De recuerdos, dolores y esperanzas

Algunos han interpretado que las palabras con las que confeccioné mi último artículo, tal vez incluso, mas de uno, son debidas al dolor que me ocasiona el rebuscar en las experiencias del pasado, debido a que me encuentro escribiendo el segundo de mis libros que tratan de ello. Piensan que revivir esos acontecimientos me causa dolor, y que ese dolor es el responsable de esos escritos. Sinceramente creo que no es así, pero uno no siempre es el mejor juez de si mismo. Aún admitiéndolo, creo que no me produce dolor esa revisión del pasado.

Ante todo porque se encuentra presente en mi diario vivir. Aquellos acontecimientos fueron tan poderosos, resultaron tan brutales, que indefectiblemente el hoy reproduce parte de su esencia. No en vano la situación de 1993/94 se diferencia en poco con 2010 después de 16 años en los que gobernaron PP y PSOE con un reparto tan igualitario como el que revela un periodo de ocho años para cada uno. Ciertamente se han mejorado algunas, incluso muchas cosas, pero las bases esenciales de la convivencia siguen afectadas de los mismos virus del pasado.

Pero en cualquier caso eso, nada de eso es importante en si-mismo. Escribo sobre la historia porque creo que es conveniente vivirla de nuevo en el recuerdo para sacar enseñanzas. Concretamente hace unos días, al finalizar uno de los capítulos, escribía: “En estos años de sufrimiento diversos conductos arrojaron sobre mi conocimientos contrastados. Lo lamento como español. Pero una vez contrastados, transcurrido el tiempo necesario, es importante que los pueblos conozcan su historia, el modo y manera en el que han sido gobernados, porque quizás en ese conocimiento encuentren satisfactoria explicación a su presente y puedan, si así lo desean, cambiar el rumbo de su futuro”.

No, no duele el recuerdo. Sería un dolor artificioso. Duele la enseñanza de los hechos, que es bien distinto. No me duelo en ellos. Lo malo no soy yo viviendo esos hechos, sino los hechos en sí mismos, en cuanto evidencian modos de ser, de pensar y de actuar de un poder, de un Sistema de poder.  Tal vez fuera lógico sentir  dolor por dentro al comprobar que las cosas podrían haber sido diferentes, que no deberíamos haber llegado a donde estamos hoy si se hubiera hecho caso de las enseñanzas del pasado que puse de manifiesto en muchas ocasiones. Puede, pero uno no es redentor. Simplemente ve, expone y muestra. No, ni siquiera ese camino conduce al sufrimiento.

Acabo de escribir que no duele el recuerdo. ¿Digo bien? ¿Acaso no es dolor lo que se siente al pensar en un ser querido que ha desaparecido de esta manifestación, de esta encarnadura? ¿No es dolor el resultado de revivir experiencias, momentos, instantes?  Creo que ya lo he escrito en el foro: no nos duelen quienes no están sino nosotros-en-ellos. Por ello ese tipo de dolor es adictivo y puede inocularse en la propia personalidad.

Conozco a quien vive instalada en el recuerdo de la muerte de su marido. Es alguien muy, muy próximo de mi familia. Ha decidido que la razón de su vida es el dolor en el recuerdo, al menos en el plano verbal, porque soy de los que piensan que si te dedicas a exteriorizar tu dolor en exceso, al menos de este tipo de dolores, no es exactamente dolor lo que te embarga. En todo caso, ese instalarse en ese rol es una forma de egoísmo, una tarjeta de presentación ante otros, un modo de alimentar nuestros egos a base inspirar una suerte de compasión. Quizás suene excesivamente duro el juicio, pero así lo siento. Vivir es un milagro en sí mismo. Desperdiciar la vida en un vivir-en-el-pasado, alimentar mentalmente ese dolor por el recuerdo en lugar de contemplar el milagro de cada día, me parece una suerte de delito de lesa existencia.

