El tema que plantea Systematicus hoy es de gran importancia. La crisis ha puesto de manifiesto el efecto demoledor que sobre la economía real puede tener el modo de actuar y organizar de la llamada economía financiera, en términos mas clásicos el circuito del crédito o de financiación de la economía. Cuando se experimenta en propia carne que el colapso en la financiación de empresa reales susceptibles de funcionar y generar empleo y beneficios en circunstancias ordinarias, es decir, con circuitos de financiación habituales, no necesariamente privilegiados, es evidente que la reflexión sobre el papel social del sistema financiero se convierte en prioridad absoluta.

No en vano, como hace ya tiempo comentamos en el blog, dos Premios Nobel de Economía insistían en la necesidad de que la banca volviera a ser lo que era, esto es, a cumplir con la misión que le es propia: financiar el sector real de la economía. Mas recientemente volvía sobre el asunto, también a raíz de unas palabras que pronunciaba Krugman, en otro artículo dentro del blog: la imprescindible reforma del circuito el crédito a las empresas.

Quiero decir que es un asunto que llevamos analizando en el blog y que curiosamente se silencia en nuestro país, al contrario de lo que sucede, como nos ilustra Systematicus, en otras economías dentro de la UE, singularmente Alemania en donde suelen ir ene estos asuntos conceptuales unos cuantos cuerpos por delante de la tradicional improvisación latina, muy creativa para el arte, pero no siempre efectiva para la organización en sí misma considerada.

Np se trata solo, ni preferentemente, de modificar las condiciones de supervisión. No es el asunto. Se plantea un tema mucho mas de fondo: el  verdadero papel del sistema financiero y sus agentes. No creo que sea necesario, ni siquiera conveniente, eliminar la función creadora de beneficio en el circuito, es decir, que los bancos no tengan también la misión de ser rentables, porque el criterio de rentabilidad bien entendido ayuda a la eficiencia de las unidades económicas. No se trata, tampoco, de pedir una única banca publica, porque la titularidad de las acciones no es en si misma garantía de eficiencia, aunque, claro, si al final del día, como dicen los americanos, resulta que los desperfectos del sistema privado se pagan con fondos públicos, la fuerza de los argumentos privatizadores se debilita de modo sustancia, porque si privatizar significa que en caso de ir las cosas bien el beneficio es para los accionistas privados y si van mal los destrozos se pagan con dinero de la comunidad…

De lo que se trata es de ser consciente que el tipo de economía real que tenemos depende en gran medida del modelo de organizar el circuito el crédito. Hay otras cosas y muy importantes, sin la menor duda. Pero debemos empezar por aquí y por eso desde hace tiempo los que seguís el blog habréis comprobado que al inicio de la crisis esbocé mi concepto e valor social del crédito, que es presupuesto para ordenar adecuadamente esas dos categorías esenciales: eficiencia económica y eficiencia social que son pilares de mi pensamiento desde hace muchos años. Curiosamente en españa se quiere hablar de algunas cosas a propósito de la crisis pero la reforma en profundidad del sistema financiero solo se toca tangencialmente y en aspectos que no inciden en la sustancia del problema.

Esta entrada iba destinada como comentario pero por alguna razón que ignoro seguimos con fallos en el sistema y no me deja hacer comentarios. Por eso la dejo de esta manera pero no hay comentarios sobre ella sino que deben hacerse en la entrada de Systematicus en cuanto seamos capaces de solventar el problema. Gracias a todos