equilibrio en el cual nuestro ser esta incluido y dicho por un clásico “el movimiento se demuestra andando” y añadido por mí como única manera de comprenderlo.
Buenos días amig@s del foro.
Como un filtro que acumula impurezas nuestro interior necesita limpiarse para no obstruirse. Si el filtro no estuviera, las impurezas pararían la máquina. Si el filtro se obstruye, también.
Para actuar como Seres Humanos necesitamos filtrar las impurezas que recibimos de nuestro entorno. También limpiarlas para que el filtro no se obstruya. Sólo limpios de impurezas tendremos un funcionamiento óptimo como Seres Humanos en armonía con los Seres Humanos.
Crees que sólo recibimos impurezas del exterior?
No. La mayoría de las veces las producimos nosotros mismos.
Tenemos, algunos más que otros, acumulados dentro odio, rencor, envidias, egos, mezquindad…., que nos hecen rechazar y convertir en malos a los que tratan de hacer el bien.
Ya sabes, esos defectos de fabrica, inherentes al ser humano.
Nacemos con el interior puro. Nacemos con nuestros defectos de fábrica. Y día a día recorremos nuestra vida.
Un caminar en el que el interior de cada uno, ese que nace puro, va recorriendo kilómetros. Unas veces respiramos aire puro. Otras veces nos manchamos de barro. Barro que puede limpiarse o barro que puede dejarse. Un interior que siendo puro se mancha, y un interior que manchado puede purificarse.
Permitiendo un interior sucio, no haciendo nada por purificarlo, permitimos que el odio, rencor, enviadia, ego, mezquindad,… se adhieran a nuestro interior ensuciándolo. Si una vez sucio seguimos tolerando mas suciedad, generaremos comportamientos cada vez mas caracterizados por el odio, rencor, envidia, ego, mezquindad,…
No es que el Ser Humano lo produzca o lo tenga dentro, es que una vez la suciedad se instala en el interior la tolera y no hace nada por limpiarla.
Ese es el gran defecto de fábrica que nos caracteriza a muchos. Nuestros limpia parabrisas no funcionan. Acumulamos la suciedad hasta que la vista se nos nubla y terminamos por estrellarnos. No es que como Humanos produzcamos la suciedad con la que el parabrisas se nubla. Es que la suciedad no la limpiamos. Y terminamos por estrellarnos.
Gracias Mar por este art., es de los que hacen pensar en nuestros «propios adentros» y eso es duro.
Es difícil reconocer que creamos y vivimos en el caos, o que llevamos a los demás a ese caos.
Hay en mi casa de Burgos enmarcado este soneto que desde niña leo y que con toda la humildad que cabe en mi, trato de entender:
Gracias Mar por este art., es de los que hacen pensar en nuestros «propios adentros» y eso es duro.
Es difícil reconocer que creamos y vivimos en el caos, o que llevamos a los demás a ese caos.
Hay en mi casa de Burgos enmarcado este soneto que desde niña leo y que con toda la humildad que cabe en mi, trato de entender:
La felicidad en este mundo
Posted on 24 Agosto, 2010 by Doña Jimena
La versión al castellano del soneto compuesto en francés por Cristophe Plantin (1514-1589) y que era el architipografo real en Amberes, dice:
“Poseer una casa confortable y cuidada,
y un jardín perfumado, con frutales en flor,
buenos vinos añejos, ni lujo ni esplendor,
y unos hijos tener de tu esposa fiel y amada.
Evitar deudas, lances, huir del amor loco,
tener con los parientes toda herencia partida,
no esperar de los grandes, contentarse con poco
y ajustar tus propósitos a una docta medida.
Cultivar la franqueza y huir de la ambición,
la Ley de Dios practicar y vivir con devoción,
ser de la pasión propia un amo autoritario.
Conservar el espíritu libre y el juicio fuerte,
amar las tradiciones …..
y esperar en tu casa, dulcemente el final”
Parece bastante sensato, aunque difícil de poner en practica en todos sus “consejos”.
