El tamaño de las Cosas (Alfredo Conde)

bafometAlfredo Conde es gallego, escritor, Pemio Nacional de Literatura, autor de muchos libros de éxito, amigo y, encima, pariente por Allariz.

Acabo de leer un articulo suyo escrito para El Periódico de Cataluña. Se titula “El Tamaño de las Cosas”.

Creo que es conveniente leerlo. Alfredo ni siquiera sabe que lo pongo el blog, así que sin su permiso aqui lo dejo para el que quiera leerlo.

29 pensamiento sobre “El tamaño de las Cosas (Alfredo Conde)

  1. Socrates

    San Atanasio, el teólogo y prelado cristiano griego, nacido en Alejandría y patriarca de esta última, fue el gran líder durante el período más difícil de la Hª de la Iglesia cristiana primitiva. Su diligencia, su sabiduría, su intrepidez, su imponente inteligencia, su actividad y su paciencia le señalan como una gloria de su tiempo. Sus escritos, polémicos, históricos y morales, son sencillos, sólidos y claros. El llamado Credo atanasiano (que representa las creencias de su autor) fue un gran compendio de sabiduria y fe aplicada o ‘de manual’.

    San Isidoro de Sevilla o Isidorus Hispalensis (aunque hay quien asegura que era de Cartagena) fue un prelado y erudito, Doctor de la Iglesia, y último de los Padres de la Iglesia occidentales. Era considerado el hombre más culto de su tiempo. Escritor prolífico, es muy conocido por su vasta enciclopedia de conocimiento, Etymologiae, que fue una obra clásica para los eruditos durante toda la Edad Media. Escribió también una introducción al Antiguo y Nuevo Testamento. Ingente labor la del sevillano (o cartagenero).

    Me ha parecido muy original e interesante el artículo de Alfredo Conde; se agradece un artículo genuino entre tantos temas manidos y reiterativos. Resulta perentorio como postula Gombrich el compendiar o hacer una “foto aérea” de nuestro mundo y escala de valores para a partir de ahí, poder tirar para algún lado. Pero, hace falta otra cosa complementaria que se le olvida: Liderazgo. No tenemos líderes espirituales ni políticos que se precien. Sin guías no hay avance para el vulgo, aunque haya Camino que andar.

     atati Respuesta:
     

    @Socrates,

    La guía es el Maestro interior o Alma de cada cuál.

     Socrates Respuesta:
     

    @atati, He visto a las mejores cabezas de mi generación escupir sobre el crucifijo cristiano en nombre de la razón para luego terminar dando tumbos, perdidas, entre tinieblas, en busca de una nueva vaca sagrada que las salvase del nihilismo y de la desesperación. Allen Ginsberg, Aullido.

     atati Respuesta:
     

    @Socrates,

    Eso se lo cuentas a los Vedas de hace 6 ó 7.000 años, que también sabían lo del Maestro interior.

     Osnofla Respuesta:
     

    @Socrates, Llego tarde amigo. Las vacas son animales que proveen de alimentos primarios para todos, creyentes y no, y además hacen los ciclos de una manera maravillosa. Cuando una vaca mueve el rabo hacia la izquierda, expresa algo diferente que cuando lo mueve a la derecha. Al igual que cuando se tumba, no supone igual da o manera fue. Cierto es que según quien la mire, hasta puede ser un dios o un Dios, si para el hambriento preguntas, se la come y dira, dios, que buena estaba; si para el que la corteja, le dira que bella eres; si para quien la adora, le dara su fe, y a quien le repudia y la ve como contraria le dara asco, rabia o pena. Y a mi me parece que todos se pasan, de una manera u ptra, pues quien no tiene fe en lo que dice su amigo, hermano, mujer, hijo, Madre, Padre o Espiritu Santo, como puede creer en ningún Dios. No me lo creo ni yo. Gracias.

  2. Màire

    Erase una vez….en un país multicolor

    una madre preocupada por “El Tamaño de las Cosas” que tomaban algunos aconteceres en la vida de su hijo en los fines de semana, le preguntó al hijo por sus causas, pues temía que en su aparente forma de vida, careciera de algunos valores fundamentales que ella creía haberle trasmitido . A lo que el hijo en esos momentos prudentemente se calló.

    Unas horas después la madre recibía una carta/correo vía internet, respondiendo a la pregunta formulada: hijo ¿ la vida a secas, o la vida desnuda?

    ¿La vida a secas o la vida desnuda?

    Para responder a esta pregunta me parece oportuno citar a dos ilustres escritores, por un lado Aurelio Artea y por el otro Juan Ramón Jiménez.

