Desde la otra orilla

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128la otra orilla

Ayer, cenando,surgió la conversación del blog. Inevitable. Parece perseguirnos como si fuéramos fugitivos en una película de acción, Quizás lo somos. Tal vez con el blog huimos por un trozo de tiempo del mundo de las diez mil cosas. Mientras no huyamos de nosotros mismos… “¿Qué crees que se consigue con el blog?. ¿Acaso piensas que te entienden?”. No tengo respuestas distintas a un “nada especial” a la primera y “no tengo idea” en la segunda. Sí, pero ¿es sincero decir que no buscas nada?. Sí en lo concreto; no en lo general, ¿Y esto qué es?. Pues que nada quiero con nombres y apellido pero tal vez sí me atraiga la idea de que unos cuantos sujetos coincidamos en una cierta manera de ver la realidad. Al menos con que cuestionemos el modo oficial, el “ortodoxo”, ya me daría por contento. Es la hora de los herejes. Bueno, siempre es su hora, Sucede que en demasiadas ocasiones los purificaban por el fuego….No tengo todas conmigo de que esa purificación no vuelva por sus senderos ancestrales, porque ya sabéis que, como comentó Jaime de Génova, en Lituania el Código Penal ha creado un tipo de delito consistente en difundir ideas “inexactas” acerca del sistema financiero. Tiene coherencia porque es frágil. Pero su motivación de fondo puede ser coyuntural. Suena a una especie de excusatio non petita, a una defensa que tal vez no sea del todo legítima.

No me atrevía a contarlo, pero hierve dentro. Así que ahí va la historia. Creo que mas o menos 1989. El entonces Gobernador del Banco de España, un Sr llamado Mariano Rubio que falleció años atrás se sentía humillado porque un jovencito estúpido llamado Mario Conde, junto con su amigo y socio Juan Abelló, no quisieron atender sus consejos (léase órdenes) de abstenerse de invertir su dinero en un banco llamado Banesto, debido a que, según el ínclito Gobernador, él -léase el Sistema- tenía diseñado un plan que convenía no alterar. Pues aquellos dos tipos raros, ajenos a la ortodoxia bancaria, que no pertenecían a su casta, se pasaron la recomendación del hombre todopoderoso por algún sitio no muy recomendable y decidieron una barbaridad conceptual: si habían ganado dinero legítimamente y si el banco era una empresa privada y si cotizaba en bolsa y si todos podían comprar acciones, pues ellos también, sobre todo si los miembros del consejo de administración de la casa adjuntaban su acuerdo a esa decisión. Pues no. Por lo visto y oído en aquellos días las decisiones acerca del futuro de una entidad financiera no la tomaban sus accionistas. eso era solo para la galería. Quien decidía era el Gobernador como nuntius del Sistema. Por lo visto algunos de esos dogmas de la economía de mercado se formulan solo para eso, para ser formulados, pero no para creérselos al pie de la letra, ni mucho menos para aplicarlos, porque el único Principio General del Orden reside en aquello que es conveniente para El Sistema. A los detentadores del poder la desobediencia les desconcierta. Se quedan rígidos, quietos, absortos en una pregunta de incomprensible respuesta: ¿cómo se atreven a contrariarme?.

Esa tarde volaba a Londres para ver a mi hija Alejandra que cursaba en inglés en los campos de la Pérfida Inglaterra. La noticia corrió como la pólvora. El rostro repleto de preocupación supina de dos consejeros del Banco me ilustró del dislate. Mariano Rubio, el Gobernador, se había permitido el lujo de decir en voz alta a los medios de comunicación una frase lapidaria:

-Banesto se encuentra en situación delicada y preocupante”.

Así como suena. ¿Que no es creíble que un Gobernador encargado de velar por la estabilidad del Sistema Financiero dijera algo así, siendo consciente de que podría desencadenar una reacción de consecuencias letales?. Pues sí, claro que es increíble. Pero sucedió. Ahí están las hemerotecas. En cualquier país del mundo ese hombre había sido cesado fulminantemente y seguramente encarcelado, como me garantizó un banquero suizo a los dos días en una reunión en Davos. Pero en España no. Porque Mariano Rubio no era autónomo (aunque sí una individualidad de las de Mabuse). Ejecutaba un plan. Su objetivo era desestabilizar Banesto. La situación del Banco no era ni delicada ni preocupante en lo financiero. En lo político, pues sí. Pero evidenciaron que ni el sistema financiero, ni los depositantes, ni esas palabrerías que suelen manejar como premisas de supuestos razonamientos repletos de humo, constituían para ellos límite alguno. Esta es la esencia del Sistema: carece de limites.

Bien pues volé a Londres. Percibí que lo grosero del aserto se traduciría en su propia esterilidad. Nadie retiraría el dinero. Lo pensé, lo imagine, lo soñé….Me enfrentaba a mis propias convicciones. Así que, como digo, volé a Londres.

Al día siguiente las sucursales del Banco ardieron de actividad. Desde la cuatro de la mañana pendiente del teléfono en la habitación del hotel. Alas 13 horas la situación totalmente controlada. Hubo alunas retiradas, pero mínimas. Lo curioso es que se produjeron muchos ingresos en efectivo de personas que acudieron al banco a traer dinero por si nos hacía falta.
¿Algún político de la derecha o la izquierda dijo algo en tono de reproche?. ¿Algún banquero ayudó?. ¿Algún medio de comunicación se quejó?. Estúpidas preguntas ciertamente.

