Nada se entiende, o se entiende todo

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69Santander

Concentrados como nos encontramos en asuntos mayores, parece como si la crisis y sus secuelas las desplazáramos a los páramos de los recuerdos a ser olvidados. No es así. Sigue con nosotros y golpea a diario. Un mero dato: hace años teníamos que emplear mano de obra “inmigrante” para recoger aceituna dado que los españolitos, con independencia de comunidad autónoma, se resistían a ese oficio ancestral. Es bastante verdad eso de que los “extranjeros” se han ocupado en tareas que nuestros paisanos consideraban “poco elegantes”, cuando menos.

Bien, pues este año, a la hora de reclutar gente para esa labor antes despreciada, resulta que aparecen muchos mas hombres que puestos de trabajo y, claro, ya no son mayoría los de otras nacionalidades, sino lo de aqui, los de la piel de toro. Y primero contra los de fuera y a continuación contra hermanos de “patria”, la fricción por conseguir el salario es digna de ser contemplada, de no ser porque se trata de personas humanas y un espectáculo así no es, al menos para mi, de lo más gratificante.El ejemplo es solo un trozo crisis. Hay muchos mas. Lo malo es que creo que dispondremos de ellos en abundancia a medida que corra el tiempo.

Así que la cosa continúa y la mente de algunos va alejándose de ese modo-de-pensar tan característico: aquí no pasa nada; unas subidas y bajadas de bolsa, unas cuantas quiebras, unos bancos con problemas, unos políticos en dificultades, pero pronto volverá a ser igual que era. ¿Acaso después del sunami y 250.000 muertos no volvieron las playas a recibir gentes y los hoteles a vender servicios turísticos? Pues igual aquí, aseguran.

Pues no. Al menos no en mi opinión. Hablan de refundar el capitalismo, pero con una boca tan pequeña o tan preñada de dogmas rancios que resulta dificil captar el fondo del mensaje.. Es un modo de ver las cosas. Lo que siento y deseo es que en muchos aspectos no se vuelva a circular por idénticas rutas. Y a nada que la sociedad sea consciente de lo que verdaderamente sucede es posible que piense que conviene evitar que estas cosas se reproduzcan en el futuro. Es, cuando menos, una esperanza, aunque asumo que eso de que la sociedad quiera gestionar su propio destino no pasa de ser una de esas esperanzas o anhelos que el poeta guardaba en un tarro. Veremos que da de si esa reunión de países ricos (¿ex-ricos?). Nosotros, dicen, llevamos como activo a ese encuentro el modo de supervisión del banco de España. Yo sinceramente tendría cuidado porque como se desate alguna tormenta financiera sobre el sistema español -no probable pero no descartable- podemos volver a transitar por las autopistas del ridículo, que, bien es verdad, en situaciones límite se encuentran mucho más concurridas que las de ordinario.

Antes de ayer hablé con un amigo italiano. Un empresario de pies a cabeza y la distancia entre ambos es mas de 1.90 metros…Vota Liga Norte… Sus empresas caminan bien y pertenecen al auténtico sector real, pero, claro, sufren las consecuencias de que los bancos no pueden prestarles el dinero que necesitan. El año pasado disponían de esas cantidades sin problemas, pagaban sus intereses, amortizaban su capital..en fin, lo normal. Este año, no. ¿Por qué? Porque los banqueros han hecho no se qué cosas raras…Su actitud frente a la banca ha variado sensiblemente y no es hombre de dogmas y menos de dogmas anarquizantes. Al contrario. Pero a lo largo de la cena se deslizó la noción de la banca como servicio público….¡Amigo!. Me dio pie para mi tesis del control social del crédito.

– ¿Qué es eso? me preguntó.
-Pues que las empresas que producen riqueza deben darse cuenta de que disponer del crédito adecuado a sus necesidades y solvencia es como disponer de una carretera, es decir, que se trata de un bien social. El dinero debe ser puesto al servicio de producir riqueza y no al reves.