    Artea escribe en un artículo de opinión en El Diario Vasco sobre La vida a secas: “No es la vida a secas lo valioso, sino lo que hacemos en y con ella, los contenidos con que la llenamos y los espacios de humanidad que le conquistamos”.

    Por su parte Juan Ramón escribió: “En una decadencia de hermosura la vida se desnuda y resplandece la excelsitud de su verdad divina”.

    Las palabras de Aurelio Artea parten desde la razón del pensamiento, una vida no es importante si no como se utiliza. Y el mismo aclara en el mismo artículo que en una vida dedicada a la “destrucción” del prójimo lo que se produce es una deshumanización.

    Aurelio también tiene unas palabras para la vida desnuda y teoriza: Todo ello viene a diluirse cada vez que se representa a la vida como el valor supremo. Este dogma resume a la perfección el nihilismo ambiental contemporáneo. No hay valores, o si se prefiere, no hay valor más precioso que la vida. Efectivamente, si la vida humana comparece como el valor por excelencia, entonces no reconocemos valor alguno por el que merezca la pena vivir (o sea, correr el riesgo de morir). Para el satisfecho nihilista que llevamos dentro nuestra existencia podría conciliarse con cualquier opción moral, con una y a la vez con su contraria, lo mismo da, siempre que sirvan para asegurar esa desnuda existencia. No importarían los porqués y para qués de cada vida, sino nada más que el sobrevivir. Ya nos lo previno el clásico cuando se refería a aquellos que, con tal de vivir, están dispuestos a renunciar a las razones para vivir: “et propter vitam vivendi perdere causas”.

    Y personalmente creo, que en esta cuestión si vale jugar con el lenguaje de las matemáticas y con la ambigüedad.

    Si, considero la vida desnuda un valor absoluto, pero bien es cierto que durante la misma, la suma de diversas circunstancias pueden igualar este valor o superarle hasta el punto de “jugarse el cuello” así bien teniendo en cuenta las palabras de Aurelio Artea si pudiese elegir, elegiría una vida de contenidos. Y es aquí donde entraría el verso de Juan Ramón Jiménez dejando, eso si, divinidades a parte y repito…”En una decadencia de hermosura la vida se desnuda, y resplandece la excelsitud de su verdad divina”.

    A lo que la madre del país multicolor, pensó uhmmm, tiene herramientas para defenderse….ojalá cuando el tamaño de las cosas sea desmesurado siempre que las necesite las encuentre.

    un saludo

  3. Ceropuntocero

    Que el mundo se ha empequeñecido me parece evidente. Basta considerar lo que supuso para Elcano dar la vuelta al mundo, y lo que supone hoy en día, tanto en tiempo como en dispendio económico. En estas condiciones, resulta absurdo creer que nos separan grandes distancias.

    Desgraciadamente, nuestra mentalidad parece que lucha por no adaptarse a esta nueva realidad y por crearse la ficción de que todavía nos quedan grandes horizontes por descubrir. Por descubrir desde luego, pero no para que viajemos a ellos ni los habitemos. Y sin embargo, de cuando en cuando los medios oficiales intentan suministrarnos pequeñas dosis de ese autoengaño, como para mantenerlo artificialmente vivo.

    Necesitamos una conciencia de isleños, las antípodas de la mentalidad tradicional norteamericana. Sería bueno que nos demos cuenta pronto mejor que tarde.

  4. Diana Z.

    Decir que unos de los grandes inventos de la humanidad es “la relatividad”, me parece quedarse corto… En cuanto a los valores, siempre han estado en constante evolución…¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? No sé yo, no sé yo… ¿A alguien le gustaría volver a la etapa feudal? ¿O a la dictadura de Franco? ¿O la Revolución Industrial?… Hombre, quizás a alguien sí… También depende de en qué posición social te tocara estar…

    Aquí dejo otro artículo de lo relativo que es todo, merece leerle hasta el final… Es de Santiago Alba Rico.

    El pasado mes de julio se celebró en Coney Island el campeonato del mundo de devoradores de hot-dogs. El joven estadounidense Joey Chestnut batió en la final al japonés Takeru Kobayashi y superó todas las anteriores marcas mundiales al engullir 66 perritos calientes en 12 minutos ante el delirio de los más de 50.000 espectadores que presenciaron en directo la hazaña. Como premio, el campeón recibió un bono de 250 dólares en compras de un centro comercial y un año entero de hot-dogs gratis en la cadena Nathan’s.

