Siete… envidia (Azulius)

      149 comentarios en Siete… envidia (Azulius)

Azulius_imagenSegún la Real Academia de la Lengua Española, envidia es el pesar o la tristeza por el bien ajeno o el deseo o emulación de lo que no se posee.

Si tomáramos la definición y la diseccionáramos, nos encontraríamos con ese individuo que siente dolor acompañado por tristeza por los bienes materiales o inmateriales que otros poseen o él cree intuir que los poseen.  Y no por los bienes en si mismo sino por el placer o la felicidad que el otro pueda sentir al poseerlos, lo que a su vez genera otro sentimiento mucho más complejo y demoledor, el resentimiento. El resentimiento que coarta cualquier posibilidad de que seamos felices y nos genera la angustia de que el envidiado lo sea, deseándole cualquier mal que aminore nuestra desdicha.

La otra alternativa, o acepción sería la lucha o el deseo de poseer lo que creemos que el otro posee, con lo que dejamos de envidiar al poseedor y nos centramos en el objeto poseído, que suele ser más material que intelectual, ya que este último no cuadraría con el sentimiento de la envidia en sí misma. Un ser inteligente no siente envidia, siente respeto, siente admiración pero nunca envidia, ni siente el deseo de poseer lo que otro posee llegando al extremo de caer en las más vejatorias acciones con tal de obtener el objeto deseado. Ya ni que decir si se entra en la disputa por sentimientos que afecten a lo más intimo del ser humano.

En ocasiones se pueden dar las dos posibilidades de manera conjunta, en ese supuesto, tanto el emisor como el receptor de ese sentimiento padecen de una forma destructora el dolor y la amargura que se produce del hecho. El envidioso tratará por todos los medios de transmitir a todo aquel que le escuche que su envidiado no es merecedor de los bienes que posee, consiguiendo en algunos casos generar la duda y por ende el rechazo de otros envidiosos en ciernes.

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El sentimiento de la envidia propicia la necesidad de poseer todo lo que el otro posee pero sin renunciar a lo que somos, es decir, no estamos dispuestos a ponernos en la piel del otro, a ser, sentir, vivir, querer lo que el otro siente, es, quiere o vive, sino que queremos poseer lo que no tenemos sin renunciar a lo que somos, eso produce un sentimiento de angustia y sufrimiento atroz, porque no queremos comprender que todo lo que se posee es producto de un coste de vida, de un camino con sus sacrificios y sus beneficios, de un trabajo espiritual y personal, en muchos casos durísimo, con muchas etapas de renuncias atroces, con momentos en los que la vida pierde el sentido, con otros de regalos, sonrisas y cálidas brisas que acarician el alma, con jirones de vida, intransferible, unipersonal.

La nueva sociedad, la culta, ha desarrollado un eufemismo hipócrita y consentidor que ha logrado manipular y disfrazar el sentimiento de envidia, “Tengo envidia sana de lo que te ocurre, de lo que eres, de lo que posees, de tú suerte…” Envidia sana… ¿Un sentimiento destructor cómo puede ser sano?  Es imposible que algo así ocurra, no es sano lo que puede corroernos por dentro, lo que nos produce dolor e insatisfacción.  Podemos sentir admiración por alguien, podemos idolatrar e idealizar a alguien, todos en algún momento de nuestra vida lo hemos hecho, pero desde el sentimiento de algo positivo, del cariño, el amor, la pasión o la ingenuidad, pero la envidia nunca podrá o debería disfrazarse de admiración.

Vivimos en una sociedad dónde se priman o se valoran los bienes materiales, dónde hay seres humanos que son capaces de reducir los alimentos, dejar de comer, prescindir de la formación o la cultura que enriquece íntimamente, con tal de lucir trajes costosísimos, coches de lujo, viajes que no se podrán pagar, casas imposibles de mantener, segundas esposas jóvenes y tuneadas, que provocarán la envidia de los demás, haciéndoles sentir más importantes. Cuanta más envidia generen más alimentado está su ego, más en primera fila del escaparate de la venta de almas se encuentran.

Se envidia el éxito, la notoriedad, la belleza, el reconocimiento,  sin plantearse cuanto de real existe en esas vidas, nos quedamos con la visión, con el sentimiento frívolo, los medios de comunicación participan de forma activa en  crear esos mitos de envidias encumbrando a famosos que no lo son por nada real a poco que escarbemos en sus vidas,  se fomenta y se magnifican vidas que posiblemente jamás sean reales, viajes  increíbles, relaciones idílicas, bellezas a base de mentiras de quirófanos, realidades creadas y ficticias que fomentaran interés, envidia y deseos que nunca podrán ser satisfechos  por lo que generaran frustraciones y enfermedades del alma imposibles de curar.

Una sociedad que envidia los bienes materiales, jamás envidiará el sacrificio, la bondad, la empatía, la generosidad, la fe, la salud, la inocencia,  jamás dará valores a los anónimos, a los que luchan por la humanidad, desde el silencio, desde una vida compartida, desde el respeto a la humanidad a la naturaleza.

Crecer, crecer desde fuera del ego, dejando atrás los apegos y los lastres, aceptando que somos los únicos artificies de nuestra vida, de nuestro destino, los responsables de convivir con nosotros mismos, desde nuestras carencias, benditas carencias, desde nuestras virtudes, desde nuestro ser, desde la identidad de nuestro avatar, único, maravilloso, desde nuestra alma y nuestro espíritu único y precioso, desde el libre albedrio de una vida con la que hemos sido regalados y de la que somos responsables de hacerla única, original , hermosa, excepcional.

“La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”

Miguel de Unamuno.

149 pensamiento sobre “Siete… envidia (Azulius)

  1. Eliseo de Bullón

    Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza, Ira, Envidia y Soberbia. Los 7 pecados capitales, los esenciales, de los que nacen otros pecados. Pecado es alejarse de la voluntad de Dios, alejarse del camino de la realización.

    Desde otro plano, estos pecados constituyen el origen de muchas deficiencias y peversiones sociales tratadas en artículos, como el de Azulius, expuestos en este blog. Detrás de la crisis bancaria, de las escuchas ilegales, de la pobreza en el mudo (expuesta hace poco la de Etiopía y de la que no debemos olvidarnos), de la prisión preventiva, de la manipulación de la prensa, etc, son está alguno de esos pecados capitales.

    Si queremos recuperar la ética individual y colectiva debemos reflexionar sobre ellos. No es cuestión de moralina, ni de catecismos, sino reflexionar desde una perspectiva universal, ajena a cualquier religión.

    Y reflexionando sobre ellos encontraremos el origen de muchas situaciones.

     Azulius Respuesta:
     

    @Eliseo de Bullón,

    Gracias, ese giro que haces me parece muy acertado, ¿Por qué no un trasfondo de envidia, en escuchas, espionajes, corrupción, manipulación, poder?

  2. Ricardo

    Demoledor artículo Azulius, pero creo simplemente que la acepción “Envidia sana” es una demostración palparia del mal uso del lenguaje : nos expresamos fatal . si tuvieran envidia “real” Jamás lo dirían .
    No sabemos decir ” admiro ” , aunque , -ahí estoy de acuerdo- ojo lo que se admira .

  3. Socrates

    Gracias compañera Azulius por traer este tema a colación y debate. Sin ir más lejos, en nuestro Blog se han dado varios episodios de ese mal que tan perfectamente describes en tu original texto. Sin embargo, se te ha olvidado lo más importante a mi juicio: Es el deporte nacional español de siempre.

    Luego, querida Azulius, y como decía acertadamente Molière: Los envidiosos morirán, pero la envidia es inmortal.

    O sea que, sobrevivirá al Blog de Mario Conde y a todos nosotros. Los no envidiosos moriremos sin más con nuestras penas, alegrías y pecados, y los/as envidiosos/as de nuestro foro, se irán con lo mismo pero, con la añadida amarillez a la tumba.

    Buenos días nos dé Dios y líbrenos de esa vergonzante lacra.

     Jugador Respuesta:
     

    @Socrates, O sea, que eres la Mata Hari de la comunidad pero no envidias el blanco nuclear en los tangas de la Paqui… ¿No decías que tienes envidia de los hombres que tienen una mujer a la que tú no puedes acceder? Pochola, ¡¡insincera!! 😛

     Socrates Respuesta:
     

    @Jugador, Paco Clavel: Quan tens raó, tens raó. ¡No me desmontes la paraeta! 😉

     Mitica Respuesta:
     

    @Jugador, Por cierto poeta, a ver cuando me pasas una foto para que me consuele, si quieres yo te mando la mía ¿la quieres de cuerpor entero?

    PD. No se poner caritas con lo que a mi me gusta

     Jugador Respuesta:
     

    @Mitica, El poeta del Yeti, ¿para qué romper el misterio?, quizás nos veamos, aparezca una foto robada o el testimonio de una aventurera dorada amante del frío y de la escuela rusa, The Scarlet Empress 😉

  4. jtamames

    Gracias, Azuluis.

    Buena cosa es, sin embargo, que haya ya muchas personas que aspiran a ser como Vicente Ferrer: enjunto, callado, dador de vida.

    Y no como los pobres seres que aparecen en las revistas del corazón, en la televisión, en los medios, todavía presos en la brutal ignorancia del maya.

    ¿Elegimos la mano desnuda pero firme de Vicente Ferrrer, o la mano debilitada por el oro, por el artificio?

     jtamames Respuesta:
     

    @jtamames, Perdón por el baile en tu nombre

     4137789c Respuesta:
     

    @jtamames,
    El referente a Vicente Ferrer es el de un hombre profundamente humilde ,y ahí es donde está el foco de luces o sombras creo yo.La envidia se alimenta mucho de la soberbia,del ego distorsionado
    que no le deja ver sus limitaciones,no es el orgullo sano que implica autoexigencia y responsabilidad.Es la ofuscada soberbia la que la que sale en caballo engalanado y llega descabalgada y a pie,y bajo su ira muchas veces palpita la envidia más desgraciada.
    La humildad es la lupa de nuestra condición humana,la que nos enseña la necesaria y continua limpieza de corazón.La que templa nuestros miedos,porque nos conecta con la verdad.Por eso Vicente Ferrer podía ser dador de vida y de tan gran ejemplo.

     Luna Respuesta:
     

    @jtamames, ojalá hubiéramos muchas personas que a parte de admirar a Vicente fuéramos capaces de seguir su filosofía.

    Bueno, tampoco sería justo no acordarnos de tantas personas que han conseguido seguir sus pasos desde el anonimato. No podemos olvidar que no trabajaba solo. Un “líder” como él se sabía acompañar con gente de bien y excelente corazón.

    Un saludo jtamames.

  5. Mitica

    Los elogios y demás me distraen,
    socavan mi hastío por el samsara,
    engendran envidia de las buenas cualidades ajenas
    y así todo lo excelente se destruye.

    Por eso los que están al acecho,
    para destruir mi reputación y demás,
    ¿no están de hecho protegiéndome
    de caer en los reinos desdichados?

  6. Lisbert

    @ Azulius.

    Gracias por tu artículo y por la reflexión que podemos hacer de él.

    La envidia “mala” por diferenciarla, nunca es buena. La persona que es envidiosa, practica a diario con ella, es innato en él o ella. No puede evitarlo.
    Envidia tu coche, envidia tu pareja, envidia tu casa y tu planta. Tu manera de actuar, tu ropa. Aunque lo que ellos tengan sea mejor.

    El envidioso actua y hace daño. Claro que la sociedad nos ha llevado a actuar de determinada forma, pero nosostros tenemos siempre la capacidad de elegir.

    Se pueden mezclar los dos artículos de hoy, ya que a través de unas líneas en un blog, donde casi nadie nos conocemos, y escribimos, podemos hacernos una idea real-equivocada del que tenemos enfrente.