Hace años, en un descanso en la navegación por Italia,me pregunté por el alcance y modo de funcionar del amor en nuestras vidas. Tienes un hijo y amas. Tienes otro y también. El amor por cada uno no es el resultado de dividir el amor entre dos. Sigues amando a tus padres, a tu mujer, a tus amigos. No fragmentas, no divides, no atribuyes porciones. No se trata, por tanto, de una supuesta cantidad de amor que se fragmenta o divide entre los sujetos receptores. No es así. No hay cantidad mensurable susceptible de ser fragmentada

Cada uno de los diferentes amores, por decirlo de modo que se entienda, puede tener la misma intensidad. No son excluyentes. ¿Entonces? Decía que se me ocurrió que esto funciona como capas en un DVD. Se superponen las unas sobre las otras. Las capas interactúan cuando el dvd gira en un reproductor adecuado. Pues la vida es el girar de nuestro dvd. Nuestro corazón es el reproductor adecuado. En ese instante las capas se superponen unas sobre otras. La velocidad, el igual que sucede con los radios de la rueda, oculta el dvd y el reproductor, de modo que aparece todo dotado de una continuidad. Las capas son independientes las unas de las otras, pero se unen de manera inexorable a consecuencia de eso que llamamos vivir. Por ello en cada capa cabe el amor de padre, madre, hijo, marido, mujer, amigo….Cada uno tiene su propia capa que permite igual,mayor o menor intensidad que la anterior y la subsiguiente.  Por eso la capacidad de amar es infinita. Por eso cuando dejas de amar como amabas a consecuencia, por ejemplo, de la traición, no por ello se resiente el amor que sientes por otros.

Lo malo es que ese esquema funciona igualmente para lo contrario. Podemos acumular capas de dolores. Incluso de dolores artificiales que ni siquiera somos capaces de identificar que se trata no de verdaderos dolores, sino de nuevos roles que asumimos en nuestras vidas. Esos roles implican en su fondo miedo a vivir.

Y funciona en los dos sentidos: el dolor del recuerdo y la alegría de la esperanza. Es aquí donde se entiende que no existe el conflicto. Algunos consideran difícilmente compatible el amor que se sintió con el vivir alimentando nuevas ilusiones y esperanzas. No lo creo. Se puede almacenar esperanza a pesar del conocimiento de cómo fue el pasado. Justo lo contrario. El dolor funciona en una capa. El amor en otra. Por ello no se entrecruzan. Si alguien lo hace es que tiene mal confeccionado su dvd particular. O no ama o prefiere vivir en el pasado con desperdicio del carpe diem. ¿Vivir en el pasado? ¿Que sentido tiene? Creo que ninguno. El pasado no existe, no es un lugar al que podamos ir, no existe medio de transporte. Solo la mente que conduce a un lugar imaginario. El pasado solo funciona si lo transformamos en experiencias que nos ayuden a vivir el presente.

No hay inconveniente en amar a muchos, incluso en amar con el recuerdo y amar con la esperanza. El recuerdo de lo que fue actúa en una capa diferente de la conciencia de lo que es. El amor al recuerdo y el amor al presente. Es el dvd de la vida en funcionamiento. Nada es incompatible. Se trata de capas.

Solo creo que puede existir una incompatibilidad: cuando el alma la sientes repleta de rencor, odio, resentimiento y otros productos del mismo tipo, creo que es imposible que convivan con la capacidad de amar. ¿Pero no eran capas? Sí, pero aquí creo que la cosa funciona de otro modo. Esos sentimientos anulan la estructura de capas. Penetran en todas ellas. Se apoderan del dvd completo. Por eso la limpieza de nuestros corazones, erradicar esos sentimientos, es básico para cumplir con nuestra capacidad de amar. Cosas del Camino, insisto, lo dice en varias ocasiones: limpia tu alma a diario, porque la suciedad de la ignorancia se deposita imperceptiblemente.

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95 pensamiento sobre “De recuerdos, dolores y esperanzas