    En este instante, mientras redacto estas líneas, se celebra el campeonato mundial de perdedores de peso. Cada segundo cinco personas disputan la final -un haitiano, un somalí, un ruandés, un congoleño, un afgano- y los cinco obtienen la victoria. El premio es la muerte. El apetito de Joey Chestnut no es nada comparado con el que ha devorado -digamos- a René, Sohad, Randia, Sevére y Samia: cada 12 minutos la pobreza mata de hambre a 3.600 hombres, mujeres y niños en todo el mundo. O lo que es lo mismo: cada 5 hot-dogs en Honey Island 300 seres humanos mueren de inanición en Africa.

    En 1876, el virrey de la India, lord Lytton, organizó en Delhi el banquete más caro y suntuoso de la historia para festejar el entronizamiento de la reina Victoria como Emperatriz colonial. Durante una semana 68.000 invitados no dejaron de comer y de beber; durante esa semana, según cálculos de un periodista de la época, murieron de hambre 100.000 súbditos indios en el marco de una hambruna sin precedentes que se cobró al menos 30 millones de vidas y que fue inducida y agravada por el “libre comercio” impuesto desde Inglaterra. Mientras los colonialistas ingleses comían perdices y corderos, los supervivientes indios se comían a sus propios hijos. El hambre, lo sabemos, disuelve todos los lazos sociales e impone el canibalismo. Hace falta tener mucha hambre para comerse con lágrimas en los ojos el cadáver de un vecino, pero hace falta tener muchísima más hambre para devorar alborozadamente 66 perritos calientes en 12 minutos. Confesaré que cada vez que pienso en hambrunas no me viene a la cabeza el vientre abultado de René ni la teta escurrida de Samia sino la voracidad aplaudida de Joey Chestnut, como símbolo publicitario de una economía que no puede permitirse siquiera calmar el apetito de los saciados. Chestnut no es un caníbal, no, pero en cierto sentido se alimenta del adelgazamiento de los etíopes, los tailandeses y los egipcios: la tercera parte de la cosecha mundial de cereales sirve para engordar los animales que nos comemos los occidentales (1 kilo de carne por persona y día los estadounidenses, más de ½ kilo los europeos) y bastaría reducir un 10% la producción de pienso para dar de comer a la tercera parte de los 850 millones de personas que, según la FAO, pasan hambre en el mundo. Exagerar es medir lo inconmensurable, hacer aprehensible lo irrepresentable. Exageremos: Chestnut es un canibal. Delante de las 50.000 personas que lo aplaudían, se comió a René, Sohad, Randia, Sevére y Samia y a otros 3.595 hombres, mujeres y niños. Ni siquiera Bokassa demostró jamás tanto apetito.

    A Chestnut se le puede pedir que coma menos e incluso que se enfrente a su gobierno, pero en realidad es sólo otra víctima del hambre. Está el hambre de los que no tienen nada y el hambre de los que nunca tienen suficiente; el hambre de los que quieren algo y el hambre de los que quieren siempre más: más carne, más petróleo, más automóviles, más teléfonos móviles, más imágenes, más juguetes y -también- una moralidad superior. La relación entre ambas insatisfacciones es un sistema global. Queríamos un hombre libre y tenemos un hambre libre. Confieso que cada vez que pienso en el hambre no me viene a la cabeza el esqueleto de Sohad ni los inmensos ojos febriles de Sevére sino el ejército de los EEUU en Iraq y la alegría depredadora del Carrefour. Exagerar es empequeñecer lo ilimitado, reducir lo descomunal a escala humana. Exageremos: el canibalismo es, no ya obligatorio, sino elegante. Unos pocos millones de mentes privilegiadas (desde gobiernos y multinacionales) dedican todo su esfuerzo a encontrar la manera de que a todo el mundo, en todas partes, le falte algo; de que los niños de Haití y Sierra Leona pasen hambre y se desesperen por ello y de que los consumidores occidentales, después de devorar bosques, ríos, minerales y animales (con sus imágenes), se queden con hambre y se alegren de ello. El capitalismo quita a los países pobres sus recursos y al mismo tiempo las fuerzas para resistir; el capitalismo nos da mercancías a los occidentales y al mismo tiempo el hambre necesario para engullirlas sin parar; y el hambre se convierte así, de un lado y de otro, en la desgracia objetiva de Africa, Asia y Latinoamérica y en la felicidad subjetiva de una humanidad cultural y materialmente insostenible y condenada a la destrucción.