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«¿O es que vas a ver con malos ojos que yo sea bueno» (cfr. Mt 20, 15)
La autora del texto parece no comprender que poder trabajar en la viña del Señor es un don divino. Jesús nos deja claro en la Parábola de los obreros de la viña que son diversos los caminos por los que Él nos llama.
Moraleja: con malos ojos no podemos pensar como dioses.
P. S.: Eso de «la conciencia…» es un invento de hombres, no de Dios.
No entiendo compañero Socrates, que ves tu en el texto, que te haga decir que,
» La autora del texto parece no comprender que poder trabajar en la viña del Señor es un don divino. Jesús nos deja claro en la Parábola de los obreros de la viña que son diversos los caminos por los que Él nos llama».
Cuando yo, fíjate que entiendo que habla precisamente de encontrar cada uno su camino para que hasta » Poner la mesa» sea un don divino.
Moraleja: con malos ojos, no podemos pensar como dioses…desde luego…
Saludos
Estimado Sócrates,
“¿O es que vas a ver con malos ojos que yo sea bueno” (cfr. Mt 20, 15) Indiscutiblemente en esta sociedad se ve con malos ojos la bondad… la pregunta es ¿qué podemos hacer para que así no sea?
Respecto a las conciencias te he hecho un guiño en otro comentario sobre ella (P.S.)…, pero no te hagas ilusiones, mi Dios no está dentro de esas iglesias tan católicas apostólicas y romanas, mi Dios se encuentra en la mirada de los que se quedan mendigando en las puertas de esos templos y en todos aquellos a los que peyorativamente denominas parte de la plebe, ocurre que tu Dios y el mío son un mismo espíritu, y a los desamparados y a esa plebe, sea de sabios o de ignorantes, también los quiere Dios, y quizá quiera más a los ignorantes porque ellos siempre tendrán el privilegio de disfrutar de las cosas sencillas de la vida, por eso son bienaventurados.
Un abrazo.
‘Altares de lo posible’ o ‘No hay límites, Juan, no hay límites’ que contaba el otro mientras volaba…
De todas formas:
‘Cuando el de la Esquina me confunde
no hay diccionario
capaz de descifrar
la imprevista dualidad que me atormenta’.
No sale gratis acudir a esas citas que propones ni acaba siendo todo bello y maravilloso…
Al final no podemos decidir no dormir con nosotros mismos.
Buena semana para todos.
Hay personas que no pueden dejar de hacer nada para evitar encontrarse consigo mismo, tienen miedo de mirarse por dentro.
El día en que nos encontremos preparados para morir en cualquier momento, el mundo será otro.
Lo que ocurre es que algunos piensan que no van a morirse nunca.
P.S. Quien traiciona a su conciencia está traicionando a Dios
«El día que nos encontremos preparados para morir en cualquier momento, el mundo será otro». Gran frase y gran verdad que resume el sentido del para qué venimos a este Mundo. Gracias estimado Alf.
Somos capaces de «reponer» un hueso roto, capaces de hacer transfusiones de sangre, e incluso somos capaces de parar la vida durante unos instantes a una persona y volversela a dar. Todo organo se puede suplir por uno hecho por el hombre, pero el cerebro es el unico organo que no podemos sustituir.
La mente humana es el verdadero universo por descubrir.
Somos seres muy muy pequeños, no sabemos ni como son los dioses, y aun asi nos atrevemos a creer que podemos pensar como ellos. Somos osados y vanidosos.
Gracias por su escrito.
EOLO
uuuuuuffff
Buenos días.
El camino hacia nuestro interior por medio de la meditación y la reflexión personal es la única vía posible de construirnos y crecer. En pequeños actos íntimos,discretos,personales esta la reconciliación del ser humano con una instancia superior (con Dios) y por defecto con los que nos rodean.
