Cuando en las frías tierras de las Highlands escribía ese pequeño librito que titulé “Creando Utopías”, sospechaba que una crisis se avecinaba. No me refería sin embargo en él a una crisis material, sino a una profunda crisis de valores.
Había cierta euforia estos meses porque al parecer se estaba saliendo de la crisis. Pero todo era una cortina de humo nacida de la irracional promesa de que volvíamos al redil. Seguíamos sin entender que la crisis no afectaba de lleno a las capas materiales, sino que debía hacer tambalear el Sistema que durante épocas hemos mimado y que ahora se tambalea. Un Sistema errático, maldito, egoísta y superfluo. Un sistema débil que ha sobrevivido a base de apaños históricos, de parches culturales y promesas incumplidas.
Los aristócratas de la intelectualidad han callado sus voces porque ellos mismos se ven sin escrúpulos para defender lo indefendible. Están tan contaminados de los productos y conocimientos que el propio Sistema endogámico ha proporcionado, que se sienten auténticamente perdidos ante los retos que se avecinan. ¿Dónde está el norte cuando los caminos giran todos hacia el sur? He ahí el papel de los soñadores, de esos que más allá del conocimiento empírico son capaces de ver la posibilidad de ollar un nuevo camino. Y he ahí la necesidad de los nuevos héroes, esos que sin temor prefieren adentrarse en las incógnitas y peligros del nuevo horizonte. Pero esos héroes, a diferencia de los pasados, son los hombres y mujeres de carne y hueso que día a día van despertando y contemplan atónicos como se derrumba lo caduco. Es la sociedad civil en su conjunto que comprende que al nuevo norte sólo podemos acceder todos en su conjunto. De ahí que el nuevo héroe somos todos, empuñando la bandera del cambio. De ahí que el nuevo héroe nace en cualquier esquina y empuja a los demás a la consciencia libre.
Y ese nuevo héroe, ese ciudadano cansado de todo lo añejo ha detectado que debemos cambiar la forma de pensar en el progreso y determinar con rotundidad que progreso no es igual a crecimiento. No podemos seguir construyendo hasta el infinito pensando que el territorio y los espacios son ilimitados. No podemos seguir produciendo coches hasta la saciedad cambiando de modelo cada dos años. No podemos derrochar el dinero, como hasta ahora habíamos hecho, en objetos materiales de usar y tirar. La humanidad no puede seguir creciendo como un caballo desbocado hacia nadie sabe donde.
Entonces, si no crecemos, ¿qué hacemos?
Aquí es donde entra en juego el cambio de valores, el verdadero paradigma de todo cuanto está pasando. Y el cambio de valores está sujeto a vivir bien, con lo suficiente, pero sin desear vivir mejor que el otro. Es decir, simplemente esforzándonos para que todos vivan bien, para que todos tengamos cubiertas las necesidades básicas que son alimento, abrigo, salud, educación, trabajo y vivienda. Y si el pan es una necesidad básica no puede tener un coste desorbitado, como tampoco debería tenerlo un abrigo o una vivienda.
He insistido en muchas ocasiones en la necesidad de modificar nuestras formas de relacionarnos, nuestra cultura del tener por una forma de convivir más sana, más humana, más generosa. No nos hace felices el ser ricos o pobres, sino el poder compartir nuestras riquezas o pobrezas. No nos hace felices el vivir cien años, sino el cuidar nuestros cuerpos para poder vivir los años que nos correspondan en buena calidad.
El héroe comprende en silencio que ya no puede delegar la responsabilidad de lo que ocurre en el otro: en los malditos partidos, en los malditos bancos, en los malditos usureros… ahora que las cosas van mal, resulta cómodo echar la culpa al otro, al que está allí o al que está allá. Pero la culpa no es del otro, todo cuanto pasa es producto de nuestras decisiones diarias, de nuestros actos diarios. Lo revolucionario de este pensamiento es que todos somos cómplices de lo colectivo, de aquello que afecta a todos. Porque todos tomamos decisiones diarias que afectan al conjunto de la humanidad. Cada vez que elegimos un producto, cada vez que votamos a un político, cada vez que vemos un programa, estamos gestionando la realidad, modificándola a nuestro antojo diario. Por ello, cuando escribía “Creando Utopías”, defendía como tesis principal que la única forma de cambiar el mundo es cambiándonos a nosotros mismos, modificando nuestros roles de conducta diaria, reorganizando nuestro conocimiento o vaciándonos del mismo. La única forma de que la crisis sirva de lección, de que salgamos de ella con la lección aprendida y no sin ahondar más en ella, es comprendiendo lo fácil que resulta modificar la realidad con nuestras pequeñas cosas diarias.