    Al final, son sólo unas líneas a través de las cuales opinamos, disertamos. Pero cuánto de real hay en ellas. Quién dice o no la verdad?
    Presuponemos que todos somos sinceros cuando escribimos.

    Pero si alguno de vosotros hace un comentario a un bien personal, una visita o una cena, siempre habrá alguien que responda que él- ella ceno, comió o alternó con alguien mejor o de mayor rango. Hagamos lo que hagamos, siempre habrá un .. “pues yo…”. Y a mí, qué más me dá.

    Es la vida, como comentaba Socrates. La envidia es inmortal. Y además suele ir acompañada de muchos más adjetivos insanos.

    Un envidioso, va acompañado de mentira, es superficial, ignorante en ocasiones ya que se descubre en su propia mentira. Pero ahí están y estarán.

    Gracias a Dios, disponemos del buen juicio personal para desenmascararlos. Y si no lo hacemos, dejarlos que vivan su propia mentira. Caen por su popio pie. Ellos solos se hacen el vacío. Porque a quien le interesa mantener una relación de ese tipo con alguien, cuando ya hemos descubierto su “modus operandi”.

    De todas formas, una reflexión, cuando poseemos o queremos poseer algo, y en ocasiones se nos va la vida detrás, ¿quién tiene a quién?.

    Nosotros tenemos el bien deseado, o el bien nos tiene a nosotros?.

    Saludos a tod@s y gran viernes .

     4137789c Respuesta:
     

    @Lisbert, Un envidioso va acompañado de mentira,es superficial,ignorante…
    Ese es el caso que me tocó vivir,que supuso un auténtico mobing personal,que me llevó a estados de ansiedad,aún sabiendo en que mar estaba nadando y mi capacidad para nadar.Pero cuando se produce en el area laboral,puede suponer una amenaza de algo tan vital como tu forma de subsistencia.Y aquí no se trata de que a ti te importe un pimiento su afán de notoriedad o su ignorancia,es que te está envolviendo ,como un calamar con su tinta,en una oscura red de mentiras ,enredos
    calumnias no demostrables,provocativos insultos …toda una agresión .Cuando has visto hasta donde puede llevar el afán de brillo propio,los recelos ,la envidia.hasta donde se puede llevar a otra persona en pro de tus ignorantes y malsanas aspiraciones,y como puede ser alguien un depredador cegado por su ego,te hace detestar con todas tus fuerzas esta condición tan estúpida como revulsiva.Lo malo es que sólo te quedan armas legales para defenderte,y no siempre tienes las de ganar.Y además el mal moral ya está hecho,el soportar esa mala proyección hacia tu persona de frustraciones ,miedos,complejos hacia ti,como si te hubieran vaciado encima un contenedor de basura humana.El único antibacterias que se te ocurre es desprenderte de toda emoción hacia esa persona,hacerte refractaria,cuando puedes.No quiero extenderme más pero en estas situaciones se hace muy patente el mal que encierra la patéticaa”envidia”.

     Lisbert Respuesta:
     

    @4137789

    Sé perfectamente de lo que hablas. Me solidarizo al 100% con lo que dices.

    Ya sea en el área laboral, que lo viví, o en la vida diaria que tambié lo sufrí,se convierte en una supervivencia día a día.

    Y no se entiende. Es incomprensible que la gente disfrute haciendo ese tipo de mal, y además consciente.

    De ello, aprendemos como bien dices, hasta dónde puede llevar la maldad del ser humano, y lo mejor que aprendemos es la capacidad de soportar del que lo sufre.

    Las armas legales, en ocasiones no sirven, ya que depende de quien lo haga tienes la manos atadas. Y en el supuesto que lo haga alguien cercano a tí, su capacidad es tal, que a veces te anula. Y tú misma te preguntas ¿dónde está mi fuerza?.
    Está donde siempre. Lo que ocurre es que te han ido minando poco a poco.

    El mal moral del que hablas, es irreparable. Y cuesta mucho avanzar. La envidia se convierte en tu peor aliado y en el sustento de la alimaña y del parásito que vive de ella.
    Este parásito, que esconde ese sentimiento con sonrisas, invitaciones y sin darte cuenta te ves envuelto en una espiral difícil de salir.
    Pero amiga, recuerda, que todo laberinto tiene salida. Por muy complicado que sea el camino, siempre hay un recoveco, a veces pasa inadvertido a primera vista, pero la hay.

    Y el envidioso, que encima duerme bien por la noche, porque ha conseguido su ración de alimento diario para seguir subsistiendo, consigue como los vampiros la fuerza necesaria para continuar su indignante tarea.

    Pero amiga, si confias en el humilde comentario de alguien que ha conseguido desligarse de todo sentimiento hacia cierto tipo de personas, te diré, que aunque creas que no llegará su hora, que el tiempo a veces corre a su favor y no al tuyo, que tus fuerzas te abandonan, que la justicia no te dá armas para cierto tipo de cosas, CONFIA en tí. Confía en que TORRES MAS ALTAS HAN CAIDO, y que tu triunfo llegará.

    ¡ NO HAY MAYOR DESPRECIO QUE NO HACER APRECIO!

    Un abrazo muy fuerte y adelante!

     4137789c Respuesta:
     

    @Lisbert,
    Gracias por solidarizarte y por tu animo.Tanto daño pueden hacer ,hasta el punto de afectarte a tu salud.Gracias de nuevo.¿Recordais la película AMADEUS ?.Es altamente ilustrativa del tema de la envidia.El talento enfrentado a las más bajas intenciones,el sufrimiento infernal de quien padece la envidia.Mozart con su salvaje candidez no sabía que podía suscitar la competitividad más feroz y devastadora.La insultante fluidez del limpio de mente frente a la torpe y desdichada visión de un alma atormentada por su limitación.¿Leyenda o verdad lo que muestra la película?En la realidad puede ser incluso superada con creces.

     Lisbert Respuesta:
     

    @4137789c

    Gracias a tí.

    El daño es el resultado de su actuación. No te extrañes de eso.

    Es verdad lo de la película, no lo olvides. Pero no sólo afecta a personas con salvaje candidez, lo curioso es que en ocasiones van a por el fuerte, porque la amenaza es más violenta para ellos.

    Leyenda o verdad?. La vida nos muestra la realidad, que es diferente. Está ahí y es algo más con lo que convivimos. Y como tú dices la realidad supera la ficción.

    Un gran abrazo.

     Azulius Respuesta:
     

    @4137789c,

    Oportunísimo comentario, la envidia en el entorno laboral, la destrucción de seres humanos que además no pueden demostrarlo muchas veces porque la maldad va acompañada de la sutileza que siempre es subjetiva, para los que deberían actuar. ¿Cómo te defiendes de los cotilleos o vejaciones si nunca sabes dónde comienzan y sus ramificaciones son imposibles de encontrar si muchas veces son muchos los que participan en expandirlas al viento?
    Gracias.

     4137789c Respuesta:
     

    @Azulius,
    Pues Azulius,frente a los cotilleos,yo una vez puse algo en práctica,que aunque no muy ortodoxo hizo que me divirtiera.Como decía mi abuela,a los de curiosidad malsana hay que contar poco y al revés.Así lo hice; y cuando se dieron cuenta de que a sus preguntas contestaba cosas tan extrañas y fuera de su encaje,tan burlescas para ellos, y que no les llevaba a seguir ningún hilo,ya me miraban ellos a mi con recelo y cierto miedo.Les estaba diciendo:recibido mensaje , ves a urgar en la vida de otros,quédate con ese ovillo que has tejido y que te entretenga.

     Lisbert Respuesta:
     

    @Azulius

    Gracias por tu gran artículo de hoy.

    Mi experiencia en caso, al principio fue demoledora, para mí claro.

    Lo más fácil de expandir es un rumor. No tiene límites. El boca a boca funciona extraordinariamente. Y además , sólo falta decirle a determinadas personas, quien lanza el rumor ya sabe a quién tiene que decirlo, “por favor, ésto no lo comentes eh”.

    Y así, la envidia de esa persona, ya va haciendo el camino. Y muchas veces sus manos son las menos manchadas.

    Qué hacemos cuando nos enteramos o nos llega algún comentario de alguien que sí te aprecia y te avisa?.

    Al principio el desazón y la indignación, pueden cegarte y actuar de una manera impulsiva. El dolor por lo ocurrido, porque normalmente es un rumor dañino, con mala saña.
    Lo más difícil es guardar la calma y canalizar ese sentimiento. Difícil.

    Luego, comprendes y entiendes, que no vas a ir persona por persona dando una explicación. Y aprendes a convivir y a levantar cada vez la cabeza cuando te cruzas con determinadas personas. Es curioso como nos hacemos cada vez más grandes.

    El daño está hecho. Pero conseguiré que me afecte de la manera que tú, que has lanzado el rumor, menos te imagines.

    Si hay un problema con la mentira y la envidia, lo tiene el envidioso y mentiroso. Sin dudarlo ni un segundo.

    Y para nosotros avanzar día a día, porque, nada cae en saco roto:

    RESIGNARSE ES UNA COSA Y ACEPTAR ES OTRA.

    Mis saludos y de nuevo gracias por tu artículo.

     Pitigrilli Respuesta:
     

    @4137789c, Estimada 4137899c: Hay muchas personas que brillan con luz propia, vistas desde un plano superior-geométricamente hablando-. No precisan de aditivos anexos.

    Hay otras muchas que llegan a brillar; porque se dedican a apagar a “codazos” las luces que son superiores a ella en intensidad. Es el rol depredador actual.

    No te desanimes amiga. Como me digo a mi mismo, cuando tengo las “defensas bajas”…”un año de adversidad, cinco de Universidad”. Mano de santo.

    Lo importante es creer en tí misma; saber que tienes una luz nítida y poderosa que emana de ti.

    Todo lo demás, con esfuerzo y constancia, acaba llegando.

    Un abrazo en tu alma.

     4137789c Respuesta:
     

    @Pitigrilli,
    Aunque preferiría no licenciarme en nada de esa manera,
    tu comentario es alentador y te lo agradezco.Un abrazo.

  7. Fernando

    Que malos son los malos vicios de la mente, que además de encarcelarnos, nos hacen sufrir.

    Y que poca gente se toma la molestia de liberarse de los mismos, con lo identificados que se sienten con los mismos, pues sustentan la personalidad condicionada.

    Todo sufrimiento gratuito que se produce en la vida surge de esto.

     Fernando Respuesta:
     

    @Fernando,

    http://www.bibliotheka.org/?/ver/42144

     Azulius Respuesta:
     

    @Fernando,

    Qué lucido y sabio eres Fernando! Absolutamente de acuerdo.
    Gracias.

     Fernando Respuesta:
     

    @Azulius,

    Gracias Azu, a muchas cosas renuncié para llegar a ese estado.

     Jugador Respuesta:
     

    @Fernando, En vez de enfocar la naturaleza humana hacia la felicidad el vano empeño por destruirla y destruirse, una moral de dolor y culpa.

     Fernando Respuesta:
     

    @Jugador,

    Herencia directa del moralismo paternalista de la religión católica, que en vez de dedicarse a contribuir al desarrollo moral, virtuoso y espiritual del ser humano para su consiguiente liberación, a impuesto un moralismo interesado y destructivo durante tantos siglos para controlar a las masas y oprimirlas.

    Tema este que llevan denunciando los místicos durante tanto tiempo, con resultados de hoguera en muchos casos o cuando menos se les intenta callar, pues la liberación del ser humano les supone perder el control y el bien vivir a costa de la ignorancia de muchos.

     subconsciente libre Respuesta:
     

    @Jugador,

    creo que has dado en el clavo Jugador: “ENFOCAR” esa es la vacuna la envidia cuidar en que te enfocas, enfocarse en cosas buenas, y no en los demas

    Saludos y un abrazo

    Corrige a un sabio y será más sabio, corrige a un necio y tendrás un enemigo

  8. Mitica

    El mal (envidia) tiene en su base la negación, por esto en última instancia se destruye a sí mismo.