Los pequeños actos en el ser humano son los que le orientan y depuran para llegar a los demás y cimentar la conciencia general para constituir una sociedad mejor.
Para poder correr antes hay andar y si quieres andar el suelo es tu mejor aliado….
Un saludo.
Río.
Perdonarme si le quito misticismo al debate. Pero creo que antes de juzgar al Ser Humano hay que tener claro lo que es, lo que somos. Y es que somos un animal más, aunque comamos con cuchillo y tenedor, con servilletas Francesas y con vajilla de Tiffanis somos un depredador más. Aunque estemos socialmente más o menos organizados, con líderes o sin ellos… llevamos innato el intuitivo espírtu de supervivencia, por más que creamos en Dioses, tengamos monasterios, miremos enuestro interior…. somos violentos, y no debe exrañarnos, lo somos por naturaleza. El hombre es violento.
Hago toda esta reflexión para mostrar mi opinión sobre el dramático y buenísimo texto. Y es que yo considero una situación caótica cuando algo se podría haber hecho mucho mejor con las herramientas que se cuentan. Pero es que nustra herramienta es la que es, el hombre. Y es como es. Violento.
Por ello yo soy más optimista, quizá veo lo mismo pero desde un prisma más lógico para no frustrarme, entediendo que no podemos cambiar nuestra condicíón y entendiendo lo contrario como todo un logro de nuestro ser. Que estemos organizados, que hayamos desarrollado estados de bienestar, que pensemos unos en los otros, que existan fundaciones, personas que dan su vida a servir a los demás… ¡¡ Eso es lo que no es normal !!, ¡¡ Y lo hemos conseguido !! Existen personas bondadosas, personas que no conocen la envidia insana, personas no codiciosas, personas que piensan más en el bien colectivo que en el bien propio, todo eso es un gran logro y deberíamos estar de celebración por ello. Eso sí, pretender que todos los humanos sean así es no entender nuestra condición y entrar en un bucle de frustración constante.
Hoy estoy feliz, hoy es un gran dia, la compañía es grata y el articulo es buenísimo, gracias a todos por todo. Que tengais un día especial.
Meizoso,dices al comienzo de tu aportación: «…Y es que somos un animal más…»
Me has recordado el libro:
«Lobos Capitalistas» de Alberto Lafuente y Ramon Pueyo. Los grandes despropósitos, la avaricia,….
El caos. Como dice la articulista.
Saludos.
No he tenido el gusto de leer ese libro Marien, ¿me lo recomiendas?.
Espero que no hayas malinterpretado esa expresión, no he querido menospreciar la figura del ser humano. Pero como no podía ser de otra manera por nuestra estructura de pensamiento todo parece girar al rededor de nosotros. Fíjate que hasta hemos nombrado diferentes creadores de nuestro ser como si fuéramos el único fin de entes todopoderosos, tenemos por costumbre creernos lo más importante de la naturaleza y de la vida, creemos que todos ls demás seres están ahí sólo para acompañarnos y facilitarnos nuestra supervivencia, incluso somos capaces de pensar que somos el único ser vivo que habita un planeta con determinado dominio sobre otros seres del universo. Todo se ve caótico cuando sobrevaloramos nuestra función o existencia, la autora del artículo invita con muy buen criterio a mirar hacia detro, por aportar otro punto de vista yo invito a tratar de vernos desde fuera.
Un abrazo compañera,
Gracias Mar Mariba por compartir tus reflexiones sobre el Tema.
Existen multitud de vías, y no necesariamente las catalogadas como «espirituales», para intentar hacer las paces con nosotros y con todo lo que consideramos externo.
Como señala alf-iris, la cercanía de la muerte o la vejez son la última oportunidad de soltrar lastres y conseguir dejar de oscilar entre extremos, para anclarnos finalmente en «el momento atento, libre y consciente», como comentas.
Buen día.