No dudó el hombre. Se manifestó de acuerdo. Concluyó un trozo de merluza a la gallega y añadió:

-Pero es que si los políticos controlan la banca no sé que puede pasar.
-Claro, -respondí- Antes se decía que la gestión pública de lo financiero podía ser peligrosa, pero la experiencia ha demostrado que en manos de determinadas personas privadas el sunami ha sido el mayor de la historia, segun dicen los aficionados a comparar terremotos.

Pues sí, tienes razón concluyó. Y no le gustaba demasiado la conclusión. A eso de las doce de la noche le dejé en el areopuerto porque viajaba a Argentina…Al despedirse con un gesto de padre abatimiento y de madre incertidumbre me dijo eso de “creo que llevas razón”. Hablaré en Galicia el dia 4 de Diciembre sobre este asunto en particular. Ahora volvamos a lo nuestro: a que no sólo parece que hay crisis sino que, además, no se entiende bien que pasa, al menos por la gente de a pie.

Resulta que días atrás el Banco de Santander se ufanó de dos cosas: no necesitaba capital de nadie y menos del Estado y, además, su morosidad no subiría del -creo recordar- dos por ciento. Bueno pues muy bien. Mejor así. Para terminar añadió a la fiesta de la confusión una cifra de beneficios realmente impactante asegurando, incluso, que los mantendría para el año próximo, el año del Gran Desastre según los agoreros.

La gente esa de a pie se preguntó que cómo era posible todo esto. Que ellos si que sufren la crisis. Que el banco no les presta o si lo hace le ha subido el coste del dinero de manera brutal y encima les cobra comisiones de apertura…y encima tienen que dar gracias. ¿Entonces?. Los mensaje se entremezclan y la perplejidad amplía su circulo.

Ahora resulta que el banco aborda una ampliación de capital de 7.100 milones de euros. Para los antiguos, ¡mas de un billón de pesetas!. Si no necesitaba capital, ¿por qué lo hace?. ¿Para prevenir? ¿Tanto tiene que prevenir? ¿Pero no aseguraba que su morosidad no subiriía del 2 por cien? ¿Entonces?….Sigue la perplejidad reclutando adeptos.

El mercado-dicen- ante semejante cifra no se cree la historia relatada y presiona la acción a la baja. Cuentan, y esto no es lo mas importante, que las acciones se ofrecen muy baratas y que las comisiones por venderlas las paga el banco muy caras. No lo se. No me importa demasiado. Lo que si me interesa es que el mercado parece que duda de que las cosas vayan a ser como las cuentan desde el banco. Yo no tengo por qué dudar, pero yo no soy el mercado. ¿Y quien es el mercado?

En otra de esas mesas nocturnas de los restaurantes de Madrid que comienzan a sufrir los efectos demoledores de la crisis y de sus precios por cubierto, un presidente de un banco mediano aseguraba que la morosidad subiría de modo exponencial en plazo muy breve y para todos incluyendo los dos grandes. Tambien emitió juicios bastante demoledores acerca de la situación de algunas entidades financieras. Esto me lo cuenta quien lo oyó de propio oído, claro. Sus alegaciones parecían sensatas y es que es dificil creer que todos los españoles que tienen problemas para pagar sus facturas financieras sean clientes de otros bancos diferentes al Santander… La concentración bancaria está ahora mostrando su cara menos amable. Para todos: bancos y clientes bancarios

Parece que el banco amplía capital para prevenir y para prevenir algo poderoso, a la vista de las cifras. Me parece buena táctica y asumir sus costes es buena práctica. Ocurre que el mercado cree o tiene la sensación que no se trata solo de prevenir sino sobre todo de curar. No hay motivos para pensar así (al menos no los conozco) pero como eso del pensamiento es libre…pues a tirar al suelo la acción. Al fin y al cabo los sentimientos, las emociones también dominan la bolsa. Un día hablaremos de los números de Fibonacci y la Onda de Elliot

Lo peor no es eso. Lo peor es que cuando las cosas no se explican bien la gente suele reaccionar mal. Y creo que se están explicando fatal. Y las reacciones comienzan y parece que van a mas.