    La hambruna disuelve, sí, todos los lazos sociales e impone el canibalismo. La pobreza relativa aviva el ingenio, inventa soluciones colectivas, improvisa solidaridades y crea redes sociales de resistencia. Pero por debajo de cierto umbral, cuando el hambre amenaza la supervivencia, las tramas se deshacen y sólo quedan impulsos atómicos, solitarios, animales: individuos puros enfrentados entre sí. Sólo en este sentido -biológico y casi zoológico- puede decirse que nuestras sociedades occidentales son “individualistas”. Alguna vez he expresado la regla de la satisfacción antropológica con la siguiente fórmula: “Poco es bastante, mucho es ya insuficiente”. Por debajo de “poco” hay hambre y son imposibles la conciencia, la resistencia y la solidaridad; por encima de “bastante” hay más hambre y son imposibles también la conciencia, la resistencia y la solidaridad. “Demasiado” siempre quiere “más”. Hemos superado ya ese punto a partir del cual lo único que tenemos -ni coches ni carne ni casas ni imágenes- es hambre; y nuestra voracidad, como la de Joey Chestnut, se está comiendo, mientras redacto estas líneas, no sólo a Samia y Sohad y Sevére, tan borrosos y lejanos, sino a los propios hijos.

     Diana Z. Respuesta:
     

    @Diana Z.,
    Perdón, “leerle” no, leerlo, que se me ha escapado un leísmo. 😉

  5. Serena

    Con ironía.

    Con esa absurda manía que poseo de racionalizarlo todo o en su defecto, de dar una explicación a todo –lo que desde los particulares conceptos mentales-no la tiene, me pregunté un día, qué cosa era eso del futbol. Por más que me empeñaba no veía mas, que unos cuantos hombres corriendo detrás de un artilugio esférico y me parecía una broma de la vida, el hecho de que semejante cosa moviera tanto dinero mientras no hubiera para niños famélicos alrededor de los que se posaban los cuervos en espera de la comida.

    …hasta que un día me arrastraron a un partido de futbol y entonces entendí. A mi lado había señoras y señores a los que vi casi el estómago saliéndosele por la boca, en su afán de insultar al contrario. Más que al campo yo los miraba a ellos, hasta que en un momento la señora dejó de gritar y me preguntó con mala uva que qué miraba. Le respondí que a ella…y siguió insultando a uno que por lo visto era un vago y cobraba un pastón.

    Cuando salí de allí me dije: Ya veo el cometido de esto. Es canalizar toda la ira, toda la furia y la violencia que acumulamos en nuestra vida diaria, de tal manera que cuando he visto a alguien muy iracundo le digo que vaya a un partido de futbol.

    Cuando leí el otro día que le daban 99 millones a un jugador me dije:¡coña lo que ha subido la terapia de la violencia! .

    Todo muy absurdo y muy amoral. Digamos que es una película con cuatro rombos y nosotros seguimos mirando y dejándonos contaminar de las escenas fuertes.Además nos presentamos como avales bancarios, para la película. Cada domingo o fiesta de guardar. Tacita a tacita…

  6. juanarmas

    Creo que en lo exterior estamos casi viviendo en un adosado. El desarrollo de la técnica -en especial, tras la aparición de la informática y los ordenadores- ha propiciado el que hoy en día estemos conectados como humanidad más de lo que hemos estado nunca; al menos, en cuanto a determinada información. Eventos deportivos o lúdicos, conflictos, desastres naturales… tenemos acceso a ellos casi en tiempo real.

    Las discrepancias, sin embargo, se vuelven abismales a nivel de tierra. Puede parecernos una locura el gasto en miles de millones de euros por un deportista, pero para una persona que subsiste con menos de un euro, algunos de nuestros hábitos les parecería un derroche intolerable y hasta ofensivo. Creo que es cuestión de perspectiva.

    Por otro lado, a nivel individual, el mundo sigue siendo todo un mundo por descubrir… Los medios de transporte nos permiten acceder a casi todos los confines del mundo, pero a nivel personal, ¿estamos abiertos a todas las posibilidades y variantes que puedan darse en este planeta o bien lo interpretamos desde una limitada perspectiva nacional, racional, personal?

    Creo que al final, el tamaño de las cosas comienza y acaba por uno mismo.

    Gracias por compartir la interesante la reflexión que propone Alfredo Conde.

     195453 Respuesta:
     

    @juanarmas, Un niño entra corriendo en la cocina, y le pregunta a su mamá;¿ para quién es esa “tortillona que estas haciendo ?,para ti hijo ¡.Uffff,que tortillina mas pequeña..El tamaño de las cosas ¡Andrés P.