—
Cómo meditar:
http://www.youtube.com/watch?v=-sGmNXt7E2s
Concluyes tu artículo diciendo que nos empeñamos en pensar como hombres en lugar de pensar como dioses.
Yo creo que no es empeño sino decisión personal que nace de la libertad de cada uno de elegir lo que queremos en cada momento. Si el individuo elige volcarse hacia el exterior que duda cabe que esa decisión debería estar precedida por una reflexión que baraje el riesgo que conlleva su elección. Si elijo mezclarme en el caos al final lo encontraré. Otra cosa es que yo quiera poner orden en el caos trayendo consciencia y presencia en donde exista confusión.
El retirarse del mundo es probablemente una buena decisión pero no siempre es posible.
Yo propongo estar en el mundo pero sin ser de él y para ello no hay mejor herramienta que la que nos proporciona el silencio y el distanciamiento que lleva aparejado.
Gracias Mar por tu reflexión que consuela!
Desde el plano sicológico, el caos mental es lo que vemos cuando cerramos de verdad los ojos. Si nos sentamos y tratamos de concentrarnos, por ejemplo, en la respiración nos daremos cuenta de que al poco tiempo nos vienen pensamientos que nos sacan de la concentración. El ejercicio consiste en darnos cuenta y volver a la concentración. Sin intentar evitar los pensamientos. Y seremos conscientes de que debajo de los pensamientos hay alguien. Y de que yo no soy mis pensamientos.
Pienso, luego existo.
Pero si no pienso también existo.
Cuando ponemos la mesa, y sólo ponemos la mesa, concentrados en poner la mesa, sin que la mente divague simultáneamente y nos quite de la consciencia de poner la mesa, estaremos en un aquí y ahora.
Y siempre estamos en el aquí y ahora, aunque la mente nos lleve al pasado o al futuro. O sea, la consciencia no está aquí y ahora, pero el resto de nosotros sí lo está.
Siempre lo está.
La consciencia del aquí y ahora.
Gracias!
«La verdadera belleza está en la mente. Cada mañana «maquilla» tu mente, así podrá brillar con su belleza original»
Se me olvidó darte las gracias por el artículo, Mar.
El artículo invita a reflexionar, yo lo he leído varias veces.
Amo la vida, que nadie me malinterprete, pienso que somos muy afortunados de ser lo que somos, de poder mirarnos las palmas de las manos y girarlas… pero la muerte tiene que ser preciosa.
Lo dicho, muchas gracias.
En el interior se construye la cuna del alma que se mece con nanas de silencios. Se alimenta el propósito de la vida y el triunfo de la muerte. En el otro que nos precede, se fabrican los pocos intentos de ser como debemos y no quien queremos y no como nos quieren. Desde lo profundo se escucha una cierta verdad, no por ser cierta sino por escasa y preciada, anticipo de otra mas aunténtica. Dentro de cada uno está la salvación y la vida. La comprensión y el perdón. El reconocimiento y la tolerancia. La sonrisa colectiva y el amor.
Pero fuera…fuera, está la escalera y el laberinto. La duda y la pasión. La palabra medida, la cortada, la no dicha y repetida hasta la saciedad. El llanto y el castigo, la enseñanza y el pleito. Si no, ¿que sentido tendría estar?. Ya hemos hablado de esto, querida amiga. Ya sabes,como pienso. Yo… siempre entre dos mundos. Un bello artículo. Muchas gracias.
Bonito articulo Mar.
Ruidos que desordenan pensamientos, palabras que nos alejan de significados, silencios que se acercan de puntillas y descubren conversaciones que la palabra no entiende, que el ruido no roza ni enmudece.
Silencio en el que el tiempo parece ausente.
Detenerse, buscarse, para saber valorar y disfrutar de cada instante, poniendo Amor y cuidando cada detalle de esa mesa o de lo que hagas cada día, en cada momento, porque en cada pequeño detalle esta tu ser ofreciendo lo que tu voz no alcanza.