  9. miguel 128

    Sobre la envidia:

    “Entre los desordenes del alma,la envidia es el vicio inconfesable”

    Plutarco

    Sobre la envidia sana:

    “Nadie puede ser justamente envidiado”

    Plutarco

    Sobre la envidia española:

    Los españoles practicamos la envidia tan asiduamente que en nuestro vocabulario incluimos la palabra “envidiable”

    Borges

     4137789c Respuesta:
     

    @miguel 128
    Y no sera porque somos los grandes acomplejados? Saludos.

  10. Pitigrilli

    Miguel de Unamuno, tras leer y meditar el famoso Caín de Lord Byron; quedó muy impresionado del contenido de esta magnífica obra literiraria.

    Tanto fué así, que se puso manos a la obra y creó desde su inigualable imaginación y arte literario, su propia obra literario…”Abel Sánchez”.

    Como no soy digno, ni de desatarle los zapatos a tan genial escritor-pensador; prefiero transcribir literalmente, un pequeño fragmento de esta magnífica obra, que espero resuma lo que mediocremente yo podría expresar. Sus dos personajes, uno de ellos pintor, hablan por si solos:

    “Y ved la figura de Caín -decía Joaquín dejando gotear las ardientes palabras-, del trágico Caín, del labrador errante, del primero que fundó ciudades, del padre de la industria, de la envidia y de la vida civil, ¡vedla!. Ved con qué cariño, con qué compasión, con qué amor al desgraciado está pintada. ¡Pobre Caín!.

    Nuestro Abel Sánchez admira a Caín como Milton admiraba a Satán, está enamorado de su Caín como Milton lo estuvo de su Satán, porque admirar es amar y amar es compadecer. Nuestro Abel ha sentido toda la miseria, toda la desgracia inmerecida del que mató al primer Abel, del que trajo, según la leyenda bíblica, la muerte al mundo. Nuestro Abel nos hace comprender la culpa de Caín, porque hubo culpa, y compadecerle y amarle… ¡Este cuadro es un acto de amor!”.

    Desde mi pequeño rincón.

  11. Abucide

    Excelente articulo, dado que además de hablar de algo tan viejo como la vida, ayudas a que veamos y recordemos uno de los grandes defectos que tenemos los seres humanos en general.
    Dejar ese defecto a un lado, o ayudar a que el resto de la humanidad lo destruya, es lo que ayudará a conseguir un mundo mejor.
    Un muy cordial saludo

  12. MONSIEUR VERDOUX

    Estimada Azulius,

    Yo también creo, querida amiga, que la envidia tal como la entendemos comunmente, es una debilidad en la que no debemos caer, pero ¿qué cosa existe en nosotros que nos hace percibir como algo réprobo tal sentimiento? ¿Por qué consideramos que es negativa la envidia? En última instancia, la “envidia” no es más que una palabra que usamos para designar bajo un mismo nombre a todo un género de sentimientos espirituales que pueden ser muy diversos y diferentes en origen; al menos, diferentes en la jerarquía de las valoraciones morales…., pues yo no puedo reprimir una envidia que me cala hasta los huesos cuando veo esas flores atrapadas en las macetas, que se marchitan y se consumen bajo un pálido sol de invierno, encarceladas en la indiferencia que las pobrecitas confunden con el calor. Sí, yo siento envidia de ese sol, pálido y constante, pues quisiera convertirme en sol de primavera y bañar de luz dorada a todas las flores de mi jardín, echarme el dolor a la espalda y brindar con la alegría. Y como no puedo, es esta impotencia la que genera mi sana envidia.

    Muchas gracias por su artículo, estimada amiga “Azulius”.

     Azulius Respuesta:
     

    @MONSIEUR VERDOUX,

    Gracias por el guiño Monsieur, es gratificante que alguien que pierde la fe en el ser humano, siga adorando las flores aún a pesar de sentir envidia.

    Merci beaucoup.

     MONSIEUR VERDOUX Respuesta:
     

    @Azulius,
    Estimada Azulius,

    Así es, querida amiga; yo he dejado de creer en el “producto humano”, pienso que tal vez, en virtud de una acumulación constante de desengaños y decepciones que se han sucedido en un periodo demasiado corto de tiempo.
    Pero a mí las flores me importan un rábano, dulce sureña; tan sólo las he empleado como símbolo, como metáfora de algo que no sabría nombrar de manera directa porque la prosa no es el lenguaje apropiado para referirse a las mujeres.

    Enchanté, madame.

  13. diferente

    La envidia está presente en cualquier parte, a veces hasta se podría cortar con “un cuchillo”, es tan indiscreta e invasiva la pobre que es imposible dejarla de lado…..La atmósfera que genera un envidioso es tan gris que todo alrededor queda impregnado de ese vulgar e inexpresivo color En cualquier caso , a mí no me da miedo la envidia porque es fácilmente reconocible y desarmable. Como dice Fernando forma parte del ego y a estas alturas de nuestras vidas, yo me pregunto, ¿a quién le interesa el ego?. Yo creo que la mayoría de nosotros estamos apostando por algo superior, por la plena consciencia de nuestras vidas, por el Siendo que MC nos enseña. Liberémosnos de ella, y disfrutemos de lo mucho que nosotros mismos ya somos y tenemos. Un abrazo en vuestras almas.

  14. Esencia

    Me estaba yo preguntando, que podrías opinar de la envidia de la que te hable en un comentario hace ya varios días y del que no he tenido respuesta, tal vez porque tenías pensado hacerlo en un estupendo artículo general como has hecho hoy. Buena idea, ya que así no solo es una respuesta a una compañera, sino que se plantea un tema interesante y de “actualidad” en el que podremos todos, dar nuestra más o menos acertada opinión.

    Desde luego, sigo pensando lo de la bola de cristal últimamente para los temas.

    La envidia, mala compañera, si. Pero no están exentas las personas inteligentes de ese negativo y maligno sentimiento, en eso no puedo estar de acuerdo contigo, porque la experiencia nos demuestra lo contrario. Hay ejemplos de personas que son inteligentes, bellas, ricas, cultas, pero que careciendo de una necesaria formación interior, además de ser todo eso, necesitan sentirse “Mariquita la primera, Mariquita la mejor” y por sentirse así, envidiaran cualquier acción o brillo que puedan detectar y que crean que les puede hacer sombra, o atraer la atención de aquellas personas o espacios, por los que ellas suspiran.

    Es un sentimiento que como la mala hierba, nace hasta en la mejor tierra sin invitación alguna y a no ser que la identifiques y arranques de raíz, seguirá creciendo y creciendo, cogiendo cada día más y más campo. Puedes ser muy inteligente y también muy envidioso, no es incompatible para nada. Solo la formación interior puede luchar contra ese mal, si eres muy inteligente pero no tienes una buena formación interior, la envidia aparecerá reinante, en algún momento de tu vida.

    Por mucho que tenga una persona, siempre es capaz de envidiar lo poco que tenga la de al lado y eso generarle serios problemas internos, que se trasladan en forma negativa contra la persona envidiada, o el objeto envidiado.

    Por lo de la envidia sana, no creo que tengamos que preocuparnos, ya que opino que sólo es una manera de hablar, una expresión que se utiliza cuando queremos decir, utilizando esa frase hecha, que nos agrada lo que la otra persona está haciendo, o va a hacer, es, o va a ser. Creo recordar que tenemos un ejemplo con MC, cuando le comentaba algo muy similar a una compañera que se iba este verano a los Fiordos Noruegos.

    En fin, que creo que lo que te comentaba un día una compañera sobre hacer un plano para determinados entendimientos, en estos temas, también tendrías que hacerlo, ya que algunos andan perdiditos y escasos de “entendederas”. Te veo estudiando también estas materias…

    Muchas gracias por traer esta reflexión, ya que en un sitio como el que estamos, donde se dicen y decimos tantas cosas diariamente, creo que deberíamos todos hacer examen de conciencia de estas cosas que envenenan y dañan nuestro aprendizaje.

    Feliz viernes a todos.

     maytreya Respuesta:
     

    @Esencia, Desde luego que lo de envidia sana es solo una forma de hablar, que cualquier persona de buena voluntad comprende, yo he usado esa expresión alguna vez y la envidia no se encuentra entre mis numerosos defectos, igual de la soberbia no podría decir lo mismo, pero soy muy soberbia para reconocerlo

     Esencia Respuesta:
     

    @maytreya,

    Los defectos, numerosos o no que tengamos, si tenemos la humildad de reconocerlos, estarán posiblemente en vía de extinción, con buena voluntad como muy bien tu dices.

    Un saludo.

     Pitigrilli Respuesta:
     

    @Esencia, Estimada amiga Esencia: ¡Que bien escribes y relatas tus pensamientos!.

    Dibujas sabiamente, a la vez comentas, muchas facetas contenidas en la envidia.

    Como se que te gustan algunos enlaces musicales, te dejo el de un amigo del alma-en sus comienzos-; en donde con su perro Trudy-creo recordar que ese era su nombre-, le hace compañía en una de sus actuaciones. En el Royal Albert Hall de Londres; también lo sacó a escena, y hasta colaboraba en una canción con el:

    http://www.youtube.com/watch?v=_z581mg1P8Q

    ¿Para cuando un post tuyo en el Blog?.

    Un abrazo en tu alma.

     Esencia Respuesta:
     

    @Pitigrilli,

    Mi estimado pitigrilli, muchas gracias por tus cariñosas palabras y por esa bonita canción, ya sabias tu de sobra que me gustaría, pasar tantas horas leyéndonos es lo que tiene, que al final vamos conociendo los gustos.

    Saber expresar lo que sientes o piensas escribiendo, es un don que me hace admirar profundamente a las personas que lo tienen, pero en mi caso y conociendo mis limitaciones, solo las personas que me lean con el afecto con el que se que tu lo haces, podrían hacerme tu ultima pregunta. De todas maneras mil gracias.

    Un idéntico abrazo para ti, compañero.

     atati Respuesta:
     

    @Esencia,

    Apoyo la moción del amigo Pitigrilli. ¿Para cuándo?

     Esencia Respuesta:
     

    @atati,

    Ya estamos todos que se dice…jajaja…

    Te veo dándome clases particulares de articulista, vía internet y no se de donde vamos a sacar tiempo, mi estimado y admirado atati.

    Muchas gracias por tu amabilidad, ¿me has oído (mejor dicho leído) alguna vez lo de la pasión y el conocimiento?.

     atati Respuesta:
     

    @Esencia,

    Te leo con pasión el conocimiento y pasión que pones en tus comentarios, muy bien escritos por cierto, estimada amiga.

  15. CLEA

    Buenos días,

    si tenemos en cuenta que las comparaciones y los desprecios al simple hecho de nacer para existir ya nacen desde la misma infancia, desde el mismo colegio, desde la misma sociedad, desde las mismas empresas, pues no es de extrañar que, en base a esa competitividad atroz que se impone al ser humano pocos años después de su nacimiento, apegándose a la metáfora del burro que sigue una estupenda zanahoria bañada en oro pero con sabor asqueroso, no es de extrañar, pues, que la envidia se erija como lo más habitual. Y tampoco podemos olvidar ese otro tipo de sentimiento semejante que nace de una idolatración continua hacia determinadas personas que lo único que esconde es una envidia constante de conseguir o acercarse a lo que esas personas poseen o hacen creer que poseen. Una envidia más sutil, menos clara, pero mucho más efectiva para aquellos egos totalmente mediocrizados que piensan o pretenden hacer pensar que todo el mundo se acerca a ellos por admiración.