  7. Ricardo

    Excelente artículo ; el tamaño de las cosas como ya se ha apuntado en otro post, sin duda es relativo: según desde donde se miren. Los dos artículos de hoy llevan un nexo común , la misma pregunta : Hacia donde nos encaminamos? .
    El otro día conversaba con una compañera del blog sobre la figura de “los guias” …”Cada uno debe ser su guía..” me contestó y me dejó reflexionando:
    Cuanta razón tiene! durante milenios hemos sido infantes dependientes de “Líderes”, “Guias” “Dictadores,”Gurús”…
    Durante mucho tiempo hemos sido alumnos de educadores mesiánicos donde el poder del educador dependía más de su palabra que de su ejemplo. El alumno necesita un modelo de identidad, una persona ejemplar a la que admirar y en quien aprender. Las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.El hombre ha conocido muchos hombres ejemplares, pero como no sabía sus nombres los llamaba “Anónimos”, les ha puesto tumbas,estatuas,proverbios,les ha escrito cartas y poemas ,les han concedido todo tipo de honores,pero han seguido siendo anónimos. Todos y cada uno de nosotros conocemos a Héroes con nombre y apellidos : hombres y mujeres valientes,cercanos, que han dejado su impronta; no ha sido necesario que figuren en los libros de historia , no necesitamos reescribirlas, las hemos vivido y ese ejemplo nos ha calado.El tamaño de las cosas es muy relativo, el de los hombres también. Internet es anónimo , son muchos en uno ; el anónimo que perdura y permanece .Y ese quien es? ese es “el vulgo” ¿los hombres dormidos o secuestrados ? nos va a dar igual que apaguen la voz de la conciencia colectiva ? ¿ que controlen a ese “anónimo” que somos todos?.
    Ya es hora de que maduremos y nos convirtamos cada uno en su guía,cada hijo con el ejemplo de su padre y cada padre siendo ejemplar.Sabemos cómo se debe hacer , nos hemos malacostumbrado a que nos digan lo que hay que hacer,¿para que? si ya lo sabemos , el problema es que es más fácil que otros piensen y actúen,
    por eso Internet da miedo , mucho miedo y hay que controlarlo,censurarlo,amordazarlo . Hay muchos ya despiertos y cada día más. No nos quejemos de falta de líderes o guias ,entre otras cosas porque somos nuestro propio guia : no lo sabemos ,dudamos,esperamos… percibámoslo sin miedos y ese será el principio del camino , en ese camino nunca estaremos solos.

     Socrates Respuesta:
     

    @Ricardo, Yo creo que un gurú o guía es la persona que viene a decir que el mundo va a ir por un camino. “Simplemente” lo señala. Un saludo cordial.

     Ricardo Respuesta:
     

    @Socrates, Es muy posible que así sea Sócrates, llamamos Gurú a tantas cosas distintas…En el marco del hinduismo, gurú significa ‘maestro espiritual, en el mundo de los negocios, podríamos decir de todo, lo malo desafortunadamente abunda.
    Un abrazo Sócrates.

  8. Libertad

    EL HOMBRE IMAGINARIO

    El hombre imaginario
    vive en una mansión imaginaria
    rodeada de árboles imaginarios
    a la orilla de un río imaginario.

    De los muros que son imaginarios
    penden antiguos cuadros imaginarios
    irreparables grietas imaginarias
    que representan hechos imaginarios
    ocurridos en mundos imaginarios
    en lugares y tiempos imaginarios.

    Todas las tardes imaginarias
    sube las escaleras imaginarias
    y se asoma al balcón imaginario
    a mirar el paisaje imaginario
    que consiste en un valle imaginario
    circundado de cerros imaginarios.

    Sombras imaginarias
    vienen por el camino imaginario
    entonando canciones imaginarias
    a la muerte del sol imaginario.

    Y en las noches de luna imaginaria
    sueña con la mujer imaginaria
    que le brindó su amor imaginario
    vuelve a sentir ese mismo dolor
    ese mismo placer imaginario
    y vuelve a palpitar
    el corazón del hombre imaginario.
    (Nicanor Parra)

  9. Toñi

    Hola.

    En teoría estamos en constante evolución. Aunque a veces nos dé la sensación de que evoluciona todo alrededor del hombre y que, sin embargo, y sin saber a ciencia cierta el por qué la especie humana va retrocediendo, o quizá sería más correcto decir que vamos olvidando por el camino los valores que en otras sociedades fueron parte fundamental de la existencia.

    Puede ser que llegue el día en que los valores muten totalmente y ahora estemos en ese principio de traspaso.

    Nuestros bisabuelos no podrían aceptar de ninguna de las maneras ideas que tenemos ahora, nosotros luchamos para que no se repitan ideas que ellos vivían con total normalidad y así estamos remodelando, sustituyendo, protegiendo…lo importante es que se haga de la forma adecuada, o sea, democráticamente y que los perjudicados (si ha de haberlos) sean los mínimos.

    Lo que no parece que vaya a desaparecer, de momento, es la palabra valor y en todas sus dimensiones. Puesto que la utilizamos para un sinfín de hechos y “cohechos”. A veces acertados otras veces no tanto.

    Como dicen los franceses: c’est la vie!

    Saludos.

