Érase una vez, un pacífico y cálido país en donde sus habitantes vivían felices y contentos, o casi…
Disponían de todo tipo de riquezas naturales y ganaderas y se auguraba un próspero futuro.
Pero su clase dirigente estaba más por corromperse y vivir del cuento que hacer los deberes. Así que despreocupándose del desarrollo y modernización del país, el pueblo cayó en brazos de la miseria.