    Pero ya debe ser que la naturaleza del ser humano es así, para que pensar que hemos sido creados para ser mejor de lo que somos….no hay que pedir peras al olmo, y nuestra mediocridad forma parte de nuestros destinos como humanidad simple, absurda y llena de egos ególatras….y me acuerdo de una frase de Sócrates, el filósofo que no el bloguero, en la que se reflejaba aquella creencia popular de la época clásica que decía aquello de…

    “antes de que te mire un lobo, míralo tu a él”.

    saludos:)

     subconsciente libre Respuesta:
     

    @CLEA,

    Hola Clea

    Estoy contigo, nos enseñan desde muy pequeños a competir, y la gente intenta acercarse a las personas que poseen o aparentan.

    ¿No decía la canción tanto tienes tanto vales no se puede remediar….?

    Hay muy poca gente de corazón puro pero la hay y cada uno debe saber encontarlos en el camino de la vida y cobijarse en su sombra, y quizás una de las formas de encontarlas es tocar fondo en la vida, para valorarlas.

    Un cordial saludo

     CLEA Respuesta:
     

    Hola subconsciente libre 🙂

    encantada de leerte por aquí.

    saludos..

  16. m.teresa

    Felicidades Azulius,magnífico artículo.
    La envidia,gran deporte nacional,en este pais,decapitamos a quien osa destacar,en vez de ayudarlo y hacer que prospere.
    Hay que trabajar mucho,para mantener limpio el corazón,hay que ser humilde y reconocer que a lo largo de nuestra vida vamos a encontrar siempre, a alguien mejor, que nos supera en todo, aceptemoslo e intentemos la empatia,en vez de dejar que la envidia nos corroa el alma.
    Un abrazo Azu

    Buen fin de semana,
    Espero que con sol.

     Esencia Respuesta:
     

    @m.teresa,

    Sabias palabras.

    Un abrazo.

     m.teresa Respuesta:
     

    @Esencia,

    Muchas gracias, Esencia.

     Azulius Respuesta:
     

    @m.teresa,

    Gracias por tú sensatez, por tú generosidad y por poner ese gramo de sabiduria que tanto nos falta en nuestro entorno más cercano. Para ti siempre, buen mes, buen año, buena vida. Y siempre con ese sol que tanto nos entibia en alma.

     m.teresa Respuesta:
     

    @Azulius,

    Para tí Azulius.
    Siempre gracias.

  17. maytreya

    A la hora de hablar de algún tema como este podemos hacerlo desde dos perspectivas. Desde el que la siente (la envidia) o desde el que la padece. El que la siente no se da cuenta, de otra forma no lo haría y hasta cree que la padece, y el que realmente la padece, este no le da mucha importancia. También se puede aplicar a los cotilleos, el que los hace, no se da cuenta y hasta cree que los padece, el que realmente los padece, no les da mucha importancia.

     Lisbert Respuesta:
     

    @maytreya

    Yo también he utilizado y utilizo la expresión “envidia sana”, y cuando lo hago, va acompañada de admiración.

    Quien no envidia-admira a alguien que ha conseguido algo que le ha costado mucho.
    Quien no envidia-admira a quién ante la adversidad se crece y te ánima.

    Y pordría poner muchos ejemplos más que seguro nos suenan a muchos.

    En cuanto a lo de sentirla o padecerla, salvo casos “raros”, el envidioso po naturaleza, sabe y le consta que lo es. Y bajo mi humilde opinión le consta y lo sabe. Lo que ocurre a veces es que va tan ligada a esa persona que son dos en una.
    El que hace cotilleos también sabe que los hace. Lo único que podemos o en mi caso es lo que hago es no seguir la conversación. Sinceramente no soy juez ni parte en ese tipo de descalabros.

    Los cotilleos van generando rumores. Y lo peor que podemos hacer es lanzar un rumor, porque a ver quien es el guap@ que lo para.

    Quizá más de uno debería antes de entrar en cotilleos o participar de los comentarios envidiosos-malignos de algunos, simplemente pasarlos por el filtro de las tres rejas:

    El joven discípulo de un sabio filósofo llegá a casa de éste y le dice:

    -Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
    -¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

    -¿Las tres rejas?

    -Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

    -No. Lo oí comentar a unos vecinos.

    -Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?

    -No, en realidad no. Al contrario…

    -¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

    -A decir verdad, no.

    -Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno ni necesario, enterrémoslo en el olvido. Para qué quiero o necesito saberlo?

     maytreya Respuesta:
     

    @Lisbert, Estoy con el sabio

     VictorB Respuesta:
     

    @Lisbert,

    aparte de sabio, pragmático.

     MARIAJO Respuesta:
     

    @maytreya,
    Una verdad contada con inteligencia, es una gran verdad.

     Esencia Respuesta:
     

    @MARIAJO,

    Sabrás disculpar que no te termine de entender, ya que creo que una verdad es siempre una gran verdad, aunque no la cuente un ser inteligente.

  18. juanarmas

    Gracias Azulius por el tema escogido y por tu elaborado escrito.

    Amor propio es a ego lo que aspiración es a envidia. Por eso creo se aconseja quejarnos de cuando en cuando y hablar de lo mal que está la cosa, y fundirnos prudentemente con la corriente mayoritaria del momento. Por eso pocas veces se envidia a los muertos.

    Un abrazo y enhorabuena por el tema señalado 🙂

     maytreya Respuesta:
     

    @juanarmas, Que elegante eres, Juan

     Azulius Respuesta:
     

    @juanarmas,

    Gracias a ti siempre, Juan.

  19. Nacho Rivera

    Buen tema Azulius.

    Como muy bien dice Clea, la envidia surge de la comparación. Si dejamos de compararnos con los demás dejaremos de ser envidiosos. Dios sólo crea originales, no crea imitaciones.

    Somos seres únicos e irrepetibles. Ni mejores ni peores. Cada uno aporta su pequeño matíz, su pequeño color. Pero nos esforzamos por el gris. Sí, muchos tipos de gris, pero sólo eso. Y hemos de ir a por el Arco Iris completo.

    Para ello la sociedad en su conjunto ha de respetar la libertad y la individualidad de cada uno. Podemos ser un grupo de individualidades formando algo mayor. O de lo contrario, clones amontonados que no añaden nada nuevo ni superior al grupo.

    Gracias Azulius.

    Un abrazo.

     Fernando Respuesta:
     

    @Nacho Rivera,

    Que va, la envidia como el resto de malos vicios de la mente nace del des-amor.

    Son las pautas de conducta que se conforman en la primera infancia, por una educación que condiciona y castra el instinto, dando lugar al ego o personalidad condicionada que nos desconecta del Ser.

     Nacho Rivera Respuesta:
     

    @Fernando, Pones el listón muy alto.
    Y eso está bien, uno tiene que aspirar a lo superior. Y no hay nada más superior que el Amor.

    Un saludo.

     CLEA Respuesta:
     

    Estas diciendo lo mismo 🙂 Si hay comparación ya se presupone que hay desamor.

    saludos.

     Fernando Respuesta:
     

    @CLEA,

    Exacto, era para aclararlo un poco mas.

     diferente Respuesta:
     

    @Fernando, Disculpa Fernando, te sigo en todos los enlaces que das, y me gustaría que me aclarases eso que dices de que la envidia nace del “des-amor”. Esto quiere decir del des-amor hacia uno mismo que no puede ver su potencial de Ser o del des-amor sufrido por los otros, por ejemplo, por los padres, que no dieron el suficiente cariño al hijo y, como resultado, éste se volvió envidioso de todo cariño o atención. Muchas gracias!!!

     CLEA Respuesta:
     

    Hola diferente,

    a la espera que Fernando te conteste, me cuelo en tu reflexión porque yo misma me la he hecho y personalmente me atrevería a decir que según como lo veo yo el desamor es ausencia de amor hacia si mismo y proyectado hacia el otro. Esta ausencia de amor es manifestada mediante el uso de la comparación, la cual a su vez será generadora de unos sentimientos negativos de envidia o de otra índole que llenaran ese vacío que debería estar ocupado por amor hacia uno mismo y hacia los demás, hablando en términos metafóricos. En este caso cuando un ser desde su infancia empieza a sufrir esas manifestaciones comparativas dirigidas hacia él, su mente empieza a condicionarse de tal manera que aprende a valorarse en función de los demás, con lo qual es posible que, dependiendo de su naturaleza, que yo opino que no todo es social, tambien hay parte de naturaleza del ser, ya sea genetica o de cualquier otro tipo, pues en funcion de su naturaleza, se desarrollaran en él sentimientos de envidia o bien de continuo sufrimiento por no sentirse realmente aceptado por los primeros seres que él ha amado sin condicionamientos, sus padres… a la vez que una profunda alienación de lo que realmente significa existir. Todo salvando las distancias de las diferencias, y de la capacidad que cada uno tenga de identificar lo que realmente le está sucediendo como ser humano.

    saludos.

     diferente Respuesta:
     

    @CLEA, Clea, me has dejado con la boca abierta….Muchas gracias por explicármelo tan bien.

     RANCHAL Respuesta:
     

    @diferente,

    Esto va a ser larguísimo y me vais a matar, pero Krishnamurti expone todo esto así, en “El arte de vivir”

    Perdón por atreverme a colgar este “chapón”.

    Hay diversos factores implicados en la desintegración humana y hay diversas maneras en que los hombres se desintegran. Integrar es unir, completar. Si ustedes están integrados, sus pensamientos, sentimientos y acciones son enteramente una unidad que se mueve en un solo sentido, no se contradicen entre sí. Cada uno es, entonces, un ser humano total, sin conflicto. Eso es lo que implica la integración. Desintegrar es lo opuesto de eso, es desmoronar, despedazar, dispersar lo que ha sido unido. Y hay muchas maneras en que los seres humanos se desintegran, se desmoronan, se destruyen a sí mismos. Pienso que uno de los factores principales es el sentimiento de envidia, el cual es tan sutil que se le considera, bajo diferentes nombres, como valioso, útil, un elemento digno de estima en la conducta humana.

    ¿Saben lo que es la envidia? Empieza cuando todavía son muy pequeños: se sienten envidiosos de un amiguito que tiene mejor apariencia, que posee cosas mejores o una mejor posición social. Sienten celos si otro niño u otra niña les supera en la clase, si tiene padres ricos o si pertenece a una familia más distinguida. Así, la envidia o los celos empiezan a una edad muy temprana y gradualmente adoptan la forma de la competencia. Ustedes quieren hacer algo que les distinga, obtener mejores notas, ser mejores atletas que algún otro compañero, quieren superar a los demás, brillar más que ellos.

    A medida que van creciendo, la envidia se vuelve más y más fuerte. El pobre envidia al rico y el rico envidia al más rico. Está la envidia de aquéllos que han tenido experiencias y quieren tener más experiencias, y la envidia del escritor que quiere escribir mejor todavía. El deseo mismo de ser mejor, de convertirse en algo meritorio, de tener más de esto o de aquello, es afán adquisitivo, es el proceso de acumular, de guardar. Si lo observan, verán que casi todos tenemos el instinto de adquirir, de poseer más y más saris, más ropas, más casas, más propiedades. Y si no es eso, entonces queremos más experiencias, más conocimiento; deseamos sentir que sabemos más que algún otro, que hemos leído mucho más que otro. Queremos estar más cerca que otros de algún funcionario importante con alta posición en el gobierno, o sentir que espiritualmente, internamente, estamos más evolucionados que los demás. Queremos ser conscientes de que somos humildes, virtuosos, de que podemos explicar cosas que otros no pueden.

    Así, cuanto más adquirimos, mayor es nuestra desintegración. Cuanto más propiedades, más fama, más experiencia, más conocimiento acumulamos, más rápido es nuestro deterioro. Desde el deseo de ser o de adquirir más, brota la enfermedad universal de los celos, de la envidia. ¿No han observado esto en sí mismos y en las personas adultas que les rodean? ¿No han advertido cómo el maestro desea ser profesor y el profesor desea ser el director? ¿O cómo el propio padre o la madre de ustedes desean más propiedades, mayor reputación?

