El marista, Trichet y Bohm

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Ayer, y esta madrugada sigo de momento, estuve en Alicante en donde, como escribí, llegue con 8 años y me fui recién cumplidos los 17 para estudiar en Deusto con los jesuitas. Visité en la ciudad de la cota cero sobre el nivel del mar la casa en la que viví al llegar con esa edad procedente de Tui. Por cierto, nunca jamás en mi vida había visto un ascensor cuando arrivamos por aqui en 1956 . Me fascinó el artilugio, así que os imaginais a ese niño de ocho años en el hall del hotel subiendo y bajando en el ascensor a cada instante y disfrutando con ello como si poseyera la copa del grial de las esencias del cosmos. Supongo que imaginé que eso de subir y bajar en la vida depende del botón que aprietes. No se, pero quizás en aquellos momentos vislumbrara que el subir en el mundo del espiritu depende del botón del plano de conciencia…y, claro, el bajar tambien. En fin, dejé la visita de esa casa y me fui al Colegio de Los Maristas en donde tenía cita concertada.

Mi padre estudió en los maristas de Fuencarrall, en Madrid, y frente a ese colegio tenía la familia Arroyo un edificio de varias plantas en propiedad, y en él nació el 30 de Marzo de 1.953, poco antes de que yo saliera de Tui hacia las tierras secas del Levante, Lourdes Arroyo. Sincronicidades que dicen los que saben….Bueno, sigo. Nuestra primera casa en Alicante se situó en la Plaza de los Luceros y nada mas cruzar la calle en dirección a la estación de ferrocarril, en un inmenso solar, situaron al colegio de los Maristas. Y por comodidad de desplazamiento y por tradición familiar allí fui a empezar a estudiar.

Ayer regresé al pasado. Los maristas vendieron el solar en donde se encontraba mi colegio y se fueron a otro lugar mas distante del centro en donde hoy tienen unas edificaciones que me parecieron estupendas. En diferente sitio físico pero al penetrar en esos edificios regresé al pasado. A ese pasado de mas de cincuenta años de vida. Allí estaba mi expediente, mis notas, siempre superiores a notable en religión, allí, tras esos trazos algo temblorosos de la pluma oficial con la que se escribía en el cuaderno rayado, se encontraban trozos de una vida, de muchas vidas. Lo mas interesante es que ese reencuentro con el pasado ha dejado de emocionarme.

Me agrada, me gusta, sonrío, me alegro, pero son emociones epidérmicas. Tras la muerte de un ser tan querido como Lourdes, tras deglutirla, fermentarla, asumirla, interiorizarla y renunciar a entenderla, la separación vida/muerte me resulta tan ligera de contenido como la del pasado/presente.

Y ¿el futuro?. Pues sobre el futuro que nos espera, el hombre de unos 78 años, aunque aparentaba menos, marista desde siempre, director de muchos de los mejores colegios de esa Comunidad, residente en Alicante desde hace diez, buen juicio, facilidad en el uso de la palabra e ideas claras, en un momento de nuestra charla se atrevió a pronunciar una frase dolorosa. Sucedió una vez que hubo desgranado los errores cometidos por esto que llamamos civilización occidental en muchos de los temas candentes. Dijo que veía sin la menor duda en el horizonte signos inequívocos de fuerte convulsión social….

Y la cosa sigue, porque esa frase, como os conté, fue pronunciada en la comida de los cincuenta del viernes…Al margen de ello, le pregunté, en ejercicio de esa impertinencia imperdonable que consumo en ocasiones, acerca de su vida, ¿Que sientes ahora después de tantos años?. Me refiero a tu vocación, a tu fe, a tu vida al servicio de esas ideas..,

Estareis de acuerdo en que la impertinencia es fuerte. Pero el hombre, con la experiencia de la vida y la madurez del contento existencial, respondió que no tenía duda, que estaba muy feliz con su vida, que el servicio a los demás le proporcionaba una satisfacción interior impagable, que quizás de volver a empezar habria sido un poco menos “golfillo”, creo que dijo, pero en esencia repetiría todos y cada uno de sus actos. Ya sabeis que no me gustan las preguntas sin posible respuesta y esa de “si volvieras a nacer, ¿harías lo mismo?” es una de ellas porque no se puede volver a nacer, al menos en idéntico molde corporal, con la misma personalidad. Lo de la reencarnación como flujo de espiritu es otra cosa. El intento de perpetuarse en una encarnación y una personalidad concreta me resulta infantil, aunque son de edad avanzada algunos consumidores de este fruto de cierto modelo de pensamiento. Pero en todo caso la serenidad debe ser algo muy parecido a mirar atrás y encontrarte bien en el presente. Y supongo que las cosas en cuanto cosas no son muy aptas para provocar ese sentimiento….