Seamos auténticos héroes. Sacrifiquemos nuestro pensamiento caduco, nuestros hábitos caducos, nuestros vicios caducos por virtudes amables, por gestos generosos, por sabiduría en el hacer, decir y estar. Seamos artífices del cambio desde el mismo momento en que tomemos consciencia de nuestro poder. Nosotros, la sociedad civil, la gente, los individuos que despiertan diariamente a esa realidad, son los verdaderos forjadores del nuevo mundo. Y ahora es el tiempo del cambio, es el tiempo del nuevo despertar, es el tiempo de creer en lo humano y ascenderlo a cuotas de mayor consciencia. Nosotros somos los héroes, y es mucha la tarea y la responsabilidad que tenemos por delante.
La hora del cambio. La tarea del héroe.,
Ya hemos comentado alguna vez que no hay nada nuevo bajo el sol. En terminología de este Foro, todo está escrito en el TAO.
Disponemos, ahora más que nunca, de múltiples posibilidades de elección personal. Al final la elección es más simple de lo que parece: vivir en mentira o en verdad. Asumir o no asumir nuestra responsabilidad.
Cuando se asume la responsabilidad propia, hay menos ruido externo y las cosas fluyen de otra manera, en silencio. Surge de repente una suerte de armonía, de equilibrio, de calma, que poco a poco llevan al contento interior.
Contento no en el sentido egoísta de aislarse del mundo. Es el contento de hacer las cosas que deben hacerse, sin demasiada algarabía ni ruido, aunque sean cosas que hemos definido como “pesadas”.
Yo creo que es momento de hacer cosas, en silencio, con precisión, y con confianza. Cada uno en su campo, pequeño o grande. Hay enorme campo para hacer cosas, pero no es tiempo de pedírselas a los demás. Somos nosotros.
No hay nada nuevo bajo el sol, pero si hay más personas conscientes que antes.
Hay un camino y el que quiera puede seguirlo.
Conviene evitar tanta distracción.
Que bien leerte de nuevo 🙂
¡Te echábamos de menos querido Joaquín!.
Esperanzador artículo Javier, gracias.
Tod@s conocemos a héroes de estos anónimos que describes, estoy segura. De alguna manera han pasado por nuestra vida demostrándonos que se pueden hacer buenas cosas si se quiere y se pone uno a ello. No necesariamente tienen que ser grandes cosas, sino pequeñas cotidianidades realizadas con ilusión y con una buena carga de conciencia. Si tod@s, desde nuestra persona en la relación e interactuación que tenemos con el mundo añadiéramos un poco heroicidad en nuestros actos, seguramente nos sentiríamos más llenos, en vez de un desagradable vacio.
Buenos y heroicos días a tod@s
Más que cambiarnos a nosotros mismos, debemos de ser más nosotros mismos en esencia.
La esencia que todavía queda en nosotros es la que nos hace rebeldes de algún modo ante lo ´antinatural´ de nuestros actos. Ante nuestra conducta individualizada, en grupo y como un todo.
La inteligencia que poseemos la estamos utilizando egoístamente, sin embargo nuestra inteligencia en conciencia, es una alarma constante en nuestro interior que nos avisa de que nuestros actos y los que de algún modo pueden actuar sobre nuestros actos, la esfera del poder, están creando un modelo social donde en presente y sobre todo de cara al futuro quebrará realmente como modelo de bienestar y de convivencia.
No sé si realmente hemos perdido valores, o es que los valores humanos no han progresado proporcionalmente a los avances del hombre. Convirtiéndose una verdadera cruzada en nuestros tiempos el adaptar el ser humano a lo creado por el propio humano.
Por cierto, recomiendo Creando Utopías, lo he leído y me ha gustado.
Feliz lunes
Creo que la vida es una lucha con uno mismo y que la pose más difícil es conseguir ser uno mismo. Efectivamente, claro que hemos perdido valores, creo que la mayoría no están bien con ellos mismos, les invade el miedo, la inseguridad, las apariencias, lo vivo en tantos detalles pequeños que veo todos los días, en la fragilidad de la que hablaba hace unos días Mario Conde.
Me gusta el artículo de Javier, si, es muy acertado.
Durante todo el fin de semana, llevamos avivando la energía de ese cambio que anhelamos y que muchos hemos emprendido…
Me gusta la progresión, estoy de acuerdo contigo, asumiendo nuestra responsabilidad y actuando en consciencia.
No sé si como un héroe o como una persona que ya ha abierto lo ojos y quiere permancer con ellos abiertos…
Gracias Javier,
Feliz Semana!
Una reflexión muy valiente, Javier. No te falta razón. Un amigo y profesor publicó algo parecido en su blog hace poco. Está en inglés pero te lo recomiendo, porque partiendo de otro punto llega a conclusiones similares a las tuyas:
http://seaton-newslinks.blogspot.com/2010/05/looking-on-bright-side-of-life.html
Un abrazo.