    En la lucha por adquirir nos volvemos crueles. En la adquisición no hay amor. El modo adquisitivo de vida es una batalla constante con nuestro prójimo, con la sociedad, batalla en la que hay un permanente temor; pero justificamos todo esto y aceptamos los celos como inevitables. Pensamos que debemos ser adquisitivos, aunque designemos eso con una palabra que suena mejor: lo llamamos evolución, crecimiento, desarrollo, progreso, y decimos que es algo esencial.

    Vean, muy pocos estamos conscientes de esto; no nos damos cuenta de que somos codiciosos, adquisitivos, de que nuestros corazones se hallan devorados por la envidia, de que nuestras mentes se están deteriorando. Y cuando por un instante tomamos conciencia de esto, lo justificamos o decimos meramente que está mal o tratamos de escapar de ello de diversas maneras.

    La envidia es una cosa muy difícil de revelar o descubrir en uno mismo, porque la mente es el centro de la envidia, la mente misma es envidiosa. La propia estructura de la mente está edificada sobre la adquisición y la envidia. Si observamos nuestros pensamientos, el modo como pensamos, veremos que lo que llamamos pensar es generalmente un proceso de comparación: “Yo puedo explicarme mejor, tengo un conocimiento mayor, más sabiduría”. Pensar en términos del “más” es la operación de la mente adquisitiva, es su modo de existencia. Si ustedes no piensan en términos del “más”, encontrarán que es extremadamente difícil pensar en absoluto. La persecución del “más” es el movimiento comparativo del pensar, el cual crea el tiempo: tiempo para llegar a ser, para ser “alguien”; ése es el proceso de la envidia, de la adquisición. Pensando comparativamente, la mente dice: “Soy esto, y algún día seré aquello”; “Soy feo, pero seré hermoso en el futuro”. De modo que el afán adquisitivo, la envidia, el pensar comparativo produce descontento, inquietud; y nuestra reacción a eso es decir que debemos estar satisfechos con nuestra suerte, que debemos contentamos con lo que tenemos. Eso es lo que dicen las personas que se encuentran en la parte superior de la escalera. Las religiones predican universalmente el contentamiento.

    El verdadero contentamiento no es una reacción, no es lo opuesto del espíritu adquisitivo; es algo mucho más vasto y mucho más significativo. El hombre cuyo contentamiento es lo opuesto del espíritu adquisitivo, de la envidia, es como un vegetal, internamente es una entidad muerta, como lo está la mayoría de la gente. Casi todas esas personas que están tranquilas es porque internamente están muertas, y están muertas internamente porque han cultivado lo opuesto -lo opuesto de todo lo que son realmente-. Siendo envidiosas, dicen: “No debo ser envidioso”. Podrán negar la perpetua lucha de la envidia poniéndose un taparrabo y diciendo que no van a adquirir cosas; pero este deseo mismo de ser buenos, de no ser adquisitivos, deseo que implica lo opuesto de lo otro, sigue estando dentro del campo del tiempo, sigue formando parte del sentimiento de envidia, porque todavía desean ser alguna cosa. El verdadero contentamiento no es así, es algo mucho más creativo y profundo. No hay contentamiento cuando optamos por estar contentos; el contentamiento no llega de ese modo. Llega cuando comprendemos lo que somos realmente y no perseguimos lo que deberíamos ser.

    Ustedes piensan que estarán contentos cuando hayan logrado todo lo que desean. Pueden desear ser un gobernador, un gran santo, y piensan que alcanzando ese objetivo estarán contentos. En otras palabras, esperan llegar al contentamiento mediante el proceso de la envidia. A través de un medio incorrecto esperan alcanzar un resultado correcto. El contentamiento no es satisfacción, es algo muy vital. Es un estado de creatividad en el que se comprende lo que realmente se es. Si comienzan a comprender lo que realmente son de instante en instante, de día en día, descubrirán que desde esta comprensión surge un estado extraordinario de inmensidad, de comprensión sin límites. O sea, que si somos codiciosos, lo que importa es comprender nuestra codicia y no tratar de volvemos no codiciosos; porque el deseo mismo de volverse no codicioso sigue siendo una forma de codicia.

    Nuestra estructura religiosa, nuestras maneras de pensar, nuestra vida social, todo lo que hacemos se basa en el afán adquisitivo, en una perspectiva envidiosa, y durante siglos nos han educado de ese modo. Estamos tan condicionados a eso que no podemos pensar aparte de “lo mejor”, de lo “más”; debido a eso hacemos que la envidia sea algo deseable. No lo llamamos envidia, lo llamamos con diversos términos eufemísticos; pero si miran detrás de la palabra, verán que este deseo extraordinario por el “más” es egocéntrico, que les encierra en sí mismos. Limita el pensamiento.

    La mente limitada por la envidia, por el “yo”, por el deseo adquisitivo de cosas o virtud, jamás puede ser una verdadera mente religiosa. La mente religiosa no es una mente comparativa. La mente religiosa ve y comprende el significado pleno de lo que es. Por eso es muy importante que nos comprendamos a nosotros mismos, lo cual equivale a percibir el funcionamiento de nuestra propia mente: los motivos, las intenciones, los anhelos, los deseos, la constante presión de perseguir cosas, presión que engendra envidia, afán adquisitivo y comparación. Cuando todo esto haya llegado a su fin mediante la comprensión de lo que es, sólo entonces conocerán ustedes la verdadera religión, sabrán lo que es Dios.

     Azulius Respuesta:
     

    @RANCHAL,

    Ole y Ole TU !!!

     diferente Respuesta:
     

    @RANCHAL,No tengo palabras Ranchal…..Muchas gracias por despejar absolutamente todas mis dudas. Un abrazo!!!

     Fernando Respuesta:
     

    @RANCHAL,

    Este Krishnamurti no tenía desperdicio.

    El arte de vivir y la libertad primera y última, son dos libros muy recomendables, por el potencial liberador y sanador que encierran.

     atati Respuesta:
     

    @RANCHAL,

    Correcto amigo, como bien dices, la clave está en el “conócete a ti mismo”, así como “ama al prójimo como a ti mismo”. Lo demás son maneras de lograr estas dos cualidades. Saludos, estimado Ranchal.

     Fernando Respuesta:
     

    @CLEA,

    Eso es.

    Básicamente la neurosis se forma en la temprana infancia por la relación con los padres, pues estos ya están condicionados y nos traspasan de forma inconsciente sus propias neurosis. Luego el tema se va agravando conforme vamos socializando en una sociedad malsana, hasta que llega un punto que andamos tan inmersos en el mal que no somos capaces de verlo, esto sería como el pez que no se da cuenta que vive en el agua. Y así se va pasando la neurosis de generación en generación. La personal, la familiar y la social.

    Las constelaciones familiares de Bert Hellinger son un tema muy interesante.

    http://www.transformacionhumana.com/index.php?option=com_content&view=article&id=52&Itemid=45

    El amor llena lo que el orden abarca.

    El uno es el agua, el otro el jarro.

    El orden recoge,

    El amor fluye.

    Orden y amor se entrelazan en su actuar

    Igual que una melodía, al sonar, se guía por las armonías,

    Así el amor se guía por el orden.

    Bert Hellinger

     CLEA Respuesta:
     

    ..el amor se guía por el orden…

    suena lógico pero no me había parado a pensar en esta relación. Será cuestión de estudiar al tal Hellinger..

    gracias.

  20. JS

    Después de leerte, Azulius, uno entiende la razón por la que puedas sentirte envidiada. Y, segura y fundamentalmente, desde personas de tu propio sexo -¿es la envidia un pecado aunque no exclusivo esencialmente femenino?-. Tus reflexiones me han recordado alguna lectura antigua. La Teoría del resentimiento que desarrolla Marañón al comienzo de su ensayo sobre Tiberio.

    Allí dstingue, entre otras cosas, la envidia y el odio del resentimiento. Envidia y odio como pecados de proyección estrictamente individual, mientras que el resentimiento -dice- es una pasión que tiene mucho de impersonal, de social. El señalaba que el resentimiento no se dirige tanto contra el odiado o envidiado sino contra el destino. La novedad que tú aportas respecto a Marañón -en lo que estoy de acuerdo contigo- es que haces derivar en ocasiones el resentimiento de una previa envidia. Pero no entiendas esto como un halago, Azulius, sino como la constatación de algo peor. Seguirás siendo más envidiada por eso, por tu artículo, a partir de hoy. Y, ya sabes, ladran, luego….

     diferente Respuesta:
     

    @JS, Con todos mis respetos Sr. Magistrado, Azulius seguirá siendo respetada y admirada por todos nosotros, en general, o en particular por mí misma, como creo que todos merecemos el respeto, aunque no todos la admiración. Seguir siendo más envidiada no creo que le aporte nada nuevo ni bueno….Yo a Usted, también le admiro….y, por supuesto, le respeto pero no le envidio…Un saludo respetuoso!!

     JS Respuesta:
     

    @diferente,

    Apéame el tratamiento, diferente, no me dedico a juzgar, siquiera sea porque nunca he querido ser juzgado. Naturalmente que no es grato ser enviiado, desde luego no deseable al menos como mecanismo de defensa, y por eso nunca se lo he deseado a la articulista Azulius. Pero no todos son dignos de respeto. El respeto es, conforme un viejo principio marxista si me permites la boutade, para el que se lo trabaja. Eso, precisamente eso, diferente, es lo que nos hace….distintos. A cada cual según su capacidad de generar respeto.

     diferente Respuesta:
     

    @JS, “Chapeau” por usted Sr.Abogado. ¡Cuánta razón lleva en que no todas las personas son susceptibles de ser respetadas! Yo, inocente de mí, me refería al concepto universal de respeto atribuible a cualquier ser, que aparentemente parezca “humano” aunque en el fondo, en su espíritu, no lo sea….Usted desde su experiencia podría darnos más de un ejemplo al respecto que darían para más de un post. Gracias por su respuesta. Un saludo!

     CLEA Respuesta:
     

    En todo caso, si suponemos que la envidia es un pecado esencialmente femenino deberá ser porque el mundo es desde hace ya demasiado tiempo esencialmente masculino. O nos vamos a creer que es nuestra naturaleza esa????
    Ja y Ja.

    Y de paso decir eso de “divide y vencerás” que al poder masculino le gusta tanto, y que tan buen efecto surge entre la población femenina….a las pruebas me remito.

    saludos.

     maytreya Respuesta:
     

    @CLEA, lo has visto muy bien, clea, lo que pasa es que las mujeres no somos tan tontas, y esa tactica masculina hoy por hoy ya no funciona.

     CLEA Respuesta:
     

    Hola may,

    yo no estaría tan segura que hoy por hoy no funciona…
    Pero en fin, esperemos que tengas razón, si no es ahora, al menos para un futuro más cercano.

    saludos…

     maytreya Respuesta:
     

    @CLEA, bueno, nosotras tenemos que intentar no les funcione, esta en nuestra mano

     Azulius Respuesta:
     

    @JS,

    No me siento envidiada, ni envidiada ni admirada, pero esto último quizá suene a falsa modestia, así que no entraré en ese envite. La envidia según entiendo es un pecado o enfermedad sin sexo, es una enfermedad de la mente y que se extiende al cuerpo. Pero sin sexo, aunque también se manifieste con ese matiz y no por su género, sino por la carencia del mismo y la incapacidad a sentirlo. Me gusta la Teoría que aludes de Marañón. Difiero en lo de calificar el resentimiento como pasión, posiblemente por la idea personal que aplico a los distintos sentimientos.

