Asisto en privado a encuentros con personas formadas en materias financieras y económicas y otras sencillamente instruidas en el arte de vivir. Trato de explicar a sus demandas los aspectos sustanciales de la crisis que nos rodea. No tienen duda: no es una crisis meramente financiera, ni siquiera económica. Todos sienten o presienten que nos encontramos ante algo muy profundo.

Una amiga mía inteligente dice: esta es la guerra mundial de nuestra generación. Es posible, incluso, que no sea una exageración fuera de tono. De todo eso hablaremos en este blog. De momento, vamos a unas preguntas con respuestas dolorosas que surgen en esos encuentros. Se asegura -y seguramente será cierto- que el sistema financiero español goza de buena salud.

Al tiempo, el Gobierno anuncia que comprará activos sanos de la banca por 50.000 millones de euros y que avalará a esas entidades bancarias para que tengan acceso al crédito en cientos de miles de millones. Ante eso algunos me preguntan: si es verdad que están tan sanos nuestros bancos, que no tienen problemas, ¿porqué tiene el Gobierno, es decir, todos nosotros, que comprarles activos por esa cantidad tan brutal de dinero?. ¿Si están tan sanas por qué hay que comprarle activos que dicen sanos?. Si son sanos, pues serán sanos y servirán en los balances…. Si es verdad que nuestros bancos están sanos y son solventes, ¿por qué tiene el Gobierno que avalarles para que les den crédito internacional?. ¿Es que se fían mas del gobierno que de nuestros bancos?.
Son, efectivamente, preguntas de respuestas dolorosas.