  10. Azulius

    Hola de nuevo,

    Acabo de leer el artículo de Alfredo Conde, me quedo pensativa tratando de controlar la cantidad de ideas que se me agolpaban en la cabeza sobre lo leído, sigo bajando la pagina con la inercia esa, bobatonta del querer saber más y dedo en el ratón que va por libre y me encuentro dos comentarios al artículo, el ultimo, el que me remueve dice:

    “Acabáramos toda esa insulsa parrafada para acabar señalando a Florentino Perez, ése es el verdadero tamaño de las cosas….la puta envidia.”

    Hay días que todo es tan pequeño, tan pequeño, que escuece hasta estar y formar parte.

    Y sí, lo han hecho pequeño, pequeña la amplitud de miras, pequeña la cultura, pequeña la formación, minúsculos los valores, diminutas la empatías, microscópicas los derechos y la exigencia a que se cumplan, inexistente el deseo de cambiar o entender que todo, absolutamente todo, a pesar de su relatividad, pasa por uno mismo, y es uno mismo quien da el tamaño o lo quita, y de eso, sale todo, así de simple, así de comprometido.

    Feliz tarde.

  11. Denacorima

    Tengo la impresión de que mi reino no es de este mundo, tan grande todo él.

    El tamaño, la medida, es algo humano, algo que introducimos nosotros en nuestra relación con las cosas y con las personas y lo que quiero decir es que tal vez nos confundimos muchas veces en ese tipo de relación, pues ciertas cosas van más allá de la medida, del tamaño. Es más, ciertas cosas no se dejan apresar por el número, y el tamaño no añade nada, incluso me atrevería a decir que oculta otras cosas.
    Es como la utilidad o inutulidad de las cosas ¿quien lo determina? ¿que es más util? dedicarte a ganar dinero o a ser feliz?.
    En cuestión de Tamaño todo es relativo. No hay nada como el tamaño que no se puede medir-al menos no facilmente-como el amor,la alegría,la ternura…

  12. Ino

    La filosofía siempre ha dicho que los valores tienen que tener una serie de caracterísiticas. La primera de ellas, es el valor propiamente dicho ya que todos los valores pueden verse como objetos o como ideales que no se encuentran sometidos en el campo de la subjetividad y que tienen que ser comunmente aceptados. Es lo que confiere el valor propiamente dicho, luego otra característica de los valores es su objetividad. Luego tenemos la no independencia que debe de entederse como una no dependencia ontológica de los mismos ya que los valores hacen referencia al ser y se expresan como predicaciones del ser. Seguimos con la polaridad como puede ser belleza-fealdad, amor-odio, bondad-maldad, etc. Seguimos con la cualidad ya que los valores son independientemente de la cantidad y no pueden establecerse relaciones cuantitativas entre los valores. Y por ultimo, continuamos con la jerarquía ya que establecemos como una especie de tabla en la cual, damos prioridad a uno u otro valor.
    En definitiva la teoria de los valores poco se puede aplicar en los tiempos que vivimos. Muchas de las características que he desarrollado más arriba, se confunden, se mezclan, se contraponen. Se pierde el rumbo y por tanto, se pierden los valores ya que se inutilizan sus características. Según el artículo mencionado es un problema que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo.
    Lo que si es cierto es que a la vez que se van degradando los valores, también se van degradando las relaciones interpersonales e incluso presenciamos la enarbolación de banderas absurdas que nada tienen que ver con lo genuino del ser humano. Es cierto que estamos asistiendo a una obra trágico-cómica por parte de algunos sectores y que como decía D. Mario el otro día en su artículo del diario El Mundo, hay instituciones que estan muertas y que no lo saben.
    Un saludo para todos y una sonrisa sincera.

  13. Xavi

    He estado una semana fuera y acabo de leer este artículo interesante.

    Os invito a conocer este precioso pueblo (Allariz) en el que podéis pasmar y maravillaros… precioso Río Arnoia, casitas restauradas… todas ellas de piedra del país, muy buen hotel, muy buenos restaurantes (25€ pers), gente encantadora, paisajes de ensueño, Outlet (centro comercial abierto), de reciente creación para las damas…A 10 minutos de Orense (preciosa ciudad por cierto), Autovía A52, 1 hora de Vigo (aeropuerto). El que lo visite que me cuente si exagero…

    Una curiosidad que me come, no sé si ya se ha hablado pero como he dicho estuve fuera y acabo de leer esto. Esa roseta de la foto de donde es?

    Un saludo

     195453 Respuesta:
     

    @Xavi, Cuando tenga ocasión visitaré ese pueblo;he visto fotos y me parece una maravilla.Saludos Andrés P.