     JS Respuesta:
     

    @Azulius,

    Azulius, descartemos lo sexual, que ni es el lugar, ni la ocasión, ni hay motivo, de momento claro, ni resultaría oportuno ni procedente. Te sugiero otra línea si no te molesta, de acuerdo con tu elegante e inteligente invitación.

    Pristinemos a Marañón. En este caso vayamos a su ensayo sobre Antonio Pérez. Allí decía nuestro polígrafo, “no olvidemos que la envidia ajena no es sólo amarga contribución que han de pagar los vencedores, sino pretexto de los vencidos y de los culpables para eludir la propia responsabilidad. En el juego de la transferencia de la responsabilidad, que tanto cuenta en la vida, la explicación de la envidia de los otros sirve muchas veces de justificación de la propia culpa.”

    Obviamente, no es tu caso Azulius. Hoy por hoy, y más hoy, eres una vencedora. No una vencida.

     Azulius Respuesta:
     

    @JS,

    De acuerdo en lo inoportuno de tu primer punto. Y muy de acuerdo en lo que apuntas sobre el envidiado, existen casos que no solamente hacen bandera de la envidia que generan o teoricamente generan, sino que van más allá, lo convierten en un estado de victimismo oportuno que justifica su propia enfermedad.

     yolanda Respuesta:
     

    @JS,
    …. cabalgamos”. “Latrant et scitis estatint praetesquitantes estis”, que viene a decir lo mismo. El volar alto es lo que tiene que siempre habrá alguien que su maxima sea cortarte las alas.

     Esencia Respuesta:
     

    @yolanda,

    Qué razón tiene “mi Julio”…

    http://www.youtube.com/watch?v=A8h2dkqgFJ0

  21. Jugador

    Envidia, hija del espíritu de la perfección, extremo del anhelo, pasión por lo sublime conocido. Lo único envidiable es la felicidad, verdad, belleza, la iluminación, lo que nos hace permanecer, amar, la mística de lo material, el fetiche. Luchar contra algo, lucha por la emulación.
    Envidiaba el amor, envidio una familia, un mundo feliz.

  22. San_do_Medio

    Tengo un problema: no sé lo que es la Envidia; no sé lo que se siente, como… Nada.
    Conozco la Lujuria, la Gula, la Soberbia, pero, la Envidia, no… Tampoco conozco el Odio aunque sé lo que es detestar profundamente. También no sé que es la Avaricia; lo poco que sé lo vi en personas que tenían o tienen una ansia tremenda por acaparar bienes, materia…
    La Soberbia se domina y expulsa cuando nos pasa el pavoneo adolescente y descubrimos que el reino de la Humildad es el reino Natural.
    La Lujuria imagino que vive con nosotros y además es sana.
    La Gula puede dañar la salud, pero, una vez al mes, no hace daño.

    Por eso, pienso que esas cosas que no siento y que desconozco pertenecen a la cultura social y no al Ser: todas, la Envidia, el Odio, la Avaricia, pertenecen al Parecer. ( incluido el Odio porque no gustar, detestar, es natural porque entra en nuestra capacidad para escoger, pero, odiar es achaque social que se incrusta en las emociones.)

     Nacho Rivera Respuesta:
     

    @San_do_Medio, Totalmente de acuerdo. Es la sociedad y no la naturaleza humana. El ser humano es pura dicha.

    Un abrazo.

     San_do_Medio Respuesta:
     

    @Nacho Rivera,

    Ni más, ni menos …

    saludos

     Fernando Respuesta:
     

    @San_do_Medio,

    La lujuria no tiene nada que ver con la sexualidad, si no con unos comportamientos dados para una estructura de la personalidad. Esto pasa igual con la gula, la envidia, la avaricia etc…

    En el enlace del libro que he puesto antes, explica esto, otro libro que profundiza mas en el tema es carácter y neurosis a la luz del eneagrama del psiquiatra chileno Claudio Naranjo.

     San_do_Medio Respuesta:
     

    @Fernando,

    La lujuria para mi es requinte, gusto, placer ( no me refiero al orgasmo final) en permanecer en un estado de sentir y conocer la sensualidad propria y ajena; por lo tanto es siempre mucha; abundante.
    Lo mismo podría decir de la gula…

    La envidia, avaricia, etc son diferentes porque no entra en placer físico aunque en la avaricia se puede tocar o contemplar el resultado de lo obtenido en abundancia con ansia.

    gracias por el link.. al atardecer lo visitaré.

    saludos

     Hipocampo Respuesta:
     

    @Fernando,
    Me ha parecido muy interesante el libro de Maitri Sandra que nos has facilitado. Claro que le he podido sólo echar un vistazo por encima. Pero parece algo complicado determinar cuál es nuestro eneatipo. Quisiera conocerlo. Desconozco si sería recomendable leer antes algún trabajo más sencillo para aquellos que somos profanos.

     Fernando Respuesta:
     

    @Hipocampo,

    Aquí lo tienes explicado en vídeo:

    http://www.edicioneslallave.com/libro.php?id=76

    Si buscas por youtube o similares es fácil que lo encuentres.

     Hipocampo Respuesta:
     

    @Fernando, Gracias!

     maytreya Respuesta:
     

    @San_do_Medio, Nos parecemos por lo que veo, he querido poner algo asi, antes. Me ha dado verguenza poner que yo tambien podria pecar en la lujuria y la gula ademas de la soberbia, porque se interpretase mal, o porque me perdono y no me parece pecado.
    Uff, iré al infierno..

     San_do_Medio Respuesta:
     

    @maytreya,

    rsrs allá vamos al infierno…

    saludos

  23. Denacorima

    Buen día y feliz fin de semana.

    En mi opinión, hace tiempo que la mayoría de personas se olvidaron de que lo realmente importante es crear o hacer algo que nos haga trascender.
    Pienso que la envidia proviene de la ignorancia, ambas mezcladas producen al ser mezquino en una persona llena de complejos que el tiempo pone en su lugar, ahora bien, yo envidio como escribes jeje. Admiro tu escritura para todos los públicos.

    Cuidate guapa.

     Fernando Respuesta:
     

    @Denacorima,

    Transformar la malsana envidia en admiración sincera. La admiración sincera ya no es envidia.

     Denacorima Respuesta:
     

    @Fernando,

    http://www.youtube.com/watch?v=_z581mg1P8Q

    Cierto Fernando. Iba en tono irónico. Seguramente debería haber entrecomillado el “jeje”.

    Cuidate maño. Imagino que eres el maño,sino disculpa.

     Azulius Respuesta:
     

    @Denacorima,

    Le dijo el Aguila Real a la alondra…

    Un abrazo fortisimo, gracias!

  24. Malena

    Buenos días,

    La envidia …. ¡qué mala cosa!

    Azulius, disiento en eso de que no hay envidiosos inteligentes, los hay, claro que los hay, lo que pasa que hay que conocerlos bastante bien para detectarlos, además de envidiosos y como la mayoría se pasan la vida solos (aunque se relacionen con un montón de gente diariamente están absolutamente solos) son una especie de vampiros afectivos y si has cometido el error de llegar a apreciarlos cuando te das cuenta que son simple y llanamente unos envidiosos, ya es tarde te han dejado el “alma” como un solar. Saben disfrazar su envida de mil modos, en la mayoría de los casos desprestigiando indirectamente al envidiado, hacen alarde disimulado de su inteligencia, de todas sus posesiones materiales y por su modo de hablar y actuar dan a entender que tienen todo aquello que podrían desear en esta vida, pero nada más lejos de la realidad, se pasan la vida sufriendo por los triunfos ajenos exactamente igual que los envidiosos menos inteligentes y taimados.
    Lo del tema de la “envidia sana” como dice Ricardo, es simplemente una mala utilización del lenguaje, es sinónimo de me alegro por ti.
    El envidioso no es feliz nunca, es un permanente insatisfecho, la envidia es una fiera de hambre insaciable, siempre hay alguien a quien envidiar, para mí más que un pecado capital es una enfermedad.
    Un saludo,

  25. Luna

    Si hablamos del significado de inteligencia en un sentido más tradicional que sería aquél que la define como:

    .Capacidad de entender o comprender.

    .Capacidad de resolver problemas.

    .Conocimiento

    He de estar de acuerdo con Esencia en que sí que existen inteligentes envidiosos que incluso pueden llegar a ser peligrosos, además de sumamente hipócritas.

    Si por el contrario hablamos de la acepción más actual de la palabra, actitud y aptitud de inteligencia que sería la inteligencia emocional y que Goleman (psicólogo estadounidense) define así:

    “Forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos y enbgloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, la empatía, la perseverancia, la autodisciplina, el altruismo…”

    He de posicionarme al lado de Azulius cuando defiende que un ser inteligente no es envidioso.

    De lo que no debe haber duda es de que cada cual podría dar su parecer basándose en sus propias experiencias, en los contactos que ha padecido con gente envidiosa y con gente no envidiosa y a partir de ahí se podrá hacer una evaluación sobre quién aporta más o, mejor aún, quién aporta más calidad a nuestra vida. Obviamente para llegar a esto hemos de poseer una mente con actitud flexible y no siempre lo conseguimos.

    Afortunadamente en mi vida la calidad y cantidad de personas no envidiosas han superado con creces las de las envidiosas que han sido mínimas, será que no tengo nada que enidiar 😉 pero también he de decir el daño que puede llegar a hacer sólo UNA persona envidiosa que aparezca en tu vida.

    Un saludo y felicitar por el tema a Azulius puesto que puede llegar a tener tantos puntos diferentes a debatir que es notablemente interesante.

     Azulius Respuesta:
     

    @Luna,

    Ese es el matiz Luna, que tiene una variedad increible, es un crisol que abarca cualquier campo, artes, politica, mundo laboral, arte… Existen envidias famosas, se me ocurre Mozart Salieri…

    Gracias!!

  26. AUXI

    Esto ocurre nada mas en las personas que su vida transcurre solo en lo material y en las vidas de los demás.

    Si nos preocupáramos mas de nosotros y en mejorar lo que tenemos, no tendríamos tiempo de envidiar a nadie.

    Estoy de acuerdo contigo la envidia sana no existe, existe la admiración por el logro, felicidad por lo conseguido y orgullo por lo alcanzado.

    Saludos

  27. GUERRERO

    La peor cualidad de ese estado de ánimo,es que no se desea lo que posean los demás,si no que el principal objetivo del envidios@ es que otras personas no disfruten.

    Se puede estar más vacío cómo persona humana?

    Gran artículo Azu.Muy al hilo de estos tiempos que corren…

  28. Naïf

    El envidioso y el envidiado se retroalimentan.
    La invitacion al ágape esta al alcance de todos los seres humanos , no hay invitacion con caracter de exclusividad.
    En algunos casos seras el envidioso y en otros el envidiado.
    Esta en nosotros consumir …bilis (envidioso) o engordar egos (envidiado).
    Sed felices.

     Naïf Respuesta:
     

    @Naïf,
    Perdon olvide el final

    O rechazar la invitacion al convite.

     Manuel J Respuesta:
     

    @Naïf,

    Estoy de acuerdo Naif. Es curioso como se pueden apreciar las dos personalidades. La del envidioso y la del envidiado. Y como, a veces, se complementa.
    No sé. Quizá este mito de la España envidiosa es el complemento necesario de la España que necesita sentirse envidiada.
    Tanto que voy comprendiendo las debilidades (ó lo que sea) humanas, estas no consigo que me entren.
    ¡Qué amargura envidiar! ¡Qué intranquilidad sentirse envidiado! ¿No?

    Cordiales saludos.