  1. LJORTIZ

    Hola, saludos cordiales, a todos.
    Llevo dos j&b en el cuerpo. Lo primero, pedir perdón si ofendo a alguien, no sé expresarme muy bien, no tengo carreras, ni master; solo tengo la experiencia de mi vida. Se habla de crisis, de valores, de humanidad, de odios, de resentimientos….
    Del Sr. Conde, he visto comentarios haciendo alusiones como el Jefe, el Conductor, el innombrable, Mariete, y demás. Tengo 48 años y aprobé unas oposiciones al Banco de Bilbao en el año 79. No tenía ni puta idea de derecho mercantil, ni de contabilidad, ni sabía escribir a maquina. Mi padre era maestro Nacional, y me educó con mucha severidad. Aprendí a ceder los asientos a las personas mayores, a bajarme de las aceras estrechas cuando venía una mujer, DISFRUTE de bailar canciones lentas, pidiendo permiso siempre a las chicas, respete siempre a los demás. Siempre cedí el paso a otros conductores enfrascados en angustiosas esperas. Pagué las consumiciones de mis amigos que no tenían trabajo. Tenia un buen sueldo con 18 años. He tenido una vida maravillosa. Mi SR. DIRECTOR, era lo que la palabra indica, Un SEÑOR DIRECTOR, único, no había ordenadores con scoring, no había «ansias», ni codicias. Eran los tiempos donde una palabra, tenía mas valor que una firma ante dieciséis notarios. Eran los tiempos de la decencia. Luego llegaron las prejubilaciones anticipadas de personas expectacularmente capacitadas para dirigir una oficína bancaria. Llegaron los codiciosos, los ansiosos, los monigotes, los manipulados. Aquellos que conseguían crecimientos del 30% anual en los beneficios. Un año tras otro. Me asusté. En una de mis últimas reuniones con un director general de los de «antes»; un compañero directivo, le comento la siguiente frase, delante de una sala abarrotada de ilusos: «Como sigamos así, nos va a pasar como al borrico de la noria». El Director General; afable, simpático, decente… le pregunto a mi compañero ( un apoderado de banco de los de «antes», sin miedo, sin complejos) que que quería decir con ese comentario sobre la noria. Este le comentó ( sin miedos, sin complejos, sin temores) : Que querían que fuese tan deprisa, dando vueltas a la noria, que al final de tanto ir deprisa se dio por culo así mismo!. El Director General sonrió. Poco después lo prejubilaron. Fueron unas frases profeticas. Así nos va.

    A mí, particularmente, el Sr. Conde me daba asco. Sería por la opa hostil BB-BEC. Sería por mi lectura sectaria del libro Asalto al Poder, cuando estaba trabajando en el BB. Pero, afortunadamente, ya no trabajo en esa empresa mafiosa. He visto, he oido, he comprobado, he verificado canalladas permitidas por los gobiernos de turno. He asistido a la descomposición de los valores «bancarios» que me inculcaron mis maestros «decentes». El Banco de España, la CNMV, el gobierno, y la justicia, son la mayor estafa en la historia de España. Luego os cuento mas cosas.
    Respecto a D. Mario, Mariete, Sr. Conde o como le llamemos, he aprendido lo siguiente: Que es una persona decente. Con sus defectos y sus virtudes. He comentado que cuando leí el libro Asalto al Poder, este tio me daba asco. Cuando he evolucionado como persona «LIBRE» (no tengo nada, ni quiero nada), he leído el libro Memorias de un Preso, y la verdad me ha impresionado, es una lección de humildad, de valor , de coraje, de educación y de decencia. Lo mejor del libro para mí (me llego al alma), que el director de la prisión (D. Jesús Calvo), asistiese a la presentación del libro. Hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto de unas imágenes tan emocionantes y alentadoras. Observando en la pantalla del ordenador al preso y al director de la cárcel, fue una visión que me inspiro esperanza en este patético país.
    Perdonad si he ofendido a alguien.

        1. atati

          Vale, pero si en vez de los coxones el café sale de la cafetera, puchero o similar, pues supongo que será más rico. Vale?

        2. Calixto Arosa

          No te lo tomes así, hombre! 😉

          La compañera May no ha pretendido incomodarte, seguro. Sólo hacerte saber que ciertas palabras no se ajustan a las normas que nos hemos dado para un correcto fluir del debate de las ideas. Que por cierto, son muchas y muy útiles las que tú expresas en tu comentario.

          Saludos!

        3. Maytreya

          pos, no, no he querido incomodarle, al reves, queria decirle que si ya se encontraba mejor al haberse desahogado, se tomase un cafe y no bebiese mas, pero no ha debido entenderme. Toy de buen humor, así que no pasa nada.

          1. Calixto Arosa

            Eso me pareció a mí, sí! 😉

            No pierdas el buen humor, que luego cuesta encontrarlo. 🙂

        1. Ylex

          Siempre se perdona a quien tiene la humildad y el decoro de reconocer su falta y pedir disculpas por ella. Espero que te vaya mejor en adelante. Tu mensaje es interesante y un dia malo lo podemos tener todos. No dejes de escribir por esto.