     Xavi Respuesta:
     

    @195453,
    Seguro que te gustará. Aquí os cuelgo una dirección con fotos, muy buenas. Si alguien quiere mas información se la doy encantado.

    http://www.allariz.com/galeria.asp?cat=11

    un saludo

  14. Manuel...

    “En el silencio del pensar, irrumpe el brillo del ser”
    (Heidegger).

    Todo es uno; el infinito está en todas las direcciones.

  15. Lili Marlen

    CREADORES Y RECOPILADORES

    He leido en el articulo de Alfredo Conde que “la dificultad de encontrar un libro ejemplifica la discontinuidad, la perenne ruptura que Gombrich señalaba hace medio siglo”.

    Notable.

    Continua el autor hablando de Isidoro de Sevilla y Atanasio informando que sus humildes compendios y creencias fueron transmitidos para que la humanidad no pierda pié y todavía después Conde nos habla nuevamente del borrador de Gombrich, un tipo de credo parcial subjetivo y selectivo que le gustaria difundir a su autor antes de que estallemos por los aires. Conde nos aconseja la lectura de un credo parcial, subjetivo y selectivo.

    Notable.

    Después nos habla de la fascinación de un austronauta por la tierra vista desde la luna y tras unas cuantas frases sobre la atmósfera terreste y su planeta, se deja caer de sin entrar en profundidades sobre la crisis que nos afecta y afirma que lo que hace falta es elaborar un CREDO, un COMPENDIO DE VERDADES que nos permita saber de nuevo quienes somos.

    Notable.

    Alfredo Conde tiene más de recopilador que de escritor en mi opinión y me parece que se olvida de la propia responsabilidad frente a las batallas perdidas, llámese libros que no salen de las cajas.

    Valle Inclán dijo una vez algo parecido, aunque en otro contexto, refiriéndose al Nobel que la disneylandia cultural sueca concedió a Echegaray hace muchos, muchísimos años.

    Valle, sin Nobel, sigue en el firmamento de los genios.
    Echegaray no.

    Claro que las palabras están ahí y Alfredo Conde afirma sin pudor que nos hacen falta un credo y un compendio de verdades para saber de nuevo quienes somos, olvidando que la pérdida de identidad que nos abruma tiene su origen en credos y verdades.

    Puestos a citar en culto, tarea más propia de recopiladores que de escritores, entre Gombrich y Yourcenar me quedo con la segunda no porque me guste más, sino porque COMPRENDO LO QUE DICE cuando afirma: “Me guardé muy bien de hacer de la verdad un ídolo, prefiriendo dejarle su nombre más humilde de exactitud. Jamás me agarraré a una idea por temor al desamparo en que caería sin ella”

    Opus Nigum se llama el libro. Y a pesar de ser una antigualla se encuentra en todas las librerías.

  16. merino

    muy cierto y coherente lo que expresa Alfredo Conde, y si bien es cierto que no basta con la contemplacion de esta decadencia, hay que buscar respuestas y soluciones.
    Quizas, una primera razon venga de hace siglos cuando la peninsula estaba plenamente diversificada, cada reino, corona con un ordenamiento juridico distinto -problema al que se tuvo que enfrentar Alfonso X cuando fue eregido monarca-, quizas esa “incohesion” y la convicion y creencias de no formar un todo -pero no un todo igual claro esta, sino un Estado verdaderamente cohesionado en lo juridico y en otros ambitos del saber y la cultura, sea la razón por la cual cada dia más gente no quiera agregarse como una comunidad y si como una “multidictadura” en la que primen las exigencias de cada uno en pos de la convivencia. Cada dia son menos las cosas buenas que nos unen y, puede que esa sea una de las mayores razones propiciadoras de la decadencia a nivel global y mundial. Ya lo plasmo magistralmente Ortega y Gasset cuando hablo de este problema que a todos nos incumbe y por desgracia nos afecta. La proliferacion del hombre masa que busca y exige de su vulgaridad un derecho.
    En cuanto a la idea de “lideres” tengo que decir que no estoy muy deacuerdo contigo socrates, si bien cada uno debe ser lider de si mismo buscando la virtud en cada accion que comete y realiza -virtud que se llega a traves del conocimiento y la experiencia- cosa de la que carecen la multitud de ciudadanos mundialespor desgracia-.

  17. Toñi

    Hola.

    Confieso: hago uso de las Nuevas Tecnologías. La televisión, la radio, el ordenador, Internet (me gusta que digan que el gran poder de Internet radica en su universalidad)… De la era Gütenberg hago uso con especial interés del libro desde que era una cría.

    Más aún, veo los programas de corazón. Sí señor y lo digo alto y claro. En ese tanto por ciento tan altísimo que existe de audiencia de estos programas y que nadie los ve me encuentro yo y jamás lo he escondido.