  29. Sonia

    Siempre me ha resultado difícil convivir con ese tipo de personas.
    No las he entendido, nunca, y no las entiendo. No obstante, con el paso del tiempo he ido descubriendo algunas cosas que, aún sin compartir, intento entender. Veamos ¿cómo se puede envidiar a alguien que no es ni alta, ni guapa ni rica… ni, ni…? Qué tipo de personas son las que se despierta en ellas ese sentimiento?… brrrrrrrrr, qué miedo!!! No me gustaría ser como ellas. Creo, sinceramente, que lo deben pasar muy, pero que muy mal, aunque duerman bien. Sin hablar de todo el daño que hacen. Porque lo hacen.
    Hoy, leyendo a Azulius, a la que admiro por su forma de escribir (observad que ya no digo lo de la “envidia sana” por aquello de usar, correctamente, el lenguaje) retomo viejos pensamientos, viejas conclusiones.
    Cuando no se sabe lo que es la envidia, difícilmente se pueden entender esos comportamientos, a esas personas? (solamente personas porque, desde luego humanas, lo que se dice humanas, no me lo parecen).
    Afortunadamente existe otro tipo de personas (estas sí, humanas) que, sencillamente, se alegran de todo lo bueno que les pasa y / o tienen los demás, personas que sufren cuando en su entorno, algo va mal. Personas que no entienden ese tipo de comportamientos. Personas que no quieren convivir con las / los envidiosas /os. Que por cierto, son muchas y muy cercanas a nosotros. Me quedo con esas Personas Humanas.
    Quizá por ese “no entender”, a las personas que procuran alejarse, siempre que ello sea posible, de semejante peligro y eso sí, de forma cariñosa, se las llama “Campanilla”.
    Por otro lado, igual nos iría mucho mejor con más Campanillas y menos Capitanes Garfio. Es mi opinión, claro.

     Manuel J Respuesta:
     

    @Sonia,
    Probablemente sean enfermedades Sonia. Tanto la envidia como la necesidad de sentirse envidiado.

    A ver si encuentran vacunas.

    Muchosss saludos.

  30. ARCANGEL SAN MIGUEL

    ENVIDIA ES UNA DECLARACION DE INFERIORIDAD
    Napoleon Bonaparte

    VUELA ALTO
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    El miércoles, 04 de noviembre de 2009 a las 15:43 | Editar nota | Eliminar
    http://www.youtube.com/watch?v=bWNNGuhFhNw

    Enseguida después de la 2a Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo.

    Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de atrás de su asiento y se dió cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión.

    Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero. De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.

    Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje.

    MORALEJA

    Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o mal edicencia,
    VUELA MÁS ALTO

    Si te criticaran,
    VUELA MÁS ALTO

    Si te hicieran alguna injusticia,
    VUELA MÁS Y MÁS… ALTO

    ACUÉRDATE SIEMPRE QUE LAS RATAS NO RESISTEN LAS GRANDES ALTURAS…

    Deseo que hoy y siempre tengas el coraje de levantar vuelo y volar siempre alto, muy alto, con la cabeza en las nubes y los pies bien fijos en el suelo…

    Deseo también que cuando estés volando sepas mirar para abajo y ver que existen criaturas mucho más pequeñas que tú y cuán grande e importante eres delante de ellas, y que en esa misma proporción, también mires para arriba y veas cómo es de grandioso el cielo que te cubre y percibas el tamaño de tu pequeñez frente al universo…

     atati Respuesta:
     

    @ARCANGEL SAN MIGUEL,

    Muy bonito, amigo Arcangel.

     Mitica Respuesta:
     

    @ARCANGEL SAN MIGUEL,
    De verdad eres alguien que ya conocemos? Te favorece el cambio de imagen. “Las buenas cosas no deberían cambiar nunca”, slogan publicitario y definición de felicidad en el budismo. Son para siempre.

     marquesita Respuesta:
     

    @ARCANGEL SAN MIGUEL, Me imagino que ……para un arcangel sea fácil volar……….

  31. aprendiz

    8… Mambo

    El baile de los pecados, la envidia, siempre en femenino ¿porqué será? Ningún pecado capital másculino. Para remediarlo en este caso, adjuntamos un demonio; Leviatan, asunto arreglado.

    Permiteme que no te agradezca que traigas el tema de la envidia a colación, ¡no se había ido! Siempre está por aquí, gracias a dios.

    Somos propensos a condenar la envidia, se dice que el deporte nacional de españa es la envidia, mentira, el deporte nacional es negarla. Nadie tiene envidia.
    ¿Tengo yo actualmente envidia? Miraré lentamente esta noche, quizás tenga, pero debe ser muy leve porque no me molesta. No obstante me daré un repaso.

    Condenar la envidia equivale a condenar el desequilibrio, fuerza natural presente en todos los estratos de la naturaleza. Para montar en bibicleta, siempre tomamos como referencia el desequilibrio, gracias a este llegamos hasta la cafetería para el primer cortadito de la mañana. La envidia es sana en todos los casos, me explico:

    si no te das cuenta de lo envidioso que eres, se da cuenta otro, este otro te habla de tu envidia y así el cree que ha acabado con la suya. (Sanidad por reflejo)

    Si por el contrario te das cuenta de lo envidioso que eres, buscas un sujeto propenso a la envidia, para comprender la tuya, y en un renuncio le espetas un sermón con el que quedas a gusto tu y el envidioso. (Sanidad compartida)

    Si tu y el otro no reconocen tener envidia, terminareis deseando mutuamente lo que tiene el otro hasta la saciedad para luego comprobar que no hacía falta, por arte de magía la envidia se irá, no por la compresión del vocablo, si por la compresión de la inutilidad de este pecado de capital importancia para el crecimiento humano. (Sanidad por inmunología)

    ¿Como comprender la lujuria en un convento? ¿como comprender la gula en etiopia? Ya se, ya se, regreso pronto. ¿como comprender la avaricia en Cuba? ¿Como comprender la pereza fuera del sofá?

    La envidia es homeopáticamente perfecta. La envidia es una herramienta. ¿Quien tira la herramienta? Los peresozos, los que preferimos conceptos para crecer, en vez de los pecados capitales.

    Aviso a suceptibles.

    (hablo de mi experiencia, el yo y el tu, tambien son mis experiencia, no señalo a nadie, líbreme dios!.

    Un abrazo Azulius

    PD:Un abrazo a Juan Armas y a Doñi, no me extenderé, ya agradeceré en persona tanta humildad.
    ¡que lección la de Juan Armas con solo 4 palabras! Lección para mi al menos. Esto es ser desprendido. Por eso escribo.

     yolanda Respuesta:
     

    @aprendiz,
    Las virtudes para vencer esos pecados tambien son femeninos:
    La lujuria-la castidad
    La gula- la templanza
    La avaricia- la generosidad
    La ira- la paciencia
    La envidia- la caridad
    La soberbia- la humildad
    La pereza- la diligencia.
    Saludos.

     aprendiz Respuesta:
     

    @yolanda, Creo que no yolanda
    No se vence un pecado con su virtud, creo.
    Me da que llegas a la virtud comprendiendo el pecado y no al reves.
    No me gusta la palabra pecado, tiene una carga negativa. Prefiero llamarlos errores.

    Te digo esto porque si soy codicioso, por norma social o por lo que sea uno intenta distanciarse de la codicia, como si la codicia fuera del vecino y no de uno. En este intento se pretende enmendar la codicia mediante la voluntad ¿pero que es la voluntad si no codicia que quiere acabar con la codicia? a lo mejor si uno entiende que la codicia no es del vecino, si no de uno y no intenta separarse de ella llega a comprenderla, en este acto no hay un yo que esté intentando nada y por lo tanto no tiene necesidad de estar gastando energias en busca de una virtud que es imposible que llegue mediante la voluntad. -la virtud no es el opuesto del pecado- creo.

    Pero si la enfermedad es femenino y el supuesto antídoto (la virtud) tambien. Si el antidoto es peor que la enfermedad, es malo que tambien siga siendo femenino porque al fin y al cabo el supuesto antidoto de la envidia es la compasión, pero si es antidoto sigue siendo Leviatán.

    Pero para ajustar cuentas te diré que la compresión tiene nombre de mujer.

     Pitigrilli Respuesta:
     

    @aprendiz, Estimado amigo Aprendiz: Pero que “requetebién” te expresas-ahora debería colocar un adjetivo a censurar por el servidor-.

    Tu exposición fresca, lúcida y detallada en diferentes secciones, es admirable y perfecta.

    Te dejo parte de un poema de Pablo Neruda-es demasiado extenso en su totalidad-; pero que con trazos maestros, narran el sentir de este inmenso poeta que también sintió la envidia en su propia piel:

    “………….Y ahora,
    otra vez ahí están.
    Son insistentes
    como los gusanos,
    son invisibles
    como los ratones
    de un navío
    van navegando
    donde yo navego,
    me descuido y me muerden
    los zapatos,
    existen porque existo.
    Qué puedo hacer?
    Yo creo
    que seguiré cantando
    hasta morirme.
    No puedo en este punto
    hacerles concesiones.
    Puedo, si lo desean,
    regalarles
    una paquetería,
    comprarles un paraguas
    para que se protejan
    de la lluvia inclemente
    que conmigo llegó de la Frontera,
    puedo enseñarles a andar a caballo,
    o darles por lo menos
    la cola de mi perro,
    pero quiero que entiendan
    que no puedo
    amarrarme la boca
    para que ellos
    sustituyan mi canto.
    No es posible.
    No puedo.
    Con amor o tristeza,
    de madrugada fría,
    a las tres de la tarde,
    o en la noche,
    a toda hora,
    furioso, enamorado,
    en tren, en primavera,
    a oscuras saliendo
    de una boda,
    atravesando el bosque
    o en la oficina,
    a las tres de la tarde
    o en la noche,
    a toda hora,
    escribiré no sólo
    para no morirme,
    sino para ayudar
    a que otros vivan,
    porque parece que alguien
    necesita mi canto.
    Seré,
    seré implacable.
    Yo les pido que sostengan
    sin tregua el estandarte
    de la envidia.
    Me acostumbré a sus dientes.
    Me hacen falta.
    Pero quiero decirles
    que es verdad:
    me moriré algún día
    (no dejaré de darles
    esa satisfacción postrera),
    no hay duda,
    pero moriré cantando.
    Y estoy casi seguro,
    aunque no les agrade esta noticia,
    que seguirá
    mi canto
    más acá de la muerte,
    en medio
    de mi patria,
    será mi voz, la voz
    del fuego o de la lluvia
    o la voz de otros hombres,
    porque con lluvia o fuego quedó escrito
    que la simple
    poesía
    vive
    a pesar de todo,
    tiene una eternidad que no se asusta
    tiene tanta salud
    como una ordeñadora
    y en su sonrisa tanta dentadura
    como para arruinar las esperanzas
    de todos los reunidos
    roedores”.

    Un abrazo en tu alma

     aprendiz Respuesta:
     

    @Pitigrilli,
    Podría escribir los versos mas tristes esta noche, pero no voy a hacerlo Piti.

    ¿De donde te sacaste esta belleza de poema? Lo más parecido de un Aston martin de los viejos. Eres un romántico!!!

     Pitigrilli Respuesta:
     

    @aprendiz, Estimado amigo Aprendiz: Ese “Aston Martin” que tu tan bien denominas; mas que un poema, son reflexiones hechas prosa. Para mi son poemas magníficos.

    Yo también soy un “Fray escoba”, que termina de “comerse” las hierbas que los sabios desechan, mientras lloran por sus desgracias.

    En el caso de Pablo Neruda y de J.L. Borges; hay muchos escritos, cartas y anotaciones; que aunque están ahí, solo son “vistas” por barrenderos de a pié como yo.

    P.D.: Mi Madre también admiraba a San Martín de Porres y al Padre de los leprosos de la isla de Molokai.