Hola Javier. Está latiendo en nuestro sentir esa hora del cambio, con una fuerza e ilusión que crece cada día, porque cada día vamos viendo como se desmoronan los castillos levantados sobre cimientos que todos conocemos, nuestra vida, nuestra sociedad, la humanidad. Precisamente por eso, creo que mientras no comprendamos que ese fracaso es nuestro, que lo que ha fracasado es nuestra manera de pensar, sentir y comportarnos, no podremos cambiar absolutamente nada y sólo de ello depende nuestro destino.
Para cambiar la situación y mejorar el futuro, es necesario nuestro cambio en la manera de pensar.
Creo que todo lo que no sea eso, es pretender fortalecer nuestra esperanza con un inconsistente optimismo.
Un saludo a todos. Gracias por tu artículo.
Hemos hablado de ello en muchas ocasiones, que hay que cambiar la estructura de nuestro pensamiento.
Ardua tarea, este es un proceso lento, que exige esfuerzo personal y hay estoy con Socrates, la sociedad no está preparada para eso. Si fuera así, ahora mismo no estaríamos debatiendo sobre ello.
Unos cuantos están preparados y han detectado «EL PROBLEMA». Los demás siguen inmersos en su rutina diaria de la queja, y del paso del tiempo.
La sociedad somos nosotros, si cada uno comenzamos a trabajar en nuestra manera de pensar estaremos trabajando una conducta y con ello contribuyendo al cambio, estaremos comenzando a estar preparados. Si nos cerramos a esa labor jamás progresaremos, porque las limitaciones nos las estaremos imponiendo nosotros mismos.
Respetando todas las opiniones, yo no creo en cambios milagrosos que no estén sostenidos desde ese cambio en la manera de pensar por ardua que sea la tarea.
Cada uno, cada persona reflexionando y trabajando en ese cambio es mucho y se puede llegar mucho más lejos de lo que esa sociedad no preparada, puede imaginar.
Gracias por tu comentario.
¡Amén!
Hablas de tener las necesidades cubiertas. Teóricamente, eso es lo que dice nuestra Constitución y, está claro que no se está cumpliendo y que no pasa nada. Eso sí “dicen” que están muy preocupados, viviendo en sus “caras” casas, con sus “caros” coches propios o sus “caros” coches con chófer y su “cara” ropa. Se puede estar preocupado con ese way of life?. No sé me cuesta creerlo.
Y en cuanto al no deseo de vivir mejor que el otro… Está claro que buscas utopías. Los dirigentes actuales ya han demostrado que lo del reparto justo, no les interesa, no es cosa suya. Yo me pregunto, y los siguientes dirigentes se ocuparán de cubrir de manera justa las necesidades de “todos” o, sencillamente harán lo mismo que lo que están haciendo los actuales. Y me respondo a mí misma: NO. ¿Entonces…?
Estimado Javier… Apasionado relato el que nos ofreces, apasionadas conclusiones, es decir con sentimiento y emoción…
Concuerdo contigo en la visión del problema, en el diagnóstico; no creo en la solución (descreo en las soluciones en general)…
Reclamas al héroe, reclamas nuestra heroicidad colectiva… ¿Quién es el héroe?
En el Crátilo de Platón encontramos este diálogo entre Hermógenes y Sócrates acerca del héroe, los héroes…
HERMÓGENES:
Yo estoy de acuerdo contigo y no puedo por menos que alabar lo que dices, Sócrates. Pero ¿qué son los héroes?
SÓCRATES:
No es muy difícil de comprende pues esta palabra se ha alterado muy poco; significa el origen del amor…
HERMÓGENES:
¿A qué te refieres?
SÓCRATES:
¿No sabes que los héroes son semidioses?
HERMÓGENES:
¿Y qué?