Conversaciones que fluyen del ser, de Alma a Alma, que aún en la ausencia no conocen la soledad ni la distancia.
Gracias Mar Mariba. Buenas noches a todos.
Azul cielo el pensamiento
Salta a gris en el comportamiento
Las encrucijadas cotidianas
vamos resolviendo en negro…
Pintemos en blanco las palabras
en oro los sentimientos
de rosa todos los gestos
borremos los trazos de resentimiento
Las obras más bondadosas
los momentos más bellos
requieren acompasar nuestros corazones
palpitando en mudo silencio
Gracias por tu artículo
Mi visión positiva, el caos es el principio del orden. Este relato que sigue a continuación está grabado en nuestros genes
Génesis
Capítulo 1
1 En el principio Creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y Vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se Movía sobre la faz de las aguas. 3 Entonces dijo Dios: «Sea la luz», y fue la luz. 4 Dios vio que la luz era buena, y Separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Dios Llamó a la luz Día, y a las tinieblas Llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer Día. 6 Entonces dijo Dios: «Haya una Bóveda en medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas.» 7 E hizo Dios la Bóveda, y Separó las aguas que Están debajo de la Bóveda, de las aguas que Están sobre la Bóveda. Y fue Así. 8 Dios Llamó a la Bóveda Cielos. Y fue la tarde y fue la mañana del segundo Día. 9 Entonces dijo Dios: «Reúnanse las aguas que Están debajo del cielo en un solo lugar, de modo que aparezca la parte seca.» Y fue Así. 10 Llamó Dios a la parte seca Tierra, y a la Reunión de las aguas Llamó Mares; y vio Dios que esto era bueno. 11 Después dijo Dios: «Produzca la tierra hierba, plantas que den semilla y árboles frutales que den fruto, Según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra.» Y fue Así. 12 La tierra produjo hierba, plantas que dan semilla Según su especie, árboles frutales cuya semilla Está en su fruto, Según su especie. Y vio Dios que esto era bueno. 13 Y fue la tarde y fue la mañana del tercer Día. 14 Entonces dijo Dios: «Haya lumbreras en la Bóveda del cielo para distinguir el Día de la noche, para servir de señales, para las estaciones y para los Días y los años. 15 Así sirvan de lumbreras para que alumbren la tierra desde la Bóveda del cielo.» Y fue Así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para dominar en el Día, y la lumbrera menor para dominar en la noche. Hizo también las estrellas. 17 Dios las puso en la Bóveda del cielo para alumbrar sobre la tierra, 18 para dominar en el Día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno. 19 Y fue la tarde y fue la mañana del cuarto Día. 20 Entonces dijo Dios: «Produzcan las aguas innumerables seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra, en la Bóveda del cielo.» 21 Y Creó Dios los grandes animales Acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, Según su especie, y toda ave alada Según su especie. Vio Dios que esto era bueno, 22 y los bendijo Dios diciendo: «Sed fecundos y multiplicaos. Llenad las aguas de los mares; y Multiplíquense las aves en la tierra.» 23 Y fue la tarde y fue la mañana del quinto Día. 24 Entonces dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes Según su especie: ganado, reptiles y animales de la tierra, Según su especie.» Y fue Así. 25 Hizo Dios los animales de la tierra Según su especie, el ganado Según su especie y los reptiles de la tierra Según su especie. Y vio Dios que esto era bueno. 26 Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza sobre la tierra.» 27 Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo Creó; hombre y mujer los Creó. 28 Dios los bendijo y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos. Llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra.» 29 Dios dijo Además: «He Aquí que os he dado toda planta que da semilla que Está sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos os Servirán de alimento. 30 Y a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les Servirá de alimento.» Y fue Así. 31 Dios vio todo lo que Había hecho, y he Aquí que era muy bueno. Y fue la tarde y fue la mañana del sexto Día.
Hubo una Inteligencia que no desperdició la oportunidad de hacer algo bello a partir del caos. Esa es también nuestra tarea.