    Me gusta porque entretienen y a veces sólo necesitas eso, algo que te evada de lo terrenal-personal sin llevarte a una trascendencia que puede complicarte los pensamientos en un momento no adecuado.

    También he de decir que en estos programas no todo cabe; el ir dañando con y sin saña a personajes conocidos es deleznable, ahí se apaga y a otra cosa.

    Pero no me digan que no les parece (y ahora porque hablo de usted, ¿será que me estoy alejando de la cultura supuestamente nacional?) entretenido, divertido e instructivo en cuanto a cariz humano una entrevista con Geraldine Chaplin, Alaska (ojalá escribiera algún post), Bibiana Fernández, Lolita, Amparo Rivelles…tantísimos personajes que te aportan cosas por su cultura, su forma de ver las cosas y sobre todo por ser personas además de posibles personajes.

    Un programa del corazón conducido con respeto es de lo más, valga la redundancia, respetable.

    Una de mis primas es estudiante de periodismo, es una excelente persona que está en el camino de ir preparando su vida cultural y no creo que dejara de ser más o menos culta si se le ofreciera en su día llevar un apartado de corazón.

    ¿Qué es usted hipócrita o consumidor de papel rosa? Desde luego también hay cientos de personas que realmente no siguen estos programas y es estupendo que así sea, pero no más estupendo que el que se siga.

    Que hay que estar abierto porque cualquier tema nos puede aportar algo nuevo y bueno, hasta el saber que por ahí no se va bien. Lo que sea, pero si aporta no es negativo.

    Todo aquéllo que nos haga ir en detrimento de conocimiento, sea del calibre que sea, puede ser negativo. Y todo corporativismo de la índole que se plantee: profesiones (médicos, abogados, jueces, periodistas… normamente de profesiones liberales), mujeres-hombres… puede ser más dañino que el supuesto mal que se está causando en un principio.

    Quizá debería haber puesto el texto en otro post pero para equilibrar números he decidido hacerlo aquí, además de porque el tamaño de las cosas no puede ser jamás algo universal, sí debe ser democrático y plural.

    Saluditos rosas, azules…todos los colores conforman el aspecto de nuestras vidas o de la del vecino.

  18. Osnofla

    Sigo paciente mirando, desde mi Atalaya, es desenvolver de las cosas. Ahora vienes y nos cuentas que estamos lejos o cerca. ¿De quién es el puño? NO hijo, NO. No hay puño que pueda encerrar el Planeta Tierra, encerrará las malas inquietudes de muchísimas personas, pero no el Planeta Tierra.

    Desde mi Atalaya, o desde cualquier lugar o espacio alto, se ven las cosas de otra manera. Pero eso es escapar, las gentes se mueven esquivas unas de otras. No, no es el tamaño, es la grandísima hipocresía de la peña alrededor de una foguera que quema lo malo de sus vergüenzas, pues siguen huyendo de las historias reales de la vida misma. Es ver lo que uno tiene al lado, a distancia. Y para eso amigo, no hay que ir a la Luna. Lo que ocurre es que seguimos ignorando e ignorantes en cuanto a temas tan precisos se refiere amigo.

    Cuando el astronauta, 30 años después, habiendo perdido el miedo a sus congéneres, las personas de al lado suyo en el Planeta Tierra, se anima a contar, lo primero que dice es: después de un rato largo, salieron de una especie de cráter, donde estaban parados, y sin demora, saque la cámara de fotos para inmortalizar aquella secuencia nunca jamás imaginada por mi. Hice fotos muchas, no se asustaron. Pero ya al rato, se inicio un movimiento, rápido y en poco desaparecieron a una velocidad impensable. Cuando llegamos, estaban allí.

    Claro que me imagino la situación, de la tal cagalera que les debió de entrar, y del fétido olor de los nutrientes esos especiales y espaciales que comen, se fueron corriendo, volando. (Chiste)

    Amigo, no pienses en el tamaño, piensa en la grandeza de lo que tenemos y de lo que nos rodea. Verás y sabrás, y, cuanto más ignorantes encuentres, te darás cuenta que más te acercas a la verdad. Ese es el verdadero tamaño de las cosas.

    Hace mucho que deje de valorar los tamaños. Me centré en los Seres Humanos y otros, y desde mi Atalaya, disfruto de todos y de todas las maravillas, sean del tamaño que sean, que El Universo nos da.

    Déjales que sigan pensando e imaginando, la sensación de lo grande muchas veces oculta el placer de lo pequeño, y el disfrutar a lo grande siempre se produce por menesteres pequeños.

    Gracias.

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