SÓCRATES:
Que todos proceden del amor, ya sea de un dios con una mortal, ya de un mortal por una diosa. Si me refiero a la arcaica lengua ática entonces me entenderás mejor. Verás que el nombre de amor (“eros”) al que deben los héroes su nacimiento ha variado muy poco. Esto define a los héroes, o bien que eran sabios y hábiles oradores y dialécticos, capaces de “preguntar”, pues “eírein” es sinónimo de “légein” (hablar). Así pues como te decía, los que en la antigua lengua ática recibían el nombre de héroes aparecen como oradores y hábiles interrogadores, de modo que la raza heroica es una raza de oradores y sofistas…
Creo que la palabra héroe (del latín “heros” y del griego “iros”) tiene mucho que ver con la raíz griega antigua “hier” (sagrado)… Héroe sería alguien sagrado; lo era por el mismo hecho de ser un “mestizo” mortal-divino… Te confieso Javier que no me gusta ese tufillo a divinidad “hereditaria”, esa virtud fatal de ser divino tarde o temprano por el mero hecho de ser el fruto de un amor morganático entre un/a dios/a y un/a mortal de sangre colorada… Confieso que me fascinan y conmueven más los héroes trágicos como Hamlet cuyos defectos le llevan a la perdición. Simpatizo pues con los héroes de carne y hueso, humanos, demasiado humanos…
Amigo Javier, de las palabras de Sócrates me quedo sobre todo con la intuición semántica del filósofo que liga “héroe” con “eros”, el amor… sea entre dioses y mortales o entre mortales a secas (también entre los mortales hay amores heroicos por supuesto)… Me interesa mucho menos toda esa parafernalia y exageración que rodea a los héroes en las mitologías o la historia, sean sacras o profanas, tampoco los héroes de los comics… Sí, esos héroes que realizan hazañas excepcionales dignas de elogio, a los que se les supone valores superiores al resto de los mortales… Más o menos los héroes que tú reclamas, aunque los colectivices y generalices como una nueva raza extraordinaria que debe renacer tras el holocausto de la crisis actual…
Prefiero a los “amadores” y “amadoras” sobre todo… Esos sí que son héroes en los tiempos que corren… Cambiar por amor, hacer por amor, transformar con amor…
Tomo la palabra de Sócrates cuando se refiere a los héroes como “sabios y hábiles oradores y dialécticos, capaces de preguntar”… “oradores y hábiles interrogadores”… “sofistas”… Javier, no me interesan para nada esos héroes oradores y sofistas, descreo de ellos, de sus argucias dialécticas, sus intereses sean los que sean ocultos en los pliegues de sus palabras… No es el tiempo del saber, Javier, sino del hacer…
Primero hay que cambiar el lenguaje, las palabras… luego hay que callar, apretar los dientes y hacer… (con amor y por amor, por favor)…
Somos lenguaje, Javier, habla que interroga interrogándonos, lengua compartida, un medio de trueque muy humano con el que nos expresamos al tiempo que nos proporciona conocimiento sobre el mundo y “el Otro”… Cambiar el lenguaje es un modo de configurar en la raíz nuestros sentimientos de cambio y transformación, mejor con nuevas palabras hasta cierto descontaminadas de las “viejas” significaciones y verdades que aspiramos transformar…
“Seamos auténticos héroes”, dices… No quiero ser héroe (ya te dije por qué; acaso sólo lo sería del amor) ni caer en la fácil trampa de tachar a los otros de falsos cayendo yo en el fanatismo de lo auténtico….
“Sacrifiquemos nuestro pensamiento caduco, nuestros hábitos caducos, nuestros vicios caducos por virtudes amables, por gestos generosos, por sabiduría en el hacer, decir y estar”… No Javier, no hago sacrificio a nadie ni por nada. No deseo implorar el favor de los dioses ni del destino ni hacerlo con el sacrificio de ningún chivo expiatorio ni por supuesto yo mismo transfigurado en chivo o en cordero… No tengo por qué sacrificar nada… sólo ser amable, cortés, generoso, considerado con los demás, respetuoso… pero también firme en mis críticas, exponerlas con criterios, aspirar a convencer o al menos a hacer pensar al respecto… Sí, con amor, por supuesto; sin una pizca de odio, revancha o deseo de humillar…
Dices… “Seamos artífices del cambio desde el mismo momento en que tomemos consciencia de nuestro poder”… Javier… ABORREZCO el poder, cualquier poder… Así que no me pidas que cambie nada que suponga que asuma la conciencia de “MI PODER”… Me aborrecería… No me pidas que cambie PODER A por PODER B… No es ese el cambio que parecen anunciar tus primeras palabras…
“Nosotros, la sociedad civil, la gente, los individuos que despiertan diariamente a esa realidad, son los verdaderos forjadores del nuevo mundo”… Javier, ese NOSOTROS me parece mayestático… discúlpame… Ese “despertar” me da miedo, me acojona… Prefiero los despertares silenciosos, sonrientes, esperanzados… no los gritos histéricos de quien un día se levanta y se cree el Rey del mambo o el hijo de Matrix… El silencio mueve montañas, Javier, y hasta conmueve las conciencias…
“Y ahora es el tiempo del cambio, es el tiempo del nuevo despertar, es el tiempo de creer en lo humano y ascenderlo a cuotas de mayor consciencia. Nosotros somos los héroes, y es mucha la tarea y la responsabilidad que tenemos por delante”… Por ejemplo ser humildes, hacer anónimamente, creer para crear… Javier
Un saludo desde Tenochtitlan, de madrugada… con afecto y simpatía.
Pau
Nuestra capacidad de imitación solo se cumple en el lado oscuro. A todos nos da por imitar las malas costumbres y los valores sin valor, pretendiendo llevar un coche mejor que el de nuestro vecino o llegar a ser reconocido por la calle por haber salido en un programa de televisión. Pero a muy pocos les impacta, como para copiarlo, ver como hacen de payasos unas buenas gentes para sacar sonrisas a los niños, o como una amiga utiliza sus días libres para dar, en un comedor social lo mejor de si misma. Estas no son acciones a imitar, ejemplos a seguir. El ser mejores personas, pertenece al mundo de la utopia. Pero yo creo que una utopía es un huevo de crisálida…tarde o temprano, tendrá que salir la mariposa.