Bueno pues concluida mi vista a los maristas y mientras nos dirigíamos al restaurante, conecté un artilugio de bolsillo que llevo conmigo, entré a ver noticias y me encontré con esta: “Ahora, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, también se ha lanzado al ruedo de las previsiones sobre el desarrollo de la crisis. Trichet ha destacado este lunes que se acerca un momento en el que podría producirse una recuperación y que se … siempre con cautela”. “Hay una serie de elementos que sugieren que nos estamos acercando al momento en el que habría una recuperación”, ha dicho Trichet en la rueda de prensa tras la reunión sobre economía que se celebra en el Banco Internacional de Pagos de Basilea (Suiza)”

Alentadora, sin duda. Claro que contrastaba con el hermano marista. Este último veia convulsion. Trichet recuperación. Entré en la pagina de la bolsa. Seguía la caida y la de los bancos muy acusada sobre lo ya muy caido. Parecía como si los mercados creyeran mas al marista que al presidente del BCE. Yo tambien, sin la menor duda.

Esta mañana he consultado la prensa. Son las 5.30 y pronto tomaré el coche para regresar a Madrid, en cuanto termine de escribir esto. Veo noticias. Por ejemplo: que nuestro proceso de convergencia con la UE se deteriora, que los bancos reclaman no se qué a los clientes embargados, que las bolsas caen, que la actividad se deteriora…No se, me da la sensación de que este hombre, este Sr. Trichet, lo mismo se creyó eso de que hay que ser optimistas y enfrentarse al futuro con mas palabras que hechos… Lo cierto es que mires por donde mires encuentras mas razón en el marista que dedica su vida al servicio de otros que en el Presidente del BCE que maneja la mejor de las informaciones oficiales….Ya dije yo que eso de la erudicion no era imprescindible y que a veces una indigestión de conocimientos produce abotargamiento del mecanismo mental…

Pero la curiosidad que siempre me ha causado tantos problemas me ha llevado esta madrugada a indagar comentarios sobre esas afirmaciones de Trichet. ¡Sorpresa!. Ya no aparecen como titulares de primera plana. Al menos no en El País que consulto. Tampoco la localizo en El Mundo, en su sección de economía, en donde si veo, por ejemplo, una noticia digna de ese rincón del periodico, y es que comenta que el romanticismo parece que se esfuma con la crisis porque las ventas de flores caen un 30 por 100…Es evidente que solo es romantico quien compra flores…..

Bueno pues por lo que se ve no creen a Trcihet hasta el punto de que no quieren comentarlo. Luis María Anson, el periodista de raza que levantó ABC hace muchos años, me comentó un día que lo mas importante de un director de periódico es la papelera de su despacho. La verdad es que no lo entendí a la primera y por eso aclaró: lo que cuenta de un periódico no es lo que se publica, sino lo que deja de publicarse por lo motivos que sean. La verdad es que me quedé pensando y la cosa tiene su miga. Mucha miga. Así que la verdadera historia de algunos acontecimientos de importancia se encuentra en las papeleras….Nunca imaginé que si las papeleras de los directores de periódicos hablasen…

Cené con mi hermana y cuñado en su casa de Alicante. Me encontré con un libro estupendo “Diálogos con científicos y sabios. La búsqueda de la Unidad”, de Reneé Weber. Lo “pillé” como dicen ahora y me lo traje al hotel, con promesa de devolución del ejemplar, que son de las promesas menos cumplidas en una vida de lector.Me encontraba demasiado cansado para leerlo y eso que mi admirado D. Bohm aparece por todos los costados del libro. Pero no pude reprimirme y lei un poco, solo un poco:

“WEBER: Tanto el científico como el mistico ven en la materia algo que es inmanente y trascendente

BOHM: El místico ve en la materia un principio inmanente de unidad y esto es implicitamente lo que hace tambien el cientifico. Algunos van mas allá de la materia llegando a la trascendente. Tienden entonces a desvalorizar la materia en favor del principio trascendente” (pag 169/170)

“Un principio inmanente de unidad”….”llegando a lo trascendente”…..

No tuve que dedicar mucho tiempo a esas ideas. Ya están dentro
Me dormi.

Ahora me vuelvo a Madrid.