Bueno pues Tamames me dice que hay que publicar el libro de Memorias de un año de vida, ese que comentamos ayer y en parte hoy. Joaquín y unas cuantas personas mas. Lo malo es que mi hija se niega. Entre otras razones porque hay fotografías de intimidad. Tiene razón. La intimidad gráfica debe ser una res extracomercium. Pero existe una solución: Photoshop. Se convierten las fotografías en dibujos, se aumenta el brillo, se reduce el contraste, se pone un filtro…y se ve el resultado. Si desdibujamos perfiles tal vez la cosa funcione. Os pregunto, ¿merece la pena?. El 19 tenemos reunión de Séneca, así que a la vista de lo que resulte del blog trato el asunto. La opinión de Joaquín la conozco. Espero otras.

Por cierto Javier León, el editor de Séneca, me escribe esto: “Mira lo que pensaba Spinoza a cuento de lo que te contaba ayer…Spinoza destacó tres géneros de conocimiento humano: en el primero, el hombre es esclavo de las pasiones y sólo percibe los efectos o signos e ignora las causas; en el segundo, la razón elabora ideas generales o nociones comunes que permiten a la conciencia acercarse al conocimiento de las causas, y aprende a controlar las pasiones; en el tercer género, el hombre accede a una intuición totalmente desinteresada, pues conoce desde el punto de vista de Dios (sub specie aeternitatis), ajeno a sí mismo como individuo y por tanto sin que le perturben las pasiones individuales. En esta contemplación se identifican lo singular y lo eterno, y se percibe la presencia de todo en todo, intuición en la que se cifra la única felicidad posible.”

Interesante. “Sub especie aeternitatis”… “Ajeno a sí mismo como individuo”. Pero, ¿es que somos individuos?. El miércoles 18 de Octubre publiqué en el blog un post con este título “Dudo que seamos individuos”. A él me remito. El primero en contestar fue precisamente Mabuse. Ayer escribió algo a propósito de estas palabras mías: “Lo que llamamos separatividad es un producto mental, nada que ver con lo real-real. Es, por tanto, producto psicológico. Esta es la esencia del asunto. Toda separatividad es por definición psicológica. Esa separatividad sin referencia a la totalidad conduce a la egocentricidad a través del lenguaje proposicional”. Pues bien, al leerla Mabuse escribió:

-No se podría expresar mejor. No obstante, no hay que llevar esta visión al extremo de la negación de la individualidad, pues es evidente que la “separatividad” no es puramente un producto psicológico; habría que distinguir entre la visión actual mecanicista, (reduccionista-cartesiana), y la visión holista que se expresa claramente en el texto de M.C”.

Luego continuó con sus entradas enfatizando en que la individualidad existe. Claro, que existe. Pertenece al mismo plano que el espacio y el tiempo. ¿Hay un espacio físico entre Madrid y Pekín?. Pues claro. Y un tiempo entre ayer y hoy. Pero son varas de lo manifiesto. Integrarlos en la abstracción de lo absoluto y se percibirá que para entenderlas necesitamos sujetos (individuos) involucrados en el esquema espaciotemporal manejando el lenguaje proposicional. En este entorno existen individualidades; por ejemplo, yo no soy Mabuse, ni Ana, ni George, ni Gloria…. Lo que cuenta es situar ese no soy en el contexto adecuado, porque al ascender de plano somos lo mismo. El lío que se organiza Sr Aurobindo a propósito del tema de la individualidad es nada despreciable. Lo percibo también en Vicente Merlo y su “Autoluminosidad del atman”. En fin, asunto complicado.

Por eso digo Siendo. Juanarmas pregunta: Si la Unidad es Ser, Consciente de Sí Misma por medio de este juego que ha creado de infinitas manifestaciones de Sí en el mundo de la formas; y si los humanos somos puntos holográficos de la Conciencia (es decir, puntos potenciales de conciencias que puede ser conscientes de la Unidad de la Conciencia), ¿”siendo” no implicaría acción (y por tanto, tiempo), mientras que “ser”, desde la perspectiva gramatical, como infinitivo, un estado atemporal e impersonal?”

Bueno, tal vez sean palabras. Ser tiene para mi una connotación subjetiva de la que huyo. Puede inducir a una suerte de antropromorfismo. El gerundio es la mejor manera que encuentro de expresar la eternidad porque carece de comienzo y fin. El Siendo, en este sentido, es capaz de abarcar lo Absoluto no manifestado. También Lo Manifiesto, porque lo manifiesto en concreto, en sus formas concretas, es perecedero, pero en todas sus formas, en cuanto Manifestación, es eterno. Así que prefiero Siendo.

Otro tercio. Cada día es mas claro que resulta casi imposible parar lo que nos viene encima en el terreno economico/social. Los andaluces dicen eso de “lo que sea, ya está aquí”. El Informe del FMI sobre España resultó ayer demoledor sobre lo demolido. Algunos comienzan a transitar hacia el pánico desde el miedo. Sin rubor hablan de cuatro millones de parados. Creo que el fracaso del Sistema puede ser mucho mas estruendoso de lo que yo mismo habría precedido. Ojalá no demasiado. Por cierto, no se si os dais cuenta de que una de las técnicas ha consistido en atribuir un contenido descalificador y peyorativo a la expresión anti-sistema. Es delincuencial. Un anti-sistema es un marginado enloquecido dispuesto a delinquir. Algo así decían de los herejes. Precisamente para no seguir siendo un antisistema (y de paso salvar la vida) alguien tuvo que renunciar a que la tierra era redonda. Pero lo era. Ya sabemos que la palabra no es la cosa. Pero a veces, como a Eckhart, el saber inconveniente solo te libra de la hoguera si te has muerto antes de que enciendan la pira.