A todos, no!!!
Bueno…a todos no. No te enfades. Solo generalizaba…:))
Y tu artículo, querido Javier, termina como las buenas tesis doctorales. Siendo el principio de la labor investigadora y no concluyendo. Y es que terminas dejando un enorme espacio abierto para el desarrollo.
Quizás lo primero que deberíamos plantearnos es fijar un proyecto. Un proyecto que será desarrollado a través de, digamos, medio centenar de hitos o acciones, cada una debidamente predefinida. Y cada acción lleva su cronograma, presupuesto, sus plazos, sus responsables y sus equipos de trabajo para su desarrollo y consecución. Todo ello, en perfecta coordinación y con la debida maquinaria de rendición de cuentas (no sólo dinerarias sino, también, de cumplimiento del proyecto).
Tenemos claro, al menos así lo creo porque ese es el sentir que percibo, que es preciso el cambio.
A continuación, aclarado que esto es una emergencia, debemos coordinarnos y estructurar el proyecto y los subproyectos, hitos o acciones.
Y con ello, adelante!!.
Un abrazo y de nuevo gracias Javier.
Apreciado Javier por lo que te leo compruebo que eres una persona sensata y solidaria pero permíteme que te diga que tu artículo es una utopía, una bella utopía, sí, pero utopía.
Y lo malo no es que la crisis no nos va a llevar a ningún cambio, lo malo es que nos vamos a acostumbrar a vivir con ella, sin que nadie haga nada por puro conformismo, al igual que ocurrió en los 80 90 y 00 con la crisis de la industria musical y todavía hoy continua en crisis bajo la excusa y justificación conformista de que no se puede vivir de la música.
¿Cómo va a tener héroes una sociedad que no hace nada?, ¿Qué clase de héroe es aquel que ni siquiera tiene una bandera? No, aquí no hay héroes. Desconozco la conducta de otras sociedades, pero la nuestra mira para otro lado cuando su vecino es desahuciado por su banco o el negocio de la esquina quiebra o 5 mill de personas engrosan las listas del paro. En España está tipificado como delito el hecho de que una persona no auxilie a otra en un accidente ¿por qué? Porque de lo contrario no pararía casi nadie. ¿Cómo vamos a llamar héroes a los mismos que permiten que los pueblos de nuestra geografía desaparezcan?
Nos rasgamos las vestiduras ante el maltrato de género, pero a la sociedad le importa un huevo los motivos, ¿Acaso no sería comprobable detrás de qué porcentaje de maltrato existen problemas económicos o paro? Sí, pero es mejor no saberlo no vaya a ser que tengamos que ayudar al empresario para que cree empleo.
Nos rasgamos las vestiduras ante las injusticias pero lapidamos a quien sea con el famoso “algo habrá hecho” o “cuando el rio suena…”
Sabemos que los medios de comunicación nos manipulan, pero no hacemos nada para evitarlo, preferimos convivir con ello y además los consumimos previo pago.
Dices que las necesidades básicas son alimento, abrigo, salud, educación, trabajo y vivienda, pero no estás en lo cierto, las necesidades básicas de nuestros tiempos y en este orden son: Tabaco, salud, desempleo o protección social, alimentos, botellón, copas o almuerzos, televisión de 42”, coches, internet, vacaciones, fiestas locales, fútbol y toros, aire acondicionado, hipotecas o préstamos, vivienda y trabajo leve.
Efectivamente y como dijo Gala, no se trata de añadir años a la vida sino de llenar de vida esos años.
Pero la humanidad de nuestros tiempos no tiene vida propia, los poderosos han conseguido hipnotizar a la sociedad ofreciéndoles la vida de los demás en capítulos de miseria y desgracias.
El último héroe “construyó -como dice la canción- castillos en el aire con ventanas fabulosas, llenas de luz, de magia y de color y convocó al duende de las cosas, que tiene mucho que ver con el amor. En los demás, al verlo tan dichoso, cundió la alarma, se dictaron normas, “No vaya a ser que fuera contagioso… tratar de ser feliz de aquella forma. La conclusión, es clara y contundente, lo condenaron por su chifladura a convivir de nuevo con la gente, vestido de cordura…”
Gracias por el artículo
¿Conciencia o consciencia? ¿Héroes o villanos? ¿Cuánto carbón necesita el horno para alcanzar la temperatura a la que funde el hierro?
En la cumbre héroe
Sísifo esforzado,
mas humano abajo,
abatido y desconsolado.
¿Dónde el tábano de Atenas añorado?
Saludos.
Estoy totalmente de acuerdo. Sin una transformación profunda de nuestro interior y por ende, de nuestra actitud vital, no va a cambiar nuestro mundo. El mundo de fuera es reflejo de como estamos por dentro, de qué priorizamos o valoramos. Así, al final, acabamos teniendo el mundo que hemos construido en nuestra inconsciencia e inconsistencia. Ojalá que la crisis nos empuje a reaccionar y a ir más allá de nosotros mismos.