          Un saludo, LJORTIZ.

  2. Angeles

    jajaja, permitidme que me ria con la contestación que ha hecho el ex-bancario L.J. Ortiz a Maytreya (que no se la merece , ni ella ni nadie) … eso pasa cuando se hace catarsis sin sanar las heridas emocionales. Si yo me pusiera a recordar mi pasado bancario, me pondría enferma… así que prefiero no hacerlo, pues valoro la salud. Haber trabajado en un banco , no es moco de pavo (perdonad la expresión).

  3. caterina

    Gracias por sus palabras, Mario. Hoy, para mi, han sido las justas en el momento
    adecuado.

  4. FERNANDO

    Como dice la parábola, la vida es un viaje en un tren que va en un solo sentido. Subimos a el cuando nacemos y viajamos en el durante nuestra vida acompañados de nuestros seres queridos y amigos. Durante el trayecto suben y bajan personas de este tren. La moraleja nos enseña que debemos de disfrutar del viaje cada día y no vivir pendientes de nuestra estación, teniendo muy presente que las personas que bajan del mismo nunca desaparecerán mientras no las olvidemos. El recuerdo también es una forma de amar, pero el tren sigue por lo que nuestro viaje continua y debemos de seguir en el, pensando que las personas que se bajaron en otra estación siguen con nosotros aunque en un plano diferente. Y debemos seguir mirando al horizonte, disfrutando del paisaje y amando en el presente y en el recuerdo. Hoy hace una semana que mi madre política bajo de nuestro tren pero su recuerdo sigue vivo y el viaje continua.

  5. Jose Soler

    Este artículo y el anterior han llegado justo a donde hacía falta.

    Esa complicidad insustituible no ha podido ser mas oportuna, …duro el juicio y certero el diagnóstico,… también lo siento así,…miedo a vivir, delito de lesa existencia,…¡muy bueno!.

    Sin duda, la mejor forma de honrar ese recuerdo doloroso y de seguir formando parte del milagro de la vida, es vivirla lo mejor y mas plenamente posible. Hay que esforzarse en no desperdiciarla y en alejar los recuerdos tortuosos que solo llevan a la autodestrucción.

    Y si nos ven, no hagamos que nos vean como atormentadas realidades alternativas construidas a su sombra, sino sin angustías ni miedos, …en paz, agradecidos del legado recibido y caminando hacia delante con nuestra propia luz y esperanza.

    Muchas gracias por los artículos.

    Un abrazo.

  6. Auxi

    Los recuerdos no son malo ni doloroso; si recordamos lo mejor de los seres que se han ido, el dolor duele cuando nuestro egoísmo crece y no dejamos ir al que ha decidido irse, no solo de este mundo, cuando nos aferramos.
    El amor no son capaz el amor evoluciona, el amor de hijos y padres permanece intacto desde el momento que tropezamos las manos no cambia amamos de por vida.
    El amor de pareja evoluciona y nos enseña ya que lo podemos escoger decidimos dejar de querer o querer mas, cada persona enseña algo diferente y nos sentimos complacidos, pero seguimos buscando y exigiendo, a pesar de estar cómodos o felices, pero ese no se que falta.
    No quiere decir que seamos buenos o malos por amar muchas veces, es que sin saber no hemos encontrado a nuestra alma, sin dejar de ser la mejor persona y la mas maravillosa con la que hemos compartido parte de la vida y búsqueda,
    El amor verdadero llega solo una vez y podemos pasar una vida sin encontrarlo, si lo encuentras difícilmente vuelve amar.
    Es como el ejemplo de los hijos los amamos a todos; tienes 5 dedos si te cortan uno no importa porque quedan 4 no verdad, igual los hijos tienes 2 uno muere no importa te queda 1, no sufrirás y recordaras toda tu vida, no amaras al que te queda ni sustituyes su amor, no existe.
    Los amores verdaderos son únicos, son parte de nosotros para toda la vida.
    El alma no cambia evoluciona, cambia nuestro espíritu en cada hombre.

    Luchar e intentar amar no es pecado, pecado es quedarse cuando otros nos necesitan.

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