Buenas noches.
Vaciando lo de dentro, podemos escuchar el sonido del silencio interior, para armonizar lo de fuera.
Constantemente hay que vaciar el disco duro mental, en silencio, borrando virus, dejando paso a la paz.
Me gusta la idea de tú articulo, gracias, un saludo.
Gracias estimada Mar por tu bonito texto pleno de buenas intenciones y mejores deseos, configurando un bello anhelo de ser algo mejores cada día.
Juro por la Diosa Gravedad que hay cosas de ese artículo que no he entendido.
Juro por Manitú que hay cosas que sí que he entendido.
Juro por todos los dioses griegos y romanos, más verdaderos que los judeo cristianos y más humanos, que aunque me esfuerzo en pensar como un dios las fuerzas no me llegan ni para ser un humano completo.
Juro por la luz del Sol que es el maná diario de la Tierra, que mientras uno esté sometido a las putas necesidades del estar vivo, ningún ser humano puede ser Dios porque los Dioses no nacen y los que nacemos somo «pringaos», la chusma del cielo.
Y harto de jurar pregunto ¿quien es el autor o autora del artículo que no lo dice?
Gracias Mar por recordarme que dentro de nosotros tenemos un cielo interior, un paisaje interno al que nos podemos retirar cada vez que queramos.
No solo existe el mundo exterior, además que éste es visto por cada ser humano de una manera diferente. Y viviendo en el exterior y en el interior, como la expiración y la inspiración realizan la respiración, así la vida, mi vida se desarrolla en el interior y en el exterior. El interior me ayuda a reorganizarme, a limpiarme (de toxinas internas y externas) y tambien a alcanzar la paz, la tranquilidad, esa que solo depende que pongamos orden en nuestra casa interna).
Gracias por recordarnos que en el interior y solo dependiendo de nosotros es posible establecer la paz y la tranquilidad. Aunque las olas se conformen en tsunamis, aunque la naturaleza parezca deshacerse de sus criaturas peligrosas (que atentan contra su equilibrio) , aunque todo parece derrumbarse, dentro nuestro existe una roca, un punto luminoso que nos conecta con la divinidad. «Somos dioses y lo olvidamos». ASí es Mar… un abrazo …
Gracias a todas y todos, con un pelín de retraso (sepan disculparme) es un honor poder compartir el escrito. El texto es una simple experiencia parlamentada, la descripción de una intuición particular sobre el contraste entre la percepción interior y la exterior (si es que hay límites), y la posibilidad de neutralizar el caos si se guarda silencio, si se toma consciencia, si se sostiene la nota de atención que fluye del centro del Ser en cada pensamiento, acto y palabra, si se hace sitio para sentir el Misterio.
Es una ínfima, mística y osada idea de un microcosmos orbitando, torpemente, sobre la comprensión del inconmensurable absoluto del macrocosmos.
Una frase de cada uno/a: “El recogimiento del espíritu, estar limpios de impurezas, el interior puro (con limpiaparabrisas), “un jardín perfumado, con frutales en flor”, la viña del Señor, un encontrar cada uno su camino, mi Dios se encuentra en la mirada, “la imprevista dualidad que me atormenta”, “morir en cualquier momento”, la mente humana es el verdadero universo, pequeños actos íntimos, hoy estoy feliz, del Tema, la libertad de cada uno, y seremos conscientes de que debajo de los pensamientos hay alguien, la verdadera belleza está en la mente, ya hemos hablado de esto, querida amiga (mi dulce poetisa), silencio en el que el tiempo parece ausente, palpitando en mudo silencio, algo bello a partir del caos, dejando paso a la paz, ¡por la Diosa Gravedad!, un Cielo interior.”
Gracias de nuevo.
Y así de sencillo, poniendole consciencia al ser y al momento presente es como podremos llegar a «ser» en su completo significado.
Bonito escrito.