Saludos
En mi opinión creo que aunque hagamos mas limpia esta tierra impura,no llegamos,no llegamos a la dicha total,necesitamos que alguien o algo nos sonría desde el otro lado de las estrellas.El hombre no puede salvarse solo,eso si es una utopía.
No creo que la vía más efectiva para resolver el tremendo problema de nuestros días sea la que gira en torno a la idea del héroe como individuo o personaje fuera de lo común que salva a la humanidad.
En mi opinión el cambio tendrá que venir desde la simplicidad y resolución individual del que quiere con toda su voluntad e intención que suceda y del que para cumplir ese objetivo comienza cambiando él.
Las acciones típicas de los héroes sólo pueden servir para el entretenimiento de los que, hartos de estímulos exteriores, son incapaces de contentarse con la sencilla observación de lo extraordinario que sucede a su alrededor.
Tocas dos ideas nucleares:
a) que no podemos seguir creciendo de forma desbocada, como medio de ser.
b)que el ser humano debe sustituir un paradigma individual por otro colectivo, entiendo que no por ello deba someterse a perder su identidad. No es importante que uno tenga mucho, sino que todos tengamos lo suficiente.
Lo que tú planteas es una revolución copernicana, pero de las de verdad. Implica que la Humanidad tome consciencia de que está aquí para ascender, y que en ese trayecto debe obtener una nueva visión conmoviendose con aquellos que habitan junto a él el camino. En el fondo no es tan complicado. Como decían los del anuncio…»el ser humano es extraordinario»
Un abrazo y gracias por atreverte a seguir soñando de este modo.
En efecto, estimado Javier, hemos leído y escuchado muchas veces aquello que tan bien has sintetizado como «que la única forma de cambiar el mundo es cambiándonos nosotros mismos».
Es así de sencillo, pero al mismo tiempo, así de complicado. Es muy difícil que mientras haya un estatus económico boyante, la persona se plantee la necesidad de cambiar, de ahí las palabras de Jesucristo de que es más fácil que un camello pase a través del ojo de una aguja que un rico se salve. La riqueza material, o el ansia de obtenerla, por lo general es un obstáculo para ocuparse honesta y valientemente de las dependencias materiales que nos hacen olvidar nuestra auténtica esencia.
Pero estas querencias por consumir, poseer, ganar más de lo necesario, es como un sarampión pasajero que supongo todas las personas tienen que pasar, en una vida o en otra, para superar esta dependencia obsesiva a lo material.
Superación que se produce bien al comprobar que en efecto la riqueza no sólo no trae la felicidad sino más bien es motivo de conflictos, desasosiegos, stres, desavenencias familiares, envidias, miedo a perder lo acumulado, y gran impacto emocional cuando se pierde todo; o bien cuando se comprueba y por lo tanto nos hace recapacitar que no es posible mantener el actual orden consumista para unos pocos cuando los más no tienen ni para comer.
Y claro, con crisis económicas como la actual, que nos está obligando a apretarnos el cinturón, a tener menos cachivaches casi siempre bastante inútiles, a acostumbrarnos a vivir con menos, es una buena oportunidad para ver de cambiar esa dependencia a lo material que también nos hará cambiar nuestra percepción de las cosas, dando menos importancia al deseo de acumular riqueza y más importancia a otra serie de valores bastante más gratificantes que ese afán desmedido de tener más que el vecino. Será y está siendo la renuncia a lo superfluo en aras de cultivar nuestro auténtico ser, más placentero, solidario, sano, tanto para uno mismo como para el conjunto de la sociedad en la medida que haya cada vez más personas nuevas sin dependencias obsesivas y casi siempre muy egoístas. Gracias amigo por tu bonito artículo.
Reflexión:
¿Ha sido dictada la intervención de Cajasur por Bruselas?
¿Cúal es exáctamente la Hoja de Ruta que nos han trazado, hay algún doc que ha firmado el Gobierno de España, o en estos casos se hace sin firmar nada?
¿Cúales son nuestros compromisos?
¿Cúal es el Estado Financiero de la Empresa PSOE?
¿Supera la crisis, el Partido_Empresa del Gobierno de España; en que entidad bancaria tiene sus activos?, ¿Tiene Activos?
¿Puede un Estadista-Empresario Estructurar lo que ha Desestructurado ?
¿ Quién nos Gobierna, realmente ?
Hola.
Parece que ciertamente ha llegado la hora del cambio; seguramente no es la primera vez que llega ese momento clave.
Sin embargo, yo me pregunto “si no hubiera entrado a formar parte de este blog-foro en su momento ¿sería realmente consciente de ese cambio que pide a gritos abrirse paso?”