    Un abrazo en tu alma.

     juanarmas Respuesta:
     

    @aprendiz, bien lo sabes: sucede que en los demás vemos reflejos de nosotros mismos. Por eso también la variedad infinita de personalidades refleja la posibilidad potencial de que en nuestro ser se refleje esa misma infinitud: llegar a ser todos sin ser ninguno. Esa es la meta de muchos de nosotros: esa sería para mí al menos la verdadera humildad manifiesta por sí misma del individuo.

    Gracias por tus palabras, aun me queda -nos queda- gracias a Dios, camino que recorrer y limpieza que efectuar durante el camino.

    Un fuerte abrazo.

     aprendiz Respuesta:
     

    @juanarmas, Si maestro, cuente usted con el barrendero último de la fila (por la limpieza lo digo), que tiene escoba de palma, a la antigua usanza.

    hablando de escobas ¿has leido algo sobre la vida de S. Martín de porres? mi madre dice que estoy vivo gracias a él, curioso, yo pensaba que estaba vivo gracias a mi madre.

    Las gracias tengo que darlas yo Juan, tengo que darlas yo.

  32. atati

    Buen tema has elegido para hablar, estimada Azulius, la Envidia. Así dicho, dicha palabra suena muy feo y detestable, pero la envidia es un sentimiento, más bien una emoción, natural como la vida misma. Ahí está el bonito piropo de “eres tan bella que hasta las rosas te tienen envidia”.

    Ya en plan más serio, no sé si los vegetales padecerán de envidia, pero los seres animales sí que la sufren, al menos algunas especies domesticadas que todos conocemos. En los perros por ejemplo, el proceso se inicia cuando en una camada de cachorritos hay uno o dos que son más fuertes o agresivos que el resto, eligiendo siempre el mejor lugar para mamar de la teta de la madre entre otros privilegios. Después, por lo general el que mejor supo aprovechar el alimento materno, suele ser el más fuerte y sigue obteniendo lo mejor para él. El resto acata sin rechistar, y se retiran de escena con el rabo entre piernas y como mormojeando contra el abusón de siempre. Por otra parte, si les das cariño a todos por igual, se observa que los más débiles son los que más agradecen el cariño, llegando al punto de que si se presta atención a otro, se ponen en plan envidioso de verdad intentando volver a obtener la atención.

    La paradoja está que ese animal más débil aparentemente no tiene envidia del más fuerte por ejercer de más fuerte, pero sí que la tiene si el amo le da cariño al fuerte y no a él, e incluso se atreve a mostrarlo enfrentándose al fuerte si es preciso, cosa que ninguna vez lo había hecho por temas de comida.

    Con todo esto quiero decir dos cosas. Una, que la envidia no es una característica humana, es una herencia atávica o genética que nos viene desde cuando éramos animales, y por lo tanto, visto desde la perspectiva humana, es más natural que la vida misma.

    La otra es que parece que la envidia no se manifiesta contra el más poderoso, contra los magnates inalcanzables para su status, pero sí se manifiesta cuando lo envidiado es de andar por casa y en un plano parecido de status. Así se puede envidiar el coche nuevo del vecino, o el salario, o su encanto con el sexo opuesto, o su simpatía, o su valer, o su inteligencia, o cualquier otro aspecto que posea la persona de nuestro parecido status, pero envidiada por sus características. No creo que las personas de a pie, la inmensa mayoría, sienta envidia de un Rey, o de un gran magnate, o de un personaje que por su poder no nos causa el sentimiento de fracaso, de inseguridad en uno mismo, como ocurre cuando el triunfador es de nuestro entorno y no cabe excusarse con la diferencia de status. Ver que alguien con las mismas condiciones más o menos, sobresale por encima de uno, es como mejor se manifiesta la envidia.

    ¿Cómo se supera la envidia? Pues como siempre, con esa mezcla de inteligencia y sentimiento que suelen hacer estragos en nuestras características no deseadas. Inteligencia para comprender que si alguien destaca en su campo, lo procedente no es llevarse malos ratos de consecuencias nefastas para la salud, sino si realmente quisieras ser como el objeto envidiado, trabaja lo que haya que trabajar, y procura ser u obtener el aspecto envidiado. Y sentimiento para alegrarse de los triunfos de otros, disfrutando de sus características envidiadas, y mucho más si se comparte el mismo equipo o la misma empresa o la misma familia.

    Perdón por la chapita envidiosa, y muchísimas gracias a la autora de tan interesante artículo y tan bien escrito.

     yolanda Respuesta:
     

    @atati,
    Que mejor cosa que superar la envidia Atati, disfrutando de lo que tenemos más que fijarnos en lo que nos falta, hacer lo que nos gusta, no tener demasiado apego al reconocimiento de los demás y esto seguro que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos y más libres. Gabon Atati eta ondo izan.

     Denacorima Respuesta:
     

    @atati,

    Buen día atati.

    Según Unamuno, la envidia es el rasgo de carácter más propio,y la consideraba un padecimiento mil veces más terrible que el hambre, al tratarse de hambre espiritual.

    ¿ La envidia es un sentimiento o es una actitud ante la incapacidad atati ? ¿O empieza en actitud y termina en sentimiento? Para mí, se puede desear algo sin llegar a sentir envidia creo,estoy hecha un lio ahora.
    ¿ Inteligencia para entender o capacidad de entendimiento ?

    Brindo dijo un envidioso, yo no tengo lo que tienes si con algo nuevo vienes se me acaba todo el gozo. Quisiera caigas a un pozo y que pierdas tu belleza, se te vaya tu riqueza, tu virtud y tu talento, para yo quedar contento envidiando tu tristeza.

     atati Respuesta:
     

    @Denacorima,

    Para mí, querida amiga, la envidia es una actitud vital ante una incapacidad que termina por volverse un sentimiento, o más bien una emoción para ser más precisos. Es lo mismo “inteligencia para entender” que “capacidad de entendimiento”. El tema es más bien, que independientemente de la poca o mucha inteligencia que haya, lo que diferencia a un envidioso de un no envidioso, es que el segundo no se siente inferior por querer aprender o recibir ejemplo de alguien que sabe o que es más que él. De esta manera no sufre de envidia, se aprovecha de lo bueno que pueden aportarle los demás sin ningún complejo de inferioridad, y lo más seguro es que acabe siendo o pareciéndose en lo bueno del envidiado por los envidiosos que encima no aprovechan lo positivo del envidiado. En el fondo es un complejo que denota bastante inseguridad en uno mismo. Y es de tontos.

  33. VictorB

    Hola Azulius, te felicito por el post, me ha parecido una reflexión esclarecedora y muy oportuna en los tiempos que corren.

    Recibe un saludo cordial.

  34. teilhard

    La envidia es el odio, en cuanto afecta al hombre de tal modo que se entristece con la felicidad de otro y se goza con su mal (Baruch Spinoza Etica)

  35. Hipocampo

    Curioso:
    La oxitocina, hormona parte del proceso bioquímico del amor, también podría potenciar sentimientos negativos; ello depende de la mentalidad del individuo. La hormona sólo reforzará los pensamientos, informó un estudio científico israelí.
    “Partimos de la base de que esta hormona es un desencadenante de sentimientos sociales: cuando una persona tiene pensamientos positivos, la oxitocina refuerza el comportamiento social, mientras que si los pensamientos son negativos, la hormona refuerza los sentimientos negativos”, dijo la investigadora Simone-Tsoory.
    http://www.milenio.com/node/320324

     Hipocampo Respuesta:
     

    @Hipocampo, Simone Tsoory http://frontiersin.org/neuroscience/profiles/simoneg..shamay-tsoory/

  36. Lucas de Escalante

    Que gusto da tener oportunidad de ver que aún existe gente que se da cuenta de la esencia de las cosas.

    Azulius, creo que has tocado uno de los motores de nuestra sociedad. Un motor sutil casi imperceptible pero poderoso. En el creo que se basan la mayoría de las campañas publicitarias. Y también en el se apoya, en gran medida, este sistema capitalista que nos ha tocado vivir y que gente como Gorbachov el otro día aludía a que se debería revisar.

    Dijo este buen hombre que EEUU debería tener su perestroica, como asignatura pendiente. Yo también lo creo. Y detrás de EEUU vamos el resto de los vagones de ese tren.

    Me alegra tu comentario sobre la “envidia sana” que yo nunca he entendido, como soy incapaz de entender los carteles de “Todas direcciones” pero sin embargo siguen ahí.

    Me acuerdo del comentario del dueño de una cadena de ropa para chicas jovencitas que hizo fortuna vendiendo ropa que todas querían poder llevar, pero que a casi ninguna les encajaba como les debía encajar, de que él vendía ropa imposible. O a los comentarios de algunos periodistas sobre modelos de “medidas imposibles”, pero son modelos, o sea referencia del colectivo.

    Cuantas frustraciones fomentadas para generar demanda.

    Gracias por el artículo.

    Por cierto, que coche tienes?

     Azulius Respuesta:
     

    @Lucas de Escalante,

    No voy a motor, navego a vela.

    Gracias.

  37. Marien

    “Una parte nada despreciable de la inteligencia de este Occidente fermenta en el estiércol y consume indignidad” .Cosas del Camino. MC.

  38. Rodrigo

    Tremendo: “famosos que no lo son por nada real a poco que escarbemos en sus vidas”. Más sobre el gran engaño cotidiano que además de distraer nuestra atención sobre lo esencial, fomenta envidias artificiales, provocadas.

    Como al compañero @Socrates, lo primero que me vino a la mente fue aquello del llamado “mal nacional”. Pero precisamente por ser algo tan manido y evidente, estoy convencido de que Azulius lejos de “olvidar” optó deliberadamente por soslayar ese punto. No veo en este artículo una intención de crítica negativa, sino reflexión constructiva.

    Y hablando de pecados capitales, me gustaría comentar que la palabra pecado me produce problemas gástrico-emocionales, posiblemente motivada por la asociación a cierta institución que prefiero no nombrar.
    Me convence más el término “error”, al menos es más actual. La envidia, pues, consistiría en un error que nos hace malgastar energía preciosa y que nos desvía hacia ese inframundo habitado por esos pobres seres a los que alude@Joaquín/a>. Error que interactúa muchas veces con la avaricia y tiene su contrapartida en la soberbia.

    Buen fin de semana

     Rodrigo Respuesta:
     

    Sí, también hay errores tipográficos, pecadillos…

    Las dos última líneas van así:

    pobres seres a los que alude @Joaquín.
    Error que interactúa muchas veces con la avaricia y tiene su contrapartida en la soberbia. Etc.

    Por cierto, ¿alguien ha sugerido alguna vez la posibilidad de EDITAR los comentarios propios para evitar estos gazapos (a los que soy bastante dado) o sin ir tan lejos… una vista previa del mismo?. Manolo Franco (antes Alquimis)… me voy a la sección tésnica, nos vemos. 🙂

  39. martina

    “La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”

    Miguel de Unamuno.

    (El hambre fisico duele…..y mata…..)

  40. renata

    Sr. Mario, con razon dicen que el papel lo aguanta todo, yo como ama de casa, cuanto mas leo menos entiendo, y de verdad que me esfuerzo

  41. Manuel J

    Bonito artículo Azulius.

    Quiero resaltar una frase “…o él cree intuir que los poseen.”. ¿No te parece el borde del abismo llegar a envidiar -y sufrir- lo que no existe?

    Hay comentarios muy lúcidos a tu post, por ello creo que sólo me queda intentar la transgresión.

    Cada día, parece, se van descubriendo más genes responsables de ciertos comportamientos humanos. ¿Estarías de acuerdo en que estos que están clasificados como “pecados capitales” parecen rasgos de caracter heredables?
    Visualizo ahora a personas cercanas a las que se podría calificar como envidiosas y reconozco, o me lo parece, en sus familiares próximos a otros envidiosos.

    No tengo en este momento la tranquilidad necesaria para desarrollar más la idea pero quería dejarla en negro sobre blanco.

    Cordiales saludos.

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