Sí es cierto que cada vez se habla en más círculos del cambio pero no desde una implicación que lleve a la verdadera acción de involucrarse de forma personal. Y es desde ahí, desde ese punto, donde creo que debe empezar esa labor que mencionas de héroe o antihéroe, da lo mismo, que podemos llevar cada uno de nosotros en nuestro interior y que ni siquiera somos conscientes de ello.
Por eso es bueno que se hable, que se de ejemplo, que se aprovechen los momentos al máximo para enviar el mensaje, que nos convirtamos en un buen reflejo, que nos abramos y flexibilicemos en casa, en la tienda, con los amigos, conocidos, familiares…
En tu blog hablas de una charla que ofreciste a unos chicos(as). Ibas con una idea determinada y al entrar y empezar a oírlos vistes que debías cambiar los planes y eso es una forma de estar empezando con el cambio. Hablar sí y a la par actuar desde el más mínimo detalle.
Yo empezaré por mi misma y luego intentaré seguir los pasos más allá. Espero conseguirlo, seguro que sí.
¿Quién decía aquello de “siempre positivo”? 😉
Felicidades! Tu artículo me ha venido como un jarro de agua fría entre tantas teorías constitucionales en las que estos días estoy sumergida. Gracias, lo primero porque creo que es un artículo muy claro y muy fácil de entender/comprender, algo necesario hoy en día, y lo segundo porque refleja un ser que poco a poco va aflorando de mis(ojalá pudiera decir nuestros) adentros.
Que logro tan grande sería no compararnos con los demás en cosas materiales;aunque igual de importante sería también poder partir todos de lo mismo. Hace 4 meses la vida, o bueno, unas malas personas, y de modo no muy legal, le quitaron a mi padre todo lo que tenía(mejor dicho le echaron de su propio negocio)y nunca se resignó. Él dice: ellos tendrán los ladrillos, pero yo tengo fuerza para salir adelante. Y la verdad es que aunque muchas veces discrepe con él, en eso no puedo estar más de acuerdo. Ojalá todos los que pierden algo, o lo deseen, luchen por conseguirlo, luchen con mucho ánimo, con fuerza, con valor.Ese valor que veo en algunas caras cuando salgo a la calle,que se aprecia en las palabras y también en los relatos. Quizá el día que luchemos y pongamos todas nuestras fuerzas en todo lo que hagamos podamos construir ese futuro que tanto anhelamos…incluso aveces yo misma se que puedo hacer más de lo que hago, debo de pedir perdón¿? pues no lo se, pero lo que si debo hacer es reflexionar acerca de ello. Con este artículo lo he conseguido, sinceramente.
Estamos en un momento, que aunque tengamos edades muy dispares, todos estamos de acuerdo en algunas cosas como la decepción del sistema,la deshumanización, lo trivial de algunas cosas materiales etc…y yo me pregunto, no sería un buen momento, para iniciar la famosa cadena de favores de esa película norteamericana. Si yo hiciera algo bueno/bonito etc…por alguien, esa persona pueda entender que el ser humano es un ser social por naturaleza, y por ende, haga algo por otra persona que ella considera lo necesita.No se a gran escala lo que se lograría pero seguro que en nuestras pequeñas escalas, el cambio sería notable. Suele ocurrir que nos cuesta tender una mano, por que estamos obcecados de ese modo¿?
No quiero generalizar, por supuesto que no, porque como ser humano soy la primera en darme cuenta de que hay personas maravillosas y con ese ánimo necesario.
No me alargo más. Me gustaría regalaros el texto precedente porque a mí personalmente me encanta.
Camina plácidamente entre el ruido y la prisa y recuerda qué paz se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe.
Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales.
La vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto.
Y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu, para que te proteja en las adversidades repentinas.
Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo.
No menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir.
Y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios cualquiera que sea tu idea de El.
Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con toda su falsía, sus dolores y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso.
Buenas noches!Gracias de nuevo*
Gracias por tu artículo, Javier. Es realmente refrescante y una llamada de atención a nuestra autogestión como individuos, tarea que es intransferible.
Si todos tuviésemos cubiertas las necesidades básicas significaría que nuestra conciencia como Humanidad estaría llena de AMOR y, por tanto, no cabría el egoísmo… No habría duda en que hay suficiente para que todos vivamos con dignidad… pero parece que en nuestro sistema compartir es un verbo que mayormente conjugamos cuando de pérdidas y desgracias se trata y, frecuentemente, de forma superficial… Este Sistema no tiene –de momento- una conciencia de Amor desarrollada. De ahí que necesite que haya perdedores para que ciertas castas se mantengan como “ganadoras”, según su concepto de “ganancia”. Con la verdadera ganancia, ganamos todos, no debería perder nadie ni tampoco el planeta.
Intentemos acercarnos con nuestras conductas cotidianas a esa heroicidad que tú propones.
Javier, gracias por el escrito. Mas que héroes somos sufridores de la losa política de nuestros dirigentes, ellos con su no hacer siembran la palabra del odio en nuestros oídos. Apagar la tele y encender nuestra mente es un primer paso para enarbolar la bandera de la dignidad. Creo en las personas y en su capacidad de adptacion. Aprender a vivir sin opulencia, sin las comodidades ficticias que creemos disfrutar. Es tiempo para el hombre y la tierra. No héroes, no «supermanes» , solo personas hechos y aptitudes.
EOLO
uuuuuuffff
Gracias Javier por tus reflexiones. Tan valiosas como los comentarios subsiguientes. ¿Qué hacer? A dónde queremos llegar? Está claro que algo estamos consiguiendo por el simple hecho de estar aquí, todos estamos siendo reforzados en nuestras individuales ideas, deseos de cambiar, de buscar la verdad, de buscar un mundo mejor, de crecer como seres humanos, y este reforzamiento ocurre día a día. Es un asset que dirían los americanos, estamos creando un capital intelectual importante, sólido por la diversidad de ideas, creativo por el empuje, el contrapunto, el acuerdo o desacuerdo.
En segundo lugar, qué hacer? las ideas se polarizan en: salir a la calle, organizarnos, manifestarnos, y el otro polo es: el cambio debe ser personal, silencioso, en el entorno de cada uno, pues no hay nada nuevo bajo el sol. Yo creo que este último objetivo ya lo estamos alcanzando muchos de nosotros, como apuntó Mario muchas veces, tienes que cambiar tu forma de pensar para cambiar tu comportamiento. Creo que si entramos a este foro con variopintas inquietudes: curiosidad, búsqueda de contenidos de valor, recomendación y de pronto nos vamos fidelizando, pues ese bagaje de conocimiento, experiencias, vidas tan diversas, aportes de todos y cada uno, ya nos ha enriquecido y ya hemos cambiado -o apuntalado el cambio en muchos, seguro- y eso es algo que nos debe reconfortar pues ya estamos alcanzado un objetivo, el del cambio interior, el de cambio o mejora de pensamiento, para mejorar nuestro comportamiento; creo que nuestras pequeñas realidades se pueden estar tiñendo de lo que aquí vamos sembrando y recogiendo (yo recojo mas que siembro) y esto es simplemente un logro enorme. Marilyn Ferguson, escritora norteamericana y autora de La Revolución de Acuario, lideresa en temas de vanguardia de cambio social en Usa,
dice de aquellos que ya tienen el bichito dentro de la certeza de que todo el sistema ha fallado, y que empiezan hablando en pequeños grupos, algunos en voz baja, algunos con temor, porque en medio de la resignación general, vislumbramos las mentiras del modelo; dice que somos como conspiradores, y que actuamos como conspiradores, buscándonos, descubriéndonos, compartiendo nuestras ideas e inquietudes y que el gran valor de nuestras pequeñas revoluciones es el factor multiplicador de las redes en las que actuamos. Y que precisamente este factor potencial de crecimiento casi exponencial si hablamos de internet, será lo que posibilitará fuerza a las ideas nuevas. Dentro del sistema, desde el sistema, sin romperlo, pero sí contaminándolo de las nuevas ideas. Eduard Punset -refiriéndose a la organización- dice que porqué no copiamos el modelo de la naturaleza para mejorar nuestras organizaciones; que la naturaleza ya ha resuelto muchos problemas que nosotros todavía hemos sido incapaces;la naturaleza sabe organizarse a partir del conocimiento de cada individuo:las hormigas se comunican entre ellas, buscan su alimento, crean sus redes, trabajan con una inteligencia de redes. Convocar una manifestación no necesita ninguna acción pública ni cara: los sms de los móviles pueden crear un efecto extraordinariamente multiplicador y en minutos.
Creo que lograr todo el proceso es cuestión de maduración. Presumo que una primera etapa, la del cambio o elevación de «conciencia» personal ya está muy logrado en muchos. Sólo que para que este cambio personal, silencioso sea eficaz debe multiplicarse en las propias redes personales físicas y virtuales. La calle, el cafecito, los amigos, la familia, el trabajo, mails, conexión con otros foros «conspiradores» -en el término mas «fergusoniano» posible-. El segundo momento -o segunda opción, la de salir a la calle, creo que es consecuencia de la suma de muchas pequeñas revoluciones. ¿Porqué se tarda tanto la calle? Hablo de millones de ciudadanos- creo que el miedo, la dificultad de «desaprender» tantos valores equivocados pero muy arraigados,y el conformismo -lassez faire, lassez passer- han ganado mucho pero si la semilla de las ideas se lanza a diestra y siniestra se puede precipitar el pasar a la acción. Sugeriría una cosa a Mario: abrir enlaces a más redes mundiales como Twitter, Facebook u otras que considere mas eficaces si queremos diseminar estas ideas-semillas sin límite de tiempo y espacio.
Feliz Martes!